Militar, estratega y filósofo, Sun Tzu es un referente de tácticas militares y aún se citan sus reflexiones a más de 2 mil años de ser escritas. Su obra más reconocida es El Arte de la Guerra, una serie de consejos y conclusiones para enfrentar con éxito las batallas.
Muchos de sus conocimientos y planteamientos pueden aplicarse a los negocios. Manuales de gestión de empresa citan indirectamente El Arte de la Guerra, adaptando conceptos como "ejército" a "empresa" y "armamento" por "recursos".
"Conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo. Conoce el terreno y el clima" y "La razón principal por la cual el general sabio conquista al enemigo, es el conocimiento previo", plantea Sun Tzu. Dos de las más célebres frases del autor chino pueden aplicar en mundo empresarial:
- Debemos conocer las fortalezas y debilidades de la empresa, para poder organizar los recursos y ejecutar una "batalla" efectiva.
- Se debe conocer a los competidores, sus puntos más vulnerables, como segmentos de mercado desatendidos o un servicio de posventa insuficiente. El consejo de Sun Tzu es claro: Un victoria segura se basa en atacar un lugar que tu enemigo no defienda.
- También debes estudiar el mercado, compuesto por clientes, sistemas comerciales y entes fiscales. El entorno, o "clima", donde cada día se estrenan nuevas tendencias tecnológicas, regulaciones, políticas, etc. Que toda organización debe conocer y aprovechar.
Liderazgo
El liderazgo es un tema importante para Sun Tzu, quien señaló "el general que no busca la gloria personal cuando avanza, ni se preocupa por evitar el castigo cuando retrocede, sino que su único propósito es proteger a la población y promover las mejores causas de su soberano", la última frase se puede adaptar a "las mejores causas para la empresa".
Cualidades para liderar
Para Sun Tzu, la autoridad es una cuestión de inteligencia, honradez, humanidad, valor y severidad. Estas cinco virtudes las debe poseer todo líder, en la batalla y en los negocios.
Inteligencia: Puede ser la virtud más importante, necesaria para planificar y dirigir, pero no se debe confiar sólo en ella.
Honradez: Implica instaurar normas y difundirlas pero, por sobre todo, acatarlas y seguirlas.
Humanidad: Ser empático, ponerse en el lugar de otros y valorar sus esfuerzos.
Valor: La toma de decisiones sin vacilar, aprovechar las oportunidades y ser responsable por ellas.
Severidad: Donde no hay disciplina, no hay orden. Se deben cumplir las normas.
Un líder cuando ve el curso correcto actúa, confiando en sus habilidades para controlar toda situación sin estar atado a procedimientos establecidos. Así, también aprecia y sabe adaptarse a las circunstancias y condiciones del contexto, pondera ventajas y amenazas de toda decisión y se hace responsable de ellas. Resuelve dificultades y siempre actúa con honestidad por el bien de su empresa.
Defectos de los líderes
Por el contrario, algunas de los defectos peligrosos en el carácter de un líder son:
Imprudencia, ser temerario, entendiéndolo como un comportamiento irreflexivo a la hora de tomar decisiones.
Cobardía, en vez de tener valor para asumir riesgos.
Carácter irritable, no debe ser irascible ni obstinado, se debe tener el control de las emociones.
Vanidad, las ansias por proteger la reputación secuestra su atención de otros temas, debilita flancos.
Temor a las pérdidas, pensar sólo en las amenazas en vez de pensar en las oportunidades y ganancias a largo plazo.
soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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