Libreta de notas, con información propia y ajena de asuntos fundamentalmente económicos de Fernando Ochoa V.
jueves, 31 de marzo de 2011
ya casi, legalmente somos exclavos. Documentos Reforma Laboral
si lo pueden imprimir y difundir seria una gran aportación en la lucha para detener este gran retroceso.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
lunes, 28 de marzo de 2011
LOS MEDIOS Y LA JUSTA DIMENSIÓN
Hace unos días, un medio nacional publicó la fotografía de unos turistas canadienses en Acapulco. Hombres y mujeres de edad madura, casi todos se abrazaban, llorando, mientras algunos no podían despegar la mirada de un lugar no abarcado por el lente de la cámara: en la calle habían sido arrojadas algunas cabezas humanas. Los cuerpos no; los cuerpos, tal vez, habían sido tirados en otro lugar, para horrorizar a otras personas. ¿Cuál es la justa dimensión del horror de esos turistas? ¿Cuál es la justa dimensión del evento por ellos presenciado?
En Quintana Roo es dejada una pila de doce cadáveres, algunos de ellos desnudos. Ninguno de los cadáveres lleva consigo la cabeza. ¿Cuál es la justa dimensión de este hecho?
En Cd Juárez son masacrados casi una veintena de jóvenes. Festejaban algún triunfo deportivo propio. La mayoría de ellos son estudiantes regulares, algunos hasta sobresalientes; pero quien cobra como presidente se refiere a ellos como pandilleros. El hecho se registra gráficamente por una fotografía de la sangre, que corre de la sala hasta la calle. ¿Cuál es la justa dimensión del hecho?
En Tamaulipas, en un paraje rural, se encuentra una fila de 74 cadáveres alineados cuidadosamente. Son, o eran, mujeres, hombres, algunos menores de edad. Después se sabría que eran migrantes a los que, antes que el sueño americano, los alcanzó la pesadilla mexicana. ¿Alguien podría establecer la "justa dimensión" de esta masacre? Ya veremos que sí.
Los medios nacionales, con las dos televisoras a la cabeza, han suscrito un acuerdo para informar de los hechos violentos, pero sólo en su "justa dimensión". Serán López Dóriga, Carlos Marín, Sarmiento, quienes dos dicten la justa dimensión de la pesadilla mexicana. Dicen que ya no quieren ser "propagandistas involuntarios" de las bandas criminales. Pronto veremos que la "justa dimensión" se ajusta a los criterios de la propaganda gubernamental.
Aunque el presente artículo se alargue un poco, es necesario señalar dos casos en los que la información en "justa dimensión" ha contribuido a producir sonoros éxitos en la lucha contra el crimen organizado.
El primer caso lo tenemos en Colombia. La información con dimensión ajustada, que proviene de ese país, nos dice que las bandas criminales colombianas ya fueron derrotadas. Personeros y personajes colombianos, responsables de tan importante éxito, recorren el continente presumiendo su fórmula infalible para combatir al crimen. El ejemplo colombiano cunde, al punto que importantes reformas legislativas en materia de seguridad, aquí en México, son burda calca del brillante ejemplo colombiano; como la propuesta de la "policía única", por ejemplo.
Pero algunos aspectos de la realidad colombiana no pueden ser explicados con información "en su justa dimensión". Por ejemplo, ¿Por qué el 80% de la cocaína que se consume en el mundo se sigue produciendo en Colombia? Ese grado de participación en el mercado mundial de drogas no esta nada mal; sobre todo para bandas criminales que ya están derrotadas, en su "justa dimensión".
Pero un ejemplo más cercano lo tenemos en Tijuana. También allá, la justa dimensión nos informa que la "plaza" fue pacificada. Los medios locales y nacionales nos presentan al héroe responsable de tan sorprendente proeza pacificadora: Julián Leyzaola, en su papel de Director de Seguridad Pública. Así las cosas, mientras que la información cuya dimensión se ajusta, nos habla de la pacificación de Tijuana, la realidad, que suele ser terca y rejega, se niega a entrar en tan estrechas dimensiones: En 2009 los asesinatos en TJ sumaron 664; pero al año siguiente, 2010, la suma alcanzó la cifra de 820 asesinatos. Extraño caso el de una ciudad en la que la pacificación avanza en tanto crece el número de muertos. Si no fuera un lugar común, se diría que la paz de Tijuana es algo sepulcral.
Lo expuesto hasta aquí se resume en dos planteamientos: Primero, es sumamente difícil, si no es que imposible establecer una "justa dimensión" para el horror; y en México el horror es cosa de todos los días. Segundo, la "justa dimensión" informativa suele falsear la realidad; suele presentarnos una cara amable, al gusto del gobierno que, gustoso, paga generosamente la propaganda voluntaria de los medios que escapan de la "propaganda involuntaria".
Por lo anterior, desde este humilde teclado se propone establecer otro criterio para la "justa dimensión" informativa. ¿Si todos los medios estuviesen obligados a informar el total de dinero público que reciben? ¿Sería ese acaso un buen criterio para que los consumidores de información tuviéramos un parámetro de comparación, sobre los contenidos editoriales de los diversos medios?
Por ejemplo. Al inicio de un noticiario televisivo se expondría el siguiente mensaje: "Se informa a los televidentes que el noticiario que esta por comenzar recibe, en pagos por propaganda gubernamental un total de $ 800,000.00 pesos; en tanto que la televisora en su conjunto ha recibido, en lo que va del presente año un total de 1,326.54 millones de pesos".
Otro ejemplo; en la página principal de un diario se leería, en un recuadro, la siguiente leyenda: "Se informa a los lectores que este periódico, para la presente edición, ha recibido $ 125,000.00 pesos, por concepto de publicidad de diversas entidades de gobierno. En el transcurso del presente año, este medio ha recibido pagos gubernamentales por un total de 42 millones de pesos. Los detalles de esta información pueden consultarse en la página web de este medio."
Si hubiera una norma que obligara a los medios a informar cotidianamente, acerca del dinero público que reciben, tendríamos un criterio sólido para establecer la "justa dimensión" de la información contenida en ellos. Notaríamos además cuánta de esa "información" es en realidad propaganda voluntaria, y bien pagada.
Tendríamos, además, la ventaja adicional de saber cuántos "periodistas" se dan vida de jeque, a costa de dineros públicos que merecen un mejor destino.
Martín Vélez
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
lunes, 21 de marzo de 2011
la irrelevancia de la razón
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domingo, 20 de marzo de 2011
discurso ante la tumba de carlos marx
Pronunciado en inglés por F. Engels en el cementerio de Highgate en Londres, el 17 de marzo de 1883.
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo.
Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.
Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia.
Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida.
Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los repulicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él.
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¿porqué hay que cultivar la humildad?
y mi jubilo es realizar obras humildes como si fueran grandes y nobles"
(Helen Keller)
Por Bernardo Caamal Itzá[i]
Mientras los segundos y las horas transcurren, muchos de nosotros vamos transformándonos en nuestra forma de ser y actuar. Sin embargo, hay cambios que cada uno de nosotros tiene programado en la agenda de la vida, por ejemplo, el hecho de estudiar alguna carrera profesional, desde nuestra etapa de estudiante, soñamos llegar a ese objetivo. El ser doctor, enfermera, ingeniero o maestro. En cambio, hay otras personas que desean experimentar cambios en sus vidas, desde cosas materiales, como el hecho de adquirir un vehículo, una casa o "llegar a ser alguien más sobresaliente en su comunidad".
Sea cual fuere nuestro objetivo - me decía mi abuela-, no hay que perder de vista que al final nuestra humilde morada en este mundo es el cementerio, donde nuestros restos físicos se integrarán a la tierra nuevamente. Esas cosas que hemos adquirido y presumido ante los demás, al morir nada podremos llevar, y finalmente lo que quedará de nuestro paso en la tierra dependerá de aquello que hicimos y construimos.
"Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también
en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos"
(San Josemaría Escrivá de Balaguer)
Es claro entonces, porqué Jesús, Mahatma Gandhi, Buda, entre tantos otros que han escrito la historia de la humanidad, conforme pasan los años, sus nombres brillan aún más en la memoria humana ¿A qué se debió esta trascendencia después de más 2,000 años?
"Tira la primera piedra si estas libre de pecados"- nos recuerda Jesús, en momentos cuando la masa humana estaba dispuesta a matar a María Magdalena-, pero los pasajes bíblicos no terminan ahí. Ahora que estamos en tiempos cercanos a la Semana Santa es interesante recapitular algunas pasajes del Evangelio que relata la vida de aquel gran maestro, que muestra aquel domingo de ramos, cuando fue recibido por su gente, como el Rey de Reyes, y al cabo de poco tiempo, tal vez estas mismas personas fueron los que dijeron ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquelo!, seguramente fueron los momentos más cruciales de cualquier ser humano, porque es cuando tienes la oportunidad de ver la realidad. Incluso, Pedro, su fiel discípulo, terminó negando esa relación que tiene con Jesús, en tres ocasiones.
"Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande"
(Rabindranath Tagore)
Pero en la realidad ¿Qué hizo trascender a Jesús? Unos dicen, aunque es el Rey de Reyes, decidió nacer en el espacio menos indicado, y no fue precisamente en un lujoso hospital atendido por los mejores doctores de aquellos años, y luego murió en la Cruz. Entonces ¿Cuál fue el legado de Jesús, Buda o Mahoma, ha hecho que su memoria se mantenga vigente ante sus pueblos? Y siguen siendo el guía y la esperanza de miles de personas en el mundo.
Pero las enseñanzas de aquellos hombres ilustres que han dejado huella en la humanidad pareciera que no haya sido asimilado, porque la historia sigue recopilando hechos y actos que dan fe que aún seguimos atrapados en el mundo materialista y que cada vez nos aleja de ser "humanos".
¿Dónde está humildad que tanto nos dijo Jesús? parece, hoy día, que hablar de humildad en el dirigente de empresas es casi tan absurdo, como hablar de un círculo cuadrado, pues parece que dirigir una institución y ser humilde es una contradicción interna.
Los gobernantes del mundo, cada vez más demuestran que están enfermos de poder, y cuando no lo tienen, sienten que el mundo los ha traicionado, y quieren construir enormes edificios o escribir libros para dar a conocer su labor; lo cierto es que, al ser cuestionado estas obras, terminan por sucumbir al paso de los años.
"Dime cuánto tienes y te diré cuantos vales", mensajes que se han acentuado aún más en nuestra vida, porque cada vez se le rinde culto a la falta de valores, al egoísmo, la hipocresía, y el resultado ha sido desastroso en nuestras relaciones humanas. Todo esto se ha traducido en el incremento en el número de divorcios, la falta de cohesión en las familias y como resultado, los jóvenes no visualizan el futuro…
"Cuanto más callados estamos, mejor escuchamos. Si gritamos
al mismo tiempo que otros, perdemos la facultad de oír"
(Bárbara Larmoyer)
Lo cierto, es que por la humildad, conocemos el límite de nuestras fuerzas, y saberlas nos ayuda a conocer aquellos obstáculos que nos impiden ser verdaderos dirigentes. La humildad nos dice que no hay competidor pequeño, es decir, los demás no son inferiores a nosotros. De esta actitud se desprende otra que la fortalece: la disposición constante de pedir consejo.
Entonces, es de sabios pedir consejos. Así que a partir de hoy, la vanidad y todos esos valores que impiden a que seamos más humanos, debe ser desplazada por la humildad, para ser grandes en la vida ¿O qué dices al respecto?
[i] Agrónomo y comunicador maya, actualmente colabora en la Fundación Produce Yucatán, A.C.
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