lunes, 14 de abril de 2008

EL GRAN AUSENTE

Jorge Buendía


> Si alguien sabe dónde están los líderes del sector privado, por favor infórmenles qué en las últimas semanas se ha dicho de todo en contra del empresariado y ninguna voz se ha alzado en su defensa. También avísenles que se discuten importantes reformas en el país y que es fundamental la visión y participación del sector empresarial mexicano.

> En la discusión pública sobre la Reforma de Pemex, la iniciativa privada (IP) ha estado simplemente ausente. Se ha dicho que Pemex es de los mexicanos y que por ello no se va a privatizar. Ergo, los empresarios no son mexicanos. También se ha dicho que Pemex debe ser motor del desarrollo del país y que por ello debe quedar en manos del Estado. Los empresarios, entonces, tampoco impulsan el desarrollo del país…

> En el actual debate nadie ofrece argumentos favorables a la economía de mercado y mucho menos al sector empresarial. La apertura del sector energético a la inversión privada es por default: el Estado no cuenta con la tecnología o los recursos económicos para modernizar a Pemex. En este contexto es comprensible que la población se oponga a una mayor participación de la IP en ésta y otras áreas de la economía. No sólo nadie da argumentos a favor de la apertura, sino que todo lo que se oye es en detrimento de la imagen del empresariado. Resulta paradójico que el sector privado sea muy bueno para vender productos y muy malo para vender ideas.

> La resistencia de la población a que Pemex, o alguna de sus actividades, quede en manos de la IP no se debe a que los mexicanos adoremos a esta empresa. La última encuesta nacional de Ipsos-Bimsa muestra que sólo 46% de los mexicanos tiene una buena imagen de Pemex, 21% tiene una imagen negativa y el resto permanece neutral (febrero 2008). La imagen de Pemex está incluso por debajo de la imagen del ISSSTE o de la CFE. El apego a Pemex se debe en buena medida a la falta de una alternativa. Los ciudadanos temen que una mayor apertura del sector energético, o de cualquier otro ramo de la economía, se traduzca en precios más altos, pero nadie les ha dicho que la reforma puede significar precios más bajos. Vamos, no hemos escuchado en este debate el viejo y socorrido argumento empresarial de que el gobierno es ineficiente. Sólo hace unos días, el periódico Reforma nos recordó las pérdidas de empresas y organismos controlados por el Estado. El reportaje inicia con la frase "El gobierno es un mal empresario" (7 de abril, 2008), pero esta frase no la oímos de boca de la IP. ¿Se debe acaso a que el gobierno es muy mal empresario, pero muy buen negocio?

> En el caso de Pemex todo mundo está consciente de sus ineficiencias y de las excesivas canonjías que recibe el sindicato petrolero. Es decir, hay un ambiente receptivo a los argumentos de que una mayor participación del sector privado puede hacer más eficiente a Pemex. En cambio, si nos guiamos por lo que se dice y oye en el debate energético, parece que la IP no cree que puede hacer las mismas cosas que el gobierno pero a un menor costo. Parece que no cree que una mayor eficiencia significa ahorros para los consumidores. El que calla otorga…

> Puede pensarse que la ausencia de la IP en el debate es parte de una estrategia. Si toma un papel activo pudiera polarizar todavía más el debate y complicar la consecución de la reforma. Quienes esgrimen este argumento, sin embargo, son precisamente quienes quieren mantener el monopolio de la discusión en manos de la clase política. ¿Acaso no tiene nada qué decir el empresariado sobre esta reforma? ¿Acaso el gobierno, o algún partido, está defendiendo sus posturas e intereses? 

> Un mayor activismo empresarial en el tema energético tendría beneficios de corto y mediano plazo tanto para la IP como para la sociedad. En primer lugar, legitimaría la intervención del sector en subsecuentes reformas y debates. Segundo, transparentaría la relación gobierno-empresarios, la cual siempre ha estado bajo sospecha y explica el rechazo a todo lo que huela a privado. Tercero, modificaría los términos del debate. No sólo se discutiría una reforma de mayor alcance, sino que se hablaría con mayor fuerza de medir a Pemex con criterios empresariales de rentabilidad y eficiencia. 

> A los empresarios les conviene participar. En última instancia van a ganar más dinero si un mayor número de actividades se someten a las leyes del mercado. Sin embargo, si la IP espera que el gobierno cuide sus intereses, sólo le estará dando la razón a sus detractores.




--
Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

No hay comentarios.: