martes, 25 de marzo de 2008

OBJECIONES DE LA MEMORIA el mito del efecto popote y el tesoro hundido

MARTI BATRES GUADARRAMA
 
 

Francisco Rojas, ex director de Pemex y hoy presidente de la Fundación Colosio del PRI, fue entrevistado la semana pasada en un programa de televisión por conductores que se caracterizan por no dejar expresarse al invitado. No obstante, Rojas Gutiérrez dejó sin habla a Pablo Hiriart y a Jaime Sánchez Susarrey, quienes carecieron de argumentos para refutar las explicaciones técnicas de por qué Pemex debe seguir siendo una empresa del Estado y no requiere privatizarse, asociarse o establecer "alianzas estratégicas" con trasnacionales.

En dicha emisión, vale subrayar, Francisco Rojas aclaró que no hay indicio técnico alguno de que exista un efecto popote mediante el cual se sustraiga crudo mexicano desde el otro lado de la frontera. Hacerlo implicaría perforaciones en diagonal u horizontales, a miles de metros de profundidad, lo cual es casi imposible. Además, reiteró, no hay tales indicios.

También demostró que es falso que la tecnología extranjera para extraer crudo en aguas profundas no esté a la venta y, en consecuencia, que mienten quienes ven como indispensable asociarse con aquellas empresas. Pero sobre todo calificó de ilógico y extravagante pretender succionar el crudo de aguas profundas, en yacimientos con reservas no probadas, cuando existe dicho energético en tierra y aguas someras. Lo que han hecho otros países, explicó, es ir por pasos: primero las reservas terrestres, de los litorales, de aguas someras y después las del "tesoro". Hacer esto último ahora, sólo llevaría a un desperdicio de recursos para forzar la inversión extranjera en dicho rubro.

Finalmente Rojas aclaró que es falso que Pemex no tenga dinero. Subrayó que con la reciente reforma fiscal en torno a la paraestatal, ésta podrá ahorrar recursos que ya no entregará al fisco. Adicionalmente, con el alza en los precios —que pasaron de 12 dólares el barril hace 10 años, a más de 80 en nuestros días— habrá excedentes que deben aprovecharse para la reinversión tecnológica e industrial en Pemex.

O sea: es mentira el efecto popote; sí está a la venta la tecnología para sacar crudo en aguas profundas; hacerlo ahora no es urgente porque hay petróleo en tierra, litorales y aguas someras; Pemex tiene recursos para reinvertirlos en su propio desarrollo.

Son dichos de un técnico que dirigió la empresa. Los conductores del citado programa —agresivos impulsores de la privatización energética— sólo pudieron callar. El movimiento que inició con la denuncia de Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que se busca privatizar el petróleo, va para adelante. Está atrayendo a las más disímbolas fuerzas políticas del país, especialmente a quienes conocen a fondo la problemática de nuestros energéticos.


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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

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