lunes, 17 de diciembre de 2012

LA FORMULA PARA CRECER AL 8% ES PEMEX

ENTREVISTA.

 

Por: Adolfo Ortega

 

 

Jeff Immelt, CEO de General Electric, destaca la estabilidad económica de México y dice que ve al país mejor que nunca. No obstante, también apunta la urgencia de una reforma energética, como el único camino para conseguir crecimiento económico importante, que vaya del 8% al 9% anual. 

Immelt explicó su visión sobre los retos que enfrenta Pemex, en una entrevista publicada por la revista Expansión CEO de diciembre 2012

¿Qué cree que hace falta para alcanzar ese 8 o 9% de crecimiento al año en la economía?

Aquí es donde entro en zona peligrosa, porque en mi mente sólo hay una cosa, y eso es la reforma al sector energético. Es un asunto muy importante para el país.

¿A qué se refiere con liberación? ¿Significa privatizar Pemex?

Creo que es abrirse al gas natural, creo que se trata de que Pemex evolucione, creo que es ir de dos y medio millones de barriles al día a cuatro millones de barriles al día. En realidad, si se compara Pemex con Petrobras o Saudi Aramco o Petronas u otras compañías estatales de petróleo debe ser la puerta de acceso a la productividad, la inversión extranjera directa, muchas cosas... Es abrir nuevas fuentes de energía, como el gas, abrir tal vez algunas estructuras en las que los inversionistas privados puedan invertir, ajustar la ley de Pemex para alentar la inversión extranjera directa, como lo hizo Petrobras.

Estados Unidos es un país de energía distinto al que era hace cinco, 10 o 15 años, debido al shell gas. Estados Unidos en realidad no necesita a Pemex para entregar petróleo. Esto se trata más de la forma en que México puede ser más competitivo, de cómo puede desarrollar más empleos. Si el presidente (Enrique) Peña (Nieto) se hace cargo de esto, levántenle un monumento o algo así (risas).

¿Se siente optimista de que esto pase?

Soy un eterno optimista (...) también soy lo suficientemente maduro para ver las cosas desde el punto de vista de la gente mexicana. Sé que Pemex es una institución, sé lo que hay en la Constitución y sé que no son cosas en las que la gente deba reparar o deba desafiar fácilmente.

 

General Electric ha hecho inversiones muy diversas en el país, desde maquiladoras hasta un centro de ingeniería ubicado en Querétaro y apenas la segunda sede en el mundo de la compañía dedicada a la investigación y al diseño de turbinas de avión y generadoras de energíaeléctrica.

En octubre de 2012, Felipe Calderón inauguró una planta de cogeneración de 300 megavatios en Tabasco, desarrollada por Abengoa y GE. La planta, en la que se invirtieron cerca de 386 millones de euros, suministrará electricidad y vapor al complejo de procesamiento de gas de Nuevo Pemex, propiedad de Pemex, es la más grande de su tipo en México y América Latina. Será la primera vez que esta empresa estatal adquiera energía de una planta gestionada por un actor privado.

Jeff Immelt, CEO global de GE, reveló cómo ve el panorama en el país, en entrevista con la revista Expansión CEO:

Hablemos de México. ¿Cómo está su negocio aquí?

La situación de México es probablemente lo más positivo que recuerdo desde hace mucho. Hay estabilidad, tanto macro como microeconómica. La gente está increíblemente entusiasmada con el nuevo presidente, el desempleo es lo más bajo que he visto. Las tasas de interés están estables, así que nuestro negocio aquí está bien, igual que nuestra producción. [...] Lo que ha sido bueno ver en México es el desarrollo de la clase consumidora, la evolución de un mercado de consumidores, de un mercado local, el desarrollo de una clase tecnológica, de ingenieros. Y creo que es un crédito que hay que darle al país, haber evolucionado y cambiado.

¿Cómo siente al país en otros aspectos como el de la competencia? Hace unos años, la NBC, que entonces era una empresa de GE, trató de venir y competir con Televisa yTV Azteca, y no la dejaron.

Pienso que está mejorando [...] La gente se preocupa más por el país en la actualidad, no sólo la parte más alta de la élite.

¿En dónde ve esos cambios?

Primero, siempre veo los números, y veo la competitividad y cómo la competitividad de México se compara con la de China, Brasil, Estados Unidos y otros centros de operación relevantes. La naturaleza de la conversación ha cambiado. De quejarse del gobierno, ahora se habla de cómo la sociedad se vuelve más productiva, cómo ayudar al presidente a tener éxito... y eso ha sido una progresión de 20 años.

En 2011 General Electric tuvo ingresos por 170,000 millones de dólares (mdd) a nivel global, en los 150 países donde tiene presencia, abarcando 12 sectores, tales como petróleo, gas y aviación. Eso vuelve sus resultados en un termómetro de la economía.

En entrevista con la publicación trimestral Expansión CEO, Jeff Immelt, líder global de la empresa, dio su opinión acerca del panorama económico mundial:

¿Qué cree que suceda con la economía mundial?

Creo que, como Estados Unidos, mejora un poco cada día. Considero que el sistema financiero está fuerte, las compañías tienen mucho efectivo, así que pienso queEstados Unidos se encuentra escalando, de manera lenta y firme, esta profunda recesión. Europa tiene muchas caídas ahora, no universales, pero ciertos países están particularmente mal. El resto del mundo no está tan mal. Creo que tal vez China se desaceleró un poco, pero sigo pensando que tiene mucha elasticidad y mucha capacidad para superar los ciclos. América Latina se mantiene fuerte.

¿Cree que Europa va a empeorar?

Lo que siempre me preocupa de una región como Europa es un evento repentino, como lo fue la bancarrota de Lehman Brothers en Estados Unidos. En la medida en que esto pueda evitarse, yo diría que hay un ritmo manejable para Europa. Pero los problemas son profundos. Los déficits fiscales son grandes, el desempleo es grande, tiene que haber una reestructuración de los programas sociales, en la forma en que funciona la Unión Europea, el Banco Central Europeo.

¿Cómo está enfrentando GE estos problemas?

Cerca de 60% del negocio está fuera de Estados Unidos, así que tenemos una buena exposición a algunos de los mejores mercados de crecimiento. Estamos en negocios como el petróleo y el gas, la energía, la aviación... y a estos negocios les está yendo bastante bien. De hecho, nuestro negocio de servicios financieros se recuperó después de la crisis. Nuestra expectativa es que, incluso en este entorno, podemos lograr cifras históricas de crecimiento y generar mucho efectivo.

--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

miércoles, 12 de diciembre de 2012

SONORA Y CHINA

Por: Ricardo Chang
Beihai, China- — En visita oficial, durante noviembre algunosrepresentantes del gobierno municipal de Benito Juárez-Sonora acudió a esta ciudad China, al lado de empresarios regionales mexicanos, para explorar la manufactura mexicana en el mercado asiático. El propósito es atraer empresas chinas detecnología, autopartes, pesca, campo y logística, con la finalidad de brindar asistencia técnica gubernamental.
 
Incluso firmaron una carta de intención de hermanamiento entre ambas localidades, como una agenda de trabajo colectivo.
 
Ubicada al extremo sur del continental de China, a la costa noreste de la Bahía Beibuwan, Beihai es una ciudad portuaria con larga historia de apertura al exterior, con excelente ambiente ecológico, ricos recursos naturales, apta para vivir y desarrollo empresarial.
 
Es una de las ciudades históricas de toda China, sobresaliente en turismo y pesca, formando parte de la zona económica de Guangxi. Tiene bajo su jurisdicción, tres condados y un distrito, con un territorio municipal de 3,337 km2 y una población de 1.63 millones.
 
En los últimos años, Beihai ha logrado un desarrollo económico y social muy acelerado, entre 2009 y 2011, el porcentaje de crecimiento económico de Beihai superó consecutivamente 2.3%, 3.4% y 5.2% que el provincial de Guangxi y 7.1%, 7.2% y 9% que el nacional, fortaleciendo su economía municipal año con año.
 
En particular, un caso que llama mucho la atención son el sector de la industria de Tecnologías de Información y Comunicaciones, TIC; petroquímica, nuevos materiales de Lingang siendo los tres sectores más emergentes de dicha localidad asiática. 
 
En 2011, el producto interno bruto PIB de las Tecnologías de Información y Comunicaciones TIC totalizó 30.2 mil millones de RMB yuanes, ocupando el 67% provincial, y para este 2012, se espera un PIB de las TIC, más de 50 mil millones de RMB yuanes. Considerándose que 6.21 RMB yuanes son un dólar.
 
En dicha ciudad, sean instalado las famosas marcas como Grupo Zhongdian, Jieguang Tech, Baoguang de Taiwán, Maquinaria y Electrónicos de Dechang, asi como Langke Tech, Digital Sannuo y Huike Electronics, entre otras.
 
Para la manufactura de Sonora
 
Más allá de un acuerdo mutuo de cooperación, debe aprovecharse esta carta de intención de hermanamiento para el flujo oportuno en el fomento económico, siendo un llamado a la atracción de nuevas inversiones al estado y municipio.
 
Dicho documento firmado por ambos alcaldes, otorga opciones financieras y no limita los sectores propios de ambas regiones, los empresarios de ambas localidades deberán dar continuidad a este nuevo vínculo bimunicipal entre China y México.
 
A pesar de que Benito Juárez-Sonora, su vocación es pesquera y campo, en Beihai se ve con buenos ojos para el intercambio de casos de éxito así como fluidez de productos marinos, ya que el tema de enlazar a ambos municipios fue precisamente la pesca. 
 
China, particularmente Beihai requieren de más y probados recursos pesqueros para consumo interno e importarlos a otras partes del mundo.
 
El reto es consolidar y dar continuidad a esta carta de intención de hermanamiento, esperando que tanto las autoridades estatales y federales, en colaboración con el municipio de Benito Juárez, pudiesen aprovechar este mecanismo de cooperación internacional.
 
Por lo pronto la  Confederación de Asociaciones China en México (CACHIMEX), generó la agenda de trabajo, la traducción simultánea, las citas de negocios, la firma-carta intención del hermanamiento y logística interna junto con el municipio de Beihai.
 
"Esta visita de Benito Juárez a nuestra ciudad fomentará los acuerdos y confianza mutua, impulsará el intercambio, profundizando la amistad bilateral (…) Así también invito a todos los amigos  e industriales y nuevos hermanos de Benito Juárez frecuenten con visitas recíprocas a Beihai, para fortalecer el intercambio económico-comercial, turístico y cultural-artístico", nos comentó Li Guangcun, vicepresidente municipal de Beihai, en la ceremonia de firma de Carta de intención de Hermanamiento con Benito Juárez.
 
Lo que Beihai vio
 
En un discurso alentador destacando el papel de la gente el alcalde sonorense Guillermo Paredes, acompañado por Manuel Bustamante, Gregorio Valdez, Pedro Valdez, Carlos Peña, empresarios todos, expusieron las bondades que ofrece el municipio y el estado para la llegada de empresas y operadoras empresariales, las cuales coadyuvaran a la generación de empleos y mas desarrollo en beneficio de los sonorenses.
 
Paredes ofreció otorgar facilidades a las empresas chinas dentro del marco legal entre ambos países, para la formulación de estrategias que permitan que el campo y la pesca de Benito Juárez se posicione en China a través de sus productos y servicios. 
 
Los casi 25 mil habitantes: mujeres y hombres de trabajo de Benito Juárez, deseamos que Beihai nuevamente visite México y en particular nuestro municipio, al lado de CACHIMEX, para dar continuidad a este nuevo lazo internacional del cual se esperan resultados en periodo de seis meses.
 
El munícipe mexicano destaco las enormes potencialidades del campo, recursos naturales, la excelente localización de Benito Juárez y sobre todo, el papel que jugará la juventud, comprometiéndose a presentar un proyecto de promoción educativa entre ambas regiones para alentar y direccionar a la formación universitaria e intercambio académico.
 
Coincidencias o suerte, pero hay un dicho en Beihai: "que cuando los visitan personalidades importantes, llueve" y los 5 días de gira de trabajo, llovió.

--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo


¡¡FIRMES EN LA ADVERSIDAD ¡¡ 


viernes, 10 de agosto de 2012

CAPITAL FINANCIERO, ESTADO Y CRISIS ECONÓMICO EN EUROPA

A lo largo de la historia del capitalismo se han sucedido diversos periodos, en cada uno de los cuales la interrelación de los elementos que articulan el proceso de acumulación se ha producido de forma distinta. Así, el papel que ha tenido el Estado en la economía, el rol que ha jugado el capital financiero o la conformación de un determinado patrón de distribución de la renta son elementos que se han relacionado de forma diversa según el periodo histórico.

Encrucijadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales, nº 3.

JPEG - 193.7 KB
Fila de desempleados en los muelles de la ciudad de Nueva York durante la depresión. Fotografía de Lewis Hine, 1934

Conquistas sociales, "represión financiera" y modelo de acumulación posbélico

En El 18 brumario de Luis Bonaparte Marx afirma que hay grandes hechos que se presentan dos veces a lo largo de la historia: una como tragedia y la otra como farsa. Sin embargo, comprobamos hoy día como una misma tragedia puede repetirse con escasas variaciones, y sin necesidad siquiera de la sutileza que caracteriza a la farsa.

En 1929 estalló una profunda crisis que hundió a la economía mundial en la Gran Depresión. En el estallido de dicha crisis tuvo un papel crucial la hegemonía del capital financiero y la formación de una enorme burbuja accionarial. El desempleo y la pobreza se dispararon en EEUU y en Europa. Durante la década siguiente y, de nuevo, al finalizar la II Guerra Mundial diversos países europeos vivieron situaciones de intensa confrontación política y social, dadas las durísimas condiciones laborales y las enormes necesidades sociales existentes en el momento. Dicha confrontación fue particularmente intensa en aquellos países donde el movimiento sindical tenía fuerza.

En mayo de 1936 el Frente Popular gana las elecciones en Francia. Ese mismo mes estalla una oleada de huelgas y ocupaciones por todo el país (casi 10.000 ocupaciones, 3 millones de huelguistas), que empuja a las organizaciones patronales –y también al propio gobierno de Léon Blum– a aceptar en los Acuerdos de Matignon las principales reivindicaciones del movimiento sindical: subida generalizada de los salarios, jornada laboral de 40 horas semanales, vacaciones pagadas, libertad sindical y establecimiento de convenios colectivos.

Tras la II Guerra Mundial, en las elecciones británicas de 1945 el conservador Winston Churchill fue sorprendentemente derrotado por el candidato laborista Clement Attlee, que recogía en su programa electoral las principales aspiraciones del pujante movimiento sindical británico: pleno empleo, asistencia sanitaria universal y gratuita, reforma fiscal progresiva y sistema de protección social "desde la cuna hasta la tumba". El Partido Comunista Italiano –con un fortísimo peso electoral– formó parte tras las elecciones de 1946 del gobierno de coalición nacional, del que sería expulsado un año después bajo las presiones de la administración Truman como prerrequisito para la puesta en marcha del Plan Marshall. En Francia, el enorme prestigio que había acumulado el Partido Comunista Francés en la lucha contra el fascismo le llevó a ser la fuerza política más votada en las elecciones a la Asamblea Nacional de Noviembre de 1946.

Al finalizar la II Guerra Mundial las pujantes organizaciones políticas y sindicales de la clase trabajadora estaban bajo el control de la socialdemocracia, por un lado, y del estalinismo, por otro. Esto impidió que los movimientos de masas del momento desembocasen en procesos abiertamente revolucionarios[i]. No obstante, la fortaleza de estos movimientos arrancó importantes concesiones a las patronales de los respectivos países.

Así, se consiguen incrustar en el aparato del Estado conquistas sociales y democráticas relativamente ajenas a la lógica de la rentabilidad, dando lugar a nuevos marcos institucionales específicos de los países europeos: sistemas universales de protección social, regímenes tributarios basados en una fuerte progresividad fiscal, pleno empleo como condición y derecho básico de ciudadanía, nacionalización de los sectores económicos estratégicos, profunda regulación de los distintos mercados y, especialmente, del sector financiero (identificado como responsable de la Gran Depresión de los años treinta), etc. Se despliega con ello el programa histórico de la socialdemocracia, en su doble alcance: contención del movimiento obrero en el marco del capitalismo y conquista del Estado a fin de utilizarlo como herramienta de progreso social.

El modelo de acumulación posbélico –íntimamente vinculado a las conquistas arrancadas por el movimiento obrero durante estos años– se articula en Europa en torno a los siguientes elementos: un progresivo crecimiento del empleo, que permite un intenso incremento del consumo y la demanda agregada; un avance de la productividad que sostiene la rentabilidad y, con ello, la inversión empresarial; un proceso de redistribución de rentas a favor de los salarios, al crecer éstos por encima de la productividad; un Estado que acompaña la progresión regular de la demanda agregada mediante políticas económicas monetarias y fiscales expansivas; la institucionalización de los procesos de negociación colectiva entre patronal y sindicatos a nivel sectorial y nacional, estructurándose con ello el marco de las relaciones laborales y el conflicto social; y, finalmente, una férrea regulación pública sobre el sector financiero y bancario, que subordina las prioridades del capital financiero a las necesidades de financiación de la actividad productiva y yugula la tendencia inherente del sistema capitalista al sobreendeudamiento.

No obstante, no debe idealizarse el papel que cumple el Estado a favor de los intereses de la mayoría social durante este periodo, en la medida en que la consolidación del Estado del Bienestar y su mantenimiento en el tiempo dependen en última instancia del grado de organización y de la capacidad de reivindicación de la clase trabajadora.

Neoliberalismo y restauración de la hegemonía financiera

La profunda crisis de rentabilidad que atraviesan las economías desarrolladas desde principios de la década de 1970 –determinada por la dinámica de sobreacumulación, la pérdida de eficiencia de las nuevas inversiones y las dificultades crecientes de valorización– supondrá la quiebra del modelo de acumulación posbélico.

Las crisis capitalistas son momentos de profunda reconfiguración económica, pero también política y social. El fuerte incremento del desempleo, junto con los límites que mostraba el instrumental keynesiano para enfrentar la crisis, facilitaron que las clases dominantes impulsasen una ofensiva para recuperar el terreno perdido durante las décadas anteriores, imponiendo las denominadas medidas neoliberales: privatizaciones generalizadas, apertura externa de las economías e impulso del proceso de mundialización, liberalización de los mercados de bienes y servicios, desreglamentación de la esfera financiera, flexibilización de los mercados de trabajo, etc.

En particular, dos fueron los pilares sobre los que se asentó a partir de 1980 la estrategia neoliberal: en primer lugar, quebrar la capacidad contractual del movimiento sindical (inicialmente en EEUU y Reino Unido, posteriormente también en la Europa continental); en segundo lugar, atender las exigencias de los actores financieros, fortalecidos durante la década de 1970 como consecuencia del reciclaje de los petrodólares y de la ruptura del sistema monetario internacional de Bretton Woods.

Estas medidas conllevaron una importante transformación del papel que el Estado y el capital financiero desempeñaban en la economía. Después de tres décadas en las que los poderes públicos habían impuesto un "corsé" a la banca, la generalizada desreglamentación de este sector posibilitó la restauración de la hegemonía financiera (tan característica de las décadas de principios del siglo XX). El resto de conquistas sociales alcanzadas al terminar la II Guerra Mundial pasaban a situarse igualmente en el punto de mira, iniciándose una erosión paulatina que se extendería –con mayor o menor intensidad según los países– a lo largo de las décadas de 1980, 1990 y 2000.

La ideología neoliberal predicaba una progresiva retirada del Estado de la economía. Sin embargo, el salto entre el discurso y la realidad fue siempre apreciable: el Estado no se retirará durante el periodo neoliberal de la economía, sino que modificará sus pautas de intervención para ponerse al servicio de la nueva hegemonía financiera. El Estado, que había sido el marco institucional en el que el movimiento obrero organizado había consolidado la protección laboral y social, pasa a ser "capturado" nuevamente por los intereses del capital financiero. Esta captura institucional determinará nuevas prioridades para las administraciones públicas: facilitar la ampliación de los marcos de valorización del capital y garantizar la rentabilidad privada.

La eliminación de los controles de capitales, la liberalización de los mercados monetarios y de los tipos de interés administrados, la apertura de los mercados bursátiles, la flexibilización de los coeficientes mínimos de reservas que debían mantener las instituciones financieras, o el impulso dado por las administraciones a los mercados de deuda pública son ejemplos del tipo de medidas mediante las cuales los Estados facilitaron la restauración de la hegemonía financiera.

Por otro lado, las políticas de rentas basadas en la "desinflación competitiva" impusieron un bloqueo en el crecimiento de los salarios reales, una desconexión del crecimiento de éstos con relación al crecimiento de la productividad y, como consecuencia, una distribución de la renta favorable a los beneficios empresariales.

Este conjunto de medidas posibilitó, en primer lugar, una recuperación de la rentabilidad; pero además permitió que el exceso de liquidez del sistema –fruto del nuevo patrón de distribución de la renta, favorable a los beneficios empresariales– se valorizase crecientemente en el ámbito financiero. Sin embargo, desembridar las economías europeas de las regulaciones financieras y bancarias mantenidas en décadas anteriores también incrementó la inestabilidad intrínseca del sistema y su insostenibilidad.

Deuda, crisis y regresión social

El patrón de acumulación que se despliega a partir de 1980 con las medidas neoliberales es un patrón dirigido fundamentalmente por los intereses del capital financiero, que da lugar a una lógica crecientemente "financiarizada".

La capitalización bursátil de las principales plazas financieras se dispara, sobrepasando varias veces el peso del PIB de las distintas economías nacionales; el valor de las transacciones financieras crece mucho más rápidamente que la actividad comercial y productiva; las instituciones financieras (banca comercial, banca de inversión, fondos de pensiones, fondos de inversión, compañías de seguro, hedge funds…) ejercen un intenso poder en los mercados de divisas, deuda y acciones, determinando el funcionamiento de las diversas economías nacionales así como de la economía mundial en su conjunto; la presencia en las estructuras accionariales de estas instituciones impone estrategias industriales basadas en la masiva distribución del excedente empresarial, la ausencia de reinversión, las operaciones de reestructuración y refocalización empresarial, así como la extensión de la subcontratación; finalmente, se incrementa notablemente el peso de los "ingresos rentistas" (intereses, dividendos, rentas de la propiedad, etc.) sobre el total de la renta nacional.

En realidad, no podemos caracterizar esta "lógica financiarizada" que se despliega desde 1980 como novedosa. Asistimos más bien a una extrema agudización de algunos de los rasgos inherentes a la lógica del capital.

El drenaje hacia la esfera financiera de la liquidez no invertida en la actividad productiva ha conllevado la formación de enormes burbujas financieras y crediticias, aumentando el valor nominal de los activos y, con ello, el creciente divorcio entre el ámbito financiero y el productivo. Así, uno de los rasgos más significativos de este periodo es la enorme sobrevaloración de los activos que se ha producido. Esta sobrevaloración ha determinado que los activos financieros e inmobiliarios hayan pasado a tener –en general– un valor nominal muy superior a su valor real(siendo este último equivalente a la suma de los pagos futuros derivados de la tenencia de dichos activos). No obstante, el divorcio entre el ámbito financiero y el productivo nunca puede llegar a completarse, ni es sostenible en el tiempo: el fuerte crecimiento de las cotizaciones bursátiles no puede progresar indefinidamente si no está respaldado por incrementos en la productividad y los beneficios reales de las sociedades, del mismo modo que el continuo incremento de la deuda no puede mantenerse si no crecen los ingresos de las empresas y los hogares endeudados.

Esa acumulación de "activos ficticios"[ii] se sitúa precisamente en la base de la crisis actual. La fuerte expansión del crédito que las economías desarrolladas han experimentado a lo largo de las últimas décadas ha alcanzado tal dimensión que ha hecho evidente para los acreedores la imposibilidad de ejercitar sus derechos de cobro sobre los deudores. La consiguiente desvalorización de los "activos ficticios" acumulados ha dado paso a una intensa "recesión de balances" (hogares, empresas e instituciones financieras intentan desendeudarse simultáneamente, cortocircuitándose con ello el crédito, el consumo y la inversión).

La cadena se rompe siempre por el eslabón más débil. Eso explica que la crisis de la deuda haya aflorado con el episodio de las hipotecas subprime, o con los ataques a las deudas soberanas de los países de la periferia europea. No obstante, la dinámica de sobreendeudamiento es generalizada. Cuando en 2008 estalla la crisis, según datos del McKinsey Global Institute, la deuda total (pública y privada, de hogares, empresas e instituciones financieras) equivale en Alemania al 274% del PIB, en Francia al 308%, en España al 342% y en el Reino Unido al 380%. Estados Unidos (290% del PIB) y Japón (460%) no son ajenos a esta dinámica.

La acumulación masiva de deuda y de activos financieros sin respaldo real se presenta por tanto como una dinámica insostenible, una "salida en falso" a la crisis del capitalismo de los años setenta. Pero además, más allá de su insostenibilidad en el tiempo, esta acumulación de deuda se ha convertido en una palanca de recomposición social, dando lugar a una enorme batalla social. Esta batalla decidirá qué grupo social carga con el peso de la deuda y de los activos tóxicos. El papel del Estado en este punto vuelve a ser de nuevo crucial.

Desde el momento en el que estalla la crisis de la deuda en Europa, los Estados –y particularmente, las instituciones de la Unión Europea– se han puesto al servicio de los intereses del capital financiero nacional e internacional, hasta el punto de transformar una crisis bancaria en una crisis fiscal.

Los Estados europeos se encontraban con sus cuentas públicas equilibradas en el momento en el que estalla la crisis: según datos de AMECO, en 2007 el déficit público de la UE-27 se situaba en el -0,9% del PIB; en 2011 dicho déficit había pasado al -4,5%. Esta dinámica es similar en la mayoría de países: entre 2007 y 2011 el déficit público con relación al PIB pasa del -2,8% al -5,2% en Francia, del -1,6% al -3,8% en Italia, del -2,7% al -8,3% en el Reino Unido, del -6,8% al -9,2 en Grecia, del -0,1% al -3,9% en Bélgica y del -3,2% al -4,2% en Portugal. Aquellos países que se encontraban en situación superavitaria también pasaron a tener problemas fiscales: Holanda pasa del +0,2% al -4,6%, Irlanda del +0,1% al -13% y España del +1,9% al -8,5%.

Las causas de este incremento del déficit público son diversas: la crisis económica ha determinado un aumento de los gastos por desempleo en muchos países, al tiempo que se hundía la recaudación del IRPF, del IVA y, especialmente, del impuesto de beneficios.

No obstante, la enorme suma de las partidas comprometidas por los Estados con los rescates de sus sistemas financieros nacionales ha contribuido ampliamente a incrementar dichos déficits fiscales. Según datos de la Comisión Europea[iii], entre el 1 de octubre de 2008 y el 1 de octubre de 2011 la Comisión ha autorizado ayudas estatales a los sectores financieros nacionales por valor de 4,5 billones de euros (lo que supone el 36,7% de PIB de la UE). La mayor parte de las ayudas (3'5 billones de euros, el 27,7% del PIB de la UE) fueron acordadas el año 2008, principalmente bajo la forma de garantías y avales sobre el pasivo a corto plazo de las entidades bancarias. El billón de euros autorizado con posterioridad a 2008 se ha concentrado en ayudas de recapitalización directa a la banca y en la compra de activos tóxicos, no en garantías. Entre 2008 y 2010, el volumen de ayudas efectivamente utilizado por los bancos europeos se ha elevado a 1,6 billones de euros (el 13% del PIB de la UE), situándose las aportaciones por recapitalización y compra de activos tóxicos en 409.000 millones de euros (el 3,3% del PIB de la UE).

Como vemos, la "captura institucional" protagonizada por los intereses financieros a lo largo de las últimas décadas ha conllevado que las administraciones públicas europeas irrumpan en la batalla social abierta en torno al pago de la deuda facilitando la socialización de las pérdidas de la banca. Los inciertos derechos de cobro de los acreedores (inciertos en la medida en que para ejercerse precisan de la generación de una riqueza futura aún no producida) pasan a ser garantizados por los Estados europeos (mediante inyecciones de liquidez, avales públicos, compras de activos tóxicos, ayudas directas o mediante entradas en el capital de las instituciones). Para ello, los Estados se han endeudado nuevamente en los mercados financieros internacionales, imponiendo duros recortes en los gastos públicos y sociales con el fin de garantizar el futuro pago de dicha deuda. Y sin embargo, las instituciones financieras no repercuten en forma de crédito las ayudas recibidas, debido a que están en pleno proceso de saneamiento de balances (supeditado en todo caso al reparto anual de dividendos).

Cinco años después del comienzo de la crisis los niveles de endeudamiento global no se han reducido. No obstante, las ayudas a la banca han permitido trasladar a las administraciones públicas una parte creciente de los costes asociados a los activos tóxicos. De esta forma, será el conjunto de la ciudadanía –y especialmente las clases trabajadoras y populares– las que paguen la factura mediante durísimos recortes en sus salarios, en los servicios públicos (sanidad, educación, ayudas a la dependencia, etc.) o en las pensiones. Así, una profundísima transformación de los marcos laborales, salariales y sociales está aconteciendo en Europa como consecuencia de la crisis.

Asimismo, hay un elemento clave para entender en toda su dimensión la dinámica, primero, de sobreendeudamiento de las economías europeas y, después, de socialización de deudas en beneficio del capital financiero: el papel jugado por el Euro y la Unión Europea. La entrada en vigor del Euro en 2002 supuso una ampliación de los tradicionales desequilibrios comerciales y financieros intracomunitarios, ensanchando los déficits por cuenta corriente de los países periféricos así como sus necesidades de financiación externa respecto al núcleo central de la unión. Pero además, una vez que estalla la crisis la orientación de las instituciones de Bruselas es inequívoca: el Pacto del Euro institucionaliza la austeridad fiscal y la prioridad del pago de la deuda, para lo cual contempla igualmente la liquidación de los convenios colectivos así como los recortes salariales, del gasto público y las pensiones. Recuérdese además que los tratados de la Unión prohíben que los Estados europeos puedan recurrir a préstamos de sus propios bancos centrales, teniendo que endeudarse con la banca privada a tipos y condiciones de mercado. Esta intervención de las instituciones de Bruselas al servicio de los intereses del capital financiero se implementa además desde un ejecutivo no elegido directamente por los ciudadanos, como es la Comisión Europea, en contra incluso de las decisiones de gobiernos soberanos. Las exigencias que impone la Comisión Europea, acordadas con el BCE y el FMI en el marco de la llamada "troika", se muestran por tanto difícilmente compatibles con la democracia.

Poco importa si las medidas de austeridad hunden aún más a las economías europeas –particularmente a las economías periféricas– en la depresión económica y profundizan la regresión social. Tampoco parece tenerse en cuenta el hecho de que estas mismas medidas fueron las que llevaron a América Latina durante los años ochenta a la llamada "década perdida" (con un colapso de la actividad económica, un intenso crecimiento de las desigualdades y un empobrecimiento de las clases medias). El objetivo de las políticas implementadas es evidente: asegurar el pago de la deuda a los acreedores. Y, de paso, redefinir el terreno de las relaciones salariales, laborales y sociales en beneficio de la rentabilidad privada.

No obstante, parece difícil pensar que la estrategia del capital financiero y de las instituciones de Bruselas podrá ser llevada hasta el final: la espiral recesiva a la que la austeridad nos está conduciendo, junto con la acrecentada percepción de injusticia social derivada del proceso de socialización de las pérdidas de la banca, obligará a los gobiernos (tarde o temprano, por voluntad o por necesidad) a modificar su rumbo. Las resistencias políticas y sociales que dicha estrategia enfrentará difícilmente podrán ser ignoradas. Los bruscos giros hacia la austeridad emprendidos –en plena Gran Depresión– por el canciller alemán Heinrich Brüning en el verano de 1931, por el gobierno francés de Pierre Laval en 1935 o por Roosvelt en EEUU en 1937, evidencian las enormes limitaciones políticas y económicas de esas estrategias.

El periodo neoliberal nos deja sentados encima de una enorme montaña de deudas. La crisis en la que nos hayamos hoy inmersos es la crisis de las soluciones que se instrumentaron ante las dificultades experimentadas por las economías europeas durante los años setenta. Así, las dos principales palancas que articularon la superación de dichas dificultades –financiarización y contención salarial– han mostrado su insostenibilidad, dada la dinámica de sobreendeudamiento a la que han llevado. La batalla social abierta en este momento en Europa pivota precisamente en torno a qué grupos sociales deben pagar dichas deudas, cuándo y cómo.

Al ampliar el diafragma con el que observamos la dinámica económica a lo largo de todo un siglo comprobamos que lo excepcional en el capitalismo no es precisamente el periodo neoliberal, la desreglamentación económica y financiera generalizada, la dinámica de acumulación de capital ficticio o la sucesión de crisis económicas. Lo excepcional es precisamente la "represión financiera", la consolidación de las conquistas sociales y la regulación pública en beneficio de la mayoría de la población. Sólo la enorme fuerza de los movimientos de masas pudo imponer dicha excepcionalidad al finalizar la II Guerra Mundial. De hecho, la única forma de garantizar derechos democráticos como la educación gratuita, la sanidad universal, las pensiones, el empleo digno o la protección social pasa hoy día porque movimientos de masas consigan poner de nuevo en entredicho la lógica de la rentabilidad privada (en particular, la del capital financiero).

¿Acaso es lógico que –con el objetivo de pagar la deuda que la banca ha transferido a los Estados– a los trabajadores se les recorten sus salarios, se cierren los quirófanos, se despidan profesores o aumente la regresividad fiscal? ¿Qué legitimidad tiene esa deuda "pública" que se incrementa continuamente, ayer por la desfiscalización de las rentas del capital y hoy por el avance de la socialización de las pérdidas bancarias? ¿Por qué debe ser pagada? Es lógico que la ciudadanía se haga estas preguntas. Precisamente también por ello sería lógico que se iniciase una auditoría de dicha deuda que sirviese precisamente para identificar su carácter ilegítimo.

El péndulo de la historia sitúa de nuevo a los pueblos europeos y al movimiento sindical frente a dilemas similares a los de la década de 1930. En sus manos está la reconstrucción de un movimiento de masas que, partiendo de la defensa de los derechos colectivos, avance hacia la impugnación de un sistema en el que dichos derechos son la excepción, no la norma.

[i] Los partidos y sindicatos comunistas, a partir de las directrices impuestas desde Moscú (encuadradas en los acuerdos de Yalta y Potsdam de 1945), van a reconducir durante este periodo los movimientos de masas hacia la paz social.

[ii] Debe tenerse en cuenta que los activos financieros e inmobiliarios sobrevalorados no son estrictamente ficticios (de ahí el entrecomillado de la expresión): cuando, en el marco de la crisis, la desvalorización de los activos tiene lugar éstos siguen teniendo un valor de cambio final, y siguen otorgando el derecho a una serie de cobros futuros.

[iii] Véase el informe Report from the Commission.State Aid Scoreboard. Report on state aid granted by the EU Member States (Autumn 2011 Update) http://ec.europa.eu/competition/sta...

Nacho Álvarez Peralta

Colectivo Novecento


--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

miércoles, 25 de julio de 2012

BIENVENIDOS A LA ECONOMIA DEL DESASTRE

Financial Times — ¿Está volviéndose loco el mercado de bonos? Es una pregunta que muchos inversores podrían estarse haciendo. Porque a medida que la ansiedad ha irrumpido en la zona euro, algo sorprendente ha ocurrido con los bonos del Tesoro estadounidenses y los bonos alemanes.

Si observas el mercado de derivados crediticios -el lugar donde los inversionistas juzgan el riesgo de impago de los bonos- los bonos gubernamentales se están volviendo cada vez más riesgosos, no sólo en lugares como Grecia, sino también en supuestos refugios como Alemania.

Hace dos años, por ejemplo, el diferencial de impago de deuda de un bono alemán se ubicaba en 40 puntos base -lo que significa que costaba 40,000 euros asegurar 10 millones de euros en bonos cada año en caso de impago. Sin embargo, recientemente el diferencial ha estado muy por encima de los 100 puntos base, y podría aumentar nuevamente en caso de que Angela Merkel, la canciller alemana, opte por realizar más rescates. Los bonos estadounidenses también se han vuelto más arriesgados, a juzgar por los precios de los seguros contra impago de deuda (credit default swaps o CDS), mientras el Congreso de Estados Unidos sigue paralizado en materia de la política fiscal.

Normalmente, esto implicaría que los rendimientos de los bonos también deberían aumentar. Después de todo, la teoría clásica de la inversión sugiere que los precios de los bonos bajan (y los rendimientos aumentan), respecto a un mayor riesgo crediticio. Eso es exactamente lo que ha sucedido con los bonos corporativos en los últimos años, por no hablar de los soberanos como Grecia. Pero en Alemania y Estados Unidos, los rendimientos de los bonos gubernamentales recientemente han caído a mínimos en varias décadas. Los bonos a corto y mediano plazo pagan rendimientos reales negativos.

¿Por qué? Una explicación es que el mercado de los CDS exagera el riesgo de incumplimiento. Otra -y cada vez más popular- idea es que los inversores en bonos son complacientes respecto a Alemania y Estados Unidos. Un nuevo y reflexivo estudio de Joshua Rosner, el analista de inversiones, predice que los rendimientos de los bonos alemanes pronto podrían aumentar a medida que los inversores caen en cuenta de los costos de un rescate a la eurozona. La brecha también podría ser atribuida a los temores de una deflación, a una trampa de liquidez o a la intromisión del Gobierno (es decir, la flexibilización cuantitativa o quantitative easing)

Pero otra idea interesante que está causando furor en el mercado ha sido propuesta por los economistas de Fulcrum Asset Management (incluyendo a Gavyn Davies en una publicación en el blog del Financial Times). Esta postura atribuye la brecha a un cambio psicológico y generacional entre los inversionistas en torno al concepto de 'desastre'.

Durante la mayor parte de las últimas décadas, argumenta Fulcrum, los inversionistas y los economistas no hablaron mucho acerca de 'desastres'. No es de extrañar: si utilizas la definición de 'desastre' propuesta por el economista Robert Barro -a saber, por lo menos un 10% de disminución en el producto interno bruto nacional per cápita- hubo 58 desastres en el siglo 20. Pero lo más importante es que sólo dos de ellos se produjeron entre 1950 y 2000; los inversores más modernos construyeron sus carreras en un mundo sin riesgos de desastre.

Pero ahora el mundo ha cambiado. Y también ha cambiado el comportamiento del inversor, dice Fulcrum. Porque el punto clave para entender respecto a las inversiones es que los activos tienen dos funciones: pueden producir beneficios, pero también ofrecen protección. Cuando el riesgo de desastre es bajo, los inversores se enfocan en lo primero, cuando el riesgo se eleva, se centran en lo segundo.

Sin embargo, la naturaleza de este enfoque puede variar en los mercados. En los países donde el riesgo de impago del gobierno se considera bajo, los bonos son mejores que las acciones para 'protegerse', pero en los mercados donde el riesgo de incumplimiento es mayor, las acciones y los bonos están correlacionados. Fulcrum cree que hay una clara manera estadística de saber qué país está en cuál campo: cuando el diferencial de los CDS soberanos sube por encima de los 200 puntos base, los bonos y las acciones se mueven de manera conjunta.

Sin embargo, cuando los diferenciales de CDS están por debajo de los 200 puntos base, los bonos del gobierno mantienen su estatus de 'seguros', y los rendimientos y los precios de los CDS están correlacionados. España y Grecia se encuentran en el primer campo, y Francia está casi en ese grupo también. Sin embargo, Estados Unidos y Alemania están en el segundo grupo. Por lo tanto, los rendimientos de los bonos pueden caer incluso cuando las preocupaciones por un impago aumentan en forma moderada.

Este argumento tiene defectos. No tiene en cuenta cómo afecta la inflación o la deflación esperada a los precios de los bonos. Tampoco reconoce otras clases de activos. Los inversionistas atemorizados podrían optar por comprar materias primas o bonos corporativos, en lugar de bonos gubernamentales. Y aunque un 'punto de inflexión' de 200 puntos base parece funcionar bien en la zona euro, no está claro cómo aplica en Estados Unidos.

Si esta teoría de los desastres tiene una pizca de verdad -como sospecho que la tiene- hay al menos tres implicaciones. En primer lugar, sugiere que los Gobiernos pueden haber exagerado el grado en que la flexibilización cuantitativa, no el miedo, ha reducido los rendimientos de los bonos. En segundo lugar, implica que la apropiación de los inversores de activos seguros podría no ser un fenómeno a corto plazo, 'el riesgo de desastres' podría influir en los precios de los activos durante mucho tiempo. En tercer lugar, hay un punto más grande: el mundo financiero podría estar en la necesidad de revisar sus marcos de inversión.

Cuando la teoría de los portafolios se desarrolló en la segunda mitad del siglo 20, los financieros asumieron que el mundo siempre sería bastante estable, pero como muestra el trabajo de Barro, este período bajo en desastres bajo puede haber sido una excepción a la norma. La idea de que los inversores siempre quieren maximizar los rendimientos de una manera racional, en vez de 'asegurarse' contra el Armagedón, puede haber sido una función de un tiempo inusual, no una verdad eterna. Tal vez el mundo volverá a esa época, pero yo no apostaría a ello pronto. En otras palabras, en un mundo con una economía de 'desastre', los mercados de bonos podrían seguir siendo desconcertantes durante un largo tiempo, a menos que, por supuesto, un shock inflacionario o político genere una explosión de temores de impago en Alemania (o Estados Unidos), y esos mercados de bonos y derivados crediticios finalmente entren en línea.


--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

PANORAMA ECONOMICO DE CHINA.

XINHUA

 

Recaudación de impuestos decrece al ritmo de la economía / Fondo soberano chino registra pérdidas en inversiones de 2011 / Tasa de desempleo urbano de China alcanza 4,1% / Sufren pérdidas 20% de las empresas en provincia china de Guangdong / China completará red de ferrocarriles de alta velocidad hasta 2015 / Alerta en China ante riesgos en los préstamos inmobiliarios.


Recaudación de impuestos decrece al ritmo de la economía

La recaudación fiscal de China durante el primer semestre del año aumentó más despacio que el año anterior, ya que la economía creció más lentamente tras la profundización de la crisis económica mundial, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Hacienda.

Los ingresos tributarios en la segunda mayor economía del mundo sólo aumentó un 9,8 por ciento interanual, hasta alcanzar los 5,49 billones de yuanes (886.760 millones de dólares) durante los primeros seis meses del año, dijo la fuente.

Los ingresos procedentes de los impuestos bajaron 19,8 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior.

La aguda desaceleración de los ingresos da menos margen al gobierno chino para impulsar la economía.

La economía china creció un 7,8 por ciento interanual en el segundo trimestre de este año, lo que supone la expansión más lenta en los últimos tres años.

Los impuestos relacionados con el sector inmobiliario, que solían servir de la fuente principal para los ingresos de los gobiernos locales, cayeron, ya que el gobierno central controló estrictamente el sector para frenar el alza de los precios.

Además, durante la primera mitad del año, la recaudación de los impuestos de contratación y de negocios del sector inmobiliario disminuyeron 9,9 por ciento y 8,5 por ciento, respectivamente, en comparación al año anterior.

Un portavoz del Ministerio de Hacienda indicó que el crecimiento de los ingresos tributarios se recuperó en mayo y junio, sólo después de que el banco central bajara los requisitos de reserva de los bancos y el tipo de interés de referencia para estimular la economía.

Durante el primer semestre, los ingresos tributarios de China, que incluye impuestos, dividendos de las empresas estatales, ingresos de la venta de lotería y otras inversiones, totalizaron los 6,4 billones de yuanes, con una subida interanual del 12,2 por ciento, cifra que una caída de 19 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año pasado, según el Ministerio de Hacienda.

 

Fondo soberano chino registra pérdidas en inversiones de 2011

La Corporación de Inversión de China (CIC, siglas en inglés), el fondo soberano de China, desveló que su cartera de participaciones en empresas foráneas sufrió una pérdida del 4,3 por ciento, debido a la desaceleración económica y a la crisis de la deuda europea.

La rentabilidad anual de CIC desde su creación en 2007 es del 3,8 por ciento, según el informe anual de 2011.

El fondo confirmó que ha recibido una inyección de 30.000 millones de dólares de la Administración Estatal de Divisas (SAFE, siglas en inglés), que se ha convertido además en un accionista del fondo, aunque no afectará a la independencia de la toma de decisiones de inversión de CIC.

El fondo soberano cuenta con más de 200.000 millones de dólares disponibles procedentes de las ingentes reservas en divisas de China.

En septiembre, CIC creó CIC International (Hong Kong), una filial encargada de sus inversiones extranjeras, como un complemento a China Huijin Investment, la filial que invierte sólo en las instituciones financieras locales chinas.

 

Tasa de desempleo urbano de China alcanza 4,1%

La tasa de desempleo en las zonas urbanas de China se situó en un 4,1 por ciento a finales de junio, informó el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social del país.

La cifra se mantuvo estable durante el octavo trimestre consecutivo, correspondiente al período entre abril y junio de 2012, y es menor al objetivo anual del 4,6 por ciento establecido por el gobierno chino para este año.

China creó 6,94 millones de nuevos empleos en las zonas urbanas durante el primer semestre, cumpliendo así con un 77 por ciento del objetivo anual de crear 9 millones de puestos, indicó Yin Chengji, portavoz de la cartera china, durante una rueda de prensa.

Además, 2,94 millones de trabajadores despedidos encontraron trabajo de nuevo en el mismo período, cifra que cumple en un 59 por ciento la meta anual de ayudar a 5 millones de despedidos.

La semana pasada, el primer ministro chino, Wen Jiabao, advirtió de la presión sobre la creación de empleo en un momento de desaceleración del crecimiento económico, e indicó que el país tendrá que hacer frente a una situación más complicada y severa al respecto.

El impacto negativo de la crisis financiera global sobre el empleo en China persistirá durante un tiempo, lo que provocará un desequilibrio entre el suministro y la demanda de mano de obra, sostuvo Wen.

La economía china creció un 7,6 por ciento en el segundo trimestre de este año, marcando la tasa de crecimiento más lenta de los últimos tres años, debido a la débil demanda externa y nacional y a los esfuerzos del país por enfriar el mercado inmobiliario.

Las regiones del centro y el oeste del país han sido el principal generador del empleo en el primer semestre del presente año, con un crecimiento económico superior al 10 por ciento a pesar de la ralentización general de la nación, agregó el portavoz.

Yin se hizo eco de los comentarios de Wen, reconociendo que el país aún sufrirá un incremento de la tasa de desempleo en la segunda mitad del año debido al impacto tardío de la desaceleración económica.

El funcionario aseguró que el gobierno implementará más medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, que se encuentran en difíciles condiciones debido al creciente coste de mano de obra y materias primas y a la menguante demanda.

El desempleo generado por las pequeñas y medianas empresas supuso más del 75 por ciento del total nacional, precisó el portavoz.

Al finales de junio, las autoridades de hasta 16 regiones a nivel provincial habían elevado el salario mínimo, con un incremento promedio del 19,7 por ciento frente al mismo período del año pasado, mientras que otras 12 establecieron el nivel recomendado con un aumento de al menos 14 por ciento, indicó Yin.

Actualmente, la ciudad de Shenzhen, uno de los motores económicos del sur de China, cuenta con el salario mínimo más alto, de 1.500 yuanes (236,5 dólares) mensuales.

 

Sufren pérdidas 20% de las empresas en provincia china de Guangdong

Datos oficiales arrojan que un 22,8 por ciento de las pequeñas y medianas empresas industriales de la provincia meridional china de Guangdong, la principal base de producción y exportación del país asiático, sufrió pérdidas en las ganancias durante los primeros cinco meses del año en curso.

La falta de demanda, el aumento de los costes y las dificultades de financiación constituyen las principales causas de las pérdidas corporativas, de acuerdo con la Comisión Provincial de Desarrollo y Reforma de Guangdong, cuyo informe recoge los resultados de una encuesta realizada a 100 de las principales 500 empresas industriales en la provincia.

En comparación con lo registrado durante los primeros cinco meses del año 2011, los beneficios totales de las empresas encuestadas descendieron un 19,2 por ciento.

La cantidad total de las pérdidas de aquellas empresas se disparó de forma drástica un 105,2 por ciento, en contraste con la cifra registrada en el mismo lapso del año pasado, según el informe.

 

China completará red de ferrocarriles de alta velocidad hasta 2015

China habrá construido una red de ferrocarriles de alta velocidad que cubrirá casi todas las ciudades con más de 500.000 residentes para 2015, según el último programa oficial.

De acuerdo con el plan de construcción de la red de transporte general entre 2011 y 2015, publicado por el Consejo de Estado, el gabinete del país asiático, China contará con una red ferroviaria operativa que sumará más de 40.000 kilómetros al final del periodo.

En este sentido, los analistas prevén que la industria manufacturera de equipos de ferrocarriles experimentará un rápido crecimiento.

"Estimamos que en los próximos años, la construcción ferroviaria en China se acelerará, así como se incrementará la inversión relacionada", analizó un informe elaborado por la compañía Sinolink Securities, una empresa china de corretaje.

Según el plan, China contará con una red de transporte de 4,9 millones de kilómetros de largo, integrada por líneas ferroviarias, carreteras y vías fluviales.

 

Alerta en China ante riesgos en los préstamos inmobiliarios

Los reguladores de China están sobre aviso potenciales riesgos con respecto a préstamos bancarios al sector inmobiliario tras los frenos gubernamentales que han socavado el mercado y despojado a los promotores de dinero en efectivo, según información de medios locales.

El Consejo de Estado, el gabinete chino, enviará a varios equipos de inspectores a investigar los préstamos inmobiliarios, según un regulador financiero anónimo citado por el periódico Shanghai Securities News.

Las autoridades están profundamente preocupadas por la influencia que los cambios en el mercado inmobiliario puedan ejercer sobre los activos bancarios, y controlarán rigurosamente los riesgos en las operaciones de financiación inmobiliara, dijo el funcionario.

Alrededor de la mitad de las principales compañías inmobiliarias chinas han visto cómo sus proporciones de endeudamiento excedían el 60 por ciento, y la mayoría de las promotoras que cotizan en bolsa presentan un flujo negativo de fondos de operación, lo que podría incrementar los riesgos en el momento de conceder préstamos para el desarrollo inmobiliario y otras industrias afines, señaló el funcionario.

Algunas promotoras inmobiliarias han recaudado también fondos a través de fondos en títulos de propiedades privadas y fondos comunes de inversión inmobiliaria, así como mediante mercados de ultramar y el mercado nacional de préstamos privados, lo que les provocará una significativa presión para amortizarlos en el futuro.

No obstante, el funcionario declaró que es improbable que el regulador bancario del país suspenda los préstamos a la propiedad o las operaciones de fondos comunes de inversión inmobiliaria.

Según datos del banco central, China experimentó un incremento interanual del 10,3 por ciento en los préstamos al desarrollo inmobiliario y en las hipotecas, hasta llegar a los 11,32 billones de yuanes (1,79 billones de dólares) a finales de junio.

El crecimiento fue 0,2 puntos porcentuales mayor que el del trimestre anterior, marcando el primer trimestre de crecimiento tras ocho períodos consecutivos de desaceleración, algo que los analistas atribuyen a unos menores costes al endeudamiento y a una mayor libertad en el suministro monetario.

En junio, el banco central de China rebajó las tasas de interés de referencia por primera vez desde diciembre de 2008, y lo volvió a hacer a principios de este mes con el objetivo de moderar la economía.

Muchas ciudades han intentado suavizar los frenos impuestos por el gobierno central desde la segunda mitad de 2011 en respuesta a la caída en los ingresos por venta de suelo mediante medidas como la concesión de subsidios a la compra de vivienda restaurada o el permiso a los compradores noveles de recibir una mayor cantidad de dinero del fondo público a la vivienda.

En el último ejemplo de medidas de este tipo, las autoridades de la ciudad oriental de Nanjing anunciaron el lunes planes para permitir a potenciales propietarios de vivienda noveles o de bajos ingresos que adquieran préstamos de los fondos públicos de vivienda, y retirarán además las restricciones a la compra de vivienda para emprendedores de alta tecnología.

El descenso en los ingresos provenientes de la venta de suelo puede tener como resultado mayores riesgos para los préstamos bancarios en la financiación de vehículos, o para que las compañías propiedad de los gobiernos locales recauden fondos y eviten las restricciones sobre la financiación gubernamental directa, advirtió el regulador financiero anónimo.


--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

LOS 10 BANQUEROS MAS RICOS DEL MUNDO


Mientras los líderes de la Eurozona y de los países que conforman el Grupo de los 20 (G20) ponen todos sus esfuerzos en crear fórmulas para salvar la banca española, otros banqueros en el resto del mundo continúan acumulando riquezas de manera inteligente, y no son pocos.

De los mil 153 personajes que la revista Forbes sondeó este año para formular su tradicional ranking con las personas más ricas del mundo –que desde hace un par de ediciones lidera el magnate mexicano Carlos Slim-, un gran porcentaje de ellos cosechó su riqueza en base a exitosos negocios en la banca tradicional.

Precisamente, Business Insider utilizó esos datos para establecer una lista con los banqueros que han logrado acumular las mayores fortunas del mundo gracias a estos negocios financieros, y este fue el resultado:

1. Joseph Safra

El brasileño Joseph Safra se ubicó en el puesto 52 del ranking realizado por Forbes en 2012, gracias a su fortuna calculada en más de 13.8 mil millones de dólares. El hombre de 73 años es dueño del Grupo Safra y ha sabido cosechar su fortuna con inteligencia en el complejo mercado brasilero. 

2. Luis Carlos Sarmiento

12 puestos más abajo que Safra (#64) se encuentra ubicado en el ranking de Forbes, Luis Carlos Sarmiento. A sus 79 años, el banquero colombiano acumula riquezas que bordean los 12.4 mil millones de dólares, principalmente provenientes de su conglomerado de servicios financieros, Grupo Aval Acciones y Valores, que cuenta con cuatro bancos.

Según Forbes, Sarmiento se destaca por su ayuda social, incluso se dice que ha donado más de 400 departamentos a familias colombianas afectadas por deslizamientos y lluvias intensas.

3. Petr Kellner

La fortuna de este banquero de la República Checa se calcula en unos 8.2 mil millones de dólares, ubicándose el puesto número 110 de la lista que incluye a los hombres más ricos del mundo.  Es uno de los banqueros más jóvenes, ya que con 47 años cuenta con un Fondo de Inversión del cual es cofundador.

4. Suleiman Al Rajhi 

Los 5.9 mil millones de dólares que acumula el árabe Suleiman Al Rajhi, gracias al Banco que lleva su apellido, lo ubican en el puesto 169 de la lista de Forbes. Entre los datos que destaca la revista están su edad (92 años) y la gran cantidad de hijos que tiene (23).

5. Teh Hong Piow

El "Banco Público" de Malasia le permite a The Hong Piow contar con una suma personal que supera los cinco mil millones de dólares. El hombre de 82 años fue posicionado en el número 205 de la lista mundial.

6. Aloysio de Andrade Faria

A pesar de haber vendido la mayor parte del Banco Real, Aloysio Andrade Faria se jacta de tener más de 4.2 mil millones de dólares en su cuenta personal, principalmente gracias a los dividendos entregados por su otra institución financiera, el Banco alfa. Forbes ubicó a este brasilero de 91 años y amante de los caballos (se dice que tiene más de 150 "pura raza") en el puesto 255 del mundo. 

7. Uday Kotak

Uday Kotak fundó en India el Kotak Mahindra Bank, el cual le ha entregado dividendos por más de cuatro mil millones de dólares. Dicha cantidad le permite ubicarse en el número 270 del ranking general y séptimo de los banqueros más ricos del orbe.  

8. Wee Cho Yau

Puesto Forbes: 290

Fortuna: 3.8 mil millones de dólares

Banco: United Overseas Bank, del cual es presidente.

País: Singapur

9. Bruno Schroder

Puesto Forbes: 330

Fortuna: 3.4 mil millones de dólares

Banco: Schroders

País: Reino Unido

10. Andre Esteves

Puesto Forbes: 377

Fortuna: 3 mil millones de dólares

Banco: BTG Pactual

País: Brasil


Mexicanos


Roberto Hernández Ramírez

 

El primer mexicano dedicado a los negocios financieros con bancos se ubica en el puesto número 960 de la lista Forbes, con una fortuna que supera los mil 300 millones de dólares. El hombre de 70 años fue director general de Banamex, acumulando más de 2 mil millones gracias a la venta de este banco a Citigroup.

 

Alfredo Harp Helú

 

Es primo del magnate Carlos Slim Helú y, cómo no, cuenta con una fortuna calculada en mil millones de dólares gracias a la misma venta de Banamex al grupo Citi. Su cuenta le ubica en el puesto 1.153 según Forbes.

--
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo