Isabel Dorado Auz
Se cumple un aniversario más de la fundación de Hermosillo, razón por la cual los gobiernos panistas decidieron crear un festival al que denominaron "Fiestas del Pitic" que nos dio la oportunidad de contar con buenos eventos culturales y tener una verdadera alternativa respecto a esos otros eventos organizados con fines de lucro, como lo son las diversas expos, de las que resalta, obviamente la Expo Ganadera. Sin embargo, este año me preguntaría si realmente nos hemos ganado el derecho a celebrar algo.
Normalmente, uno esperaría que la algarabía popular fuese la culminación de una serie de eventos positivos en el acontecer social y que las "fiestas" nos sirvieran para refrendar nuestro comportamiento comunitario y ensalzar los mejores valores que como sociedad estamos desarrollando. En cambio, lo que realmente vemos es que los gobiernos utilizan las "fiestas" para darnos más circo y olvidar, al menos por un momento los graves problemas que nos aquejan.
Olvidarnos, por ejemplo, que todavía tenemos una carencia del 50% en áreas verdes y que no vemos voluntad de resolver este problema en el corto plazo, aún y cuando los reportes de incremento en diversos tipos de enfermedades siguen creciendo, en especial las relacionadas con la contaminación ambiental, que es cada día mayor. También pretenden distraernos de esa nueva amenaza que representa la futura instalación de un incinerador industrial que nos traerá más contaminación y de paso, olvidarnos también del gran potencial de contaminación de todos los residuos tóxicos depositados en el Cytrar y que ningún gobierno ha tenido la voluntad política de retirarlos a pesar del gran riesgo al que están expuestos nuestros vecinos del sur de la ciudad.
Las "fiestas" también podrán distraernos del seguro sometimiento del gobierno panista ante el "pulpo camionero" que se da el lujo de amenazar al gobierno estatal, si no les cumplen la petición de un mayor subsidio o incremento de la tarifa, para que la "empresa" que creó Eduardo Bours con el SUBA siga enriqueciendo a una pequeña cúpula "empresarial". Distracciones que servirían también para olvidarnos, al menos por un tiempo, de la nulidad de "nuestros" representantes populares ante cualquier exigencia de una menor desigualdad social y la implementación de un verdadero sistema de justicia.
Pero, finalmente, superando con creces todos los problemas mencionados anteriormente, la pregunta sería, ¿cómo podemos celebrar después de esa lacerante herida relacionada con la muerte de nuestros 49 niños de la guardería ABC?; ¿cómo celebrar si los encargados de impartir justicia siguen siendo los mismos ineptos que contribuyeron a entorpecer las investigaciones para que los protegidos de Eduardo Bours pasen a ser los protegidos de Guillermo Padrés?
Este inicio del mes de Junio tendrá dos caras, una ya muy conocida es la de los políticos tradicionales que ahora los puede ver iguales en comportamiento aunque pertenezcan a diferentes partidos; la otra, la cara de esos luchadores sociales, cuyo infortunio les hizo reaccionar en contra de un sistema caduco y corrupto que premia a los delincuentes y mete a la cárcel a quienes defienden sus derechos constitucionales.
Un mes de Junio que servirá para celebrar el espíritu de lucha de quienes al perder un ser querido tuvieron un despertar cívico que todos debemos acompañar. Un mes de Junio en el cual, el circo debe pasar a un segundo término para darle cauce y un mayor respaldo a la lucha digna y perseverante de los padres de la Guardería ABC
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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