Por: Isabel Mayoral Jiménez
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos deberá "salvar" a los mercados financieros, aplicando una nueva ronda de relajamiento cuantitativo, si el Congreso de ese país no eleva el techo de su deuda e incurre en moratoria de pagos, coinciden especialistas de Standard and Poor's y del Tecnológico de Monterrey.
Es improbable que la Fed se quede sin hacer nada si la inacción fiscal o la irresponsabilidad desestabilizan la recuperación económica de EU, dice la calificadora en el reporte 'The U.S. Debt Ceiling Standoff Could Reverberate Around The Globe - With or Without A Deal'.
Si una dosis agresiva de austeridad daña el crecimiento y regresa el riesgo de deflación, o si la liquidez del mercado comienza a secarse, S&P considera que el banco central estadounidense probablemente dará pasos para proporcionar apoyo a los mercados y ofrecer otra ronda de relajamiento cuantitativo.
La colaboración en recortes importantes de gasto parece al alcance, a pesar que la calificadora observa como un posible obstáculo las demandas de que el gasto debe recortarse en la medida del incremento del límite de la deuda.
Sin embargo, espera que las cabezas frías prevalezcan al fin y Washington evite un default. Las consecuencias de no hacerlo, simplemente serían demasiado severas, en opinión de S&P.
Aunque hay una considerable postura política sobre el techo de la deuda y temas relacionados, un indicio claro de que el Gobierno estadounidense resolverá el problema es importante para la evaluación de S&P sobre la credibilidad de EU.
"Hemos establecido antes nuestra creencia de que hay riesgo material de que los esfuerzos para reducir futuros déficits presupuestales no alcanzaran las metas establecidas por los líderes del Congreso y la administración", dijo la firma.
En esta perspectiva, S&P ve al menos dos probabilidades de que podría bajar la calificación de largo plazo de EU en uno o más puntos dentro de los próximos tres meses, y potencialmente tan pronto como para principios de agosto a la categoría AA, si concluye que Washington no ha alcanzado lo que la agencia considera un acuerdo creíble para resolver futuros déficit presupuestales.
El 14 de junio, S&P puso las calificaciones de crédito soberanas AAA largo plazo y A-1+ de corto plazo de EU en revisión con implicaciones negativas, reflejando su opinión de dos temas: la falta hasta la fecha para elevar el techo de la deuda y asegurar que el Gobierno federal podrá hacer los pagos programados de su deuda, así como también sus crecientes preocupaciones sobre la probabilidad de que Washington acuerde sobre un plan de consolidación fiscal de mediano plazo en el futuro previsible.
La Fed tendría que explorar la posibilidad de implementar la tercera ronda de alivio cuantitativo (QE3), agrega José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
De otra forma, advierte que la posibilidad de una recesión sería muy grande nuevamente. "El problema es que ahora tomaría a las economías con problemas muy serios, tanto en EU como en otros países desarrollados, ya que la desaceleración que están viviendo es sustancial y un problema financiero de esta magnitud sin lugar a dudas vendría a agravar mucho más esta situación".
Sin embargo, estima que los efectos de esa política prácticamente quedarían circunscritos a la esfera financiera, bursátil y bancaria y no tendría impacto realmente en el sistema productivo. Lo único que se lograría es estabilizar una caída de los mercados, pero quedarían varios años de estancamiento en lo que se logran rehacer los fundamentos económicos de EU y del mundo desarrollado, que son los que ahora viven esta etapa de crisis.
De la Cruz anticipa que aún cuando en EU se alcance un acuerdo, el país se encamina a un ajuste estructural importante, que va a implicar bajas tasas de crecimiento y restricción financiera para el resto del mundo, porque equilibrar sus finanzas va a reclamar un gran uso de recursos y, en este sentido, lo que seguirá es un aumento en las tasas de interés.
Si se logra evitar una baja de calificación de EU se podría contener un colapso financiero mayor, pero de todos modos no vienen años de expansión económica, alerta el académico del Tec de Monterrey.
EU tendrá elecciones en 2012, por lo que no es una sorpresa que no pueda llegar a un acuerdo serio respecto a la reducción del déficit, agrega Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de BASE Casa de Bolsa.
"Si el gasto del Gobierno se reduce de forma significativa y abrupta, se puede poner en riesgo la recuperación económica, la cual vive un frágil momento. Sin embargo, tampoco pueden elevar el techo de la deuda indiscriminadamente, porque se encuentra en un lugar insostenible que podría causar daños serios a su economía", dijo.
Desafortunadamente, el déficit fiscal, un tema económico, se ha convertido en una controversia política que pone en riesgo la solvencia de EU, aunque en ese país están consientes de las implicaciones de un default, por lo que es muy probable que al llegar el 2 de agosto se tenga un acuerdo, que seguramente no será el mejor debido a las discrepancias de los objetivos políticos de cada partido, indica.
S&P plantea tres posibles escenarios que pudieran materializarse. En el primero, la Casa Blanca y el Congreso acuerdan elevar el techo de la deuda y colaborar sobre un marco de largo plazo para la consolidación fiscal.
En el segundo escenario, la Casa Blanca y el Congreso acuerdan elevar el techo de la deuda para evitar un posible incumplimiento, pero no pueden formular lo que la calificadora considera sea un plan de consolidación fiscal realista y creíble.
En cuanto al tercer escenario, la Casa Blanca y el Congreso no pueden acordar elevar el techo de la deuda para la fecha límite del 2 de agosto y el Tesoro comienza a reducir marcadamente el gasto para preservar el efectivo para el pago de la deuda y tratar de mantenerse dentro del techo de la deuda.
Claramente, la falta de un acuerdo de Washington para elevar el techo de la deuda y acordar medidas de reducción de déficit llevaría a una importante confusión, que podría ser severa si tal situación golpea lo suficiente para impulsar al Gobierno al incumplimiento, dijo la calificadora.
Aunque estima que esta posibilidad es la menos probable, encuentra difícil estar en desacuerdo que sería la ruina de los mercados financieros globales y probablemente empujaría a la economía a la recesión.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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