sábado, 29 de enero de 2011

CINE: EL ACORAZADO POTEMKIN SIEMPRE TENDRA PUBLICO

Olga Sobolevskaya (RIA NOVOSTI)

Hace 85 años, el 18 de enero de 1926, tuvo lugar en Moscú el estreno de la famosa película de Serguei Eizenshtein, “El acorazado Potemkin”.

Esta obra, teñida de un sobrecogedor realismo, inmediatamente pasó a formar parte de los referentes del cine mundial y hasta el día de hoy sigue figurando en las listas de las mejores películas de toda la historia.

No importan los saltos que diera posteriormente el cinematógrafo, “El acorazado Potemkin” nunca ha quedado obsoleto.

Ha habido bastantes parodias de esta película épica sobre la rebelión de los marineros: así, referencias irónicas las podemos encontrar en “Los intocables de Elliot Ness” de Brian de Palma, en “Brasil” de Terry Gilliam y en “Déja vu” de Juliusz Machulski.

En 1966, Guennadi Poloka dirigió la película “El regreso del Acorazado”. Incluso en los Simpson se puede ver una parodia de la película de Eizenshtein.

Su película es lacónica y expresiva, igual que lo es el arte del cartel, su concepto es lógico e implacable, igual que un artículo de estilo publicista y de insuperable calidad, es impactante, como lo podría ser un ardiente sermón, es cruel y realista como lo son los documentales.

En opinión de Eizenshtein, el objetivo del cine era “transmitir directamente un postulado”. Y es precisamente por ello por lo que es tan difícil acabar amando esta película. Sin embargo, no se puede menos de admirar la maestría de su director que la filmó cuando tenía apenas 27 años.

Los temores de lanzar una película sin estrellas como protagonistas y sin una historia de amor resultaron completamente infundados: al día siguiente de la presentación los cines de Moscú estaban abarrotados de gente.

Y si el primer día el público era recibido por personal vestido de marineros con una enorme maqueta del acorazado expuesto enfrente del cine, a partir del día siguiente ni siquiera fue necesario.

En abril de 1926, la película viajó a Berlín para obtener un increíble éxito y protagonizar escándalos de censura. El público sufrió una conmoción cultural y Eizenshtein se convirtió en toda una celebridad.

De hecho, “El acorazado Potemkin” fue película precursora del neorealismo italiano de los años 1945-1955 con sus características historias y sus sentimientos y ambiente, sacados de la vida real.

Sin embargo, aquella tendencia cinematográfica evitó ser moralizadora. Eizenshtein, por su parte, durante el rodaje paulatinamente se alejó de su concepto preferido del “montaje de atracciones” al estilo del circo o de un musical, para acercarse al “cine de análisis”.

El cinematógrafo intelectual, entendido por Eizenshtein, sin embargo, no dejaba de ser propaganda. “El cine de análisis”, aseguraba el director, “ha de tratar temas de toque derechista, de toque izquierdista, de la dialéctica y de los métodos del bolchevismo”.

Ahora parece estar de moda dar color a las películas creadas en blanco y negro. Sin embargo, el director soviético también fue pionero en este sentido, pintando a mano de rojo la bandera, izada por los marineros sublevados en el mástil del acorazado.

La banda sonora de la película es una historia aparte, porque hubo tres variantes del acompañamiento musical. La primera versión pertenecía al compositor austríaco Edmund Meisel y, con los ruidos de la película sobrepuestos, le parecía ideal a Eizenshtein.

Al ser restaurada la película en 1976, como banda sonora se usaron las Sinfonías № 5, 8, 10 y “1905” de Dmitri Shostakóvich que le dieron al “Acorazado” un carácter infinitamente más dramático.

En 2004 y 2007 los grupos “Pet Shop Boys” y “The Sun Kings” presentaron sus versiones de la música de la película, arreglada en estilo pop.

Eizenshtein era considerado ya un director de referencia cuando no tenía ni 30 años y le empezó a seguir toda una generación de jóvenes con talento. A finales de los años 20, dictaba conferencias en Berlín, Hamburgo, Londres, Cambridge, Ámsterdam y Amberes y a principios de los años 30 pasó una temporada trabajando en Estados Unidos y México.

El rodaje de su película “Viva México” fue suspendido al ser invitado el director por José Stalin en persona a volver a la URSS. Tras su regreso, Eizenshtein dio cursos de dirección cinematográfica en el Instituto Estatal de Cinematografía.

Una de las ideas preferidas de Eizenshtein profesor era la siguiente: provocarle al espectador la reacción necesaria es para un director de cine una tarea “puramente matemática” y, por lo tanto, “para solucionarla se necesita más o menos la misma agudeza de la mente que para proyectar una edificación de hormigón”.

En 1938, vio la luz la película histórica “Alexánder Nevsky” con la música de Serguei Prokófiev y, entre 1941 y 1945, se rodó “Iván El Terrible”. Por la primera parte de esta última película a Eizenshtein le fue concedido el Premio Stalin y la segunda, sin embargo, fue prohibida y presentada solamente en 1958, mientras el rodaje de la tercera parte fue suspendido.

Según dijo otro director de referencia soviético, Mijail Romm, “a Eizenshtein le gustaba arriesgar, pero el destino no siempre le ponía a salvo”.

Hoy en día muchos directores citan el nombre de Eizenshtein como su primer maestro y los estudiantes aprenden de sus películas.

En la época del célebre director, “el joven cinematógrafo” no solía tardar mucho en formar a los cuadros que, sin embargo, brillaban como joyas. Lo curioso es que en la actualidad la industria del cine, por mucho que se empeñe, no es capaz de crear cosas tan valiosas.


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ACERCA DEL ULTIMO LIBRO DE GIOCONDA BELLI: EL PAIS DE LA UTOPIA (CONCRETADA)

Demian Paredes (LA VERDAD OBRERA-PTS. Colaboración para ARGENPRESS CULTURAL)

"Ahora o nunca, les dijo. Para cambiar las cosas de fondo, ellas necesitaban estar solas un tiempo, gobernar sin interferencias masculinas"

Gioconda Belli, El país de las mujeres

Si en la clásica obra de distopía (o antiutopía) de George Orwell, 1984, se mostraba el fracaso de la rebeldía ante una sociedad "totalitaria" -síntesis perfecta entre la burocratización "de tipo" stalinista y la "sociedad de control" norteamericana-, en el caso de El país de las mujeres, de la nicaragüense Gioconda Belli, por el contrario, encontramos una feliz utopía conquistada: las mujeres son gobierno en un país. ¿Tienen algo en común, por lo tanto, para mencionarse así, a estas dos historias juntas? Yo creo que sí: ambas hablan -obviamente por distintas vías y con distintos/opuestos resultados- de los intereses vitales del ser humano en la lucha por ampliar sus libertades esenciales…

La ucronía (el "¿qué pasaría si…?" -en este caso sin apoyarse en ningún hecho histórico como punto de partida-) en El país de las mujeres se desarrolla desde el imaginario Faguas, un país pobre de Centroamérica, donde el PIE(1) (Partido de la Izquierda Erótica) conquista la presidencia.
Haremos a continuación un comentario general sobre el contenido de la novela, con algunos señalamientos puntuales.
Un país, su realidad

Un(a) narrador(a) omnisciente relata, retrospectivamente, la trayectoria de Viviana Sansón -por cierto: todos los nombres fueron escogidos inteligentemente por la autora- y el equipo que va conformando, para llegar al gobierno del país, tras un ataque que recibe y que la deja internada en coma.

Faguas es esa clase de países "pasados de uno a otro colonizador, de la independencia a la insumisión de los caudillos, con breves períodos de revoluciones y democracias fallidas". Allí "ni la gente supuestamente educada conocía bien en qué consistía la libertad, ni mucho menos la democracia. Las leyes eran irrelevantes porque, por siglos, los leguleyos las habían manipulado a su gusto y antojo"(2).

Viviana era, antes de dedicarse a la política, reportera. En Faguas "La nota roja se había puesto de moda. Abundaban las historias de pandillas y narcotraficantes, a la par de trifulcas domésticas y abusos de menores. Las niñas de diez años que el padrastro embarazaba eran tan frecuentes como los robos y desfalcos al Estado de parte de funcionarios públicos que, en vez de ser despedidos, eran trasladados de una a otra dependencia. Ese partido es como la Iglesia, le decía su jefe, a los curas pedófilos no los echan, los trasladan para que hagan sus fechorías en otra parte"(3).

Aprovechando la anomalía de una explosión volcánica que dejó, con sus gases y extrañas sustancias, a los hombres débiles, sin testosterona, se lanza Viviana a la pelea electoral.
Campaña electoral: discusiones políticas

Viviana -con cierto prestigio ganado por sus jugadas investigaciones y denuncias periodísticas- les propone a sus compañeras Eva, Juana de Arco, Ifigenia y otras, desarrollar -ante la cuestión de que las presidentas mujeres ya existen y "no son novedad"- un "poder femenino", desde esta perspectiva: "un partido que proponga darle al país lo que una madre a un hijo, cuidarlo como una mujer cuida su casa; un partido 'maternal' que blanda las cualidades femeninas con que nos descalifican, como talentos necesarios para hacerse cargo de un país maltratado como este. En vez de tratar de demostrar que somos tan 'hombres' como cualquier macho y por eso aptas para gobernar, hacer énfasis en lo femenino, eso que normalmente ocultan, como si fuera una falla, las mujeres que aspiran al poder: la sensibilidad, la emotividad. Si hay algo que necesita este país es quién lo arrulle, quién lo mime, quién lo trate bien: una mamacita. Es el colmo, ¿verdad? ¡Hasta la palabra 'mamacita' está desprestigiada! Una palabra tan bonita. ¿Qué tal entonces si pensamos en un partido que convenza a las mujeres, que son la mayoría de votantes, de que actuando y pensando como mujeres es que vamos a salvar este país? ¿Qué tal si con nuestras artes seductoras de mujeres y madres, sin falsificarnos ni renunciar a lo que somos, les ofrecemos a los hombres ese cuido que les digo?". A lo que Eva dice: "Las feministas nos acabarían diciendo que vamos a eternizar todo lo que se piensa de las mujeres", y Viviana retruca: "Depende qué feministas. El feminismo es muy variado. El problema para mí no es lo que se piensa de las mujeres, sino lo que nosotras hemos aceptado pensar de nosotras mismas. Nos hemos dejado culpabilizar por ser mujeres, hemos dejado que nos convenzan de que nuestras mejores cualidades son una debilidad. Lo que tenemos que hacer es demostrar cómo esa manera de ser y actuar femenina puede cambiar no sólo este país sino el mundo entero"(4).

Su política la difunden ampliamente (Twitter, Facebook, blogs y "en cuanta red social existía"), y así "En un dos por tres, no hubo en el país quien no supiera lo que era el PIE. La modorra política de Faguas, el business as usual, se sacudió. En los programas de opinión se polemizaba a favor y en contra. Se discutió si el poder ejercido por las mujeres sería diferente, si el erotismo era distinto a la pornografía o si la izquierda tenía aún razón de ser. Lo mejor de todo fue que cuando los comentaristas y periodistas se revelaron como trogloditas, traicionando sus esfuerzos por sonar como hombres modernos, las mujeres se tomaron la discusión y expusieron con vehemencia y apabullante sencillez su disgusto y su incredulidad por lo natural que les parecía a los varones la división de los sexos que les recetaba a las mujeres la exclusión, la explotación y un sinnúmero de desventajas. En los debates se producían verdaderos pugilatos verbales. Mujeres de delantal, modelos, madres, santulonas, intelectuales, profesionales y putas llamaban a los programas para defender los derechos de la mujer, quejarse de las soledades de la maternidad o indagar sobre la explosión del volcán y el déficit de testosterona"(5).

Así surge todo un despertar político de las mujeres, donde discuten todos sus problemas, ofensivamente, contra los prejuicios establecidos.

Entre los fragores del debate "Viviana y las demás afinaron sus discursos y respuestas: hablaron de reformas a la democracia, a la constitución, a los métodos educativos y a los centros de trabajo. En sus diatribas incluyeron retazos de filosofía popular y usaron el arsenal de su memoria nombrando citas que abarcaban desde las teorías de Deepak Chopra, Fritjof Capra y Marx hasta las tesis feministas de Camille Paglia, Susan Sontag, Celia Amorós y Sofía Montenegro"(6).
La (lucha por la) igualdad: las tareas domésticas, el aborto, la sexualidad

Con esa particular "síntesis política" (¿o para ser más precisos deberíamos decir ecléctico cóctel político-filosófico?), Viviana y sus compañeras en campaña logran llegar a la presidencia de Faguas. Y comienzan a desarrollar iniciativas para aliviar a las mujeres.

De una nos enteramos al inicio de la novela, cuando el vendedor ambulante José de la Aritmética, un personaje por momentos clave de la historia, regrese a su barrio y hogar el día del atentado -luego de que se enviaran a la casa a todos los hombres, relevados de las tareas en el Estado-. Allí, mientras discuten los vecinos y familiares acerca del futuro del país sin presidenta, "sonó la campana del comedor vecinal. Ya hacía un año que funcionaba en el barrio el sistema de cocina rotativa, nacido de la idea de aliviar el trabajo doméstico. Las familias -hombres y mujeres- se turnaban en preparar la cena que se servía en la casa comunal construida entre todos y que funcionaba también como centro de reuniones y aula para las clases de lectura y escritura"(7).

A Martina, que es lesbiana, la presidenta le propone crear el "Ministerio de las Libertades Irrestrictas", con el objetivo de "promover leyes, comportamientos, programas educativos y todo cuanto fuera necesario para inculcar el respeto a la inviolable libertad de mujeres y hombres dentro de la sociedad. La gente en Faguas se cree libre porque no reconoce la jaula que tiene en la cabeza"(8). Y, aunque no pudo -ya que será una labor que llevará, según ha comentado Trotsky en "La lucha por un lenguaje culto"(9), varios lustros en la realidad-, cambiar el lenguaje, "lo que sí impuso fue el fin del lenguaje del odio, el uso de palabras denigrantes para la mujer .y denigrantes para la diversidad sexual humana-, el tratamiento de maricas, cochones, patos, tortilleras, por ejemplo"(10).

Otro gran tema fue el del aborto, donde el gobierno del PIE impulsó la "Ley del Aborto Inevitable": "La ley había sido aprobada tras lograr ella votos clave de la oposición, convenciéndola de que era inútil prohibir el aborto. Ocurría de todas formas y era la incapacidad de hacerlo en las condiciones adecuadas la responsable de las muertes. La Ley de Aborto Inevitable preveía no dejar piedra sobre piedra hasta garantizar que por razones económicas, de opciones de trabajo, de preocupaciones sobre el cuido futuro del hijo, ninguna mujer viese el aborto como una opción necesaria. Tanto mimo les ofreceremos, explicó Viviana, que, tal como debía siempre haber sido, la mujer sentirá el embarazo como algo que enriquecerá su vida, que le dará ventajas sociales, no como lo que la obligará a la pobreza o a la renuncia de sus opciones. Para abolir el aborto lo que falta no es prohibirlo, sino dejar de penalizar la maternidad. Pero si una mujer corre riesgos de muerte por un embarazo, o es una niña violada, lo siento, pero es ella la que decide por su vida y la del feto. Nadie más. La decisión es siempre e irrevocablemente de la mujer porque su cuerpo es suyo"(11).

¿El resultado? El mismo que el que sucede en la realidad donde el aborto no está penado: "El número de abortos se redujo en Faguas dramáticamente y el modelo estaba siendo estudiado como una posible ruta de solución para un problema que por siglos había dividido las opiniones, las iglesias y sobre todo, a las mismas mujeres"(12).

En definitiva, el plan del gobierno del PIE es demostrar que las tareas domésticas las pueden realizar por igual hombres y mujeres, con la intención de que dejen de ser "exclusivas" de las mujeres -y, principalmente, tareas "no valoradas socialmente"-.
Hay más discusiones en la novela, como la que hay sobre política y literatura, donde el amor de Viviana, Emir, bien podría expresar (también) las opiniones de Belli(13). Y hay, fundamentalmente, a lo largo de toda la historia, un vivo paneo de las miserias a que somete a las mujeres el patriarcado y el capitalismo. Y ahí puede uno (o una) pensar que no habrá forma de comenzar a poner en pie -valga el chiste- diferentes medidas sociales, como los comedores, las guarderías y lavanderías estatales, hasta que no se expropie la riqueza de los banqueros, industriales y terratenientes (no por nada discuten en un momento "las eróticas" gobernantas montar guarderías en las empresas; cuestión que sólo podría hacerse en algunas grandes. "El asunto era cómo montar todo aquello en un país pobre", se dice(14)). En este sentido podríamos decir que es una "utopía imposible" vencer los poderes reales por medio de una campaña electoral pacífica y ordenada; por eso, si Viviana y sus compañeras militantes lo consiguen, es sólo debido a la anomalía de que los hombres quedan "anulados" momentáneamente por los efectos de la explosión volcánica… pero al poco tiempo recibirá ese balazo del que nos enteramos apenas empieza la historia; un balazo que es político.
Belli, quien además de escritora y poeta, fue militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional en la década de 1970, y se mantuvo allí hasta 1990, invita entonces a discutir de política, desde la imaginación que plasma en su novela; desde el "compromiso" literario(15). Ante una pregunta por esta novela acerca de si "rescataba la utopía por otros medios", respondió: "Todo es posible cuando hay voluntad, energía y dinamismo. No estoy pensando solamente en Nicaragua; me parece que esta novela plantea una ilusión, un reto: qué nos ha pasado que nos hemos quedado estancados en la imaginación, como si ya no existiera más posibilidad que el socialismo, el capitalismo o el comunismo. ¿Qué pasó? ¿Ya dejamos de pensar en Marx, en Lenin, en los utopistas? ¿Ya la humanidad no tiene más que producir? Estoy convencida de que la mujer tiene unas calidades bien importantes para este momento histórico de la humanidad por su propia experiencia, y que es urgente que nos movilicemos para lograr incluir más dentro de la sociedad. Las propuestas que hay en mi novela son factibles: pedir guarderías infantiles, que se estudie la maternidad como una asignatura en los colegios y que se reformen los sistemas educativos, es algo de lo que se ha hablado mucho; son cuestiones que están siempre sobre la mesa. ¿Por qué no pensar en el perfeccionamiento de la democracia? Yo quiero desafiar la imaginación"(16).

Aquí, en estas contradictorias declaraciones de Belli, se expresan grandes ambiciones… de pequeñas (y utópicas) soluciones. Se podría pensar tal vez en "utopías viables" y "utopías inviables"…

Porque el "perfeccionamiento de la democracia", por la experiencia práctica de las masas trabajadoras y populares -y por los mismos datos estadísticos- indican que se logra una "mayor perfección"… pero para las clases dominantes. Los datos de miseria, precariedad y abusos, especialmente de mujeres y niños/as, demuestra que el sistema capitalista es irreformable -o que sus reformas son para pocos países y sectores sociales-; en este sentido "perfeccionar la democracia" es una tarea "utópica-imposible". Por otra parte, la "posibilidad" del socialismo y del comunismo es algo que está vigente y pendiente de desarrollar -por medio de una revolución obrera y popular triunfante-, habida cuenta que los Estados obreros cayeron producto de la presión imperialista y la degeneración interna del stalinismo y sus "émulos nacionales" -incluso ese desencanto por los dirigentes burocráticos debe ser el mismo que tiene Belli por sus antiguos dirigentes del FSLN-. El imperialismo lo llamó "socialismo real", pero en verdad fueron experiencias de Estados obreros degenerados (la URSS) y deformados (China, Yugoslavia, Cuba, Vietnam, etc.) lo que se vivió en el siglo XX.

Lo que se mantiene -y hay que rescatar de lo que dice la autora de La mujer habitada- es el potencial que hay en las mujeres -en las mujeres trabajadoras y jóvenes en especial, decimos nosotros-, y la necesidad de "imaginar" -y luchar por- las reformas que necesitamos. En este sentido es muy bueno el rescate que ha hecho Andrea D'Atri del planteo del marxista belga Marcel Liebman sobre la experiencia del Estado obrero ruso, previo al stalinismo -utilizado para el prólogo al libro de Wendy Z. Goldman La mujer, el Estado y la revolución-, que dice: "no fue la lucha por las reformas la que preparó y promovió la revolución, sino la revolución la que abrió paso a las más profundas y verdaderas reformas"(17).
Más allá de las distintas "líneas de lectura" que se puedan hacer (para analizar y/o discutir la obra: por ejemplo una línea exclusiva dedicada al feminismo que propone el PIE, u otra dedicada a "el poder" -cuestiones estas que quedan pendientes-), con un lenguaje llano y accesible, Gioconda Belli plantea entonces una inteligente e interesante "aventura": la de gobernar y reformar un país, y superar los obstáculos, desde una "óptica femenina". El país de las mujeres es una novela muy recomendable para leer, imaginar y discutir (mucho).
Notas:
2) Gioconda Belli, El país de las mujeres, Bs. As., Ed. Norma, 2010, p. 44.
3) P. 72.
4) P. 101.
5) P. 113.
6) P. 113.
7) P. 30.
8) P. 42.
9) Escribió allí Trotsky: "Los necios reaccionarios sostienen que la revolución, sin haber llegado a destruirla del todo, está en camino de estropear la lengua rusa. De hecho, existe actualmente una enorme cantidad de términos en uso que han surgido por casualidad, muchos de ellos expresiones groseras y del todo innecesarias, otros contrarios al espíritu de nuestra lengua. Y sin embargo, estos tontos reaccionarios están tan equivocados acerca del futuro de la lengua rusa como acerca de todo el resto. En efecto, a pesar y más allá del desorden revolucionario, nuestro lenguaje se irá rejuveneciendo y fortaleciendo con una mayor flexibilidad y delicadeza" (http://www.ceip.org.ar/160307/index.php?option=com_content&task=view&id=704&Itemid=114). Lamentablemente esto no pudo desarrollarse, debido al aislamiento internacional de la revolución rusa y a la contrarrevolución stalinista.
10) P. 44.
11) Pp. 162 y 163.
12) P. 163
13) Le dice Emir a Viviana, en una conversación sobre el PIE: "soy un terco convencido de la idea de que hay que cambiar el mundo. Me he dado con la piedra en los dientes muchas veces, pero no me rindo. Ahora al menos de cada intento o cada fracaso logro por lo menos una tesis, un libro. ¿Ya es algo, no? -sonrió burlón-. Y mirá que he sido líder estudiantil, guerrillero, secretario político de un partido.
-¡No!
-Sí. Una paradoja, espíritu de contradicción quizás. Sigo enamorado del siglo XX, las revoluciones, los grandes sueños. Eran lindos esos tiempos cuando uno creía a ciegas. Ahora está muy mal visto. Mirá la literatura: el escepticismo y la ironía son la moneda de cambio de las novelas hoy en día. Los escritores latinoamericanos, que sacudieron el mundo cuando el boom, ahora quieren reírse de lo que fueron. No los culpo. La piedra en los dientes cae muy mal. Yo me resisto a esa moda del cinismo, aunque debo confesar que escéptico sí soy. A estas alturas, podría calificarme como un escéptico que constantemente anda en la búsqueda de la razón para dejar de serlo. La encuentro de vez en cuando. Es lindo lo que me contás, por ejemplo" (p. 143).
14) P. 180.
15) Esto dice en un reportaje: "-Si su tránsito ha sido de la euforia al desencanto, ¿puede conjurarlo con la escritura? ¿Alcanza con escribir o necesita también otro tipo de 'compromiso'?
-Mi desencanto es natural, pienso; pero no es desencanto con el país, sino con la mezquindad de su clase política. Escribir me ayuda porque me permite imaginar soluciones, posibilidades, aportar en la medida de mis posibilidades a la conversación colectiva, a la búsqueda de otras maneras de encontrar el camino que parece perdido. El compromiso sigue siendo necesario, es siempre urgente en América latina, y cada quien tiene que encontrar su manera de vivirlo en esta nueva situación, donde afortunadamente ya no sólo se requiere agarrar un fusil para comprometerse" (http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-16848-2010-02-04.html).


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EL JOROPO: MUSICA

El joropo es una forma tradicional de música y baile que identifica plenamente a los llanos venezolanos. Antiguamente "joropo" se refería a una fiesta, pero con el pasar del tiempo se identifica más bien como una forma de música y baile.

El Joropo es actualmente un símbolo emblema de identidad nacional en Venezuela. Sus orígenes se remontan a mediados de 1700 cuando los campesinos prefirieron utilizar el término "joropo" en vez de "fandango" para referirse a fiestas y reuniones sociales y familiares. Fandango es un término de origen español que identifica unos de los cantos y bailes más populares dentro del flamenco. El joropo parece haber tomado del fandango el sentido de la fiesta ó baile abandonando el galanteo amoroso propio del fandango y adopta el asido de manos y los giros del vals. Así se conserva hasta ahora.

El joropo no sólo es un estilo musical, también es baile y danza, y representa además una fiesta popular, es un baile alegre que divierte y reúne a sus participantes, en cada zona geográfica toma su propia esencia, y desarrolla diferentes paso y figuras en el baile, existiendo sin embargo figuras básicas que los identifican.

Las principales figuras del joropo son el valsiao, el escobillao y el zapatiao. El primero se da en el inicio del baile, en el vals las parejas se abrazan suavemente recorriendo el espacio de baile en tres tiempos propios del vals, dan vueltas rápidas en giros espirales. El siguiente, el escobillao, es una figura donde los bailarines colocados de frente mueven los pies a manera de cortos avances y retrocesos como si estuvieran cepillando el suelo. El tercero, el zapatiao, es una figura varonil y se realiza por la pareja sin soltar el abrazo ó sueltas completamente como es propio en los llanos, en esa figura el hombre hace sonar sus pisadas del fuego mientras la mujer se limita a escobillar.

En Venezuela se identifican el joropo llanero, central y oriental. Igualmente en la región de Guayana, centro-occidental y de los Andes se encuentra en cada una un tipo de joropo con características especificas que identifican la región.

El Joropo Llanero se caracteriza por tocarse con arpa de cuerdas de nylon, cuatro y maracas, sin embargo en muchas ocasiones se sustituye el arpa por la bandola llanera.

El Joropo Central se toca con arpas de cuerdas de metal, maracas y buche (voz), el cuatro como instrumento acompañante desaparece lo que da origen a una sonoridad más melodiosa pero menos rítmica.

En el Joropo Oriental se adicionan otros instrumentos como la guitarra y el bandolín, el cuatro y algunas veces el acordeón y algunas veces la cuereta que es un tipo de acordeón pequeño de origen europeo. El joropo oriental se denomina también golpe.



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EL OFICIO MAS ANTIGUO DEL MUNDO

Alberto Moncada (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

A lo largo de la historia de las ciudades el oficio calmante de la testosterona masculina ha ocupado un lugar importante aunque no siempre respetado. Los prostíbulos de la Edad Media europea rodeaban las catedrales como en una útil cercanía de las castidades más atribuladas. Al comienzo de la Cuaresma, las putas de Salamanca eran acompañadas a la linde del término municipal "A Alcalá, putas, que viene San Lucas" y, a su final, gozosamente recibidas de nuevo por el cabildo. El siglo XX presencia, por el doble impulso del feminismo militante y la respetabilidad burguesa, una hostilidad contra las casas de citas que, sin embargo, representaban una honorabilidad del oficio y una defensa contra los chulos callejeros. En España se prohibieron durante el franquismo aunque se permitían centros como Chicote y el Abra en Madrid, de encuentro carnal para bolsillos acomodados. Las democracias más norteñas, sin embargo, mantienen los barrios de "luz roja", Ámsterdam, Hamburgo, casi siempre puertos de mar con una clientela masculina segura que se goza en la exhibición pública de la mercancía aunque también esta particularidad esté feneciendo.

La prostitución de hoy se privatiza y accede al mercado libre. Sus protagonistas figuran en las páginas de los periódicos, ni el conservador ABC ni el progresista El País pueden prescindir de tan suculentos anuncios, y los tratos se consuman en "oficinas del sexo", apartamentos, masajes, relax, etc.

Pero las callejeras siguen, con o sin chulo, al servicio de las clientelas más pobres. Son esas calles conocidas de Madrid, Montera, la Ballesta, que recuerdan los alrededores del mercado de Les Halles de París donde tantos camioneros españoles fueron desvirgados. La última versión cutre es la Casa de Campo de Madrid, lugar frecuentado por chaperos baratos y chicas emigrantes que encuentran allí su primer ingreso. La discusión sobre si es o no permisible semejante espectáculo para niños y niñas inocentes ha alcanzado nivel político en el seno de algunos Ayuntamientos que, ante la imposibilidad de poner puertas al campo, practican la estrategia del hostigamiento ocasional mientras algunos plantean volver al "barrio rojo". La prostitución está bajo mínimos con el Sida y la violencia ultra pero, en una economía de mercado, siempre habrá oferta para tan contundente demanda. Los acontecimientos deportivos son grandes ocasiones para el comercio carnal. En Estados Unidos, la ciudad en la que se celebra anualmente la Superbowl, el gran trofeo del fútbol americano, recibe miles de putas caras y baratas para atender a esa celebración masculina que aprovecha la fiesta deportiva para dar suelta a sus otras urgencias. Fútbol, alcohol y sexo. ¿Aprenderá la española Liga de las estrellas?

Comentan algunos sociólogos que las nuevas costumbres, el que los novios y hasta los amigos ocasionales practiquen el sexo, evitando a los varones resolver sus urgencias por vías mercenarias, está disminuyendo la importancia del oficio. Sin embargo, mi última investigación (Aventuras Extramaritales, Amazon, 2002) prueba que aunque sus parejas femeninas practican todas las artes amatorias, los casados jóvenes españoles siguen yéndose de putas. Cierta promiscuidad parece ser consustancial al varón. Para saciarla, miles de chicas de Europa del Este llegan a Europa, a España con la promesa de un trabajo para ser luego explotadas sexualmente sin que la policía haga mucho por evitar esa situación. Hasta se acaba de abrir en la frontera franco española el mayor prostíbulo del mundo y los pueblos aledaños se alegran con el incremento del comercio. La trata de blancas no ha desaparecido de la Europa democrática pero también están de moda las excursiones sexuales a Cuba, a ciertos países asiáticos en los que la esclavitud sexual está unida a la esclavitud laboral. Debemos seguir avergonzándonos.


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LO QUE DESEA UNA MUJER

Cuento sufí. Anónimo

(Enviado por Jesús Dapena Botero, desde España)

El joven Arturo fue apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques; esto era castigado con la pena de muerte, pero el monarca se conmovió por la honestidad y juventud de Arturo y le ofreció la libertad siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta difícil, ¿qué quiere realmente una mujer?

Esta pregunta dejaría perplejo al hombre más sabio y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo era mejor que morir ahorcado de modo que regresó a su reino y empezó a interrogar a todo el mundo. Interrogó a la reina, a la princesa, prostitutas y monjas, al mismo sabio y bufón de la corte, viajeros y campesinos pero nadie dio una respuesta convincente.

Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja del reino, pues con toda seguridad ella sabría la respuesta.

El problema estaba en el precio, pues la vieja tenía fama en todo el país por el costo exorbitante que cobraba por sus servicios.

Llegó el último día del año y Arturo agobiado no tuvo más remedio que consultar a la hechicera.

Ella accedió a darle la respuesta satisfactoria a condición de que primero aceptara el precio.

Ella quería casarse con Gawain, el más íntimo amigo de Arturo y el más noble caballero de la Tabla Redonda.

Arturo quedó horrorizado: era jorobada y feísima; tenía un solo diente despedía un hedor que espantaría a un macho cabrío, hacía ruidos obscenos...

Nunca se había topado con una criatura tan repugnante.

No quería ni pensar en pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él una carga así para toda la vida.

En cuanto su amigo Gawain, hombre de honor y lealtad, supo la situación de Arturo afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero además de preservar la Tabla Redonda.

Se anunció la boda, y la vieja bruja con su infernal sabiduría contestó la pregunta -¿Qué quiere realmente una mujer?, ¡quiere ser la soberana de su propia vida!

Todos supieron al instante que la hechicera había expresado una gran verdad y que el Rey Arturo estaba a salvo. Así fue que el monarca vecino al oír la respuesta le dio la libertad.

Pero, ¡qué boda fue aquella...! Asistió la corte en pleno y nadie se sintió tan desgarrado entre el alivio y la angustia que el propio Arturo.

Gawain se mostró cortés, gentil y respetuoso. La vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engulló la comida del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos.

La corte de Arturo jamás se había visto sometida a semejante tensión, pero prevaleció la cordura y se celebró el casamiento.

Corramos un discreto velo sobre la noche de bodas y contentémonos con mencionar un asombroso hecho. Cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial, aguardaba a que su esposa se reuniera con él, ella apareció con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre nunca hubiera imaginado ver.

Gawain quedó estupefacto y preguntó qué había pasado. La hermosa joven respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentaría con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto hermoso.

¿Cuál prefería para el día y cual para la noche?

¡Qué pregunta tan cruel para un hombre!

Gawain se apresuró a hacer sus cálculos, ¿quería tener durante el día a una joven adorable para ir con sus amigos, y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa?

¿O prefería una bruja de día y una joven en los momentos de intimidad?

El joven Gawain replicó que la dejaría elegir por sí misma. Al oír esto, ella le anunció que sería para él una hermosa dama de día y de noche, porque la había respetado y le había permitido ser dueña y soberana de su vida.



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ARIZONA: ¿QUIEN ES EL LOCO?

Arizona: ¿quién es el loco?

Atilio Boron

En junio del año pasado la legislación del Estado de Arizona en materia de control de armas fue considerablemente relajada. La gobernadora republicana, Jan Brewer, impulsora de la cacería a todos aquellos sospechosos de haber incurrido en el delito de "portación de cara" (léase: personas con rasgos fisonómicos que se alejan del modelo "WASP":blanco, anglosajón y protestante, es decir, lo que en Estados Unidos se conoce como "latinos"), promulgó una iniciativa de la legislatura de ese estado, apoyada fuertemente por el poderosísimo lobby de la Asociación Nacional del Rifle, derogando una vieja ley estatal que obligaba a los poseedores de armas a obtener un permiso para llevar un arma oculta. Gracias a este "avance libertario y democrático" ahora cualquier persona mayor de 21 años puede portar un arma oculta entre sus ropas, o en su automóvil, o donde sea, sin necesidad de obtener una licencia previa. La legislación vigente, de todos modos, era ya sumamente permisiva porque permitía a cualquier ciudadano mayor de 18 años, sin antecedentes penales, comprar o poseer un rifle o una escopeta. Para adquirir una pistola la ley se "endurecía" y el eventual comprador debía demostrar ser mayor de 21 años. La anterior gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, actual Secretaria de Seguridad Nacional de la Administración Obama, había vetado numerosos intentos de eliminar la licencia para portar armas ocultas. Derrotada por la derecha troglodita republicana, su sucesora corrigió de inmediato tamaño error.
 
La actual legislación, una obra maestra del terror, autoriza a quienes así lo deseen a circular armados en la vía pública con tal de que su arma no sea exhibida: pueden entrar a cualquier sitio, salvo un consultorio médico o una oficina empresarial. Se puede ingresar armado al recinto de la legislatura estadual y a cualquier oficina pública del estado de Arizona. También a restaurantes y bares, a condición de que el individuo armado no consuma alcohol, algo que dependerá exclusivamente de su propia voluntad pues ni el cantinero ni el mesero están autorizados a preguntarle a quien ordena una bebida alcohólica si es que lleva un arma oculta entre sus ropas. Las escuelas públicas no son excepción a esta regla: sólo que quienes porten armas deberán llevarlas descargadas y dejarlas en su automóvil mientras se lleva o recoge a un niño. Lo paradojal del caso es que algunas de las víctimas de la reciente masacre de Houston, como la congresista Gabrielle Giffords aprobó estas medidas, amparadas en una sesgada interpretación de la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y en el respeto a los valores tradicionales de Arizona y, en general, del Lejano Oeste. Quien sí lo pagó con su vida, aparte de otros inocentes, entre ellos una niña de 9 años, fue el juez federal John M. Roll, quien había sentenciado la inconstitucionalidad de cualquier decisión del gobierno federal que obligara a los estados a llevar a cabo revisiones de antecedentes penales antes de vender un arma de fuego.
 
Una perlita indicativa de la gravedad de la crisis política que existe en la ejemplar democracia del Norte la ofrece el hecho de que no haya sido otro que el sheriff del condado de Pima, Clarence W. Dupnik, quien haya aportado un grano de cordura al criticar las leyes vigentes en Arizona y las iniciativas de algunos legisladores del estado que, como respuesta a la masacre perpetrada en Virginia Tech (Abril 2007, ocasionando 32 muertos) habían propuesto nada menos que permitir a estudiantes y maestros portar armas en colegios y universidades. Contrariamente a las enseñanzas de la filosofía política, que supone que jueces y legisladores deben ser personas sensatas, iluminadas por la sabiduría y bendecidas por la templanza, estos personajes públicos de Arizona -y, me arriesgaría a decir, en la mayoría de los estados de la Unión- son energúmenos merecedores de un profundo tratamiento de rehabilitación psiquiátrica antes de ser luego condenados al ostracismo vitalicio. Cabe preguntarse: en la tragedia de Tucson, ¿quién es el loco? El que vació su cargador matando a tantos inocentes o quienes estampan el sello de legalidad a tanta locura?
 
Pese a todo esto, los publicistas de la derecha insisten en que nada hay de malo en la sociedad norteamericana, que sus leyes son justas y sabias, y que no hay causalidad social que actúe como desencadenante de la tragedia de Tucson. El sistema es maravilloso, lo que fallan son algunos individuos. Si un afro-norteamericano como Obama llegó a ser presidente –una fenomenal tentativa de reanimar al ya difunto Sueño Americano-   el que se quedó en el ghetto y vive del narcotráfico o la mendicidad es por sus vicios, su holgazanería y su irresponsabilidad. Las víctimas del sistema se convierten, en ese discurso, en victimarios. En línea con esta interpretación uno de esos publicistas, Howard Fineman, escribió días atrás en el The Huffington Post que "Las muertes no fueron provocadas por la política, por ideologías o por partidismo. Por lo que sabemos hasta ahora, los actos fueron cometidos por un loco que evidentemente estaba divorciado de la realidad, así como del debate público". Un debate público que, para hacerlo más ameno, tiene como protagonistas a una gran cantidad de sujetos armados hasta los dientes. Pero con sus armas ocultas, eso sí.
 
- Dr. Atilio A. Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina
 


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cuando sepas que he muerto...

Roque Dalton: Cuando sepas que he muerto, no pronuncies mi nombre

Mariano Vázquez

Su poesía es bala certera. Viene desde la línea del horizonte galopando a puro sol. Hace treinta y cinco años lo asesinaron por rebelde con causa. Y no fueron quienes asesinan siempre a los revolucionarios. Fueron sus propios camaradas.
 
Su pensamiento revolucionario sin fisuras era demasiado para los arcaicos. Y dijo, transparente: "Usted sabe: me quedan algunos meses de vida. Los elegidos de los dioses seguimos estando a la izquierda del corazón. Debidamente condenados como herejes".
 
Sus matadores y los que creen en revueltas tibias, en rebeliones de baja intensidad, solo quieren que se hable del poeta (resplandeciente, por cierto) y no de su pensamiento y moral revolucionarias. Roque Dalton creía en la insurrección, en la lucha armada, en el pueblo en armas para cambiar la dramática estancia de dependencia y muerte que padecía nuestra América y El Salvador. Estirpe de nacido en las entrañas de estas tierras. ¡Internacionalista!
 
En Poemas Clandestinos dijo: "No confundir, somos poetas que escribimos desde la clandestinidad en que vivimos. No somos, pues, cómodos e impunes anonimistas: de cara estamos contra el enemigo y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista. Y al sistema y a los hombres que atacamos desde nuestra poesía con nuestras vidas les damos la oportunidad de que se cobren, día tras día".
 
Cuando recuerdo a Dalton no puedo dejar de pensar en José Martí. Una obra atravesada por una cultura y formación universal sentimental y corporalmente unida a su tierra y al sueño de libertad. Y además una obra bella, terriblemente bella.
 
Bebió de la vida a grandes sorbos.
 
A presuroso paso dejó estelas de belleza inequívoca. Vistió las palabras con las mejores telas posibles. Sus obras son testigo y denuncia de una época.
 
Cuatro días separan los aniversarios de su nacimiento y de su muerte. El 10 de mayo de 1935 asomó a la vida entre las ráfagas de calor, los vientos del Pacífico, los volcanes y las selvas. El 14 de ese mismo mes de 1975, en una casita del barrio capitalino de Santa Anita, fue asesinado por sus propios compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). En el medio hizo todo: soñó, amó, viajó, flanqueó los precipicios de la vida con ardor de hombre nuevo. Solo su "Poema de amor" goza del derecho a ser considerada una obra literaria completa.
 
¡Qué rabia se siente cuando los de tu propia trinchera te ponen la zancadilla! Porque cuando uno lee sobre Roque y su país, todos los testimonios confluyen como manantial en que amaba tanto a El Salvador que le dolía. ¡Entonces, que te maten aquellos, que están en tu misma lucha para silenciar las disonancias de no se qué: jode!, ¡y cómo jode!
 
Bramó Eduardo Galeano: "La impunidad estimula a los criminales, y los militantes que matan para castigar la discrepancia no son menos criminales que militares que matan para perpetuar la injusticia".
 
Homenajeó Juan Gelman: "Cuando el asesino tiró, seguro te distrajo una mujer inapagable, un pliegue del verano, el misterio sin fin del pobrerío. Siempre escapaste a las fusilaciones, la muerte equivocada, y escribís en las tripas de la noche".
 
Sentenció Silvio Rodríguez: "No es venganza lo que quiero, sino dejar una flor, donde escondieron los huesos, de un héroe de El Salvador".
 
Roque está soñando en un sobrevuelo lento sobre San Salvador. Los ojos entrecerrados. Anudando golpecitos de poesía y anhelos de revolución.
 
Posdata: "Deberían dar premios de resistencia por ser Salvadoreño" dijo Roque.
 
24 de enero de 2011
 
- Mariano Vázquez, periodista argentino, ganador del concurso internacional de periodismo literario "El reino de este mundo" organizado por Cubaliteraria, con el presente texto.
 
 


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martes, 18 de enero de 2011

EL DESACUERDO

Pedro Aponte Vázquez (Desde Puerto Rico. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

A la memoria de Borge

Fueron en realidad unos pocos, solo un puñado, los que vieron con sospecha la negociación. De esos, algunos fueron más lejos y dieron por hecho que traía implícita la claudicación de quienes la aceptaron, mientras para otros era un acto de traición al movimiento de liberación en su totalidad y, por consiguiente, a la patria misma. Fuera de ahí, los más fueron flexibles y le vieron al asunto un lado práctico.

Los quejosos insistían en que el acuerdo ofendía la memoria del máximo dirigente histórico del movimiento de liberación, a quien llamaban El Líder y que, peor aún, inexplicablemente colocaba a la lucha misma en peligro de extinción. El mismo, insistían, redundaba nada menos que en la criminalización del movimiento de liberación nacional, sin importar que a la larga contribuyera a adelantar los propósitos del esfuerzo revolucionario.

En realidad, ese grupo de abnegados luchadores había transformado el ideario del Líder en una especie de religión —tal vez por no conocerlo a fondo— así que, desde su punto de vista, el acuerdo negociado constituía un pecado porque él había postulado que el invasor no tenía autoridad alguna sobre su Pueblo. Consideraban pecadores en ese sentido a aquellos combatientes acusados en un tribunal extranjero de conspirar y actuar contra el enemigo porque, al admitir ante agentes judiciales del invasor —a cambio de menos tiempo de confinamiento en sus cárceles— que habían atacado instalaciones militares suyas, no solo les reconocían autoridad, sino, además, cooperaban con el enemigo porque les facilitaban el trabajo de enjuiciarlos. De ese modo, argumentaban ellos, aquellos sacrificados compatriotas violaban, además, el precepto fundamental del Líder de no cooperar con el gobierno que usurpó la soberanía de la nación y, más aún, desnaturalizaban sus propias hazañas revolucionarias al transformarlas en meros actos criminales. Además, ponían de ejemplo a otros combatientes de otra organización militar clandestina que habían adoptado la posición del Líder y no se defendieron cuando el enemigo los enjuició, pero sin mencionar que fueron condenados a largas penas de reclusión como meros presos comunes.

Por el contrario, otros luchadores sostenían que, como prisioneros de guerra, los combatientes no estaban en condición alguna de negarle poder sobre ellos al enemigo ni estaban cooperando con él por el hecho de admitir que lo combatían y que, mientras menos tiempo estuvieran en prisión, tanto mejor era para la causa. Señalaban que sin fundamento alguno los contrarios habían equiparado el concepto de negociar con el de traicionar a pesar de que es un recurso para la solución de conflictos cuya utilidad ha quedado demostrada por siglos en los campos, entre otros, del sindicalismo, la política partidista, el Derecho y los procesos legislativos. Sobre este aspecto tuve ocasión de conversar con Helia, forastera recién llegada al país quien, por ser descendiente directa del Líder, se proclamó principal exponente de las denuncias. Al terminar ella una conferencia de prensa me le acerqué en un aparte:

—Si se sabe que negociar es una técnica de resolución de conflictos tan antigua como la Humanidad misma, ¿por qué esa hostilidad hacia unos compañeros que han combatido al enemigo en el ámbito militar y solo buscan pasar menos tiempo encarcelados y reintegrarse más pronto a la lucha? —le pregunté con disgusto.

—Es sencillo. Esa técnica, no importa lo que otros digan por ahí, está reñida con los principios del máximo líder —respondió de igual modo.

—¿Cuáles son esos principios?

—Con el enemigo no se debe negociar porque, al hacerlo, se le reconoce autoridad y a la larga equivale a cooperar con el invasor.

—¿Considera que negociar un acuerdo es, por el hecho mismo, cooperar con el enemigo?

—Claro que lo es.

—¿Quiere decir que el prócer fue un líder intransigente?

—Por supuesto que sí.

—Por lo que conozco de él, no tiene fundamento sostener que lo fuera. Sé que en críticas ocasiones fue flexible.

—No es posible que usted, un periodista, lo conozca mejor que yo que llevo su sangre— respondió con la arrogancia que la caracteriza. Pasé por alto esa barbaridad y continué:

—Supongo que ustedes basan sus objeciones en que él no le reconocía autoridad alguna al gobierno de la colonia y mucho menos al de la metrópoli, ¿no es así?

—Exactamente. Precisamente por eso es que repudiamos el acuerdo.

—¿Entonces, cómo explica que a pesar de esa posición El Líder se defendió en las cortes coloniales y del imperio? ¿No le reconoció al enemigo, al defenderse, autoridad para enjuiciarlo?

—No tengo nada más que decir.

—¿No defendió él a seguidores suyos en las cortes de aquí y de allá? —insistí y abandonó veloz el recinto sin responder.

Helia, una joven mujer alta, de tez oscura, cabello negro y lacio y apariencia de bailarina, logró introducirse rápidamente en el partido del que su antepasado había sido fuerte inspiración y guía y se adhirió a su seno como lapa, cual si hubiera sido allí su origen. Casi todos los hombres y mujeres que le dieron temple a la entidad y la hicieron merecedora de la admiración y el respeto aun del enemigo, habían cumplido su jornada vital y quedaba solamente la aureola del prestigio que le habían impartido con sus ejemplos de entrega a la causa con valor y sacrificio. Metódicamente buscó uno a uno a los pocos hombres que quedaban, se les acercó a los que pudo y con zalamerías logró la admiración y el respaldo de varios de ellos. Simultáneamente reclutó un puñado de adolescentes con los que se iba a pasar noches acampando divertidamente so pretexto de prepararlos para sus respectivas iniciaciones como soldados de la revolución, promovió en muy poco tiempo los cambios que le convenía hacerle al reglamento del triste remanente del partido político que había dirigido su célebre antepasado y se apoderó del mismo a pesar de que, en materia de política, era una advenediza y nada conocía de la problemática del país.

En su lugar de origen, o más bien de acogida, había estudiado Derecho y prontamente comenzó a prepararse para revalidar sus estudios en su nuevo lugar de residencia. Esto de por sí no fue tarea fácil, ya que debió compenetrarse de las leyes y la jurisprudencia del sistema judicial no solo de la colonia sino, además, de la metrópoli, pero aún más difícil fue cumplir con el requisito de ciudadanía. Para ello tuvo que vencer una serie de obstáculos y, aunque logró salvarlos, la palabra final la tenía nada menos que el gobierno de la metrópoli, el gobierno que el partido que presidía estaba llamado a combatir: el gobierno responsable de la muerte de su célebre antepasado. Había llegado a un callejón sin salida.

Entonces se acercó a Borge, un abogado sindicalista que había cumplido cárcel por su ideología de liberación nacional y por su militancia en una entidad militar clandestina a la que sus miembros se referían entre ellos como La Organización. Ninguna importancia tenía para ella el hecho de que, antes de conocerlo personalmente, lo había vilipendiado severamente en una plaza pública por ser uno de los que acordaron admitir los hechos revolucionarios que el enemigo les imputaba a cambio de recibir una sentencia menor de cárcel complementada por sentencias en probatoria.

Como solía hacerlo cuando estaba en libertad, Borge me había acompañado a un pueblo de la sierra donde anualmente se conmemora una de las principales gestas revolucionarias en la historia del país, la primera celebración a la que él asistía desde que salió de prisión, y nos encontramos con compañeros que también habían optado por negociar una salida más pronta de la cárcel. Allí estaban, además, los líderes de las múltiples organizaciones que abogaban y luchaban por la liberación nacional y cientos de sus respectivos seguidores. En horas de la mañana ocuparon la tribuna los líderes de la organización élite, los que se aseguraban así de no juntarse con líderes de las organizaciones patrióticas estudiantiles y proletarias y quienes, al terminar su participación, les requerían a sus seguidores abandonar la plaza y regresar a sus hogares (cosa que muy pocos hacían).

Por la tarde se dirigieron al público los representantes de las otras organizaciones y fue entonces cuando, desde la tribuna, Helia calificó de traidores a los patriotas que habían negociado con el enemigo. Recién salido de la cárcel, pero rebosante de salud, Borge, de baja estatura, sus cortos brazos cruzados contra su ancho pecho, la frente salpicada de lacios cabellos blancos, se tornó rojizo y apretando los puños quiso fulminar con su mirada a aquella mujer salida de ningún sitio que optaba por desprestigiarlo en medio de una plaza pública atestada de compañeros y compañeras de lucha patriótica. Los patriotas aludidos no solo no tuvieron oportunidad de defenderse allí y entonces, sino que estuvieron en riesgo de ser agredidos físicamente encima del insulto por los llamados soldados de la revolución y probablemente, además, por los agentes provocadores que el verdadero enemigo acostumbra colocar entre la gente que protesta, sobre todo, en lugares públicos.

La próxima vez vendremos armados, me dijo Borge entre dientes, pero afortunadamente habría de descartar pronto esa descabellada idea, pues como abogado y, sobre todo, como sindicalista, era más dado a persuadir que a confrontar mientras ello fuera razonable y hasta los adversarios reconocían sus destrezas en las mesas de negociación. El hecho de que perteneciera a una organización clandestina de tipo militar no era contradictorio, pues en su mente estaba claro que con ello recurría a la defensa propia, la defensa propia de la patria que había sido invadida por un ejército usurpador, tal cual lo había expuesto El Líder. Siempre había sido ejemplo de un saludable estilo de vida, de disciplina y de militancia y si alguna debilidad lo caracterizaba era la atracción que sentía por las mujeres en general y por las compañeras de lucha en particular —siempre que fueran solteras.

Una calurosa tarde, meses después, participábamos en un piquete en el que casualmente estaba Helia y mientras caminábamos me confesó que comenzaba a sentirse atraído por ella y que ese hecho lo mortificaba porque era, según dijo, la única mujer bella por la que solo quiero sentir desprecio. Su comentario de que comenzaba a sentirse atraído por aquella mujer que le pareció bella me pareció un mal augurio y pensé que, a solo semanas de incógnitos agentes de la ley y el orden, celosos guardianes de la democracia, asesinar a tiros en su propia casa al principal líder de la lucha clandestina, el otro valioso líder de esa lucha no debía caer en manos de quien, como ya se comentaba, creía firmemente que el fin justifica los medios. Sin embargo, consideré exagerada mi preocupación al recordar su reacción ante los insultos que ella le había dirigido desde la tribuna, además de toda la información negativa que sobre ella había arrojado una investigación que condujo sobre sus actividades políticas y personales a partir del momento en que llegó como en paracaídas al país. A través de La Organización, Borge se había enterado de que, desde antes de llegar, Helia y otros familiares obtenían provecho material y de toda índole del vínculo sanguíneo con aquel personaje de estatura continental que vivió y murió dando ejemplo de entrega total a la defensa de su patria y de la dignidad de su Pueblo y de que persistían en esa práctica. Se enteró, además, de su arrogante desprecio por la disciplina de partido y de su disposición a recurrir a cualquier medio para alcanzar sus aspiraciones. Su confesión me preocupó por razones de seguridad y por sus posibles implicaciones para la lucha en general y para La Organización en particular y no lo pasé por alto.

—¿Estás bromeando? —le pregunté enseguida.
—Ojalá lo estuviera.
—Eso es un asunto muy serio que puede acarrear serias complicaciones —le advertí.
—¿Crees que no lo sé? Por eso me preocupa, pero es de primera intención. De inmediato rechazo el pensamiento porque sería una atrocidad.
—Comoquiera me preocupa porque... tú sabes lo que dicen de un sencillo pelo y una yunta de bueyes...
—No me hagas reír. En eso no caeré aunque no hubiera otra mujer en todo el archipiélago; te lo aseguro.
—Magnífico. Cuento con eso por todo lo que ceder implica —le dije y con ello dimos por cerrado el asunto.
Terminado aquel piquete, Helia abordó a Borge con la más amplia de sus sonrisas y sus más sensuales contoneos. Pasando por alto mi presencia, le dijo que se encontraba en un tranque porque, a pesar de reunir los requisitos para obtener la ciudadanía del invasor y poder entonces ejercer su nueva profesión, todavía tenía dificultad con aspectos que no dominaba del Derecho, en particular del derecho de corporaciones, y le habían sugerido recabar su ayuda. Él respondió que en lugar de buscar la ciudadanía del imperio debía condenarla porque se nos había impuesto para utilizarnos como carne de cañón y que solamente la ayudaría si le garantizaba que su propósito era el de estar en mejor condición de combatir al enemigo. Interrumpí para despedirme del compañero y me fui pensando que en realidad no se proponía ayudarla, sino crear las circunstancias para de algún modo devolverle los vejámenes que ella gratuitamente le prodigó en la plaza pública de aquel pueblo de la montaña.
Transcurrieron varios meses y ya solo veía a Borge en piquetes o de lejos en masivas marchas o en las noticias televisivas que daban cuenta de su constante intervención directa en asuntos y controversias específicamente sindicales y patrióticas en general. De Helia, con quien había tenido mi propio roce por motivo de su empeño en adueñarse de fotos y documentos relacionados con las luchas del Líder que, como tales, son patrimonio nacional, supe que todavía no había obtenido la ciudadanía que tanto anhelaba, pero había revalidado sus estudios de Derecho. Ni lo uno ni lo otro me sorprendió; lo que jamás pude anticipar, y por razones de seguridad me consternó, fue enterarme de que se había convertido en esposa de Borge, o más bien, que él se había convertido en su esposo a pesar de todo lo que sabía sobre su conducta en el ámbito ideológico —aun descartando el hecho de que lo había tildado injustamente de traidor de la patria ante miles de patriotas. Había observado que ella no participaba en piquetes ni en otros eventos públicos, limitaba sus intervenciones en el quehacer político a esporádicas expresiones retóricas carentes de realidad cuyo único propósito parecía ser el de impresionar y finalmente abandonó la presidencia del partido.
Meses después, me enteré por la prensa de la súbita y grave enfermedad de Borge, lo cual me pareció muy extraño por tratarse de una persona de saludable estilo de vida y en excelente estado de salud. Helia, ya convertida en su esposa, redujo y limitó estrictamente sus contactos y relaciones por todos los medios, por lo que fui de los muchos interesados en su salud que no tuvieron acceso a él durante el curso de su reclusión hospitalaria y mucho menos mientras procuraba recuperarse en su hogar, ni siquiera mediante el correo electrónico. Repasé detenidamente lo que habíamos conversado en torno al riesgo de seguridad que representaba para él y para la lucha misma el que cediera a la atracción que había comenzado a sentir hacia ella. Recordé que, aunque en aquella ocasión me abstuve de expresarle mi sospecha de que podría estar buscando neutralizarlo políticamente de algún modo con el fin de congraciarse con el enemigo y lograr al fin sus metas personales, no dejé de considerarlo probable. Luego, con la enigmática muerte de Borge —casi tan misteriosa como la del legendario Líder— por esa súbita y agresiva enfermedad, quedó descabezada por completo la lucha clandestina inspirada en las enseñanzas del prócer y me persigue tenaz la duda de si, de habérselo dicho, habría podido evitar el extraño desenlace que tan beneficioso ha sido para el enemigo.


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medio pan y un libro

Federico García Lorca

Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.

Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada. Yo si los conservo porque me sirven para volver a ellos.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: 'amor, amor', y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevski, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: '¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!'. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: 'Cultura'. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.


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LA POLITIZACION DE LA FAMILIA

Alberto Moncada (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El signo más importante de la modernidad, del cambio del Antiguo Régimen al sistema democrático, es que la familia deja de ser la primera unidad social y pasa a serlo el individuo. La unidad de decisión electoral es la persona y, sobre todo, la persona individual es la protagonista de la vida jurídica, de los contratos, de los acuerdos. Ello es perfectamente compatible con que en el mundo capitalista la unidad principal sea la empresa, la corporación mercantil pero hasta ésta ha tenido que recabar de la legislación el reconocimiento de la ficción persona jurídica como fuente de imputabilidad.

Instituciones importantes como el matrimonio incluyen su condición contractual, su subordinación a la voluntad individual, al prever su disolución, algo que también negaba el Antiguo Régimen y que sigue negando ese invento eclesiástico, el matrimonio canónico, al imponer que la institución está por encima de las personas.

Esto no quiere decir que la familia no tenga importancia o reconocimiento social pero, de un tiempo a esta parte, se están creando instancias y levantando voces en defensa de la familia con la excusa de que la institución está amenazada de muerte por las nuevas costumbres, por las nuevas políticas, algo que no tiene el menor fundamento sociológico. Nunca como hasta ahora ha habido lazos más fuertes entre generaciones, los padres protegen a sus hijos de las carencias en materia de vivienda y empleo teniéndolos en casa hasta cada vez más mayores, los abuelos hacen de canguros de sus nietos ante la doble militancia laboral de la pareja y los hijos, y sobre todo las hijas, cuidan de sus padres ancianos con notorio sacrificio personal. En suma la familia es la principal defensa de las personas contra las durezas de un sistema económico cuyos líderes se llenan la boca elogiando a la institución pero apenas toman medidas para proteger la natalidad, la maternidad y la ancianidad. De hecho, el sistema utiliza a la familia como alternativa barata a su inacción política y sus dudosas prioridades fiscales. En ese sentido Francia sigue siendo ejemplar. Francia es el lugar de nacimiento de la soberanía del individuo, el lugar donde el súbdito se transformó en ciudadano y hoy es el único país europeo cuya fertilidad nativa crece debido a la protección oficial al embarazo y sus consecuencias. España es de los países europeos más retrasados en apoyo a la familia, basta citar que tenemos el mayor déficit en plazas públicas para residencias de mayores.

En realidad cuando los partidos o movimientos conservadores, y en especial la Iglesia católica, hablan de defender a la familia lo que de verdad piden es la vuelta al patriarcado, es decir, a un modelo de familia en la que el padre tomaba las decisiones en nombre de todos y sin contar con ellos y era el participe en su nombre de una red orgánica de poder sustituida por la democracia tras la Revolución Francesa. Solo en los ámbitos mafiosos persiste el dominio eminente del "padrone" en base unas estructuras de lealtad incondicional que reproducen el modelo predemocrático. Es la tradición del Sur italiano, cuna de todas las mafias. Y cuando instituciones religiosas, como el Opus Dei, dicen de sí mismas que son una familia, en el fondo reconocen que tienen una estructura mafiosa en la que el padre tiene la última palabra.

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una politización de la familia, tratando de utilizar esas nostalgias para frenar los progresos de la libertad individual y los derechos humanos en la profundización de la democracia.

Su primer capítulo nació en América Latina, y concretamente en Brasil donde un abogado de la extrema derecha católica , Plinio Correa de Oliveira y un sacerdote jesuita, Walter Marieux, director del secretariado internacional de las Congregaciones Marianas, fundaron el movimiento "Tradición, Familia y Propiedad" en 1960. El movimiento se extendió a Argentina y otros países latinos y en 1990 estaba presente en 22 países, siendo su principal órgano de difusión la revista Catolicismo. El movimiento trata de implantar un modelo de democracia orgánica, con un jefe militar a ser posible. La versión chilena, "Patria, Familia, Propiedad", prosperó mucho bajo Pinochet y entre sus miembros destacó el fundador de la colonia "Dignidad", tristemente famosa por la violación de derechos humanos que ocurría en su interior y cuyo fundador está hoy procesado.

La doctrina pro familia se incorporó a los programas electorales del partido republicano estadounidense desde Reagan en su afán de reclutar el voto del neoconservadurismo cristiano y se ha convertido en el epicentro del propósito de los actuales líderes de la Iglesia católica por recuperar la confesionalidad del Estado desde que el papa polaco inició el desmantelamiento de los postulados del Concilio Vaticano II. De hecho, el nuevo Papa vino a Valencia a un Congreso sobre la familia, organizado por grupos que buscan no tanto promover políticas de apoyo económico a la familia como hacer política conservadora. Es lo que hace el presidente Bush cuando exalta a la familia, aunque la suya no sea especialmente ejemplar, mientras trata de privatizar la Seguridad social y disminuir sus prestaciones en beneficio de otras prioridades fiscales más belicosas. De hecho, la política conservadora pro familia se convierte en aliada de lo que pretende atacar, el individualismo feroz cuyos vicios proclama. Porque lo pro familia es, sobre todo, pro mi familia, un instinto de reducir mi solidaridad al grupo más íntimo, lo cual debilita obviamente nuestra preocupación por lo común, por lo de todos, la naturaleza claramente social de la condición humana.

Al final los movimientos pro familia ven como su principal cometido apear a los partidos progresistas del poder político como lleva intentado la Iglesia católica desde que fundó la democracia cristiana en Italia. Y es que los líderes vaticanos no terminan de aceptar que la religión es un sentimiento personal y que la conciencia religiosa cada vez soporta menos intermediarios entre ella y el Absoluto. La Reforma protestante fue el primer capítulo de este proceso de maduración y despolitización del sentimiento religioso y hasta que el Vaticano no haga esa reforma su principal ocupación y su más fervorosa clientela tendrán objetivos políticos de la mano del partido popular en España o del republicano en USA.

Alberto Moncada es presidente de Sociólogos sin fronteras Internacional.



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VICTOR JARA: la agonia del pensamiento...36 años despues

Ulisse Iuliano (Desde Caracas, Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El 11 de septiembre, con los primeros rayos de sol del nuevo día, se cumplió el golpe de estado y el asesinato de Salvador Allende en el Palacio de La Moneda, apoyado por "los Nixon y los Kissinger" que en aquel momento gobernaban.

Víctor analiza su trayecto intentando llegar a su Cátedra de Arte Dramático, abordando sin temor el recorrido, en el que todos serían respuesta.

Solo trataba de averiguar las preguntas, aprendiendo a leer la vida entre montones de detritos y carabineros de a pie, concentrados en la selva de cemento sin presentir lo que ocurriría en esa analógica e imperfecta metáfora de destellos de luces y sombras que fue su vida.

Víctor Jara fue detenido al día siguiente junto a cientos de profesores y estudiantes de izquierda en la Universidad Técnica de Santiago de Chile, donde había permanecido durante aquel fatídico 11 de septiembre del golpe militar. Del recinto universitario se les condujo, manos en la nuca, al cercano Estadio Chile, hoy Estadio Víctor Jara. El presidente Allende había muerto en el Palacio de la Moneda y los militares ya perseguían, apresaban, reprimían y asesinaban, a cualquier parroquiano sospechoso de ser comunista.

Al día siguiente la Universidad Técnica del Estado amanecía recién pintada, mientras que, camiones de transporte de tropa y más camiones del ejército pasaban fugaces llenos de jóvenes amontonados, igual que estúpidas ovejas destinadas al matadero, pávidos y pasivos, aterrorizados y casi paralizados por el miedo esperaban para entrar en el redil, sin saber que ese día y los venideros, los verdugos decidirían, en un clímax breve, el encuentro con su destino final: la muerte

Y, a través de ese espejo tenebroso y sombrío, corrían sobre dos vías férreas dos futuros paralelos, ambos llevaban locaciones distintas y mirándose de reojo casi retándose, hicieron dos paradas ficticias y luego en uno, surgió la indiferencia.
En el alma nos quedaron las trazas de tu partida, haciendo de marco un luminoso arco iris. Creían que así desaparecías de la escena, igual que el Ché en La Higuera, creyeron que el pan nuestro "de cada vía" sería el "making of'f" condenado al olvido, ajenos a los focos multicolores de tus "caros"escenarios con piso de sólida y pulida madera, entre telones de terciopelo rojo, azul y fucsia, mezclado con violeta y naranja, queriendo apresurar las sepulturas de las que nunca, ...de los que nunca... serán protagonistas, porque pasan por la vida siendo pobres histriones, más aún, mediocres extras... sórdidos mortales...

Viéndose perdido, Víctor comienza a escribir un sueño horrible que limita con el horror y el espanto, que abrió no un surco, sino una zanja profunda en el rostro más fiero y en la espalda más fuerte, el destello metálico y la afilada reja del arado, un hombre despierto, que quiso hundirla en lo más profundo de la tierra madre... más con inmenso dolor y sus manos destrozadas sólo pudo percibir cuando aquel heraldo, abriendo al viento su manto negro, lo envolvió... y fue entonces que dióse cuenta que no era otro sino... la muerte.

Somos diez mil manos...
"Canto, qué mal me sales
cuando tengo que cantar espanto.
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto". (Fragmento)

Según numerosos testimonios, le torturaron durante horas, le golpearon las manos hasta rompérselas a culatazos de fusil y cachazos de revolver, ...que al chasquido de la claqueta, y luego, en ralentí, giró el tambor colocando el cartucho calibre 38 en posición alineada con el cañón, y tiraron del gatillo inmortalizándolo en la toma de un ángulo aberrante y, para finalmente acribillarle inútilmente tratando de deshacer su cuerpo, de destruirle, siendo encontrado 3 días después junto a otros compañeros en un solar abandonado cerca del cementerio..

¡Levántate Víctor...levántate...!
...y mírate las manos.
"Para crecer estrecha la de tu hermano
juntos iremos unidos en la sangre
hoy es el tiempo que puede ser mañana.
...ahora y en la hora
de nuestra muerte... amén". (Fragmento)

Para aprender a vivir, primero habrás aprendido a morir...
Fiel con tus convicciones dejaste de contarnos un montón de cosas...tus mensajes en el botellón de cristal que un día tiraste a las aguas de la mar nunca llegaron porque no pudieron navegar en esas aguas ensangrentadas mezcladas con asfalto.

"Pobre humanidad, cuanta
hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Somos diez mil manos menos" (Fragmento)
"¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente" (Fragmento)
Una nueva caída del Cristo del alma de alguna doctrina venerable, que el jinete siniestro convirtió en blasfemia. En golpe sangriento en la puerta abierta del horno y el crepitar de las ramas consumiéndose en llamas, y un hermoso pan que hincha y se quema; la creación es tanto el poder, como la mutación...

La vida nos propina, como si fuesen ráfagas de viento, garrotazos tan fuertes...muy fuertes... ¡yo no sé!

Y ese hombre ...miró a los ojos del pobre hombre, ...a los ojos a su homicida y en ese instante sitió como el clic del percutor se confundió con la nada, y todo lo vivido se desvaneció en sus últimos recuerdos, y sintió como su alma se disipaba empozada en un charco de luz y la brillantez del último cuadro de la toma, en su postrero y apacible estadio.

Hay momentos trágicos que no deben ser vividos porque nos aterran y nos enloquecen, porque nos evocan y recuerdan, y por la brisa helada de la primavera y la razón de ser... se deja morir en el tintero.

Más la remembranza de mi figura si la recuerdo y nunca la olvido: si la podredumbre no fuera esta luna de sal que me extraña y me persigue, y sola con su brillo que me ciega en la noche, sería feliz.

Y en la densa penumbra que cubre mis ojos, hay quién me espía y se aferra a mi piel y he sabido por algunos rumores que trajo consigo el poniente, que anchas son las filas infinitas de oscuros batallones y todos marchando van a encontrarse conmigo. Arremeten y se sosiegan en las carnes de mi cuerpo y, dotados de clave maestra, leen en mi mente lo que mi cuerpo esconde.

En la niebla del nadir, mientras pensaba, me ví solitario y taciturno, casi abandonado. Y entonces como por magia, apareció de la nada mi dulce amante envuelta en su desdichada desnudez, triste y adolorida, y me dijo desconsolada: se que me buscas pero tampoco me encuentras.

Se reflejan en mis pupilas solo los cantos de una bandada de pájaros salvajes, al mirarlos a los ojos arrancarán de mi corazón el espanto, y danzarán las sombras y dormiré el sueño eterno con los que duermen, mientras mis brazos me rodean y la noche no entibia la tierra, y miraré de nuevo las estrellas, echado sobre esa gran piedra plana, igual como cuando era niño y sentiré la fuerza del viento, igual que cuando veía mover las briznas de la fresca hierba cuando correteaba por el campo observando el himeneo de las mariposas.

Luego mi vista se posa sobre las cercas y un poco más allá las flores, y los abejorros que recogen su polen, y sobre la espuma de la corriente de los arroyos va mi alma que fluye y se desliza entre bancos de arena que separan las aguas cristalinas que manan lamiendo los lirios y plantas de agua, hasta llegar a las raíces de los frondosos árboles que me separan del bosque impenetrable de los vivos y no me detengo a reflexionar las palabras porque confundo el silencio con el andar, en sordina, igual que las manadas de lobos salvajes, cuando están al acecho y temen pisar alguna hojarasca o rama seca para alertar a la presa. Igual que una danza macabra, inhumana y grotesca.

El rompecabezas de la vida sigue girando, se compone y se descompone... constantemente. Faltan piezas, pero nunca sobra alguna. Mis pensamientos y mis notas tuvieron su semilla en la poesía de nuestros pueblos originarios , en aquella arcilla húmeda de sangre y arada con los huesos araucanos y regados después con el sudor fecundo de la frente de Bolívar, de O`Higgins, Martí, Morazán...Farabundo y Sandino y después en el escenario heroico de la Sierra Maestra, con el Che y Camilo y sobre el grito de mis canciones, que se parecen más a las arengas de Galvarino con sus manos cortadas, ...y los suicidios en masa de los guerreros mapuches para no caer en poder de los españoles...

Allá van... volando.

Sobre aquellas alas doradas se mecen las voces de mis cantatas y de mi alma araucana, y por mi corazón, sobre la cadena de Los Andes ...el Aconcagua, el pico Bolívar, el Potosí y el Chimborazo...
Pero aún no se hizo justicia...


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PLASTICA: EL GUITARRISTA CIEGO DE PABLO PICASSO

Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) el gran pintor y escultor español de su época, contribuyó con muchos movimientos que se fueron extendiendo por todo Europa y el mundo, también siendo influencia de muchos grandes pintores, que estudiaron su obra.

Pablo Picasso nace el 25 de octubre de 1881 en Málaga-España, hijo de profesor de arte y dibujo, Picasso fue un gran estudiante y a la edad de 14 años ingreso a bellas artes en Barcelona.

La obra del autor se suele dividir en varios periodos, los cuales son "el período azul", período rosa, protocubismo, cubista, neoclasicista, surrealista, época expresionista y período de Vallauris.

Todos estos periodos han enmarcado las obras de Picasso, y mostrado la genialidad de este autor.

En la primera etapa mencionada denominada el periodo azul entre 1901-1904, en este periodo Picasso comienza a pintar a personas en salas de baile y en cafés, encontrando la vida bohemia de la calle como algo fascinante, también pintando la miseria humana, así como a ciegos, alcohólicos y prostitutas.

Los temas de Edgar Degas y Henri de Toulouse fueron la influencia más fuerte para Picasso, reflejado en su obra, sala azul.

En este período el color azul fue predominante, denominado entonces así el periodo.

Una de sus grandes obras en este periodo, fue "El guitarrista ciego", obra la cual fue muy distintiva en este periodo, ya que la ceguera fue un tema muy usado, viéndose también en las obras "La celestina" y "La comida del ciego"; Picasso hace alusión a la intensidad de los otros sentidos como el tacto para palpar la comida, y el oído para tocar la guitarra.

El hecho de que Picasso se enfocara tanto con el tema de la ceguera, incluso hasta podríamos verlo como una obsesión ya que hasta el final de su vida este es un tema el cual siguió dibujando; se especula demasiado sobre esto, pero lo más certero a pensar y deducir, es el miedo de este a perder la vista ya que como pintor, considero es uno de los grandes temores, así como el de un músico al perder el oído o la fuerza de sus músculos para tocar un instrumento; el hecho de que su padre también pintor comenzara a tener problemas de visión, reflejaba en él un futuro problema y constante angustia.

Fuente: AUTOR NETO



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sábado, 15 de enero de 2011

PROSTITUCION: UNA VISION ANTICAPITALISTA


[Versión web extendida] Este texto es un borrador.1 No es un texto completo; a pesar de su extensión, hay aún más aspectos no tratados. Es meramente una contribución al debate. El autor espera que anime a diferentes compañeras y compañeros a contribuir al mismo, discutiendo argumentos o añadiendo puntos nuevos. Por David Karvala.

Muchos temas sociales provocan encendidos debates entre izquierda y derecha: por ejemplo el aborto, o los matrimonios del mismo sexo. También se conocen muchos debates estancados entre diferentes corrientes de la izquierda. Lo que es distintivo, con el tema de la prostitución, es que muchas activistas del movimiento feminista —seguidas por mucha gente de izquierdas— partiendo de las mismas premisas adoptan posiciones totalmente opuestas.

Por un lado, algunas abogan por la prohibición de la prostitución; por otro, las hay que defienden el ejercicio de la prostitución. Este texto se dirige a plantear una manera de ver la cuestión que recoja los aspectos positivos de ambas posiciones, a la vez de intentar evitar sus puntos débiles.

Abolición o prohibición

La Coalición Internacional Contra el Tráfico de Mujeres (CATW, en sus siglas en inglés) presenta los siguientes argumentos contra la legalización/despenalización de la prostitución:

  1. La legalización/despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.
  2. La legalización/despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve el tráfico sexual.
  3. La legalización/despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande.
  4. La legalización/despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.
  5. La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil…

Argumentan que: "Hay personas que creen que defendiendo la legalización o la despenalización de la prostitución están dignificando y profesionalizando a la mujer que está en la prostitución. Pero el dignificar la prostitución como un trabajo no supone el dignificar a la mujer, ya que simplemente dignifica la industria del sexo". Aclaran que se oponen a: "Todas las formas de prostitución avaladas o respaldadas por el Estado, incluyendo, pero no limitándose a, la legalización de los prostíbulos y del proxenetismo, la despenalización de la industria del sexo, la regularización de la prostitución a través de leyes que establezcan controles de salud obligatorios para las mujeres que están en la prostitución, o cualquier sistema que reconozca que la prostitución es un trabajo o la defienda considerándola una elección laboral". Al igual que otras muchas organizaciones feministas, identifican la prostitución como una forma de violencia de género o, más explícitamente, como "una forma de violencia masculina".2

Esta visión se extiende a la izquierda de inspiración socialista. La Secretaria de la Dona del PSUC-viu, por ejemplo, declara que "La prostitución tiene que ser considerada como una forma extrema de violencia de género". La Secretaría de la Mujer del Partido Comunista de España (PCE) también equiparó la prostitución con la violencia de género, y criticó que la propuesta de Iniciativa-Verds, "la llamada regulación", representaba "la institucionalización de dicha violencia".

En la misma línea, según informó la agencia EFE (25/11/09), el propio secretario general del PCE, José Luis Centella, pidió "un cambio en la legislación para que la prostitución sea considerada una forma de violencia de género. Considera que la compra del cuerpo de una mujer es una de las manifestaciones más violentas del patriarcado."

Estos argumentos, por supuesto, reflejan el deseo de mejorar la situación social de las mujeres, y específicamente la de las mujeres prostituidas. La cuestión es si son la mejor forma de analizar la prostitución y sobre todo, si lo son para conseguir las mejoras que buscamos.

Mezclando temas

El Colectivo Hetaira (al que volveré más adelante) argumenta que: "La utilización de abstracciones teóricas como 'tráfico de mujeres', 'violencia de género' o 'esclavitud sexual' tienen grandes resonancias emocionales pero son poco explicativas de las situaciones complicadas y complejas de las personas que pasan por ellas. Para actuar sobre la realidad es necesario diferenciar bien las situaciones que queremos mejorar y proponer medidas específicas para cada caso".3 En esto tienen toda la razón. Por ejemplo, se puede y se debe denunciar a las mafias que obligan a mujeres inmigradas a ejercer la prostitución, pero esto no representa un argumento contra la prostitución como tal, de la misma manera que la existencia de talleres que explotan a gente inmigrada no justifica la prohibición de toda la industria de la confección de ropa. La prostitución infantil es ilegal y debe serlo como abuso de menores que es, indiferentemente de la actitud que se adopte respecto a la prostitución en general.

Citando otra vez al Colectivo Hetaira: "Para nosotras el actual Código Penal es un instrumento más que suficiente para defender a las trabajadoras del sexo de los abusos y las agresiones. Así:* Quien obliga a otra persona a prostituirse ya está considerado delito en él;* Ante los abusos o agresiones físicas, psíquicas o sexuales ya existen, también en el C.P., artículos que permiten su denuncia y castigo.* Para los abusos económicos y las malas situaciones de trabajo son necesarias leyes laborales que defiendan los derechos de las trabajadoras".4

Gran parte de los argumentos a favor de la abolición de la prostitución se basan en agravantes de este tipo, no en la prostitución en sí misma. El hecho de que estos abusos estén muy extendidos no quita que son una cosa diferente a la prostitución como tal.

Alianzas peligrosas

La exigencia de prohibir o abolir la prostitución plantea la cuestión: ¿Quién lo va a hacer? Se da por sentado que será responsabilidad del Estado, con sus cuerpos policiales, sus tribunales, sus cárceles, etc.

No sorprende que los políticos institucionales aboguen por aumentar sus poderes en esta materia. Lo que sí debe sorprendernos es que sectores de la izquierda y de los movimientos sociales tengan una actitud tan crédula hacia el Estado capitalista. Se supone que este Estado —el mismo que levanta las barreras contra la llegada de personas del sur e impulsa otras políticas racistas, el que lleva a cabo reformas laborales, el que mantiene la situación de desigualdad de las mujeres, etc.— traerá alguna mejora en este tema.

A partir de aquí se pueden formar alianzas muy dudosas, y no es una mera hipótesis. La feminista radical Andrea Dworkin realizó una alianza de facto con representantes de la derecha cristiana de EEUU para abolir la pornografía. Cuando Dworkin murió, un antiguo ayudante de George Bush explicó su admiración por ella, y cómo ella misma le había correspondido, expresando su "respeto hacia los conservadores cristianos que luchaban contra la prostitución forzosa".5

En el ámbito de la pornografía, los esfuerzos de Andrea Dworkin y Catharine MacKinnon contribuyeron a una importante decisión judicial canadiense, que decidió que la pornografía era degradante para las mujeres y por tanto no se podía acoger bajo las garantías de libertad de expresión. Las aduanas del país utilizaron la decisión para requisar material destinado a las librerías de gays y lesbianas.6

Es decir, que sean cuales sean las intenciones de los que promueven la prohibición, fácilmente éstas puede servir a intereses que nada tienen que ver con la liberación de las mujeres.

En un ejemplo concreto, Gemma Nicolás describe como el PP defiende "Una postura abolicionista o prohibicionista y utiliza el discurso moralista tradicional, junto a ciertas expresiones propias del feminismo radical". El Ayuntamiento de Madrid, en el que esta formación política tiene mayoría absoluta, está llevando a cabo un plan 'Contra la esclavitud sexual' para erradicar la prostitución de la zona céntrica de la calle Montera. Desde el año anterior, las mujeres trabajadoras sexuales del centro de Madrid estaban siendo atosigadas por la policía para impedir su visibilidad en la zona, hecho que supuso numerosas detenciones y expulsiones en aplicación de la ley de extranjería.7

Un informe del Parlamento Europeo de 2000, Lucha contra la trata de mujeres, reconoció que: "El régimen de prohibición directa e indirecta de la prostitución vigente en la mayoría de los Estados miembros crea un mercado clandestino monopolizado por la delincuencia organizada que expone a las personas implicadas, sobre todo a los inmigrantes, a la violencia y la marginación".

Prostitución y género

Según la destacada abolicionista, Donna M. Hughes, en la prostitución "Los hombres crean la demanda y las mujeres son la oferta". En una nota de pie la autora comenta que: "Esta dinámica se aplica a la prostitución heterosexual. Las excepciones son la prostitución gay, el abuso sexual por hombres a niños, el ocasional abuso sexual por mujeres a niños o niñas y la casi inexistente prostitución de hombres por mujeres".8 Normalmente otros tipos de prostitución —a los que se tendría que añadir la de mujeres transexuales, a las que Hughes excluye de su análisis*— ni se mencionan.

Parece evidente que la principal forma de prostitución es la heterosexual, con mujeres prostitutas y hombres como clientes, pero es importante reconocer que no es la única. Esto se ve más claramente si se considera, no sólo la prostitución, sino la industria del sexo en su conjunto. Según una fuente, la pornografía gay representa entre un tercio y la mitad de todo el mercado de venta o alquiler de películas pornográficas en EEUU; no es un elemento marginal.9 Un estudio de "bailarines/as exótico/as" afirmó que su muestreo, de 16 hombres y 40 mujeres, era representativo de la población en general en este trabajo. Otra vez, se ve que hay una parte importante que no refleja el modelo de "hombre que crea la demanda y la mujer el suministro".10

Es más difícil encontrar datos respecto a la prostitución. Esto se debe en parte a la marginación de las personas que la ejercen, pero también en parte al hecho de que muchos estudios parten del modelo de prostitución como una cuestión de género, y específicamente de violencia de los hombres contra las mujeres. Así, los otros tipos de prostitución simplemente no entran en el análisis.

El informe No Son of Mine, realizado para Barnardos, una ONG británica que trabaja con niños, comenta que "Ha habido mucho interés e investigación en el trabajo sexual femenino", mientras que, en cambio, "se sabe comparativamente poco sobre niños y hombres jóvenes" que se encuentran en una posición parecida "y de hecho, hay una falta de información respecto a este grupo marginado dentro de nuestra sociedad".11

Según otro estudio: "En general, chicos y hombres jóvenes que venden sexo como 'chaperos' ['rent boys' en inglés] se consideran mucho menos visibles que las niñas y mujeres jóvenes, probablemente debido al estigma añadido de la homosexualidad y de hombres que venden sexo".12

Finalmente, vale la pena reflexionar sobre el aspecto geopolítico de la prostitución. No se puede explicar en términos de género por qué son jóvenes de Europa del este las que van a Europa occidental para ejercer la prostitución, y no al revés. De la misma manera, el hecho de que hombres de negocios ricos y europeos vayan a Tailandia para practicar sexo (mejor dicho: para violar) con niños pobres de ese país y no al revés, que campesinos tailandeses viajen para abusar de los niños de la burguesía europea, es resultado de muchos factores sociales y económicos, mucho más allá del género.

Volveremos más adelante al tema del género y la industria del sexo. Por ahora se debe señalar que, aunque el análisis de la prostitución tiene forzosamente que tratar el aspecto de género, centrarse casi exclusivamente en este aspecto implica perder muchos elementos de una realidad más compleja y contradictoria.13

¿Normalizar la prostitución?

Existe otra corriente de opinión respecto a la prostitución, que parte del discurso feminista, para llegar a conclusiones opuestas a las tesis abolicionistas. Esta visión existe en diversos países, especialmente en EEUU; en el Estado español está representada, entre otras entidades, por el Colectivo Hetaira.

El Colectivo Hetaira presenta sus "planteamientos teóricos" de la siguiente manera: "Los planteamientos que subyacen a nuestro trabajo feminista tienen que ver con las polémicas que se han dado sobre este tema dentro del feminismo. Partimos de considerar la prostitución como un trabajo, una actividad que puede ejercerse de maneras muy diferentes. Pensamos que es importante diferenciar quienes lo hacen obligadas por terceros y quienes lo hacen por decisión individual aunque obviamente condicionada por las situaciones personales, como todo lo que hacemos en la vida. Para nosotras la existencia de la prostitución tiene que ver no sólo con la situación de desigualdad de las mujeres en relación a los hombres sino también con la pobreza, con las desigualdades norte/sur, con las sociedades mercantiles, etc. Concebimos a las prostitutas con toda su dignidad y con capacidad para decidir sobre sí mismas y sobre sus condiciones de vida, aunque a veces lo tengan difícil. Son trabajadoras a las que se les debería de reconocer los mismos derechos que tienen el resto de trabajadores. Consecuentemente nuestra alternativa pasa por "descriminalizar" la prostitución regulando las relaciones comerciales cuando implican a terceros y reconocerles sus derechos como trabajadoras. Siendo fundamental que cualquier política que se desarrolle en este terreno cuente con la voz de las propias prostitutas".14

En todo esto, tiene bastante razón. Sin embargo, desde esta perspectiva a veces se va más allá de la explicación de la realidad de la prostitución, a argumentos que casi la celebran. Una prostituta que defiende esta posición escribe en su blog: "El ejercer la prostitución me ha dado la oportunidad de desarrollarme como persona, poder mantener a mi familia, acceder a una vivienda y poder estudiar para labrarme un futuro, como yo hay muchas mujeres que luchan día a día por su futuro y el de sus familias. Ningún otro contexto en la vida me ha dado tantas oportunidades".15

Como resume una autora: "Las trabajadoras sexuales feministas no se sienten avergonzadas de su trabajo. De hecho, se sienten muy orgullosas de no sentir vergüenza y de haber superado tabúes y prejuicios sexuales. No consideran que nadie deba decir por ellas si su trabajo es opresivo, dañino o humillante… Este feminismo también resalta el hecho de que el trabajo en la industria del sexo puede atribuir poder y autonomía (empowerment) a las mujeres al adquirir control autónomo sobre sus propios cuerpos, transformando los estereotipos de género".16

Esta posición, supuestamente rompedora, a veces reproduce de forma acrítica los estereotipos de siempre. Por ejemplo, Beatriz Espejo, autora de Manifiesto Puta, un "ensayo en defensa de la libertad sexual y la prostitución", argumenta que las mujeres deben aceptar que sus maridos acudan a prostitutas, porque: "Tienen que entender que el hombre es testosterona pura, le gusta su mujer y también las demás". Más revelador aún, criticando a las abolicionistas, declara que: "Cuando sumas dos cosas buenas, sexo y dinero, no puede dar como resultado una mala".17

La derecha abolicionista, de forma hipócrita, acepta el mercado en general, pero lo rechaza para el sexo. Algunas defensoras de la prostitución también ven el mercado como una cosa incuestionable pero, siendo más coherentes que la derecha, defienden la inclusión de las relaciones sexuales en este mercado. Esta aceptación del mercado se relaciona con un aspecto clave respecto a la prostitución: las diferencias de clase entre las personas que la ejercen. Como defiende la bloguera antes citada —prostituta y licenciada en Ciencias Políticas— la prostitución puede ser una forma relativamente buena de ganarse la vida para algunas mujeres como ella: efectivamente una trabajadora autónoma cualificada. Pero son pocas. Un grupo incluso más pequeño serían las mujeres que llevan auténticos negocios del sexo, de prostitución, pornografía, tiendas de sexo, etc. Éstas no son trabajadoras del sexo, sino empresarias.

Tales diferencias de clase son un elemento clave para analizar la prostitución. Ignorarlas sería como intentar entender la industria del textil a partir de las experiencias de una diseñadora de moda, y no contar con la realidad de las empleadas de los talleres de confección que cobran unos pocos centavos por pieza.

En resumen, si las feministas abolicionistas parten de una visión muy parcial de la prostitución —y luego plantean soluciones muy cuestionables— la visión de la defensa de prostitución como un trabajo más también refleja una visión parcial: la de las mujeres que tienen mejores condiciones que la gran mayoría del sector. Además, tras su imagen radical, en algunos casos se esconden actitudes bastante conservadoras acerca de la imposibilidad de cambiar esta sociedad dominada por el mercado en el que la sexualidad es una mercancía más.

Una visión anticapitalista

Muchas veces, desde el movimiento anticapitalista se tratan los problemas como si fueran totalmente nuevos, y tuviéramos que partir de cero en nuestros análisis. En el tema de la prostitución, al igual que en muchos otros, no es así en absoluto. Autores y activistas escriben sobre la prostitución desde perspectivas anticapitalistas desde al menos hace un siglo y medio, y su trabajo nos ofrece planteamientos mucho más sólidos que los descritos arriba.

La prostitución y la historia

Un problema de ambas teorías descritas arriba es que excluyen una visión de cambio histórico. Quieran o no, en efecto refuerzan la famosa definición de la prostitución como "la profesión más antigua del mundo". Es un ejemplo de la "visión Picapiedra" de la historia. Mientras Pedro Picapiedra iba en su coche de piedra para acudir a su trabajo en la fábrica de piedra, detrás de la fábrica había una joven en minifalda de pieles, haciendo la esquina para ganar unas monedas de piedra.

Vale la pena analizar por qué la idea de "la profesión más antigua del mundo" es necesariamente falsa. Para que haya prostitución, alguien tiene que producir comida y construir alojamiento. Si alguien quiere comprar sexo, primero tiene que trabajar —o hacer que otro trabaje— para tener con qué pagar. Como explicó Marx: "En la producción social de su vida los hombres [y mujeres] establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social".18

Es decir, si bien la prostitución existe desde hace miles de años, las diferentes sociedades de clase dan lugar a fenómenos muy diferentes. El marxista alemán August Bebel describe en su obra Mujer y Socialismo, de 1879, cómo la prostitución existió en las sociedades antiguas de Grecia y Roma y luego en el feudalismo, pero que siempre tomó una forma específica en cada sociedad. Explica que es sólo bajo el capitalismo que la prostitución se convierte en un fenómeno masivo. Presenta datos para analizar la prostitución en términos de clase, explicando que la gran mayoría de las prostitutas lo son por pobreza y necesidad, pero que también existe una pequeña minoría de prostitutas de "alto standing". Incluso describe el tráfico de mujeres, del cual el principal país de origen era Alemania, que "exportaba" prostitutas a medio mundo, desde Singapur hasta Buenos Aires. En ese período de la primera globalización, Gran Bretaña era la gran potencia, y Alemania todavía no había logrado su posición actual. De paso, Bebel critica de forma irónica el doble rasero por el cual se da por sentado que los hombres tienen impulsos sexuales incontrolables, mientras que las mujeres "respetables" deben mantener su virtud. Comentó que "cada vez que los hombres se reúnen en gran número, parecen incapaces de divertirse sin la prostitución" (léase despedida de soltero, feria comercial, etc.). Por supuesto, Bebel sabía que se trata de un hecho social, no biológico.Bebel también rechaza la regulación estatal de la prostitución, explicando como ésta permitía abusos por parte de la policía y los médicos encargados de "inspeccionar" a las mujeres. En resumen, Bebel explica que: "La prostitución se convierte en una necesaria institución social de la sociedad burguesa, al igual que la policía, el ejército, la iglesia y la clase capitalista".19

La anarquista rusa Emma Goldman, que entonces vivía en EEUU, denunció en 1910 la hipocresía en torno a la prostitución, destacando que muchos matrimonios burgueses también implicaban el intercambio de favores sexuales por dinero. Incluso cuestionó varios tópicos que siguen vigentes: "Adjudicar el aumento de la prostitución a la alegada importación extranjera, al hecho de extenderse cada vez más el proxenetismo, es de una superficialidad abrumadora (…) los proxenetas, detestables como son, no se debe ignorar que forman parte esencialmente de una fase de la prostitución moderna, fase acentuada por las persecuciones y los castigos resultantes de las esporádicas cruzadas llevadas a cabo contra ese mal social. El proxeneta, no dudando que es uno de los miserables especímenes de la familia humana, ¿en qué manera puede ser más despreciable que el policía, quien le arranca hasta el último centavo a la pobre trotadora de la calle para luego conducirla presa todavía? ¿Cómo el proxeneta ha de ser más criminal, o una más grande amenaza para la sociedad cuando los propietarios de grandes almacenes, de tiendas o fábricas, buscan sus víctimas entre el personal femenino para satisfacer sus ansias bestiales y después enviarlas a la calle?".20

Desde la época de Marx y Engels y en adelante, se analiza cómo la prostitución moderna y masiva se desarrolla en consonancia con el capitalismo, desde la industrialización inicial, pasando por la primera ola de internacionalización de hace más de un siglo, hasta el mundo actual de globalización y crisis. En cambio, ver la prostitución como "una manifestación del patriarcado" impide analizar cómo ha ido desarrollándose. A menudo, "patriarcado" es simplemente una etiqueta que significa cosas diferentes para personas diferentes, pero implica una visión mediante la cual la opresión de las mujeres es un hecho ahistórico, casi eterno. Al excluir el análisis de cómo surgió la opresión de las mujeres con las primeras sociedades de clase, y cómo esta opresión ha ido cambiando con el paso de las sociedades antiguas, el feudalismo y ahora con el capitalismo, dificulta ver cómo se puede acabar con esta opresión.21 En lo que se refiere a la prostitución, desde esta visión se intentan analizar hechos del mundo del s.XXI —por ejemplo, la manera en que la industria del sexo se aprovecha de mujeres que cruzan el planeta para intentar escapar de las guerras y la pobreza— como si pasara lo mismo hace mil o dos mil años. Por poner un ejemplo, la agricultura existe desde hace trece mil años, pero no tiene sentido analizar la situación de un jornalero africano en los invernaderos de Almería hoy como una mera variante de la de un esclavo en una finca romana hace dos mil años. Por supuesto, se podrían encontrar algunas similitudes superficiales, pero lo importante es el mayor potencial que tienen los jornaleros hoy para cambiar su situación, como se ve con las movilizaciones en el campo andaluz. La clave es la especificad de la situación del jornalero en el capitalismo moderno, no alguna similitud con los que trabajaban el campo en la antigüedad.

Lo mismo se aplica a la prostitución. Si bien existió en sociedades anteriores, para entender qué es ahora, y para cambiar esta situación, debemos verla como un factor específico del capitalismo moderno, no como un hecho milenario fijo.

El sexo como mercancía

Quizá sea una obviedad, pero la clave de la industria del sexo es el hecho de convertir las relaciones sexuales en una mercancía que se puede comprar y vender como un producto más. Como escribieron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: "La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares (…). La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita (…). Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas (…) la red del comercio es universal (…).Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu".22

Al someterlo todo al dominio del mercado, el capitalismo también hace otra cosa: crea la enajenación. Marx analizó la cuestión en 1844, en unos difíciles textos filosóficos: "¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí".23

Esta enajenación es un motivo importante de la búsqueda de sustitutos por las relaciones humanas de verdad. Marx volvió al tema de la enajenación en El Capital, explicando cómo las mercancías —que no son más que el producto del trabajo humano y por tanto de las relaciones sociales entre las personas— se presentan como objetos independientes: su máxima expresión, el capital —las grandes empresas, la banca etc.— no es más que la acumulación del trabajo humano: "Para hallar una analogía [tenemos] que trasladarnos a las regiones nebulosas del mundo religioso. Aquí, los productos del cerebro humano parecen dotadas de vida propia, independientes, en relación entre sí y con los hombres. Lo mismo ocurre en el mundo de las mercancías con los productos de la mano humana. Esto es lo que llamo fetichismo, que se adhiere a los productos del trabajo en cuanto se produce como mercancías y que, por consiguiente, es inseparable de la producción de mercancías".24

De la misma forma, bajo el capitalismo, el sexo —que en realidad consiste en las relaciones sexuales entre seres humanos— se convierte en un objeto ajeno a las personas, en una mercancía. Sólo por esto se puede hablar de una "industria de sexo".

La visión abolicionista, que centra su crítica a la industria del sexo en el argumento de que degrada a las mujeres, deja abierta la posibilidad de que "otra industria del sexo es posible". Su crítica no tiene nada que decir respecto a la pornografía para mujeres heterosexuales, lesbianas o gays. Las tiendas de sexo dirigidas a una clientela femenina serían quizá un paso hacia la igualdad.25 Se condenará —y con razón— la creación de "Roxxxy", la nueva muñeca-robot sexual que "posee órganos sexuales artificiales y un esqueleto articulado que es posible mover como el de un ser humano". Pero ¿qué se diría ante la noticia de que la empresa se plantea diseñar un muñeco-robot "masculino" para las mujeres?26 Y, finalmente, el pequeño sector de prostitución de hombres para mujeres quedaría fuera del análisis.27

Las defensoras de la normalización de la prostitución, lejos de quedarse calladas ante estos hechos, los celebran. Beatriz Espejo, autora de Manifiesto Puta, por ejemplo, respondió a la pregunta "¿Cuál es la solución?", diciendo "Que las mujeres tienen que hacer lo que les apetezca respecto al sexo. Esto incluye que si te apetece pagar por estar con un hombre, pagues y experimentes".28

En cambio, el análisis de la deshumanización y la alienación, inherente en la objetificación del sexo, se aplica a toda la industria del sexo, sea cual sea su mercado. Y evidentemente, se aplica a toda la prostitución, a la mujeres o a la de hombres, más allá de las condenas a las condiciones de esclavitud a las que algunas prostitutas están sometidas, o al abuso de menores.

Desde el punto de vista anticapitalista, la prostitución, al igual que toda la industria del sexo, es inseparable del capitalismo. Sólo acabando con el capitalismo se puede acabar con las condiciones sociales que llevan a las personas a ejercer la prostitución y con la alienación que crea el mercado para ella.29

Medidas anticapitalistas hoy para superar la prostitución

Este planteamiento es correcto, pero puede fomentar la idea de que hay que "esperar a la revolución" y que mientras tanto no hay nada que hacer. Nada más lejos de la verdad. Lo que sí es cierto es que, dado que el capitalismo es el problema, no conseguiremos una solución mediante alianzas con el Estado capitalista o dándole más poder.

La visión anticapitalista significa impulsar las luchas, aquí y ahora, para mejorar las condiciones sociales y los derechos de las personas —especialmente de las mujeres, y más especialmente de las mujeres inmigradas— para reducir las presiones que impulsan a la gente a ejercer la prostitución. La más importante de estas presiones es la pobreza, la necesidad económica. Ésta es una cuestión de clase, con un componente importante relacionado con el género y con la posesión o no de papeles. En este sentido, se trata de apoyar las luchas contra el paro y la precariedad, en apoyo a las huelgas. Pero también de luchar específicamente contra la desigualdad de género en el trabajo: por una igualdad real de salarios entre trabajadores y trabajadoras; por la igualdad de acceso a los cargos cualificados, etc. Otras medidas en este sentido serían la ampliación y mejora de los servicios de guardería y de ayudas a las personas dependientes: muchas mujeres ejercen la prostitución porque no encuentran otro trabajo cuyo horario sea compatible con sus cargos domésticos. Finalmente, el nivel escandalosamente bajo de muchas pensiones también puede empujar a algunas mujeres a la industria del sexo (y si alguien lo duda que vea la película Irina Palm).

En lo que se refiere a las personas inmigradas, también hay que combatir el racismo en el mundo laboral, pero aquí el tema es mucho más amplio. Las redes de tráfico de mujeres para la prostitución sólo pueden existir gracias a los controles impuestos por la Unión Europea, incluyendo al Estado español. Si hubiera libertad de circulación, a ninguna mujer de Europa del este, África central o América Latina se le ocurriría ponerse en manos de las mafias de la inmigración clandestina. Es decir, a la vez que el gobierno condena estas mafias y dice que toma medidas contra el tráfico de mujeres, son sus políticas de inmigración las que crean el problema.

Es importante tener en cuenta que, aunque la prostitución tiene un importante componente de género y está relacionada directamente con la opresión específica que sufren las mujeres, también hay otros sectores (como hombres jóvenes, inmigrantes o transexuales), que no pueden dejarse de lado a la hora de abordar el problema. Para estos "otros" sectores de la prostitución, hacen falta medidas específicas. Por ejemplo, el hecho de que jóvenes acaben prostituyéndose es reflejo de los graves problemas de precariedad laboral y de la dificultad de acceso a viviendas que afligen duramente a este sector.30 Las luchas por el acceso a trabajos y viviendas dignos también contribuirían a reducir la prostitución. Muchas transexuales trabajan de prostitutas debido a la poca aceptación que tienen al mostrar su DNI cuando solicitan un trabajo. La lucha contra la opresión específica sufrida por las personas transexuales aumentaría sus posibilidades de salir de la prostitución.

No debemos olvidar que, por ser la prostitución un fenómeno global, las soluciones también tendrán que ser globales. Los diversos lugares de origen de las mujeres (y a veces niños) de la industria de la prostitución son un mapa de los desastres económicos, sociales y políticos del mundo.

Las deudas que pesan sobre los países pobres, y luego los planes de ajuste estructural (ahora cínicamente llamados "estrategias para la reducción de la pobreza"), empobrecen a la clase trabajadora y los campesinos de estos países (a la vez que suelen enriquecer a sus clases dirigentes). Eliminar estas deudas sería un paso importante para reducir este impulso a la prostitución.

El cambio climático, si se sigue como hasta ahora, provocará cientos de miles de refugiados y refugiadas. Algunas de estas personas se encontrarán en las ciudades del norte sin posibilidades de sustentarse, cosa que, otra vez, echará a algunas de ellas a la prostitución. Hacen falta medidas reales para controlar las emisiones, así como medios para acoger a la gente refugiada, permitiendo que acceda a trabajos dignos, etc.

Las guerras son otra causa importante de desastres humanos y aumentan enormemente la prostitución. Tanto en Afganistán como en Irak, la desestructuración social provocada por la guerra y la ocupación ha abocado a muchas mujeres a la industria del sexo, dentro de sus propios países o en los países a los que llegan como refugiadas.32 Por este motivo los gobiernos que llevan a cabo guerras y ocupaciones impulsan la prostitución; los movimientos antiguerra ayudan, indirectamente, a frenarla.

Por otro lado, es necesario cambiar las actitudes hacia el sexo como mercancía y de forma específica, la concepción del cuerpo de la mujer como un objeto sexual. En este sentido, es fundamental acabar con las ideas e imágenes machistas que se transmiten por medio de la publicidad, los medios de comunicación o la pornografía, en los que se suele promover una concepción del sexo y el erotismo basada exclusivamente en la satisfacción sexual del hombre heterosexual y se considera el cuerpo de la mujer un objeto, incluso una propiedad del hombre para cubrir sus propias necesidades, ya sean sexuales o de reconocimiento social. En este sentido, es necesario un replanteamiento global de los modelos acerca de cómo deben ser las relaciones sexuales. El modelo predominante sigue estando vinculado a la pareja monógama heterosexual, en la que se valora positivamente la castidad y fidelidad en las mujeres en contraposición a la celebración de la promiscuidad en los hombres, la cual se interpreta como un símbolo de éxito social.

Pero igualmente importante es la lucha para que la gente trabajadora pueda tener relaciones personales más satisfactorias. Gramsci escribió en Americanismo y Fordismo acerca de cómo las presiones de la vida laboral impiden el desarrollo normal de las relaciones sexuales. Sin tiempo para verse, y ahogados por facturas y letras, es más difícil que la gente sea feliz en sus relaciones. Jornadas laborales más cortas, salarios dignos y mejores condiciones contribuyen, entre otras cosas, a una sexualidad más sana.

Es evidente que estas propuestas son objetivos por los que se puede luchar ahora mismo, pero también es obvio que conseguir todo esto implica una lucha frontal contra el capitalismo. Ésta es la única forma para realmente superar la situación actual, en la que muchas mujeres, y no pocos chicos, se encuentran abocadas a ejercer la prostitución, por la falta de alternativas.

Por este motivo, las fuerzas de la izquierda que se suman a la posición abolicionista —como hemos visto, adoptando la totalidad del discurso— se equivocan gravemente. Cualquier opción que busca "abolir" la prostitución mediante decretos y leyes corre el riesgo, en la práctica, de librar al sistema capitalista de sus responsabilidades, y de cargar contra las personas que tiene que ejercer la prostitución. Sólo parece más realista porque siempre es más "realista" mantener el estatus quo, en vez de intentar cambiarlo.

¿Organización sindical de las prostitutas?

Dado que no hay una forma rápida de eliminar la prostitución, se plantea la cuestión de qué actitud tomamos respecto a los derechos de las personas que la ejercen. Debe ser obvio que la izquierda anticapitalista está a favor de que puedan defender sus derechos frente a la represión y la persecución así como la marginalización social, contra el estigma social que sufren las prostitutas (excepto las muy ricas, evidentemente). No debemos dar ningún apoyo a la policía que abusa de ellas, con o sin una ley en la mano.

Apoyar el derecho a organizarse de las prostitutas (que no es lo mismo que apoyar los derechos de la patronal de la industria del sexo, sino todo lo contrario) no es una cosa abstracta. En Argentina existe la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), sindicato de trabajadoras sexuales que está afiliado a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).33 En India existe la Karnataka Sex Workers Union, sindicato que organiza a trabajadoras/es del sexo —"mujeres, hombres y transgénero"— y que forma parte de un movimiento sindical más amplio.34

Frente a tales ejemplos, es triste que el PCE —haciéndose eco de las tesis abolicionistas de un sector del feminismo radical— rechazara una propuesta de CCOO a favor de la sindicalización de las prostitutas, expresando su horror ante una posible "sección sindical de prostitutas de CCOO".35 Esta actitud no es nada consistente, y no concuerda con la visión de clase que se supone que el PCE defiende. Si rechazan la organización sindical de las prostitutas, ¿por qué no la de actores y actrices del porno, que también practican el sexo por dinero? Y ¿las que trabajan en locales de masaje "con final feliz" tampoco deben poder afiliarse a un sindicato? Y ¿las personas que hacen striptease? Por otro lado, si aceptamos el derecho a organizarse de la plantilla de una central nuclear, de una fábrica de armas, o de un centro penitenciario, ¿esto implica que estamos a favor de todas estas actividades? Parece que aquí hay un doble rasero y que el discurso feminista actúa como excusa para negar a un sector "muy puteado" —por decirlo de alguna manera— derechos que no se nos ocurriría negar a ningún otro grupo, por mucho que rechacemos el negocio de sus jefes.

Por supuesto, no será nada fácil que se organicen las y los prostitutos, como no lo es en ningún sector de trabajadoras explotadas y precarias (por ejemplo, empleadas domésticas). Además, la izquierda anticapitalista del Estado español, actualmente relativamente débil y fragmentada, quizá no esté en condiciones de contribuir mucho, pero no debe haber sombra de duda de que, en principio, estamos a favor del derecho de autoorganización.

Conclusión

Este último punto es de aplicación general: por ahora, no podemos hacer gran cosa respecto a la prostitución, pero al menos podemos y debemos aclarar nuestra visión. Periódicamente, surgen amplios debates respecto a la prostitución. Si en estos debates la izquierda anticapitalista va a remolque de una u otra de las corrientes descritas arriba —la abolición o la normalización de la prostitución— cometemos un error.

Necesitamos una posición propia, independiente, arraigada en un análisis de clase y del capitalismo, acerca de cómo la opresión actual de las mujeres —y el modelo represivo respecto al sexo en general— forma parte de esta realidad social y no puede superarse definitivamente sin acabar con el capitalismo.

Esto no excluye el colaborar con las feministas con las que compartimos objetivos inmediatos, sino todo lo contrario. Tendremos muchos puntos en común con las que quieren que la prostitución deje de existir, así como con las que quieren luchar contra la marginación y por los derechos de las y los trabajadores del sexo actuales. Tener una visión propia es de hecho una condición esencial para poder ver lo que tenemos un común, a pesar de las diferencias que podamos tener con sus teorías.

Si decimos que "otro mundo es posible", estamos pensando en un mundo en el que nadie tenga que vender su cuerpo, un mundo con libertad sexual de verdad, no con la libertad del mercado, del dinero. Para conseguirlo, tenemos que luchar hoy, dando pasos concretos, y sabiendo bien quién es el enemigo: el capitalismo.

Algunos textos citados

Chase, E and Statham, J (2004) The Commercial Sexual Exploitation of Children and Young People: An Overview of Key Literature and Data. Literature Review by Thomas Coram Research Unit, Institute of Education: University of London.
http://www.nationalworkinggroup.co.uk/ system/datas/22/original/Thomas_Coram_Commercial_adn_Sexual_Exploitation_ of_Children_and_Young_People_-_an_overview.doc?1255353348

Colectivo Hetaira (sin fecha): Una mirada feminista a la prostitución,
http://www.colectivohetaira.org/web/documentos/2-documentos/22-una-mirada-feminista-a-la-prostitucion.html

Díez Gutiérrez, Enrique Javier (2009): Prostitución y violencia de género, Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, 24 (2009.4). Publicación Electrónica de la Universidad Complutense.

EFE: 25/11/09, El Partido Comunista pide que la prostitución se considere violencia de género
http://noticias.terra.es/espana/2009/1124/ actualidad/el-pce-pide-que-la-prostitucion-se-considere-violencia-de-genero.aspx

Farley, Melissa, Julie Bindel y Jacqueline M. Golding (2009), Men who buy sex: Who they buy and what they know, diciembre 2009, Eaves, London y Prostitution Research & Education, San Francisco.

Garaizabal, Cristina (2003): Derechos laborales para las trabajadoras del sexo, Mugak, nº 23.
http://www.colectivohetaira.org/crisgar0403.html

Hughes, Donna M. (2000) Los hombres generan la demanda; las mujeres son la oferta, Centro Reina Sofía, Valencia, noviembre de 2000,
www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demandsp.htm.
Versión original en inglés:
www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demand.htm.

New York Times, 17/04/05, A Radical Feminist Who Could Dine With (Not on) Conservatives.

Nicolás, Gemma, (2005), Planteamientos feministas en torno al trabajo sexual,
http://www.descweb.org/files/PlanteamientosFeministas.pdf

Palmer, Tink (2001) No Son of Mine, informe para Barnardos (ONG británica que trabaja con niños). Resumen en
www.barnardos.org.uk/noson.pdf

Pritchard, Jane (2010): The sex work debate, International Socialism Journal 125 (invierno de 2010), disponible en
http://www.isj.org.uk/index.php4?id=618

Raymond, Janice G. (1998): Prostitution as violence against women: NGO stonewalling in Beijing and elsewhere, Women's Studies International Forum, Vol. 21, No. 1, pp. 1-9,
http://action.web.ca/home/catw/readingroom.shtml?sh_itm=46413d9acb7e9322a28f1df36d75637c

Raymond, Janice G. (2003) para la Coalición Internacional Contra el Tráfico de Mujeres, Diez razones para no legalizar la prostitución.
http://action.web.ca/home/catw/readingroom.shtml?x=37143

Secretaria de la dona del PSUC viu (2009): Conclusions: Prostitució, posicions de partit, 30/09/09.
http://donesdelpsucviu.blogspot.com/2009/09/conclusions-prostitucio-posicions-de.html

Secretaría de la Mujer del PCE (2009): El PCE pide una ley como la sueca para la prostitución en España, 07/09/09,
http://pce.es/pcei_pl.php?id=3261&origen=rss&PHPSESSID=301e6e4b68b010e0dfa8c57af5c3cc7e

Notas

  1. Ya había empezado a trabajar el tema cuando apareció un artículo que tiene un análisis parecido, aunque con un énfasis algo diferente: Jane Pritchard, The sex work debate, International Socialism Journal 125 (invierno de 2010), disponible en http://www.isj.org.uk/index.php4?id=618. Proporciona muchos argumentos y fuentes valiosos.
  2. Citado en Raymond, Diez razones para no legalizar la prostitución, pág. 23. Ver también Enrique Javier Díez Gutiérrez, Prostitución y violencia de género.
  3. Colectivo Hetaira, Una mirada feminista a la prostitución, en http://www.colectivohetaira.org/web/documentos/2-documentos/22-una-mirada-feminista-a-la-prostitucion.html.
  4. Cristina Garaizabal, Derechos laborales para las trabajadoras del sexo, Mugak, nº 23.
  5. Citado en New York Times, 17/04/05. http://www.nytimes.com/2005/04/17/weekinreview/17msuh.html
  6. Chris Bearchell, Gay porn is getting skinned alive, Toronto Star, 15/01/93; "What Andrea Dworkin got right", en www.anotherthink.com (blog cristiano) 25/04/05.
  7. Gemma Nicolás, Planteamientos feministas en torno al trabajo sexual, pág. 69.
  8. Donna M. Hughes, Los hombres generan la demanda; las mujeres son la oferta, conferencia en el Centro Reina Sofía, València, noviembre de 2000, www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demandsp.htm. La nota sólo aparece en la versión original en inglés: www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demand.htm. Esta autora también levanta dudas respecto a sus alianzas. Su "Libro de hechos" sobre la prostitución en el Estado español cita al Ministerio del Interior para sugerir que ETA se financia con la prostitución. http://www.uri.edu/artsci/wms/hughes/spain.htm. En 2003 alabó las medidas contra la prostitución de George W. Bush que, entre otras cosas, dictaron que organizaciones que defendían la legalización de la prostitución —como hacen algunas entidades que promueven los derechos de prostitutas en diversos países— ya no podrían recibir fondos de ayuda. http://article.nationalreview.com/268710/accommodation-or-abolition/donna-m-hughes
  9. Joe A. Thomas, Gay male video pornography: Past, present and future, en Ronald John Weitzer (Ed.) Sex for sale: prostitution, pornography, and the sex industry, Routledge, Nueva York 2000, pág 49.
    http://books.google.es/books?id=zFpLTrLyDC8C&pg=PA49&lpg=PA49 &dq=pornography+market+homosexual+heterosexual&source=bl& ots=7qeIdxgxUR&sig=6WPhPMIqoHqGNMMbhNU4qmStwHI&hl=es &ei=a81hS5vnJ9TNjAe-3_G-DA&sa=X &oi=book_result&ct=result&resnum=6 &ved=0CDIQ6AEwBQ#v=onepage&q=&f=false
  10. Constance Bernard y otros, Exotic dancers: gender differences in societal reaction, subcultural ties, and conventional support, en Journal of Criminal Justice and Popular Culture, 10(1) (2003) 1-11. http://www.albany.edu/scj/jcjpc/vol10is1/bernard.html. Aunque se debe mencionar que en la investigación se encontraron diferencias importantes en las actitudes hacia los hombres y las mujeres que trabajaban en este campo.
  11. Tink Palmer, No Son of Mine, resumen del informe realizado para Barnardos, 2001. www.barnardos.org.uk/noson.pdf.
  12. Chase, E and Statham, J. (2004) The Commercial Sexual Exploitation of Children and Young People: An Overview of Key Literature and Data. Literature Review by Thomas Coram Research Unit, Institute of Education: University of London.
    http://www.nationalworkinggroup.co.uk/ system/datas/22/original/Thomas_Coram_Commercial_adn_Sexual_Exploitation_of_Children_and_Young_People_-_an_overview.doc?1255353348
  13. Podemos leer lo siguiente en un texto abolicionista: "Es necesario poner de manifiesto que los datos exponen que las personas que ejercen la prostitución son mayoritariamente mujeres, y que las personas que compran esos cuerpos, para su uso sexual, son hombres. Ambas cifras indican que el fenómeno de la prostitución es, por tanto, una cuestión de género, fruto de una estructura de dominación masculina." http://www.malostratos.org/cindoc/040%20cindoc%20viol%20prostit%2001.htm
  14. Colectivo Hetaira, Una mirada feminista a la prostitución.
  15. http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com
  16. Gemma Nicolás, Planteamientos feministas entorno al trabajo sexual, pág. 27, http://www.descweb.org/files/PlanteamientosFeministas.pdf
  17. Entrevista a Beatriz Espejo, La Vanguardia, 20/11/2009, reproducida en la web del Colectivo Hetaira.
  18. K. Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política, 1859. Disponible en http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm
  19. August Bebel, Mujer y Socialismo, capítulo 12. Disponible en inglés en www.marxists.org/archive/bebel/1879/woman-socialism/ch12.htm.
  20. Emma Goldman, La prostitución. Disponible en http://marxists.org/espanol/goldman/1910/005.htm
  21. Sobre el marxismo y la teoría del patriarcado, ver Angie Gago, Género y clase, la liberación de la mujer hoy, en La Hiedra, marzo de 2009, y Chris Harman, Mujer y capitalismo, Folleto de En lucha, 2005.
  22. K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista (1848), disponible en http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
  23. El trabajo enajenado en Karl Marx, Manuscritos Económicos y filosóficos de 1844, Primer Manuscrito, disponible en http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/man1.htm#1-4
  24. Karl Marx, El Capital, Libro 1, Tomo 1, Akal, 1976, pág. 103.
  25. Un sex shop para mujeres, Marie Claire, 30/05/07. La "sex shop para mujeres", Factor Mujer, ha diseñado su web en color lila, incluyendo el símbolo de la mujer.
  26. La Vanguardia, 10/01/2010. La empresa la llaman "true companion", "compañera de verdad", y dicen que la muñeca no es sólo para sexo sino también amistad. Sobran palabras. http://truecompanion.com
  27. Shady Lady Ranch offers new 'menu' for women, Times Online, 6/01/10. Hay dos hechos destacables del informe. Primero, la dueña del burdel explicó que "Con tantos espectáculos de 'boys' en Las Vegas, pensamos que era el momento para intentar esto". Segundo, que la madame había recibido 150 solicitudes, la gran mayoría de Detroit y Las Vegas, las zonas que tienen las tasas de paro más altas de EEUU. La dinámica de este sector —que no deja de ser pequeño— se parece bastante a la del resto de la prostitución.
  28. Entrevista a Beatriz Espejo, La Vanguardia, 20/11/2009.
  29. Haría falta estudiar el informe de Farley y otras (2009), Men who buy sex, que investiga las motivaciones de los hombres que acuden a prostitutas.
  30. Ver Tink Palmer, No Son of Mine.
  31. Normalmente el nombre en su DNI no coincide con su aspecto femenino o masculino.
  32. Nizar Latif, La prostitución 'florece' en Iraq, Rebelión 30/11/09; IRIN.News, Afganistán: Aumentan los casos de prostitución en el norte del país por el alza del precio de los alimentos, Rebelión, 18/07/08; Elaheh Rostami Povey, Afghan Women, Zed books, Londres 2007.
  33. Ver http://www.ammar.org.ar, y la entrevista a dos dirigentas del sindicato en http://www.suteba.org.ar/index.php?r=1153.
  34. Ver: http://kswu.blogspot.com.
  35. Comunicado de la Secretaría Federal de la Mujer del PCE, ante la presentación pública del libro Derechos de Ciudadanía para trabajadoras y trabajadores del sexo de CCOO, 09/06/07. Disponible en www.nodo50.org/pce/secretarias/secmujer/pl.php?id=1623

(*) La autora del texto citado, Donna M. Hughes, en todo su largo artículo sobre la prostitución, no habla en absoluto de la gente transexual. En toda su web, entre centenares de artículos tratando la prostitución, y a pesar de la importancia en la industria del sexo de las mujeres transexuales, sólo se encuentran dos referencias al tema. En una de ellas define una foto como "violenta y degradante", simplemente por ser de una transexual (http://www.uri.edu/artsci/wms/hughes/ppsi.htm). La otra es aún más clara, porque habla de situaciones en las que un cliente de una prostituta "descubre que la 'mujer' es un hombre o transexual" (http://www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demand_sex_trafficking.pdf). Sus comillas hablan por si mismas.



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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo