CIUDAD DE MÉXICO.- El número de tarjetas de crédito "congeladas", es decir, que no se utilizan, va en aumento.
De acuerdo con datos del Banco de México, de 23.1 millones de plásticos emitidos al cierre del primer trimestre de 2011, 8.5 millones permanecieron inmóviles.
Dicha cifra supera las 7.4 millones de tarjetas inutilizadas durante el cuarto trimestre de 2010. Así, entre enero y marzo de este año, 37 por ciento de las tarjetas no se utilizaron para pagar, retirar efectivo ni para consultar saldo.
Las razones por las cuales los tarjetahabientes pueden dejar de pagar con sus plásticos son: que hayan alcanzado ya el límite de su línea de financiamiento, que su tarjeta esté en un programa de reestructura y el banco la haya congelado, o bien, que el mismo cliente ya no esté dispuesto a involucrarse en deudas.
A decir de Manuel Díaz Mondragón, presidente del Instituto de Asesoría en Finanzas Internacionales (IAFI), después de que los bancos pusieron restricciones para dar mayor financiamiento a través de tarjetas, los usuarios se quedaron sin la posibilidad de que les ampliaran sus líneas.
"El acelerado uso que los clientes dieron a su tarjeta durante un tiempo, incide en que más rápidamente alcancen su límite. Aunado a ello, el hecho de que el banco no amplíe la línea, impide que se siga utilizando este instrumento", dice.
Pero también este crecimiento de "plásticos congelados" se explica por el número de tarjetas que han entrado a programas de reestructuración.
Lo anterior, debido a que generalmente cuando una persona deja de cumplir con el pago de sus deudas o está bajo un plan de reducción de tasa o ampliación de plazo para liquidar, se inhabilita la tarjeta mientras concluye el programa.
"Fue una práctica que siguieron todos los bancos para lograr que los deudores se pusieran al corriente con sus pagos y que en muchos casos ocasionó que les congelaran la tarjeta", agrega.
Aunque la Asociación de Bancos de México (ABM) no ha dado el número total de las tarjetas que entraron en programas de reestructuración, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reveló que a las instituciones financieras les costó 250 mil millones de pesos el impago de los tarjetahabientes en los últimos cinco años.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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