miércoles, 1 de diciembre de 2010

LA CONSPIRACION SECRETA

Diario Cambio

 

Hace sólo algunas horas, el mundo ha sido sacudido por la publicación de documentos secretos respecto del manejo que hace la diplomacia de Estados Unidos, que desnudan su desprecio por la soberanía de Estados independientes, su desconfianza respecto de gobernantes que considera 'amigos' y su secular intromisión en asuntos internos de países soberanos contrarios a sus intereses.


Pero que el sitio web WikiLeaks haya desnudado parte del entramado de control imperial del orbe —más allá de las interpretaciones y acusaciones de la Casa Blanca—, desnuda una verdad que permanecía semioculta y las bases del verdadero rostro del poder mundial que Washington detenta.


Los secretos de la diplomacia estadounidense —desde el espionaje a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a los principales dirigentes del mundo, incluidos de América Latina, hasta el bloqueo de Irán— quedaron al descubierto por 251.287 cables que amenazan, a la luz de los hechos, con provocar una "crisis diplomática mundial".


Es que nunca antes en la historia, una superpotencia perdió el control de vastas cantidades de información sensible, datos que pueden ayudar a pintar una imagen de las bases sobre las cuales se construye hoy la política exterior de Estados Unidos. Nunca antes la confianza de los socios de Washington se ha visto tan sacudida, señala el diario alemán Der Spiegel que recoge la noticia que ha puesto en jaque a los emisarios de la Casa Blanca.


La publicación que tiene en vilo a la diplomacia estadounidense se conoció hace un par de días, pero horas antes de que WikiLeaks haga pública la nueva filtración de miles de correos electrónicos de las embajadas de Estados Unidos, la organización dirigida por Julian Assange denunció un "ataque masivo" a su página web a través de su Twitter. Sin embargo, en otro mensaje afirma que los documentos filtrados se publicarán pese a que la web permanezca sin servicio. Y esto es precisamente lo que ocurrió: cinco diarios de referencia mundial recogieron los documentos entregados por WikeLeanks y desvelaron cómo Estados Unidos entiende las relaciones internacionales.


La mayor filtración de la historia, como la califica este lunes el diario español El País, 251.287 telegramas diplomáticos que entre 2004 y 2010 se intercambiaron el Departamento de Estado y numerosas embajadas, comenzó a ser publicada el domingo por las versiones digitales en Internet del New York Times (Estados Unidos), Le Monde (Francia), El País (España), The Guardian (Gran Bretaña) y Der Spiegel (Alemania). Los documentos fueron analizados por 120 periodistas de estos cinco periódicos, que consideraron que su misión era "ponerlos a disposición de los lectores".


Es decir, los periodistas asumieron en su plenitud el principio universal de la libertad de expresión, un derecho tan manipulado y desnaturalizado por quienes hoy, al verse descubiertos y sin posiblidad de una argumentación convincente, aseguran que la publicación de esos documentos secretos constituyen un "delito grave" y un "ataque contra la comunidad internacional" y amenazan con procesar penalmente al fundador de WikiLeanks, Julian Assenge, "si ha quebrado la ley estadoundiense".


La secretaria de Estado, Hillary Clinton, pidió "las profundas disculpas de Estados Unidos por la divulgación de informaciones destinadas a ser confidenciales. Quiero que sepan que estamos tomando fuertes medidas en contra de quienes robaron esta información".


Según los documentos, la diplomacia estadounidense pidió datos sobre dirigentes de varios países latinoamericanos, entre ellos los candidatos a la presidencia de Paraguay en 2008, que incluyeran "huellas digitales, imágenes faciales, ADN y escaner del iris", y trabajó para que países de América Latina aislaran al presidente venezolano Hugo Chávez. Las sospechas sobre una posible presencia de Al Qaeda en la llamada "triple frontera" entre Paraguay, Argentina y Brasil, y las "sospechas" que en Washington genera la presidenta argentina, Cristina Fernández, son otros asuntos sobre América Latina tratados en esos cables.


Sobre el golpe de Estado en Honduras, un cable diplomático de Estados Unidos reveló que el depuesto presidente Manuel Zelaya fue víctima de una conspiración de los militares, del Congreso y de la Corte Suprema de Honduras y Roberto Micheletti fue un mandatario ilegítimo. No obstante, la Casa Blanca respaldó a los golpistas y posibilitó que el derrocamiento del legítimo presidente hondureño se consumara.


Respecto de Bolivia, el periódico británico The Guardian señaló que desde la Embajada de Estados Unidos en La Paz se emitieron 1.299 documentos y el ex presidente George W. Bush pidió información respecto de "posibles yacimientos de hidrocarburos en el chaco boreal, un extenso territorio árido limítrofe con Argentina, Bolivia y Brasil".


Son sólo algunos ejemplos de la 'diplomacia' de Estados Unidos que conspira contra pueblos soberanos para imponer sus intereses, y cuando amenaza con un proceso penal al fundador de WikiLeaks —por difundir los secretos imperiales— atenta contra la libertad de expresión que disfraza cuando le conviene y desprecia el derecho internacional.


La decisión de WikiLeaks de publicar los documentos es trascendente, es histórica y generosa, cambia las reglas del juego, preserva la libertad de prensa, es de capital importancia para nuestros pueblos, gobiernos y para el oficio periodístico. En este marco, Estados Unidos le debe una explicación coherente al mundo.

 

- Diario Cambio, La Paz.-

http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2010-11-30&idn=33572

 
http://alainet.org/active/42682



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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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