jueves, 6 de septiembre de 2007

Las dificultades económicas de los latinos afectan a Wal-Mart, aquí y allá


por Kris Hudson y Ana Campoy
Dow Jones Newswires 

 

Dallas, 31 de agosto – Martín Zamorano, trabajador del cemento y cliente de Wal-Mart, con frecuencia enviaba remesas de entre 50 y 100 dólares a su madre de 82 años, que vive en el diminuto poblado de Chinanpas, del centro de México.

Pero ahora que la construcción de viviendas se redujo de manera dramática con respecto del año anterior, ya ni siquiera se puede dar el lujo de enviar una modesta cantidad. En lugar de eso, Zamorano ahora envía latas de chícharos y maíz, paquetes de sopas y otros alimentos a su madre, a través de un pariente que visita con frecuencia Chinanpas.

"El trabajo ha escaseado", dijo Zamorano, de 44 años, mientras revisaba la sección de abarrotes de la tienda Wal-Mart cercana a la sección de Oak Cliff en Dallas, habitada por muchos latinos. "Llueve mucho y no hay muchas obras".

Los apuros de Zamorano son un desafío para Wal-Mart Stores a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. La mayor cadena del mundo por su volumen de ventas, depende cada vez más de los clientes latinos que residen en México y Estados Unidos para alimentar el crecimiento de sus ventas. En particular, Wal-Mart ha buscado atraer a los clientes mexicanos y méxico-estadounidenses que residen en Estados Unidos y que envían dinero a sus parientes en México usando el creciente negocio de envío de remesas de la cadena.

Los parientes entonces tienen la oportunidad de hacer sus compras cuando están en la tienda local operada por Wal-Mart.

Sin embargo, los problemas económicos, sobre todo la crisis del mercado de la vivienda de Estados Unidos, han provocado reducciones en el gasto entre muchos residentes de este grupo demográfico. Es difícil estimar el impacto en un grupo demográfico tan grande y variado como los latinos.

No obstante, los economistas de Deutsche Bank estiman que unos 500,000 trabajadores latinos ilegales del ramo de la construcción perdieron su empleo el año pasado, sin que estén incluidos en las estadísticas del gobierno. En este sector abundan los latinos, legales o ilegales: este grupo demográfico representa 25%, es decir, 2.9 millones, de los 11.8 millones de trabajadores de la industria de la construcción estadounidense, de acuerdo con el Pew Hispanic Center, de los cuales tres cuartas partes nacieron en el extranjero.

"Hay menos trabajo", dijo Jesús Manuel Vázquez, instalador de tabla-roca de Dallas, que cada 15 días envía dinero a su suegra en Chihuahua, pero que hace poco dejó de enviarle remesas.

Los economistas citan a la crisis del mercado inmobiliario, entre otros factores, por la caída en esas remesas de dinero. El Banco de México estima que las remesas de dinero al país han disminuido 0.6% hasta ahora este año, en comparación con el sólido crecimiento de 15% el año pasado y 21% el anterior. La firma de análisis económicos Global Insight estima que las remesas de Estados Unidos representan 5% del gasto del consumidor de México.

La empresa citó la desaceleración de las remesas cuando su unidad Wal-Mart México, que con frecuencia generaba utilidades de más de 10% en las ventas, tuvo una ganancia más moderada de 8.6% en el segundo trimestre. La unidad mexicana, conocida como WalMex, dijo atraer a sus 930 tiendas a más clientes que el año pasado, pero éstos gastan cada vez menos y adquieren artículos de primera necesidad, en lugar de bienes de otro tipo.

En julio, la compañía mexicana dijo que sus ventas mismas tiendas cayeron 2%, el primer descenso en más de dos años.

"La economía mexicana experimenta un lento crecimiento y una menor demanda del consumidor", dijo Charles Holley, tesorero de Wal-Mart, en un mensaje grabado en el que detalla los resultados globales de la cadena en el segundo trimestre.

Wal-Mart, que opera en México bajo los nombres de Bodega Aurerrá y Suburbia, entre otros, además de la marca central Wal-Mart, se ha convertido en la mayor cadena de tiendas por ventas, al ofrecer alternativas económicas frente a otras cadenas mexicanas.

Wal-Mart de México tuvo 18,300 millones de dólares en ventas el año pasado, lo que representa casi una cuarta parte de las ventas internacionales de la cadena, lo que permite clasificar a esta división como la segunda mayor de Wal-Mart, detrás de Asda en el Reino Unido.

El minorista ha respondido a la desaceleración reduciendo gastos en publicidad y mercadotecnia, eliminando puestos en las oficinas generales y disminuyendo los precios de una nueva serie de productos.

La disminución en el envío de remesas es uno de varios factores que afectan a la economía mexicana. Pero lo más importante es que la demanda en Estados Unidos por bienes fabricados en México: automóviles, autopartes y electrónica de consumo, entra otros, disminuyó.

"Definitivamente, la desaceleración de la economía estadounidense en el primer trimestre provocó una caída del crecimiento mexicano", dijo Rafael Amiel, director administrativo de Global Insight en Philadelphia.

En Estados Unidos, los problemas económicos de muchos clientes latinos se añaden a otra serie de factores, como precios más elevados de la gasolina y la fracasada incursión de Wal-Mart en la decoración de interiores y la ropa de moda, que limitaron las ventas de Wal-Mart en las tiendas en Estados Unidos, hasta una raquítica utilidad de 1.9% en el segundo trimestre.

En ese país, su mercado doméstico, Wal-Mart ha cortejado a los inmigrantes mexicanos y a los residentes méxico-estadounidenses a través de una combinación de precios bajos en la ropa, los abarrotes y una creciente serie de servicios como el envío de remesas baratas, cambio de cheques y venta de tarjetas Visa prepagadas, destinadas a personas que no tienen cuentas bancarias.

Se estima que, en 2005, 9% de los clientes estadounidenses de Wal-Mart fueron latinos, un aumento con respecto a 6% de 1997, de acuerdo con ACNielsen.

Otras cadenas que se centran en los clientes latinos reportan reducciones en sus ventas. La Curacao de Adir International, una cadena privada de ocho tiendas departamentales en el área de Los Ángeles, reportó que sus ganancias disminuyeron entre dos y tres puntos porcentuales, en comparación con los niveles de ventas del año anterior. Del mismo modo, las ventas de remesas de dinero de esta cadena también disminuyeron.

"Aún tenemos buenas ventas comparadas a las del año pasado, pero empezamos a ver el inicio de una disminución en la confianza del consumidor", dijo Mauricio Fux, vicepresidente senior de desarrollo empresarial.

Traducido por Luis Cedillo

Editado por Juan Carlos Jolly

 

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Fecha de publicación: 01/09/2007


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