Discurso del Ing. Carlos Slim en la Universidad George Washington.
Washington, D. C., 20 de mayo, 2012.
Buenos días.
Mi familia y yo estamos muy orgullosos de este nombramiento honorario y particularmente de estar con ustedes en nuestra ceremonia de graduación.
Hago extensiva mi gratitud por esta distinción a la junta directiva y al presidente Knapp de la Universidad George Washington, por esta distinción.
Hace 18 años, en 1994, escribí una carta a los estudiantes que participaron en la ceremonia de la American Academy of Achievement; la he reescrito para leerla hoy a ustedes y expresarles algunas ideas, así como algunas conversaciones y lecturas que he tenido en mi vida. Espero contribuir a su manera de pensar y vivir, a su compromiso social, su fortaleza emocional, su sentido de responsabilidad, su madurez y, sobre todo, su verdadera felicidad, que es el producto de quiénes son y cómo se conducen en la vida diaria.
El éxito no tiene que ver con el reconocimiento de los otros, ni con opiniones externas porque es un estado de ser interior: es la armonía del alma y las emociones nutridas por el amor, la familia, la amistad, la autenticidad y la honestidad, es decir, los valores fundamentales y permanentes que son muy superiores al "éxito" profesional, económico, social o político.
Fortaleza y balance emocional son parte de nuestro yo interior y son adquiridos evitando sentimientos negativos como la envidia, los celos, la arrogancia, el egoísmo y la ambición, sentimientos que son un veneno que se ingiere poco a poco. El pesimismo crónico nos conduce a la mediocridad.
Cuando des no esperes recibir. "El aroma permanece en las manos de quien regala rosas", dice un proverbio chino. No permitamos que los sentimientos y las emociones negativas dominen nuestro espíritu. El daño emocional no viene de terceros, es cultivado y desatado dentro de nosotros mismos. Recuerden que nuestros pecados son perdonados por Dios, no por nuestro sistema nervioso.
No confundamos valores ni menospreciemos principios, la vida es un camino muy largo que es transitado muy rápido. Vive el presente plena e intensamente; no permitas que el pasado sea una carga, el futuro puede ser un incentivo.
Vive con un sentido de urgencia al crear, innovar, resolver y construir.
Aquellos que crean su propio futuro son capaces de influir en la realidad. No ignoren esta verdad.
Vive con sentimientos positivos como amor, amistad, lealtad, valor, alegría, buen humor, optimismo, autoestima, paz, serenidad, paciencia, confianza, tolerancia, responsabilidad y compromiso. No permitas que los sentimientos contrarios invadan tu alma, no permitas que inhiban tu espíritu, no permitas que se arraiguen, mantenlos alejados de ti.
Muchas veces cometerás errores, lo cual es humano y normal, pero trata siempre de cometer los menos que puedas, aceptarlos una vez cometidos, corregirlos y olvidarlos. No te obsesiones con ellos; recuerda que el cielo y el infierno están dentro de nosotros.
Lo más valioso en la vida no tiene precio: amor, amistad, naturaleza, formas, colores, sonidos y olores que percibimos con nuestros sentidos, sentimientos que solo son apreciados cuando estamos despiertos y abiertos al goce de la vida.
Nacer es un milagro, debemos amar siempre la vida, incluso en las peores circunstancias; eso nos fortalece y desarrolla un sentimiento positivo dentro de nosotros y hacia los otros.
Vive sin temores ni culpa: el miedo es el peor sentimiento de los seres humanos; nos debilita, inhibe la acción y nos deprime. La culpa es una carga tremenda que gravita sobre nuestro pensamiento, nuestras acciones y nuestras vidas. El miedo y la culpa hacen muy difícil el presente y obstruyen el futuro.
Aceptémonos como somos, con nuestra realidad, nuestros méritos y nuestro pesar.
La ocupación desplaza a la preocupación, y los problemas desparecen cuando son encarados. Los problemas deben hacernos más fuertes cada vez que los encaramos. Aprendamos de nuestros fracasos; nuestros éxitos deben ser estímulos silenciosos. Actúa siguiendo los dictados de tu conciencia siempre, es imposible engañarla.
Vive con tu inteligencia, tu alma y tus sentidos despiertos y alertas; ama y goza la vida.
Tenemos la fortuna de vivir en una nueva civilización generosa y virtuosa, basada en la libertad, la democracia, la diversidad, el pluralismo, el conocimiento, los derechos humanos, la tecnología, la innovación, la competencia, la creatividad, la globalización, la movilidad social y el cuidado ambiental, donde el desarrollo se sustenta en el bienestar de todos.
Combatir la pobreza y la ignorancia no sólo obedece a razones éticas, sociales y morales, sino que también es una necesidad económica.
Estamos comprometidos a desarrollar capital humano, salud verdadera y educación moderna de alta calidad, vinculadas al crecimiento de banda ancha y promoviendo las actividades que crearán los nuevos empleos: tecnología de la información y las comunicaciones, desarrollo de contenidos y aplicaciones, desarrollo de empresas micro, pequeñas y medianas, cuidado de la salud, educación, cultura, entretenimiento, turismo, capital físico, vivienda y servicios. Necesitamos educación, educación y más educación, así como empleos, empleos y más empleos.
El trabajo bien hecho no es sólo una responsabilidad, sino una necesidad emocional.
Todas las crisis son oportunidades de fortalecimiento y de cambio para mejorar.
Con tu educación, talento y esfuerzo, es tiempo de trabajar por los cambios correctos, es tiempo de hacer un mundo mejor.
Al final de nuestras vidas nos vamos sin llevarnos nada. Pero debemos dejar un mundo mejor para nuestros hijos y, lo más importante, mejores hijos para nuestro mundo.
Felicidades.
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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