miércoles, 2 de abril de 2008

LOS DIABLOURS, LA POLITICA DEL FRENCH POODLE, BOURSTAMANTE

 José Martín Vélez de la Rocha <martinvelez63@hotmail.com>
 
 

LOS DIABLOURS, LA POLITICA DEL FRENCH POODLE, BOURSTAMANTE.

 

Los Diablours (se pronuncia "diablurs") ganaron la elección para dirigente estatal de PRD. El profesor Manlique se quedó en el camino. Los indicios de la asociación de intereses entre el gobierno de Bours y el grupo conocido como "Los diablos" son harto conocidos y vienen desde el inicio del sexenio Bachoco.

 

Comenzaron con la "Brigada Guaty", es decir, el equipo de diablillos que desde el comienzo del gobierno del ciudadano Bours se incorporó al programa PASOS. La justificación de esta connivencia es desconocida. Pero en el futuro tendrán muchas oportunidades para explicar a cambio de qué concesiones los diablos se prendieron de esa ubre presupuestal y fuente de clientelas.

 

La participación de los diputados infernales,  siempre en consonancia con las indicaciones del gobernador, pavimentó el camino para que las iniciativas de Bours tuvieran los votos necesarios para pasar las aduanas del Congreso. Cabe decir que el comportamiento de Petra Santos  no es mejor. Plegada a los mandatos del coordinador panista, sin capacidad ni voluntad para articular iniciativa política y discurso propios.

 

El sumiso desempeño de los diputados perredistas es un asunto que va más allá de las personas, inclusive de los grupos. El problema está en que ha prevalecido, desde hace muchos años, una política que puede ser conocida como LA POLITICA DEL FRENCH POODLE (se pronuncia french pul).

 

El French Poodle es un perrito de acompañamiento. Es conocida la figura de la doña rica manejando un carrazo último modelo. En el asiento del copiloto, con el vidrio abajo,  asoma la cabeza un perrito pelo chino, cuyos moñitos rojos son sacudidos por el viento. El curioso perrito, recién salido de la estética  canina, mira con desprecio a los chorreados que ve en la calle, al tiempo que piensa: ¡Qué carrote vamos manejando! (¿vamos, Keemo Sabi?)

 

Pues bien, hace mucho tiempo que el PRD, en Sonora, es el perrito que acompaña al partido que lleva la manejadera, no se atreve (por lo demás tampoco podría) disputar la conducción del vehículo. Se conforma con recibir sabrosas croquetas, apapachos y las vacunas de rigor. El comportamiento de Dorotea Rascón en el caso del Parque Villa de Seris es el ejemplo más reciente y patético de esta política perruna.

 

A fuer de ser justos, debemos decir que la POLITICA DEL FRECH POODLE, traspasa a todos los grupos que han accedido a espacios de poder gracias al voto por el PRD. No en balde el PRD ha perdido aceptación ciudadana.  ¿Para qué votar por un partido que no tiene una política propia, que se dedica a apoyar al PRI o al PAN, o a hacerse pato, según convenga?

 

Ahora Bustamante tiene la palabra. Siempre una renovación en el mando revive la esperanza de cambio, injustificadamente a veces. Hace falta una buena sacudida, es necesaria y urgente. Bustamante dirá, con sus acciones, hasta que punto está atado a Bours. Tiene él la ocasión de decidir si en el futuro quiere ser conocido como BOURSTAMANTE (se pronunciaría burstamante).

 

Martín Vélez

 
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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

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