Por: John S. Wilson
TOMADO DE CNN-EXPANSIÓN.COM
El
sistema operativo para móviles de Google, Android, es el nuevo Linux: abierto,
libre (al margen de las cuestiones de patentes) y es sólo una utilidad. Es
completamente inútil como una marca en la que se pueda construir. Por desgracia
para Google, Android significa diferentes cosas para diferentes empresas. Para
HTC y Samsung, está empezando a ser un lío de patentes. Y para
Amazon, es sólo una capa personalizable que ni siquiera merece tener una marca,
reconocimiento o apoyo universal. Y en última instancia, ello significará la
caída de Android en la irrelevancia.
Android, basado originalmente en un kernel de
Linux y respaldado por 84 socios de hardware y software como
parte de la Alianza Open Handset, fue concebido inicialmente para ser el
próximo estándar móvil abierto. Google presumía -y con razón- que si fueran
capaces de lograr un consenso en la industria, habría menos problemas de
compatibilidad, más ventas, y una probabilidad mucho mayor de éxito a largo
plazo. Bueno, una de tres no está mal.
Las ventas no se pueden discutir. De acuerdo con el último reporte de la
firma de investigación Nielsen, Android representa una participación del 43%
del mercado de smartphones. Y la reciente adquisición de Motorola Mobility (MMI) por parte de Google
ha llevado a muchos analistas a creer que Google le está diciendo al mundo dos
cosas fundamentales: (1) estamos apostando todo a Android, y (2) asegurar más
patentes ayudará a reforzar a Android ante las demandas de patentes. Pero
también mostró una debilidad importante. "La compra de MMI es el resultado
de errores de cálculo de Google acerca de la forma en que el valor es capturado
en la computación móvil. Estos errores estratégicos colocaron a Google en una
posición de debilidad y lo obligaron a una maniobra costosa y
desesperada", dijo Horace Dediu, un
destacado analista de la industria móvil.
Es apropiado que Android haya nacido a partir de
Linux. Durante mucho tiempo considerada la 'joya de la corona' del enfoque de software
abierto, Linux es un sistema operativo totalmente gratuito,
cuyo código fuente puede ser modificado a voluntad y ser regalado o vendido.
Los fanáticos afirmaban que iba a introducir una nueva era de la computación de
escritorio y vencería a Microsoft en los años 80. Por supuesto, eso no ocurrió.
En caso de que no te hayas enterado: Microsoft llegó a tener algo de éxito, y Linux
fue casi totalmente destinado a los servidores, donde reside mayormente en la
actualidad. De hecho, las ventajas competitivas que Linux tenía sobre otros
sistemas operativos -de uso gratuito, fácil y legalmente modificable; y que
funciona en casi cualquier dispositivo- lo llevaron a ser relegado a sólo una
utilidad para ser manipulada al gusto de cualquier fabricante, y una marca aún
más pequeña de identidad entre los consumidores en general. Resultó que a las
personas no les importaba si su sistema operativo era abierto o no: simplemente
querían que funcionara bien.
Android va en la misma dirección. La fragmentación
es un gran problema (que Google ha reconocido). Debido a que muchos socios
están utilizando diferentes versiones de Android, que actualizan cuando lo
consideran necesario (en lugar de seguir un calendario unificado) y,
naturalmente, que tienen limitaciones de hardware diferentes, el Android
que los desarrolladores esperan no es necesariamente el que sus aplicaciones
pueden ejecutar bien. Una encuesta reciente a 250
desarrolladores de Android encontró que 86% estaban preocupados por la
fragmentación, y 56% dijo que era un problema significativo o 'enorme', lo que
representa un aumento frente a los 3 meses previos.
Si eso no fuera suficientemente malo, la nueva tablet
de Amazon, Kindle Fire, que está basada en Android
-aunque te será muy difícil reconocerlo- no soportará oficialmente aplicaciones
de Android fuera de la App Store de Amazon. Es el equivalente a comprar una PC
con Windows en Best Buy y no ser capaz de usar Excel a no ser que, por supuesto
-lo adivinaste-, el Excel también fuera comprado en Best Buy. No culpo a Amazon
por esto. En realidad, es un golpe de genialidad que garantiza que los usuarios
de la Kindle Fire sólo van a comprar sus aplicaciones en Amazon. Los
usuarios -o detractores- pueden culpar justo a quien lo merece: a Google. Al
volver Android tan abierto como para convertirse en una utilidad menos
identificada por la marca, libre de ser consumida, modificada, reinventada y
carente de la ventaja competitiva con la que nació - a saber, la apertura-,
Google ha abierto la caja de Pandora.
Y ¿qué espera en el interior de esta caja? En un
intento de 'facilitar' la navegación web en la Fire, Amazon ha decidido almacenar un pre-caché de la
navegación web del usuario; es decir, utilizar sus servidores para comunicar la
información del usuario al sitio de destino. ¿Las implicaciones? "Amazon
capturará y controlará todas las transacciones realizadas por los usuarios web
de Fire. Todas las páginas que vean, todas las ligas que sigan, cada
clic que hagan, cada anuncio que vean, va a ser intermediado por una de las
mayores granjas de servidores en el planeta", dijo el ingeniero de Apple
Chris Espinosa. ¿Qué opinas de esa apertura?
Y se pone mejor. Amazon no sólo está cambiando el
propósito de Android - de proliferar un sistema operativo móvil abierto- sino
que también está cambiando el modelo de ganancia con el que fue creado.
Espinosa continúa diciendo:
"(Amazon no) usa el navegador web de Google;
ellos pueden intermediar los clics del usuario en los resultados de búsqueda de
Google para que éste no vea el comportamiento real del usuario. El juego
completo de Google al promover Android con el fin de agregar los patrones de
comportamiento de los usuarios para venderlos a los anunciantes, es totalmente
subvertido por la intermediación de Amazon".
Google dio Android de forma gratuita porque entre
más servicios pudieran atraer a Android, más ingresos por publicidad podrían
generar. En el primer trimestre de este año, los ingresos por publicidad
representaron el 97% de las ganancias de Google (un porcentaje típico). Por lo
que Google no puede darse el lujo de que la Kindle Fire de Amazon tenga éxito. Eso no
sólo acabaría con la idea de que lo 'abierto' es el futuro del espacio móvil
tanto como Linux era el futuro del escritorio, sino que también sentaría un
precedente: aunque puede que Google necesite a Android, Android definitivamente
no necesita a Google.
* John S. Wilson es un analista de políticas de
salud y editor de Policy
Diary, un blog semanal de políticas de salud. Él puede ser
contactado en john@policydiary.com o en Twitter:
@johnswilson1.
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