miércoles, 26 de octubre de 2011

¿porque se desvanece el sueño americano?


tomado de cnn-expansión.


Desde la caída del mercado inmobiliario de Estados Unidos y la posterior crisis económica, muchas personas en ese país se han sumado a la opinión de que el 'sueño americano' se está deteriorando de alguna manera. La esperanza de vivir en una casa con una cerca blanca se desvaneció con la crisis hipotecaria, pero el sueño es mucho más que poseer una vivienda. No necesitas otra prueba que los recientes movimientos 'Occupy Wall Street': los estudiantes universitarios y los jóvenes están enojados por todo, desde el desempleo hasta la deuda por préstamos estudiantiles.
El sueño americano es la noción más amplia de que la actual generación será capaz de superar a sus padres; ya sea por ganar más dinero o por recibir más educación o por otras vías para avanzar más lejos en el mundo sin importar desde dónde comenzaste. El concepto se ha ido erosionando desde hace años, y parece que gran parte de los problemas van más allá de Wall Street.
He aquí por qué se está haciendo más difícil salir adelante:

Salarios estancados, mayor productividad


El sueño americano de movilidad ascendente está vinculado a la idea de que aquellos que trabajan duro llegan a gozar los frutos de su trabajo. Pero esto se ha vuelto realidad menos frecuentemente en los últimos años.
En una columna invitada en Bloomberg la semana pasada, el ex director de la Oficina de Presupuesto del Congreso estadounidense, Peter Orszag, escribió que los trabajadores estadounidenses están perdiendo cientos de miles de millones de dólares al año en salarios a medida que menos ganancias de las empresas son destinadas a los salarios de los trabajadores y a otras compensaciones. Él culpa de la tendencia principalmente al cambio tecnológico y a las máquinas que reducen la demanda de trabajadores, así como a la globalización, que ha ampliado la oferta de trabajo a nivel mundial.
Los descensos son sorprendentes: En 1990, alrededor del 63% de los ingresos de las empresas privadas se destinaron a pagos y beneficios para los trabajadores. Para el año 2005, cayeron a 61% y han seguido descendiendo, cayendo a 58% a mediados de este año. Si la caída no hubiera ocurrido, Orszag destaca, los trabajadores hubieran ganado 500,000 millones de dólares más al año. 

La disminución se da incluso a medida que Estados Unidos se vuelve cada vez más productivo. Durante décadas, los salarios se han rezagado frente a la productividad. Entre 1989 y 2010, la productividad de Estados Unidos creció 62.5%; superando ampliamente los salarios reales por hora, que crecieron sólo 12% durante el mismo período, según unestudio del Instituto de Política Económica realizado en marzo de 2011.

La educación, bajo amenaza


La educación ha sido la puerta de entrada al 'sueño americano'. Hace casi un siglo, Estados Unidos hizo casi universal la escuela media superior y el cultivo de los graduados encaminó a la nación a la prosperidad económica, han escrito los economistas Claudia Goldin y Lawrence Katz. Entre 1947 y 1973, el promedio del ingreso familiar real aumentó en un promedio de 2.64% a tasa anual. Los ingresos de los más pobres crecieron más rápido que los de los más ricos.
Pero esa tendencia se revirtió durante las siguientes tres décadas, en la época en que los logros en la educación se desaceleraron fuertemente. Alguna vez el país líder en graduados de preparatoria, Estados Unidos se ha rezagado en los últimos años incluso frente a otros países avanzados. A pesar de que la tasa de graduación de preparatoria se elevó recientemente, había disminuido durante la última parte del siglo XX, significando problemas en el crecimiento económico y de desigualdad económica.
"La conclusión es que el futuro de la desigualdad y de esta nación depende de aumentar la oferta de trabajadores altamente calificados", escriben los economistas. "Muchos jóvenes abandonan la escuela preparatoria, muchos graduados de preparatoria no están preparados para la universidad. Los niveles para obtener una matrícula en una universidad son elevados y han aumentado en relación con los ingresos familiares y a la ayuda financiera para estudiantes".

Jóvenes y desempleados


Antes, un empleo de repartidor de periódicos o de empacador en una tienda local después de la escuela, era visto como un rito de iniciación para los jóvenes. Cualquiera que fuera ese trabajo, a menudo es una experiencia de aprendizaje que incluso los presidentes ejecutivos de más alto perfil recuerdan hoy en día.
A los 12 años de edad, el presidente ejecutivo de Dell, Michael Dell, comenzó a trabajar como lavaplatos en un restaurante chino por 2.30 dólares la hora; el presidente ejecutivo de Wal-Mart Internacional, Doug McMillon, consiguió su primer trabajo en uno de los almacenes de la gran cadena cuando tenía 17 años por 6 dólares la hora; a los 16 años, la vicepresidenta de productos de búsqueda y experiencia de usuario de Google, Marissa Mayer, comenzó su carrera como una cajera del County Market en Wassau, Winsconsim.
Pero esas experiencias invaluables cada vez son más difíciles de conseguir. Por primera vez el año pasado, los abuelos tenían más probabilidades de conseguir un trabajo que sus nietos. Desde el 2000, el empleo entre los jóvenes de 16 a 19 años de edad ha ido disminuyendo, mientras que el empleo entre los adultos de 60 a 64 años de edad ha aumentado de manera constante.
Esto se debe en parte a que las personas mayores viven más tiempo y voluntariamente quieren trabajar durante más tiempo. Sin embargo, la gran recesión aceleró la tendencia. Los trabajadores mayores que ven cómo sus riquezas declinan con la caída en la Bolsa de valores y por colapso del mercado inmobiliario, conservaron sus empleos durante más tiempo o tomaron empleos menos calificados normalmente ocupados por trabajadores más jóvenes.
Y entre los adultos jóvenes de 18 a 29 años, la proporción de personas desempleadas o fuera de la fuerza de trabajo en 2010 fue de 38%, la más alta en casi cuatro décadas, según el Pew Research Center.
Es cierto que los graduados universitarios tienen más posibilidades de ganar más que los que no tienen una licenciatura de cuatro años, y ese pedazo de papel proporciona mayores retornos de inversión a largo plazo que el mercado de valores y otras inversiones. Pero los primeros años de su carrera también son esenciales y pueden influir para allanarles el camino. Y como algunos economistas predicen que el alto desempleo actual no volverá a regresar a la normalidad hasta 2017, éste sin duda es un territorio desconocido para la generación actual.


La pérdida de la riqueza


Hasta antes de la caída del mercado inmobiliario estadounidense, la mayoría consideraba su hogar como su principal fuente de riqueza. Huelga decir que, con la caída de los precios a medida que las ejecuciones hipotecarias y los incumplimientos continúan plagando el mercado, los jóvenes de hoy tienen una visión muy diferente de la propiedad de un hogar. Mientras que los mayores de 58 años piensan que poseer una vivienda es una idea aún mejor actualmente, los propietarios más jóvenes han perdido la confianza, de acuerdo con un estudio realizado por la Reserva Federal de Boston, que fue divulgado este mes.
Nadie sabe cuánto tiempo permanecerá esta visión, o para el caso, cuando se recuperará el mercado inmobiliario. Sin embargo, ha minado gran parte de la riqueza de los estadounidenses que han visto una recuperación mixta. Después de haber subido durante tres trimestres consecutivos, el valor neto de los hogares cayó esta primavera por primera vez en un año, bajando 0.3% a 58.5 billones de dólares en el trimestre anterior, según el Reporte de Flujo de Fondos de la Reserva Federal estadounidense.
Sin duda, la caída también ha sido muy dura no sólo para los hogares más jóvenes, sino también para las personas mayores que han visto sus fondos de pensiones caer en picada junto con la vivienda y el volátil mercado de valores. Pero para la actual generación, cargada de deudas, el comienzo de la etapa de creación de riqueza parece estar llegando mucho más tarde que para la anterior generación.

LAS CLAVES DEL EXITO DE BIMBO


CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Llegar a ser la empresa panificadora más grande del mundo en términos de volumen de ventas y número de rutas, entre otros indicadores, parece fácil, pero implica varios retos importantes para Bimbo, incluida una rotación de inventarios muy eficiente.
Para Daniel Servitje, director general de la empresa que fabrica dentro de la categoría de pan dulce las Donas, las Mantecadas y el Negrito Bimbo, entre otros, explica que la industria en que participa no es necesariamente rentable debido a que requiere de una corta vida de anaquel de los productos.
"Esto te obliga a tener de alguna manera integrada tu cadena de fabricación y distribución y prácticamente estar requiriendo el llevarla a cabo con un alto nivel de costos fijos", agregó el empresario.
Por lo mismo, agregó, esta industria para aquellas empresas que tal vez tienen otro esquema de fabricación y de reparto de productos (diferentes al de Bimbo) les resulta difícil tener perspectivas de rentabilidad en el corto o mediano largo plazo.
"Yo diría que tenemos esta paciencia para desarrollar estas capacidades de fabricación y redes de distribución que nos permiten tener rentabilidades en el largo plazo", considera.
Una segunda clave en el éxito de Bimbo, apunta Servitje, tiene que ver con nivelar los negocios (maduros) que tienen flujos de operación positivo con aquellos que lo demandan en sus primeros años de vida. "Yo diría que esas son algunas de las características del éxito de Bimbo.
De acuerdo con información de la compañía al primer semestre de 2011 su margen de flujo de operación consolidado fue de 10.8%. A esa misma fecha y por mercado lideraba México con un margen de 12.3%, seguido de Estados Unidos con 11.2% y en tercer lugar América Latina con 1.3%. En la conferencia de prensa de este lunes, el director general de Bimbo dejó en claro que con la integración de Sara Lee y de Fargo el margen de la compañía se reducirá en el corto plazo, aunque una vez alcanzas las sinergias esperadas, vendrá la recuperación.
Pese EU corporativo no se mudará de México
Aun y cuando la integración de las operaciones de Sara Lee llevará a Estados Unidos a desplazar a México como el mercado que más aporte en los ingresos consolidados de la empresa (48% contra 38% de México), Bimbo no tiene contemplado llevar sus oficinas corporativas a la Unión Americana.
"Consideramos que las operaciones se manejan o dirigen de manera local, y tratamos de tener los pies muy cerca de la operación, de tal manera de no estar dictando desde el centro las decisiones que se tienen que llevar en cada uno de los mercados", explicó.
"...No tenemos, desde el punto de vista corporativo ninguna expectativa de mudar el corporativo de México", agregó.
Sin embargo, Guillermo Quiroz, director de Administración y Finanzas del grupo, dejó en claro que ante al avance en las telecomunicaciones es factible que alguna o varias funciones corporativas se lleven a cabo fuera de México.
"Es perfectamente posible que algunas operaciones se lleven a cabo fuera (de México) pero con influencia en todo el grupo, porque ahora con las videoconferencias, viajes y todo lo demás, resulta bastante viable", añadió.
Con la integración de las operaciones mencionadas, el número de rutas de la compañía alcanzará las 50,000, las plantas de fabricación se incrementarán de 102 a 155 y el número de empleados superará los 125,000.
Asimismo, los ingresos consolidados de la firma pasarán de 9,750 a 12,330 mdd al tiempo que el flujo operativo (conocido también como UAFIDA) se incrementará de 1,200 a 1,460 mdd. Esto último hacia el 2014 y considerando que se logren las sinergias en estos negocios.
Por sus volúmenes de producción y ventas, Grupo Bimbo (la empresa número 11 de 'Las 500' de Expansión) es una de las empresas de panificación más grandes del mundo. Líder en el continente americano, cuenta a la fecha con 102 plantas y más de 1,000 centros de distribución localizados estratégicamente en 17 países de América y Asia. Sus líneas de productos incluyen pan de caja, bollos, galletas, pastelitos, productos empacados, tortillas, botanas saladas y confitería, entre otras.
Grupo Bimbo fabrica más de 7,000 productos y tiene una de las redes de distribución más extensas del mundo con más de 44,000 rutas y una plantilla laboral superior a los 109,000 colaboradores. Desde 1980, las acciones de Bimbo cotizan en la Bolsa Mexicana de valores (BMV) bajo la clave de pizarra "BIMBO".

EMPRESAS QUE CAMBIARON SU MODELO DE NEGOCIOS Y TRIUNFARON


TOMADO DE LA REVISTA ALTO NIVEL
Uno de los obstáculos más difíciles de enfrentar para una empresa es darse cuenta que el modelo de negocios que define a la compañía ya no es tan efectivo como antes.  Ya sea porque cambia el mercado, los gusto del cliente o porque surgen nuevas tecnologías, las firmas se enfrentan a la dificil decisión de cambiar el enfoque de su existencia.
De hecho, son pocas las firmas que logran modificar el corazón de sus operaciones para conseguir seguir a flote y de hecho, revertir la tendencia y comenzar a capitalizar de nuevo.
Un ejemplo de una empresa que se dió cuenta del cambio en el mercado y decidió revertir  lo que parecía ser un destino fatal es International Business Machines (IBM), que tras perder mercado frente a sus competidores Microsoft Apple, volteó su mirada hacia otro aspecto de la industria para sobrevivir. 
“IBM cumple más de 100 años como empresa, 84 de ellos en México. Pero desde 2003 cambiamos nuestro business core de un 48% desarrollo de computadoras y hardware a un 57% de servicios y soluciones de tecnologías de la información(TI) en 2011, porque era lo que demandaba el mercado y la realidad de la firma”, señaló José Díaz Gómez, director general de Global Technology de IBM México.
La firma decidió transformar el foco de su negocio para dejar atrás los comodities y dedicarse a las TI. Tras vender su unidad de desarrollo de PC’s a Lenovo,  la de discos duros a Cisco y la de impresoras a Lexmark, IBM logró captar 56 bdd en ingresos totales en el último año.
“IBM es el líder de  la industria de TI con 56% de sus ingresos totales  y ahora es la compañía más grande de outsourcing, consultoría y servicios de recuperación de datos empresariales contra desastres”, destacó  Javier Gómez Sánchez, socio de Global Business Services de IBM México.
Según el experto en inversiones de capital de riesgo Paul Graham, la necesidad de cambiar la estructura de un negocio se debe a que una empresa rara vez encuentra la clave del éxito en su industria desde el momento en que nace; al contrario, la gran mayoría de las compañías exitosas pasan por un proceso de prueba y error antes de llegar a su maduración.
El experto señala que lo peor que puede hacer un empresario es estar convencido que posee una idea “que todos van a amar y consumir sin importar qué”, porque eso reduce el campo de acción para la innovación.
Una de las industrias más cambiantes es la de tecnología debido a que las innovaciones ocurren constantemente y a cada minuto. Graham ejemplifica con este sector cómo una empresa debe ser flexible para transformarse y mantenerse vigente o correr el riesgo de desaparecer.
Otras empresas que lograron reinventarse para evitar desaparecer e impulsar su crecimiento son:
1. PayPal: Max Levchin, fundador de la firma,  declaró para el libro Founders at Work que en 1998 su compañía se dedicaba a la criptografía y mucho más tarde como un servicio de transferencia de dinero a través de PDAs. Después de varios años de prueba y error, y de superar escándalos por fraudes que casi le cuestan la vida a la empresa, en 2002 PayPal logró establecerse como la mejor manera de hacer pagos electrónicos y entrar al mercado de valores para después ser comprada por eBay en 1.5 billones de dólares.

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2. Google: durante sus primeros meses de vida, el buscador más grande del mundo ni siquiera tenía un modelo de negocio.  De hecho, el editor de la revista Wired, John Batelle, señaló que en su momento Google era un negocio muy poco redituable que sufría para mantenerse a flote. Después de ganar un poco con la venta de aparatos de búsqueda para empresas, la compañía de Mountain View, California, decidió incursionar en la publicidad digital con AdWords en 2003.
En 2008, Google reportó ingresos por 21 mil millones de dólares solo por elmarketing digital y transformó la manera de generar contenido digital.

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3. Facebook: en un principio, y a diferencia de otras redes sociales, la plataforma deMark Zuckerberg era exclusiva para estudiantes universitarios y sólo se podía acceder a ella por invitación. Sin embargo, esto limitaba el crecimiento de la empresa, por lo que sus fundadores decidieron abrirla en 2005 a cualquier persona de 13 años o más con una dirección válida de e-mail.  Facebook vendió un 1.6% de sus acciones a Microsoft por 240 mdd y los rumores de una oferta pública inicial (OPI) plagan la red.

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4. YouTube: cuando Google compró esta plataforma de videos por 1.6 bdd en 2006,Fox News señaló que  el servicio no había reportado utilidades netas y sus ganancias por publicidad en 2008 “sólo” marcaron 200 mdd en ingresos.  No obstante, en marzo de 2010 Mashable publicó que las ganancias de YouTuberondaban ya el billón de dólares anual.  Esto se logró gracias a que la firma firmó acuerdos de colaboración con desarrolladores de contenido como NBC, ABC y CBS, además de que lanzó un programa de partners que permite a los usuarios populares para compartir los ingresos publicitarios generados por sus videos.

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CINCO SORPRESIVAS MARCAS GANADORAS EN FACEBOOK


Hace algunos años Facebook se posicionó en el gusto del público y no tardó en convertirse en un mercado para las marcas. Sin embargo, no todas han sabido explotar las posibilidades de marketing digital que la plataforma de Mark Zuckerberg ofrece.
Muchas marcas tenían que entrar en el juego del social media debido al tipo de clientes que maneja para luego convertirse en un gran éxito en redes sociales. Tal es el caso de Starbucks Coca Cola, cuyos consumidores suelen ser seguidores de cultura pop y estar muy conscientes de los avances tecnológicos.
Sin embargo, Mashable nota que si se compara el listado de las marcas más importantes en Facebook con el Top Global Brands de la firma Interbrand, encontraremos algunas sorpresas interesantes.
Por ejemplo, gigantes como IBM General Electric casi no tienen presencia en el social media. Por el contrario, hay una gran cantidad de marcas que en la vida real son de menor tamaño y que en las redes sociales son verdaderos gigantes.
Estas marcas son conocidas como “sleepers”, productos que se convirtieron en un hit en Facebook sin que  nadie se lo esperara, ya sea porque tienen un buen manejo de redes sociales, sus consumidores están más activos en ellas o por tener buena suerte.
La agencia HubSpot, desarrolló un listado con las cinco marcas ganadoras en Facebook que nadie  esperó encontrar.
1. Oreo: las famosas galletas parecen tener poca relación con las nuevas tecnologías, sin embargo 22 millones de personas las siguen en Facebook.  Lo más sorprendente es que la mayoría de su crecimiento se ha dado en el último año. Su página fue lanzada en 2009 y estaba enfocada al público estadounidense, pero a mediados de 2010, la compañía notó que más de la mitad de sus entonces 50,000 fans estaban fuera de la Unión Americana.  Con ayuda de la agencia 360i, Oreo renovó la página para hacerla más internacional y añadió características como “World’s fan of the week” y han lanzado campañas para romper el Récord Guinessde más “likes” en 24 horas.

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2. Nutella: la mayor sorpresa que da esta marca de chocolate untable es que inicialmente no hizo nada por establecer su presencia en Facebook, sin embargo para 2009 superaba la popularidad de Barack Obama y Coca Cola en la red social.  ¿La razón? Nutella es una de esas marcas de culto que la gente le encanta hablar. Existen cerca de 12,000 videos de YouTube sobre la marca y unas 40,000 imágenes relacionadas con el producto en Flickr.

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3. Converse: esta marca de tenis es un ejemplo perfecto de un producto con presencia relativamente pequeña en la vida real, comparándola con productos más populares como Coca Cola. Converse tiene cerca de 20 millones de fanáticos en Facebook, mientras que la rama Converse All Star suma otros 20 millones, de tal suerte que si se juntaran ambos grupos, la marca tendría la mayor cantidad deseguidores en la red social. Geoff Cottrill, responsable de marketing de la empresa, señaló  a Mashable que lo mejor que pudo hacer la marca fue dejar que los fanáticos dictaran el camino de la página y convertirla en un foro de  expresión de las aventuras de los usuarios de Converse.

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4. Audi: Pese a que 3.6 millones de seguidores es una cifra bastante respetable, lo que destaca de esta marca automotriz en Facebook es el volumen de participación de sus fanáticos pues por cada 100,000 mil aficionados, obtuvo 225 “likes”. Esto es superior a lo obtenido por Lady Gaga y Justin Bieber.  Una de las razones es el flujo constante de fotografías que mantiene en la página de Facebook; por ejemplo, las tres fotos publicadas el 16 de julio, el 102º. Aniversario de la marca, obtuvieron más de 16,000 “likes”.

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5. I love Being Black: esta compañía de ropa enfocada a las personas afroamericanas  ha logrado crecer en Facebook gracias a que ha creado un sentido de comunidad con preguntas como “¿Quién es tu comediante afroamericano favorito?”. El éxito de esta  marca, de 5.5 millones de fans,  fue convertir su producto más que en un producto en un posicionamiento social. 

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CINCO CLAVES PARA SER UN LIDER A SEGUIR.


tomado de la revista altonivel
Un buen líder debe saber manejar distintos recursos para lograr el éxito de unaempresa. Desde el capital humano hasta clientes y canales de distribución, todos miran hacia el líder para que éste les indique hacia dónde se dirige la compañía y cuáles son los pasos a seguir.
Según Howard Schultz, director general de Starbucks,  los líderes modernosdeben enfrentarse a la apatía de las personas, pues cuando estas no se sienten parte del proceso de toma de decisiones, dejan de participar con la misma fuerza.  
“Tienes que darle una oportunidad a la gente de generar valor para tu compañía, sino no se sentirá comprometida contigo y se irá sin preguntárselo dos veces”, señala Schultz en el libro “Lessons From the Top: The Search for America's Best Business Leaders”.
Uno de los objetivos más comunes entre los empresarios es el de atraer y motivar el talento necesario para que su operación sea un éxito. El sitio Entrepreneur lista las cinco características claves de un buen líder con el que la gente hará todo lo posible por trabajar.
1. Debes tener visión: aprende a pintar un cuadro con tus palabras para comunicar la visión de tu empresa. Pídeles a tus empleados cómo ven a la compañía para saber si están en la misma página que tú pues tu personal debe tener en mente qué es lo que quiere lograr tu negocio en el día a día. Eso los mantendrá involucrados.
2. Debes tener pasión: un empleado con pasión es capaz de ir a los confines de la Tierra para lograr que una empresa logre el éxito. Pero para ello, el primero en estar motivado y encantado con el negocio debes ser tú mismo;  recuerda que la pasión es contagiosa. Pero si no sientes esa motivación por tu firma, tal vez sea el momento de replantearse la visión de la empresa.
3. Debes ser un gran tomador de decisiones: debes identificar cuáles son las decisiones más importantes tomadas por tu empresa, cuál es su proceso, definir un equipo de gestión que te ayude a definir los pros y contras de una cuestión, y llevar un análisis de costos y beneficios.  Entrepreneur señala que los buenos líderessiguen son Q-CAT, que por sus siglas en inglés significa ser  rápido (pero no apresurado), comprometido con lo que se decide, analítico y pensativo sin ser obsesivo.
4. Debes ser un buen constructor de equipos: es importante saber delegar responsabilidades y evitar micro manejar a tus subalternos, pero a la vez siempre estar disponible por si surge un problema.  Enseña a tu equipo a desarrollar las características Q – CAT de toma de decisiones  y darles cierta libertad para cometer algunos errores.  Pero lo más importante es hacerle saber a tus empleados que los apoyas y que estás dispuesto a ayudarles, pues en el momento de una crisis tustrabajdores te verán como el faro en el que pueden confiar durante la tormenta.
5. Debes tener carácter:  un líder es inútil si carece de la fuerza para implementar decisiones. Hay muchas formas de liderazgo, por lo que es importante que hagas una autoevaluación para descubrir cuál es el que más se acomoda a tu forma de ser. Nunca debes dejar de crecer pues para aprender a ser un gran líder, el primer paso es estar abierto a los comentarios sobre ti mismo como un líder desde tu interior y por parte de las personas que trabajen para ti. 

lunes, 24 de octubre de 2011

DIEZ TESIS CUESTIONABLES SOBRE MICROCREDITOS



Los microcréditos están de moda y su utilización indiscriminada en los discursos y en los mismos proyectos de solidaridad internacional parece un signo de modernidad incuestionable, que está siendo ampliamente respaldado por instituciones financieras, bancarias y multinacionales extraordinariamente poderosas. Los defensores de estos microcréditos alegan que son un instrumento ideal para los pobres, ya que al solicitarlos, tienen en su mano la posibilidad de salir de la situación de pobreza extrema en que se encuentran. Al mismo tiempo, avalan la bondad de su uso con argumentos de que en su mayor parte son solicitados por mujeres y que sus solicitantes son puntuales pagadores, registrándose unos índices de morosidad prácticamente nulos, lo que demostraría, a su juicio, la capacidad de los mismos pobres por salir de su situación de miseria. Incluso se llega a decir que en tanto que no son limosnas ni subsidios, aquellos que los han solicitado ven elevada su dignidad de forma automática al tiempo que los préstamos no se dirigen hacia sectores estratégicos de la economía, sino que sirven para financiar actividades en sectores prioritarios para la población más desasistida.
En fin, lo que no se comprende bien es que tal cúmulo de bondades como parecen reunir los microcréditos no hayan sido descubiertas antes, porque a juzgar por los defensores de semejantes panegíricos, son tantos los millones de personas que han salido de forma fulminante de la pobreza que prácticamente ya no quedarían en el mundo pobres, sino ignorantes desconocedores de estos milagrosos créditos o gente abandonada y abúlica, incapaz de endeudarse para cambiar así su destino.
El objetivo del presente artículo es someter a un análisis pormenorizado algunos de los principios conceptuales que se han construido en torno a los microcréditos por parte de sus máximos defensores, bien sean algunas de las grandes Instituciones de Microfinanzas (IMF), dirigentes y gobernantes mundiales, responsables económicos, bancarios y financieros, o ONG.
En modo alguno se pretende negar validez a las posibilidades que pueda tener un instrumento de este tipo, sino cuestionar la utilización ideológica indiscriminada que se viene haciendo en torno a los microcréditos para desvirtuar algunos de los grandes dilemas que mantienen abiertas las políticas de cooperación internacional, para avalar la expansión de un proceso de globalización sin normas, así como para facilitar la extensión de algunos de los pilares básicos del neoliberalismo.
El endeudamiento masivo de la población más pobre no puede presentarse como la solución a los problemas de la pobreza y el subdesarrollo en el mundo, y mucho menos como una muestra extrema de libertad y progreso. Más bien, parece que asistimos a un proceso de extensión de la economía bancaria y financiera entre los sectores más pobres, curiosamente los que han estado excluidos de la misma hasta la fecha. Difundir la idea de que los pobres pueden gastar indefinidamente más de lo que realmente tienen genera una falsa comprensión de las verdaderas causas de los desequilibrios sociales y económicos en el mundo y la manera de abordarlos, pero también de la arquitectura global por la que se avanza.
Precisamente, el discurso emergente de los microcréditos se cimenta en la idea de que es el mercado, en este caso el mercado bancario, el que se tiene que encargar de la pobreza, siendo el mejor instrumento para reasignar óptimas condiciones de vida para los pobres del planeta, transformando así las políticas mundiales de cooperación en una simple inserción de los países en desarrollo en un liberalismo económico asimétrico que ha generado tan colosales desigualdades en el reparto de los ingresos y en el acceso a los bienes públicos esenciales. Bueno será que revisemos los fundamentos teóricos sobre los que se extienden los microcréditos. Para ello, hemos tratado de resumir en diez las afirmaciones y tesis más extendidas que se vienen utilizando habitualmente sobre los microcréditos, y que se pueden leer con profusión en las memorias, artículos, informes y discursos que habitualmente se difunden, e incluso en los propios proyectos y evaluaciones utilizados por las entidades no gubernamentales que vienen utilizando ampliamente este instrumento financiero.

Diez tesis cuestionables sobre los microcréditos

1. Los microcréditos son uno de los mejores instrumentos para combatir la pobreza
El avance de la pobreza en el mundo está directamente relacionado con causas múltiples entre las que destacan los procesos de acumulación de riqueza tan formidables que vienen consolidándose en los últimos tiempos, amparados por el avance de un proceso de globalización tremendamente injusto en términos de oportunidades, expectativas y posibilidades. De esta forma, la pobreza tiene unas causas políticas muy directas, tanto en el entramado institucional y financiero que han construido los países occidentales para mantener e incrementar su posición privilegiada, como en los propios países en desarrollo, sometidos a gobernantes tan corruptos como ineficaces, alejados de las necesidades de sus pueblos y sometidos a las exigencias de instituciones multinacionales y de las grandes potencias.
Desde esta perspectiva, la pobreza tiene que abordarse desde una solidaridad activa con los que menos tienen, una solidaridad que impida los procesos de acumulación de riqueza tan salvajes que se están produciendo y que al mismo tiempo entienda la necesidad de que los que más tienen se comprometan activamente con los más desposeídos del planeta. Es por tanto un deber moral y político, un imperativo ético que a través de la tan corrompida ayuda al desarrollo y ese referente simbólico del 0,7% ha tratado de tomar cuerpo, al menos en el papel, sin olvidar un cambio en las estructuras y reglas sobre las que se ha establecido el comercio mundial, las finanzas y los intercambios económicos.
El argumento de que contra la pobreza no hay nada mejor que créditos trata de romper este compromiso político y moral, pretendiendo encubrir las verdaderas causas que están en la base de la pobreza y el subdesarrollo en el mundo y convirtiendo a los pobres en responsables últimos de su situación. Es un arma eficaz para desmantelar el compromiso político y ético que tenemos los que vivimos acomodadamente hacia aquellas otras personas que carecen de lo más esencial y que han convertido su vida en una lucha diaria por sobrevivir. Al mismo tiempo, sirve para anular las políticas de cooperación internacional, transformándolas en políticas de bancarización, convirtiendo la pobreza inmensa en deuda eterna, ya que a mayor número de pobres, mayor número de créditos concedidos, con lo que aseguramos una clientela prácticamente ilimitada que permita engrasar un sistema capitalista que habrá entrado así hasta en los países pobres.
2. Los microcréditos son capaces de garantizar a las capas más desfavorecidas invertir en su propio desarrollo
La transformación de pobreza en deuda, como pretenden los defensores de los microcréditos, se apoya en un darwinismo social bajo el cual aquellos que estén en situación más precaria y vulnerable lo están porque no han querido o podido endeudarse. Es el avance de una cultura basada en el dinero donde todo tiene un precio, pudiéndose comprar y vender, generando una “monetarización de la pobreza” que rompe las redes de solidaridad tradicionales. Es la esencia del neoliberalismo, que sostiene una situación imaginaria bajo la cual, toda aquella persona que quiera, puede salir adelante y prosperar en una economía de mercado hecha para emprendedores y valientes. Claro que esta máxima no sirve en una sociedad profundamente desigual como la nuestra, porque las condiciones de partida no son las mismas para todos, ni tampoco lo son los medios que tenemos a nuestro alcance; y en mucha menor medida para dos terceras partes de la población que viven en una situación de pobreza extrema, sin tener cubiertas las necesidades básicas más elementales.
Precisamente, uno de los mayores problemas en los países pobres es la carencia absoluta de las condiciones básicas de vida, en la medida que los Estados se han desentendido de sus ciudadanos o no tienen las condiciones para garantizarles siquiera su subsistencia. Frente a ello, la sociedad mundial tiene que avanzar sobre la base de que los Estados asuman y garanticen unos mínimos vitales para todos sus habitantes por el solo hecho de serlo, en atención social básica, sanidad, nutrición, educación y vivienda.
Los microcréditos tratan de desviar la responsabilidad sobre el desarrollo social básico de los habitantes por sus países y por la comunidad internacional, transfiriendo esta responsabilidad a cada ciudadano. Todo ello resulta mucho más llamativo cuando la “moda” de los microcréditos se está fomentando desde los países occidentales, allí donde las condiciones de vida y los mínimos vitales suelen estar asegurados, tratando de convencer a los destinatarios, los habitantes de los países pobres, de que su supervivencia es su mejor inversión. Curiosamente, si toda inversión se hace en base a unos excedentes económicos encaminados a obtener una cierta rentabilidad, en el caso de los microcréditos se llamaría inversión a tratar de asegurar la supervivencia y el autodesarrollo de sus endeudados clientes, que por toda rentabilidad obtendrían la posibilidad de poder subsistir, en el mejor de los casos, de forma más digna. Así las cosas, nosotros (los que vivimos en los países ricos) podremos seguir invirtiendo en instituciones financieras, multinacionales, empresas y fondos de inversión, mientras el resto de la humanidad (los que han tenido la mala fortuna de nacer en un país pobre) se mantendrán entretenidos pidiendo créditos para poder sobrevivir.
3. Los microcréditos sacan de la extrema pobreza a sus solicitantes
El endeudamiento hace mucho más vulnerables a quienes menos tienen, acentuando su precaria situación y su necesidad acuciante de comida, educación, salud básica o atención social, ya que al asumir un crédito se encuentran ante una mayor inestabilidad vital. Sin tener satisfechas unas necesidades elementales, un crédito significa exponerse aún más a las inclemencias sociales y dedicar su vida a satisfacer las deudas asumidas para tener al menos una rendija abierta de cara a un futuro incierto, por si necesitan pedir más dinero.
No parece que los microcréditos se estén orientando precisamente a los más pobres, o a quienes tienen más dificultades de acceso al crédito, y los escasos estudios existentes ponen de manifiesto que apenas consiguen mantener las mismas condiciones de vida de sus solicitantes, en la medida en que se destinan a mantener unos mínimos vitales, es decir, a satisfacer las necesidades básicas de los endeudados y sus familias. Parece por tanto más acertado decir que los microcréditos sirven para responsabilizar a sus solicitantes de su propia supervivencia y la de sus familias.
Ningún país, ninguna agencia de cooperación y ninguna IMF ha podido demostrar hasta la fecha de forma empírica el impacto positivo de los microcréditos en la reducción de la pobreza sobre amplias capas de su población más pobre. Hasta el punto de que los datos y las cifras que manejan parten de la apreciación, sumamente estrambótica, de que todo aquel que solicite un microcrédito abandona automáticamente su situación de pobreza por el solo hecho de pasar a ser deudor. Una tesis que se puede encontrar en informes y discursos oficiales que manejan con profusión este principio, similar a sostener que todo aquel que entra en un hospital deja de estar enfermo por el solo hecho de acceder al mismo. Siguiendo con la metáfora, se necesitaría saber la morbilidad y la situación de cada paciente: el esfuerzo que las personas y sus familias asumen al devolver los créditos, los costes sociales y familiares, la carga económica que contraen en relación con sus ingresos, su capacidad real de ascenso social, su movilidad en términos de expectativas vitales, y también las tasas de fracaso. Todo ello está por hacer y a estas alturas, son muchos los autores que sostienen que no hay interés en llevar a cabo un análisis riguroso sobre estos y otros extremos porque todo ello permitiría demostrar la mentira sobre la que se han edificado muchos de estos microcréditos.
4. Los microcréditos son muy positivos porque sus solicitantes son fundamentalmente mujeres
Esta es otra de las grandes falacias que se vienen difundiendo sobre los mismos, siendo sostenido por grandes dirigentes mundiales y por potentes IMF, como Promujer, donde defienden estos argumentos afirmando que “ellas son mejores pagadoras, se preocupan más por el futuro de sus familia y por la educación de sus hijos, son clave en el desarrollo de sus países1”.
Efectivamente, de sobra es conocido que la mujer es responsable de sacar adelante a familias, hijos, parientes y maridos, en mayor medida en países y sociedades donde se mantienen situaciones de explotación patriarcal tan arcaicas como dañinas para la mujer. Convertirlas en “clientes” privilegiadas de los microcréditos es aumentar la responsabilidad que ya tienen sobre sus espaldas e intensificar las situaciones de abuso que se mantienen en muchas sociedades sobre todas ellas, en tanto que son las que con su esfuerzo, trabajo y preocupación vienen luchando por mantener a sus familiares. Para muchas mujeres, asumir microcréditos supone por tanto una sobrecarga en sus ocupaciones domésticas, ya de por sí enormes, elevando las tensiones en el cuidado y la educación de sus hijos, algo que siempre recae únicamente sobre sus espaldas, y convirtiéndolas en endeudadas simplemente para alimentar, cuidar, alojar, educar y vestirse a ellas mismas, a su descendencia, a sus parejas, maridos, esposos, e incluso a su familia o a la de su compañero. En los escasos estudios existentes sobre los microcréditos, dos elementos se ponen de manifiesto con rotundidad al analizar su impacto sobre las mujeres. El primero desmantela el mito de que sean efectivamente gestionados por las propias mujeres, ya que en una proporción muy alta de casos, son las mujeres las solicitantes (porque tienen mayor facilidad para acceder a microcréditos, al ser ellas las que van a trabajar para su devolución y porque son mucho más responsables que los hombres para afrontar las deudas asumidas), mientras que en realidad son los hombres quienes deciden directamente sobre su empleo y gestión. (ver los datos procedentes del Grammeen Bank). El segundo, señala que estos créditos aumentan la situación de angustia, de sumisión, el esfuerzo y las jornadas de trabajo ya de por sí extremas que tienen las mujeres para salir adelante ellas mismas y sus familias.
Buena parte de los microcréditos otorgados a las mujeres de escasos recursos suponen una extensión más de sus actividades domésticas y familiares, lo que se refleja en la naturaleza de los proyectos puestos en marcha por ellas, esencialmente vinculados a la cocina, la costura y las labores del hogar. Así, los informes de Pronafim, una conocida IMF mexicana, señalan que el 85% de las personas beneficiarias de sus programas responden a este perfil, obteniendo cantidades que oscilan entre los 500 a los 20.000 pesos. Las autoridades mexicanas han repetido una y otra vez que sus microcréditos han sacado de la pobreza a todas las mujeres que los solicitaron. Así, el Presidente mexicano, Vicente Fox, ante la Cumbre Mundial de Microcréditos, celebrada en Nueva York en el mes de noviembre de 2002, afirmó con rotundidad que los microcréditos habían reducido en un 3% la pobreza en México, gracias a los microchangarros financiados por su Pronafim. Sin embargo, economistas prestigiosos como Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México, aseguró justo lo contrario. Analizando datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza y la indigencia en México aumentó de forma considerable en esos años.
5. Los microcréditos son tan buenos que su morosidad es bajísima, demostrando con ello que los pobres siempre pagan
El argumento tiene una importante carga de desfachatez. Por un lado, trata de atribuir valores positivos en los pobres, no como personas, no por sus potencialidades, sino por su condición de clientes de las entidades financieras con las que asumen responsablemente sus deudas. Si tan buenos son estos pobres pobres, no se entiende por tanto la razón de que las instituciones financieras y bancarias tradicionales hayan dejado siempre fuera a estos sectores del acceso al crédito y a la financiación. Al mismo tiempo, parece defenderse que los pobres tienen que pagar siempre, porque además de pobres se les exigen unos valores morales muy superiores a los del resto de la población, mientras que a los no pobres (se supone por tanto que a los ricos) se les permite no ser tan buenos pagadores ya que sus muchas ocupaciones y sus abundantes bienes patrimoniales les eximen de estas exigencias. Este principio enlaza con algunos de los argumentos más escandalosos defendidos por los ideólogos del neoliberalismo como el que las pérdidas tienen siempre que socializarse y ser asumidas por el Estado, mientras que los beneficios son siempre privados y propiedad de empresarios e inversores.
Por otra parte, la eficacia de un programa basado en microcréditos no debería sustentarse esencialmente en el índice de devolución, sino en su capacidad para mejorar la vida de sus destinatarios. Cuando se antepone la rentabilidad a la capacidad de transformación social, se deja bien claro cual es el principio que orienta el uso de los microcréditos por sus defensores. Sin embargo, en algunos de los escasos informes existentes se ponen de manifiesto datos que contradirían este manido argumento. De hecho, el propio Grameen Bank, en cuyos informes y discursos oficiales declara una tasa de devolución del 98%, algunos de sus informes evidencian que un 25% de los clientes de este Banco no logra nunca devolver sus créditos.
6. Los microcréditos convierten a los pobres en responsables de su propio desarrollo
El desarrollo básico de las personas, estén donde estén, vivan donde vivan, debe estar asegurado por los Estados y en caso de no ser posible, por la comunidad internacional. Este es un principio que orientó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que parte de la consideración de unos derechos básicos y una dignidad inherente a toda persona por el solo hecho de serlo. El argumento de que los pobres deben de ser responsables de su desarrollo traslada esta responsabilidad a cada sujeto, haciéndole culpable de su supervivencia y de salir adelante, anulando de esta forma el papel que Estados, gobiernos y la comunidad internacional tienen en el desarrollo de los más pobres. La solidaridad y responsabilidad internacional se transforma así en individualismo y privatismo, en definitiva, se asciende un peldaño más hacia la construcción de sociedades abandonadas a un liberalismo salvaje y depredador.
7. Los microcréditos elevan automáticamente la dignidad de quienes los solicitan
Esta afirmación es tan inconsistente como absurda. La dignidad humana no puede medirse en función de los créditos que se tienen contraídos, sino desde la capacidad que las personas tienen en vivir de forma autosuficiente, teniendo garantizadas sus necesidades básicas y pudiendo ejercer sus derechos más elementales. Con mayor motivo si hablamos de personas que viven de forma paupérrima, sin tener cubiertas las necesidades básicas y viendo día a día como la familia y los hijos carecen de cuestiones básicas para su supervivencia. Así las cosas, la dignidad de los pobres se elevará automáticamente cuando dejen de serlo y puedan a partir de entonces elegir libremente su destino. Es como decir que los pobres dejan de serlo en tanto que son “clientes bancarios” y que la dignidad de las personas se restringe a simples intercambios económicos y monetarios impuestos por el mercado.
8. Los microcréditos y el acceso a los mismos deben ser un derecho humano básico
Son otros muchos los derechos humanos básicos que la comunidad internacional ha ido proclamando en las últimas décadas, y algunos de ellos tienen que ver precisamente con la cobertura de las necesidades básicas y el ejercicio de sus libertades. Anteponer todos ellos a la capacidad de endeudarse es frivolizar sobre los derechos humanos elementales, ignorar la importancia de acceso a todos ellos y que puedan ser garantizados por la comunidad internacional, al tiempo que se desvía la atención sobre sus incumplimientos, así como por las violaciones y vulneraciones que se vienen cometiendo. Bajo ningún concepto el derecho al crédito puede considerarse a la misma altura de otras cuestiones esenciales para la simple supervivencia de las personas o incluso por delante de su propia libertad, y quienes así lo hacen tratan de trasladar una idea esencialmente capitalista de la humanidad por la cual la única libertad está en el dinero.
9. Los microcréditos constituyen el mejor instrumento de la cooperación internacional y son una herramienta que ha revolucionado la ayuda al desarrollo
Esta afirmación es tan inconsistente como poco fundamentada, ya que hasta la fecha no existe un solo estudio, análisis o investigación empírica que demuestre en un solo país una mejora sustancial en el desarrollo de amplios grupos de la población. Todo ello ha sido sustituido por discursos, soflamas y declaraciones rimbombantes que tratan de situar como verdad de fe algo que no supera esta simple consideración.
Por otra parte, los defensores de este argumento tratan de minusvalorar y descalificar las políticas de solidaridad mundiales y con ello, las responsabilidades de los países ricos en esta materia. El dato más elocuente que demuestra la inexactitud de esta afirmación es que a pesar de las tres décadas de existencia de los microcréditos, los niveles de pobreza y subdesarrollo en el mundo no han disminuido, ni a nivel mundial ni en los países donde han tenido su máximo apogeo.
No debemos olvidar que las políticas de cooperación son también políticas de compensación que tratan de transferir una pequeñísima parte de los gigantescos recursos de los países ricos hacia los países pobres, en la medida que un mundo globalizado como el nuestro consolida espacios de riqueza y acumulación en los países occidentales, cimentados desde una posición de preeminencia basada en una estrategia histórica de expansión hacia los países del Sur como nuevos espacios para la producción, la inversión y el consumo. Sin embargo, estos mismos países subdesarrollados, con excedentes de mano de obra, no han visto normas similares para favorecer la movilidad de sus ciudadanos hacia los países occidentales o mejorar su desarrollo, o diversificar su producción basada habitualmente en la exportación de materias primas. El proceso de globalización aumenta aún más esta situación tan desigual, impidiendo con ello que los países en desarrollo puedan captar recursos para impulsar inversiones y generar así nuevas capacidades productivas. En lugar de ello, son cada vez más dependientes de capital, de inversiones, de tecnología y de conocimiento de los países industrializados. La cooperación para el desarrollo debe entenderse así desde esta compensación necesaria, y todo aquello que incida en deslegitimar, erosionar y cuestionar estas políticas debilita también las políticas de solidaridad y nuestro compromiso con los más pobres.
10. El acceso al microcrédito debe ser una de las prioridades para alcanzar el logro de los Objetivos del Desarrollo del Milenio
En el año 2000, los líderes de los países occidentales acordaron solemnemente fijarse una serie de objetivos en materia de desarrollo humano esencial que permitiera reducir a la mitad en el año 2015 la pobreza en el mundo, actuando especialmente sobre la educación básica, las enfermedades endémicas y la malnutrición, con una intervención muy contundente sobre todo el continente africano. Todo ello se recogió de forma pomposa en los llamados Objetivos del Milenio, que no eran sino una nueva reducción en el avance hacia los objetivos mundiales de desarrollo que en cumbres y conferencias mundiales se han venido acordando en décadas anteriores y que han sido sistemáticamente incumplidos. A cinco años del acuerdo, y cuando los países occidentales deben evaluar el avance conseguido en este lustro, los datos recogidos en un informe recientemente elaborado por la ONU no pueden ser más desalentadores, constatando la ausencia de voluntad política y la carencia deliberada de medios económicos para abordar una vez más los compromisos anunciados a los cuatro vientos por los países ricos, mientras los volúmenes de ayuda siguen descendiendo a nivel mundial y las nuevas prioridades en torno a la lucha contra el terrorismo y la seguridad están desviando grandes cantidades de recursos hacia estos fines. Al mismo tiempo, las prioridades económicas y comerciales están cobrando un nuevo vigor en las políticas de cooperación y ayuda, como lo demuestra la actuación de la comunidad internacional (basta con observar el papel de España) ante el desastre del sudeste asiático con motivo del tsunami que asoló la región y la primacía de créditos comerciales en las ayudas ofrecidas.
No puede negarse que el desarrollo no depende tan solo de lo que aporten los países donantes, sino muy especialmente de la disposición y el esfuerzo de los países pobres para mejorar las condiciones de vida en sus países, emprender amplias reformas que profundicen en la democracia, reduzcan las enormes diferencias de acceso a la riqueza y permitan el acceso a bienes básicos como salud, educación básica, la propiedad y explotación de la tierra así como la construcción de infraestructuras básicas, la mejora en el funcionamiento de los mercados, y el fortalecimiento de unos menguados Estados con frecuencia ineficientes y corruptos. Sin embargo, la globalización avanza sobre unas reglas tan injustas en la economía, el comercio, las finanzas, las tecnologías y el conocimiento que día a día se agranda aún más la gigantesca brecha que ya existe entre unos países y otros.
Ante este escenario, los microcréditos tienen un papel absolutamente residual de cara a dar respuesta a los compromisos asumidos por los gobernantes mundiales y conseguir que éstos sean llevados a cabo. Estamos ante acuerdos mundiales de naturaleza política, que tienen que tener respuestas de carácter político en cada uno de los Estados firmantes y por parte de cada uno de sus dirigentes políticos. Sostener que los microcréditos van a ser la panacea para la consecución de los Objetivos del Milenio significa desconocer el significado de este acuerdo y ofrecer excusas para su incumplimiento, en mayor medida cuando los microcréditos poco pueden hacer para incidir en el avance de la educación básica entre los niños, la erradicación de enfermedades parasitarias como la malaria o epidemias como el SIDA, proporcionar agua potable o atención sanitaria elemental a aquellas poblaciones que carecen de ello. Basta con contemplar los llamados Objetivos del Milenio asumidos por la comunidad internacional para comprender la inadecuación de un instrumento crediticio como el que analizamos.
Algunas reflexiones finales
Sin duda, el movimiento que se está desplegando alrededor de los microcréditos supone un paso más en la expansión del capitalismo global. En este caso, el proceso tiene la virtualidad de dirigirse hacia los sectores más pobres y vulnerables, habitualmente alejados de la globalización neoliberal al no ser potencialmente atractivos para las corporaciones empresariales y financieras, introduciéndoles en la bancarización a través de un producto diseñado específicamente para ellos.
Los microcréditos se nos presentan como instrumentos repletos de virtudes y de éxitos a pesar de que todo ello está aún por demostrar. Su pretendida capacidad instrumental para eliminar la pobreza parece más encaminada a vaciar las responsabilidades políticas e institucionales que existen en su mantenimiento que en ofrecer transformaciones sustanciales que mejoren el acceso a bienes públicos globales por parte de los más desfavorecidos y aumenten el compromiso activo de los gobiernos y países más ricos con su eliminación. Al mismo tiempo, la simple referencia a este instrumento parece avalar cualquier política, actuación o programa, por contrapuesto que pueda ser, llegándose incluso a ofrecer como políticas de codesarrollo programas de microcréditos de difícil acceso para sus destinatarios y a los que se quiere endeudar por años para obligarles a retornar a sus países, algo está siendo ofrecido como tal por algunas ONG y siendo financiado por determinadas instituciones públicas.
Cierto es que el mayor éxito de los microcréditos se ha situado, hasta la fecha, en la articulación de propuestas alternativas que permitan proporcionar mecanismos financieros nuevos a disposición de los sectores más desfavorecidos y en los países del Sur. Sin embargo, es necesario todavía un trabajo mucho mayor en la puesta en marcha de fórmulas solidarias, avanzadas y capaces realmente de apoyar a sectores alejados del acceso a la financiación, sin la gravosa carga de la deuda que estos grupos sociales no pueden asumir como una nueva y pesada losa en su ya esforzada vida.
Por el contrario, buena parte de los microcréditos se han diseñado como instrumentos de un mercado neoliberal y global, avanzado hacia instrumentos pensados por y para los ricos, capaces de generar espacios clientelares, de dependencia y control sobre grupos vulnerables; como fórmulas nuevas de financiación para ONG y grupos de poder que vacían toda la carga de injusticia e iniquidad que rodea la existencia de la gigantesca pobreza que se mantiene en buena parte de la humanidad hoy día; convirtiendo a estos sectores marginales en culpables de su situación por no haberse entregado en manos de un capitalismo global que sustituye a las personas por endeudados, generando una espiral de darwinismo social que lleva a suponer que todo aquel que mantiene su situación de pobreza es porque quiere al no haber solicitado un crédito. Tampoco pueden dejarse de lado las tramas de dependencia y control que se tejen sobre la población solicitante de estos “nanocréditos”, especialmente por las IMF y las ONG, para asegurarse el pago de las deudas, llegando desarrollar pautas de control y seguimiento de las familias absolutamente intolerables.
Posiblemente tengan que explorarse nuevas fórmulas de economía social, formas comunales de producción, sistemas avanzados de cooperativas y sociedades productivas, medidas para fomentar empleo público desde las administraciones descentralizadas y desde aldeas y núcleos rurales. En definitiva, fórmulas nuevas para generar riqueza y desarrollo que no pasen necesariamente por el endeudamiento y el empobrecimiento generalizado como único designio hacia el que todos avanzamos irremediablemente.
 Carlos Gómez Gil.

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*Carlos Gómez Gil es Doctor en Sociología, profesor en el Departamento de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante, Director de Seminario Permanente de Inmigración de la Sede Universitaria “Ciudad de Alicante” de esta Universidad y coordinador del área de cooperación internacional de BAKEAZ. Este artículo forma parte de un trabajo más amplio publicado por el Ayuntamiento de Córdoba, con el título “Los microcréditos en la cooperación para el desarrollo”. Una versión más reducida del mismo ha sido publicada en el nº 19 de la edición impresa de Pueblos, diciembre de 2005, pp. 56-58.

viernes, 21 de octubre de 2011

EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS, DETONANTE DE LAS REBELIONES.

LA CRISIS DE LOS ALIMENTOS GOLPEA DE NUEVO
tomado de bolentin cipamericas.org
Por Esther Vivas

La amenaza de una nueva crisis alimentaria es ya una realidad. El precio de los alimentos ha vuelto a aumentar alcanzando cifras récord, en una escalada creciente y consecutiva de precios desde hace ocho meses, según informa el Índice de la FAO para los Precios de los Alimentos de febrero de 2011, que analiza mensualmente los precios a escala global de una cesta formada por cereales, oleaginosas, lácteos, carne y azúcar. El Índice apunta a un nuevo máximo histórico, el más elevado desde que la FAO empezó a estudiar los precios alimentarios en 1990.
Este aumento del coste de la comida, sobre todo de los cereales básicos, tiene graves consecuencias para los países del Sur con bajos ingresos y dependencia de la importación alimentaria así como para millones de familias, en estos países, que destinan entre un 50 y un 60% de sus ingresos a la compra de alimentos, cifra que puede llegar hasta un 80% en los países más pobres. En estos casos, el aumento del precio de los productos alimentarios los convierte en inaccesibles.
Nos volvemos a acercar a la cifra de mil millones de personas, una de cada seis en el planeta, que hoy no tienen acceso a la comida. El propio presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, lo dejaba claro al afirmar que la actual crisis alimentaria había hecho aumentar en 44 millones el número de personas que padecen hambre crónica. Hay que tener en cuenta que en el año 2009 ya se superó esta cifra, llegando a los 1.023 millones de personas subnutridas en todo el planeta, cifra que se redujo levemente en 2010, pero sin regresar a los índices anteriores a la crisis alimentaria y económica de 2008 y 2009.
La presente crisis se da en un contexto de abundancia de alimentos. La producción de comida se ha multiplicado por tres desde los años 60, mientras que la población mundial tan sólo se ha duplicado desde entonces. Por lo tanto, de comida hay. No se trata de un problema de producción sino de un problema de acceso a los alimentos, a diferencia de lo que puedan afirmar las instituciones internacionales (FAO, BM, OMC), que instan a aumentar la producción a través de una nueva revolución verde, la cual no haría más que agravar la crisis alimentaria, social y ecológica que enfrentamos.
Las revueltas populares
Las revueltas populares en el Norte de África y en Oriente Medio tuvieron entre sus múltiples detonantes la escalada del precio de los alimentos. En diciembre de 2010, en Túnez, las capas más pobres de la población ocupaban la primera línea del conflicto exigiendo, entre otros, acceso a la comida.
En enero de 2011, jóvenes manifestantes en Argelia cortaban carreteras, quemaban tiendas y atacaban estaciones de policía para protestar por el aumento del precio de los productos básicos. Casos similares se han vivido en Jordania, Sudán y Yemen. Y no debemos olvidar que Egipto es el primer importador de trigo del planeta, dependiente de la importación alimentaria.
Evidentemente a este malestar hay que añadir otros: altas tasas de desempleo, falta de libertades democráticas, corrupción, déficit de viviendas y servicios básicos, etc. que constituyeron el núcleo duro de las revueltas. De todos modos, la subida del precio de los alimentos fue uno de los detonantes iniciales.
Una causa central
Pero, ¿cuáles han sido las causas de este nuevo aumento del coste de la comida? A pesar de que instituciones internacionales y expertos en la materia han señalado varios elementos como: fenómenos meteorológicos que habrían afectado a las cosechas en países productores, el aumento de la demanda en países emergentes, la especulación financiera, la creciente producción de agrocombustibles, entre otros; varios indicios apuntan a la especulación con las materias primas alimentarias como una de las razones principales de la escalada del precio de la comida.
De hecho, en el periodo 2007 y 2008 ya se vivió una crisis alimentaria profunda, con una subida del precio de los cereales como el trigo, la soja y el arroz, de un 130%, un 87% y un 74% respectivamente. Entonces, como hoy, diferentes fueron las causas indicadas, aunque destacaban el aumento de la producción en agrocombustibles y las crecientes inversiones especulativas en los mercados de futuros alimentarios. Pero este aumento del precio de la comida se estancó el año 2009, en parte, probablemente, debido a la crisis económica y la disminución de la especulación financiera.
A mediados de 2010, una vez apaciguados los mercados financieros internacionales, y con cuantiosas sumas públicas inyectadas a la banca privada, la especulación alimentaria golpeaba de nuevo y el precio de los alimentos volvía a subir. Para “salvar a la banca”, tras el estallido de la crisis financiera de 2008-2009, se calcula que los gobiernos de los países ricos aportaron un total de 20 billones de dólares para apuntalar al sistema bancario y rebajar las tasas de interés.
Con esta entrada de dinero, los especuladores se vieron incentivados para pedir nuevos préstamos y comprar mercancías que previsiblemente aumentarían rápidamente de valor. Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, etc. que causaron la crisis de las hipotecas subprime son, actualmente, los responsables de la especulación con las materias primas y el aumento del precio de la comida, aprovechándose de unos mercados globales de mercancías profundamente desregularizados.
La crisis alimentaria está íntimamente ligada a la crisis económica y a la lógica de un sistema que promueve, por ejemplo, unos planes de rescate en Grecia y en Irlanda, supeditando la soberanía de estos países a las instituciones internacionales como se supedita la soberanía alimentaria de los pueblos a los intereses del mercado.
Garantía o negocio
De hecho, siempre se ha dado una cierta especulación con el precio de los alimentos y esta lógica impera en el funcionamiento de los mercados de futuros, que, tal y como los conocemos actualmente, datan de mediados del siglo XIX, cuando empezaron a funcionar en Estados Unidos. Estos son acuerdos legales estandarizados para hacer transacciones de mercancías físicas en un tiempo futuro establecido previamente y han sido un mecanismo para garantizar un precio mínimo al productor ante las oscilaciones del mercado.
Para explicarlo en pocas palabras: el campesino vende a un comerciante la producción antes de la cosecha para protegerse de las inclemencias del tiempo, por ejemplo, y garantizarse un precio a futuro. El comerciante, por su parte, también, se beneficia. El año en que la cosecha va mal, el campesino obtiene buenos ingresos, y cuando la cosecha es óptima, el comerciante aún se beneficia más.
En la actualidad, este mismo mecanismo es empleado por los especuladores para hacer negocio aprovechando la desregulación de los mercados de materias primas, que fue impulsada a mediados de los años 90 en Estados Unidos y Gran Bretaña por bancos, políticos partidarios del libre mercado y fondos de alto riesgo, en el marco del proceso de desregulación de la economía mundial. Los contratos para comprar y vender comida se convirtieron en “derivados” que podían comercializarse independientemente de las transacciones agrícolas reales. Nacía, pues, un nuevo negocio: la especulación alimentaria.
Los especuladores, hoy, son quienes tienen más peso en los mercados de futuros, a pesar de que sus transacciones de compra y venta no tienen nada que ver con la oferta y la demanda real. En palabras de Mike Masters, gerente de Masters Capital Management, si en 1998 la inversión financiera con carácter especulativo en el sector agrícola era de un 25%, actualmente ésta se sitúa alrededor de un 75%. Estas transacciones se llevan a cabo en las bolsas de valores, la más importante de las cuales, a nivel mundial, es la bolsa de comercio de Chicago, mientras que en Europa los alimentos y las materias primas se comercializan en las bolsas de futuros de Londres, París, Ámsterdam y Frankfurt.
Un “depósito 100% natural”
El 2006/2007, inversores institucionales como bancos, compañías de seguros, fondos de inversión, entre otros, tras la caída del mercado de créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos, buscaron lugares más seguros y con mayor rentabilidad, como las materias primas y los alimentos, dónde invertir su dinero. En la medida en que el precio de la comida subía, aumentaban las inversiones en los mercados de futuros de alimentos, empujando el precio de los granos al alza y empeorando la inflación en el precio de la comida.
En Alemania, el Deutsche Bank anunciaba ganancias fáciles si se invertía en productos agrícolas en auge. Y negocios similares proponía otro de los principales bancos europeos, el BNP Paribas. Catalunya Caixa, antigua Caixa Catalunya, instaba, este enero de 2011, a sus clientes a invertir en materias primas bajo el lema “depósito 100% natural”.
¿Y qué ofrecía? Una garantía del 100% del capital con posibilidad de obtener una rentabilidad de hasta el 7% anual. Y ¿cómo? En función, como indicaba en su publicidad, de “la evolución del rendimiento de tres materias primas alimentarias: azúcar, café y maíz”. Para dar garantías de la alta rentabilidad, la publicidad no dudaba en señalar como la cotización de estos tres productos, los últimos meses, había aumentado en un 61%, un 34% y un 38% respectivamente, debido a “la demanda creciente que va a un ritmo superior a la producción “,” por el incremento de la población mundial “y” su uso en agrocombustibles”.
Catalunya Caixa, pero, obviaba una información importante: la especulación alimentaria, que tan buenos réditos económicos da, aumenta el precio de los alimentos, los hace inaccesibles a amplias capas de población en países del Sur global y condena al hambre, a la miseria y a la muerte a miles de personas en estos países.

Dependencia del petróleo

Otro elemento que agudiza la crisis alimentaria es la fuerte dependencia del petróleo del actual modelo de producción y distribución de alimentos. De hecho, el aumento del precio del petróleo repercute directamente en una subida similar del coste de los alimentos básicos. En 2007 y 2008 tanto el precio del petróleo como el de los alimentos alcanzaron cifras récord. Entre julio de 2007 y junio de 2008, el petróleo crudo pasó de 75 dólares el barril a 140 dólares, mientras que el precio de los alimentos básicos aumentaba de 160 dólares a 225 dólares, según el Índice de la FAO para los Precios de los Alimentos.
Y es que la agricultura y la alimentación son cada día más ‘petrodependientes’. Después de la 2ª Guerra Mundial y con la revolución verde, en los años 60 y 70, y con el supuesto de aumentar la producción, se apostó por un modelo de agricultura industrial e intensivo. El sistema agrícola y alimentario actual, con alimentos que recorren miles de kilómetros antes de llegar a nuestra mesa, con el uso de intensivo de maquinaria agrícola, de químicos, pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales no subsistiría sin el petróleo.
El aumento del precio del petróleo así como la estrategia de diferentes gobiernos para combatir el cambio climático ha conducido, también, a una creciente inversión en la producción de combustibles alternativos, agrocombustibles, como el biodiesel y/o el bioetanol, elaborados a partir de azúcar, maíz u otros. Pero esta producción ha entrado en competencia directa con la producción de alimentos para el consumo siendo otra de las causas del aumento del precio de los alimentos.
El mismo Banco Mundial reconocía que cuando el precio del petróleo sobrepasa los 50 dólares por barril, entonces un 1% de incremento de su precio supone un 0.9% de aumento del precio del maíz, ya que “por cada dólar que el precio del petróleo aumenta la rentabilidad del etanol y, consecuentemente, la demanda de maíz para su elaboración también crece”.
Desde el año 2004, 2/3 del aumento de la producción mundial de maíz fueron destinadas a satisfacer la demanda norteamericana de agrocombustibles. En el año 2010, el 35% de la cosecha de maíz de Estados Unidos, que significa un 14% de la producción de maíz mundial, fue utilizada para producir etanol. Y esta tendencia va al alza.
Pero más allá de una serie de causas como la especulación alimentaria y el aumento del precio del petróleo que repercute en una creciente inversión en agrocombustibles, provocando una competencia entre la producción de cereales para el consumo o para la automoción, nos encontramos ante un sistema agroalimentario profundamente vulnerable y en manos del mercado. La creciente liberalización del sector en las últimas décadas, la privatización de bienes naturales (agua, tierra, semillas), la imposición de un modelo de comercio internacional al servicio de los intereses privados, etc. nos ha conducido a esta situación.
Mientras la agricultura y la alimentación sigan siendo consideradas una mercancía en manos del mejor postor, y los intereses empresariales prevalezcan por encima de las necesidades alimentarias y los límites del planeta, nuestra seguridad alimentaria y el bienestar de la tierra no estarán garantizados.

Esther Vivas es miembro del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona). Es autora de “En pie contra la deuda externa” (El Viejo Topo, 2008) entre otras publicaciones, y colaboradora con el Programa de las Américas www.cipamericas.org/es. Este artículo fue publicado originalmente en La Directa.

HISTORIA AMERICANA "XBIMBO" : el osito tiene un sueño americano.

La adquisición de Sara Lee por parte de Grupo Bimbo parece un nuevo intento por consolidar a la panificadora en el mercado más grande del mundo, y en uno donde sus anteriores acometidas para conquistarlo han quedado algo limitadas.

Bimbo arribó a Estados Unidos en los 80, con la venta de pan y tortillas entre hispanos de estados sureños, después adquirió empresas menores. El primer gran salto fue en 2002, con la compra de marcas y activos de Weston Foods (WF) en la costa oeste en 610 mdd. Pero las dificultades de Bimbo para ajustar sus productos a los hábitos de los estadounidenses, empujados por la dieta Atkins a alejarse de las harinas, y un complicado proceso de implementación de sistemas ERP (para la planeación de los recursos de la empresa) en la sede corporativa en México, retrasaron hasta 2005 la obtención de resultados positivos.
El mexicano Grupo Bimbo, uno de los mayores productores mundiales de pan, reportó un descenso del 12% de su utilidad neta del segundo trimestre de este año a 1,254 millones de pesos (97 millones de dólares).
La gigante panificadora mexicana, cuyo mercado nacional se extiende a cada rincón del territorio, genera de nuevo escepticismo entre algunos analistas, y su historia en el país vecino no se puede denominar como la del "american dream".

BIMBO LLEVO LA TORTILLA BAJO EL BRAZO

Bimbo Bakeries USA estableció sus oficinas generales en el centro de Fort Worth en 1998, cuando Grupo Bimbo adquirió la panificadora "Mrs Baird"s Bakeries" que tenía su sede en esa ciudad.

En 2002, Bimbo pagó a George Weston Ltd. 610 millones de dólares por su marca Oroweat y sus panaderías en Texas, Colorado, California y Oregon, además de su sistema de distribución directa a establecimientos con más de 1,300 rutas.
La filial decidió mudar sus oficinas generales a Horsham, Pensilvania, el 3 de marzo de 2009.
Horsham, un suburbio de Filadelfia, sirvió de sede para la división estadounidense de la panificadora canadiense George Weston Bakeries antes de que esta fuera adquirida por Grupo Bimbo el 21 de enero de 2009 por 2,380 millones de dólares.

CON WONDER NO SE PUDO

Grupo Bimbo fracasó en su intento por adquirir a la estadounidense Interstate Bakeries Corporation (IBC), propietaria de la marca Wonder.

"Actualmente no esta en posición de presentar propuesta alguna para adquirir IBC", dijo Bimbo en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el 13 de diciembre del 2007.
Bimbo, que maneja en México la marca Wonder, buscaba ampliar sus ventas en Estados Unidos y con IBC prácticamente las triplicaría.

SU PRIMER PASO DE GIGANTE EN USA.

Bimbo concretó la adquisición de Weston Foods a principios del 2009 con la intención de ‘hornear' a la mayor panificadora del mundo, según mencionó entonces su presidente Daniel Servitje.

El grupo mexicano esperaba con este movimiento diversificar sus ingresos al lograr una cobertura nacional en Estados Unidos, con lo que las ventas de la compañía en ese país alcanzarían el 40%, duplicando las operaciones que tenía a esa fecha, que eran del 22%.
"Es la jugada indicada, es una adquisición muy atractiva en un sector defensivo dentro de un ambiente de recesión económica... integramos a Grupo Bimbo, a la joya de la corona, en Estados Unidos", dijo Servitje en una conferencia de prensa el 12 de octubre de 2008.

LA BUROCRACIA BAJACALIFORNIANA, METE EN PROBLEMAS A BIMBO

Las autoridades laborales de California multaron por más de 230,000 dólares a tres plantas de Bimbo ubicadas en este estado, por falta de seguridad laboral, ante accidentes que causaron amputaciones a trabajadores.

La oficina de Seguridad y Salud Ocupacional de California (CalOsha) informó este viernes que sus inspectores encontraron que Bimbo cometió unas 20 violaciones en sus plantas procesadoras en las áreas de San Diego, Los Ángeles y San Francisco.
"Creemos que hay problemas sistemáticos que han resultado en que numerosos trabajadores sufran amputaciones debido a equipo sin provisiones", informó el director de CalOsha, Len Welsh, el 2 de abril del 2010
El funcionario no especificó el tipo o gravedad de amputaciones.

BARCEL CON BIMBO

Grupo Bimbo llegó a un acuerdo para adquirir los principales activos del grupo mexicano de confitería Dulces Vero, anunció la empresa panificadora este miércoles en un comunicado, el 23 de junio.

El fabricante de pan ofrece al mercado botanas y dulces con el apoyo de su subsidiaria Barcel que, a su vez, maneja la línea de chocolates y chicles Ricolino. Estos productos complementarán el portafolio de Barcel en el mercado hispano de Estados Unidos.
Con información de CNNExpansión.com.
Con información de Notimex.
Con información de José Manuel Martínez.
Con información de Expansión y Reuters.

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