viernes, 2 de enero de 2009

DENIGRACION DE ISRAEL: GENOCIDIO EN GAZA

 El grito de Edvar Munch

Triste destino el del pueblo judío. Convertirse de víctima en verdugo por acción del estado que ayudaron a levantar en tierras ajenas, capitalizando la compasión mundial tras el holocausto. Los nietos y sobrinos de los que murieron en Auschwitz, Dachau o Treblinka hoy apoyan a las tropas de Olmert, el corrupto, en su política de exterminio de la población de la franja de Gaza. Los hijos de Israel aíslan la ciudad, la dejan morir de hambre y luego bombardean a la población civil refugiada en túneles, universidades y sedes del gobierno de Hamás. Una brutal carnicería, una salvajada sin nombre en nombre de Yahvé y del espurio estado del "pueblo escogido". Un genocidio contra el pueblo palestino, que va dejando ya quinientos muertos, fuera de los cientos de miles que ha provocado la larga ocupación.


Una religión y un nacionalismo que en pleno siglo XXI necesitan recurrir a la matanza y a la muerte de civiles indefensos tienen algo de perversos y diabólicos. Yahvé, ese dios sanguinario, excluyente y vengativo, alumbra con una difusa luz infernal. (En verdad todos los monoteísmos son una buena mierda y son causantes del mayor numero de muertes de la historia del planeta). ¿Qué tipo de hijos de puta gobierna hoy Israel? ¿Dónde los reclutaron? ¿En las oficinas de la gestapo y la SS? No, en la Mossad y fueron educados por gringos en la doctrina de la seguridad nacional. La verdad sea dicha. Israel fue fundada por una manga de millonarios, sólo como autoafirmación egomaníaca del capital judío, frente a siglos de marginación. Y para consumar esta vendetta histórica se azuzaron los sentimientos religiosos de millones de parias repartidos en tres continentes, y se reconstruyó una lengua muerta, el hebreo. Esa fue la estrategia del sionismo.


Unos perdidos pastores semitas de la Mesopotamia fundaron la primera experiencia humana de alfabetización universal, como directa consecuencia de la religión del libro. De allí, la cantidad de intelectuales y sabios judíos. Pero también es cierto que dos milenios de diáspora los condenaron muchas veces a oficios vinculados al dinero. De los ghettos surgieron agiotistas y traficantes, pero también escritores y artistas, puesto que las profesiones liberales les estaban vedadas. Y así como hubo un Schindler, había también algunos que delataban hermanos judíos por un plato de lentejas o un puñado de monedas.

 

Hoy Israel es un estado de ficción, más propiamente un estado de mentira. Se mantiene en medio del Asia Menor gracias a los comerciantes de armas, los especuladores financieros y el gran lobby judío norteamericano, que quiere una guerra permanente en el mundo árabe, y una cabeza de playa en el orbe musulmán, para controlar el acceso a las vías petroleras del Oriente Medio. Sin esa colosal ayuda la permanencia de los ocho millones de colonos judíos que se confunden con tropas de ocupación, sería imposible.


Sin duda Israel es una gran equivocación histórica. La interminable guerra que ha supuesto la creación de un estado sionista en tierras palestinas, demuestra que cualquier convivencia es inviable. Es más, Israel no debe existir. Hay que apoyar el retorno de los colonos judíos a Estados Unidos y Europa, porque ellos crearon el problema.


Un nacionalismo enfermo, asociado a una religión excluyente, y todo ello al servicio del gigantesco poder económico judío, constituyen la trampa de la ideología sionista. Denostando a Theodor Herzl, el padre del sionismo, el capital no necesita patria, las teocracias son anacrónicas, y a los judíos contemporáneos les basta y les sobra con ser ciudadanos del mundo. Para qué más… ¿No es verdad, Mr. Chomsky?
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

GAZA, LA MAYOR PRISIÓN DEL PLANETA

Desde finales del Siglo XVII hasta principios del Siglo XX, las naciones occidentales, llamadas del primer mundo, caracterizadas por su colonialismo y el cultivo de la esclavitud, convirtieron islotes y atolones perdidos en los océanos, en prisiones enormes. Reyes y dirigentes imaginaron cual fácil sería tener controlados a los reos, disidentes, enemigos de regímenes, delincuentes peligrosos y herejes, gracias a las aguas que rodeaban esas prisiones.
Posteriormente, durante el Siglo XX, se construyeron otras como Sing Sing o Alcatraz y, durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi, creó en bastas zonas de terreno, campos de concentración en los que reunir y exterminar al pueblo judío.

Ahora, en los comienzos del Siglo XXI, ese mismo pueblo judío, ha descubierto una manera más fácil y rápida de encarcelar a un pueblo entero, sin necesidad de separarlos por sexo o edad. Basta con construir un cercado electrificado, como si de ganado se tratara y de vigilar el perímetro con las tropas de que dispone Israel. Se ha creado la mayor prisión del planeta, la de Gaza en Palestina, en la que los presos construyen túneles, pero no para escapar, sino para traer comida desde la vecina Egipto, aunque los judíos aseguren que es son para introducir armas y ello al parecer justifique ante los ojos de Occidente, que aun hoy, después de la supuesta tregua del pasado 25 de enero, se siga bombardeando a la población civil, y los tanques y los soldados invasores, patrullen por los pueblos de la franja de Gaza. Más difícil de entender aun es la posición del Gobierno de Israel, ante las acusaciones de algunos tribunales europeos, de crímenes contra la humanidad, rebatiendo tales acusaciones con el derecho a defenderse, ese mismo derecho que deben tener los Palestinos de Gaza a buscar armas en Egipto o donde sea, para repeler al ejercito invasor.



Las ruinas de Jabalina y Khan Yunus que pueden verse en estas imágenes, demuestran que Israel ha arrasado dichos asentamientos, sin preguntar quien moraba en las viviendas destruidas por los obuses de tanques, cañones, aviones y helicópteros israelitas. Aun hoy, la mayoría de la población de las naciones occidentales, desconoce que los bombardeos siguen sucediéndose a diario contra la población civil desarmada, mayoritariamente menor de edad, de media de 17 años. Todavía hoy, los tiroteos se repiten cada día y los carros de combate y blindados invasores amenazan a palestinos y periodistas y destruyen cuanto encuentran en su camino. Las fotos que siguen han sido tomadas esta misma semana de “tregua”.



Israel y sus aliados, están creando una nueva generación de integristas, entre los miles de niños huérfanos que esta guerra encubierta está dejando. Esos mismos niños, que hoy hemos encontrado en las playas de Shati, con los que hemos jugado y a los que hemos arrancado más de una sonrisa, en pocos años se convertirán en yihaidistas , talibanes y mujhaidines sedientos de venganza. Todo ello porque cerramos los ojos, porque nadie cuenta la verdad sobre el holocausto Palestino; todo ello, porque aun hoy, cada día mueren inocentes de todas las edades en Gaza.



Texto: Juan F. Fernández

Anónimo dijo...

Ahi os he dejado el artículo publicado en varios medios españoles e iberoamericanos de un corresponsal de guerra español que está en Palestina.
Ya era hora de que tuvieramos noticias de lo que pas aallí de primera mano.
PACO