viernes, 19 de octubre de 2007

aniversario del voto femenino

POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE EL ANIVERSARIO DEL VOTO FEMENINO Y DEL DIA INTERNACIONAL PARA LA ERRADICACION DE LA POBREZA 

HONORABLE ASAMBLEA: 

No podía pasar por alto el hecho de que ayer, 17 de octubre, se cumplieron 54 años de que las mujeres mexicanas que nos antecedieron en la lucha, salieron a la calle a festejar una victoria más por el reconocimiento pleno de nuestros derechos como ciudadanas al  conquistar el derecho a votar en nuestro país, acontecimiento histórico trascendente sin duda, en ese penoso proceso de construcción de la sociedad mexicana en el que las mujeres seguimos siendo objeto de la discriminación como consecuencia de una cultura patriarcal y machista que difícilmente cede terreno y que sigue manifestándose como un pesado lastre que dificulta el tránsito de la sociedad a formas superiores de vida.  

Lo que está claro es que a 54 años de esa gesta, la lucha sigue; porque a pesar de que en nuestras leyes no existe impedimento alguno, en la realidad se siguen pisoteando nuestros derechos.  

Tampoco quiero omitir otro hecho que encierra para mi un doloroso significado y que debe sacudir con fuerza las conciencias, me refiero a que también ayer fue el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. En un contexto mundial en el que, como lo declarara hace cuatro  
Años el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, a propósito de esta fecha: "Aproximadamente, 1,200 millones de personas luchan para sobrevivir con menos de un dólar al día. Además, cerca de 840 millones sufren la tortura del hambre y otras 24,000 personas, en su mayoría niños, mueren cada día a consecuencia de ésta"; contexto que no ha cambiado para bien, porque tampoco ha cambiado la política de quienes se han adueñado de los destinos de la humanidad poniendo en práctica un modelo económico depredador tanto del hombre como de la naturaleza: el modelo neoliberal, modelo que para desgracia de México y Sonora defienden y promueven nuestros gobernantes.
17 de octubre, una misma fecha y dos temas, mujer y pobreza. Mujer que ha ganado el derecho a participar aunque sea marginalmente en política; pobreza, palabra que se expresa en femenino y que lamentablemente convive más estrechamente con la mujer. Sí, la pobreza tiene nombre de mujer, no en balde agencias internacionales y expertos de todo el mundo denuncian que nacer mujer lleva consigo    más probabilidad de ser marginada. El último informe de fondo de las naciones Unidas Para la Población (UNFPA) subraya la necesidad de acabar con la discriminación de la mujer para llegar a cumplir el propósito de erradicar la pobreza.  
Mujer que ganó después de muchas humillaciones y regateos el derecho a votar primero y después a ser votada; pobreza que niega a muchos hombres, pero a muchísimas más mujeres, la posibilidad de ejercer con toda libertad ese derecho, que muchas veces se desconoce o al que se renuncia   
Por una misma causa, por hambre, cuando se cambia por una despensa que la calmará unas horas, para que siga prolongándose por años. 
Mujer que vota y es votada y que sigue siendo objeto de la discriminación, como lo fue Hilda Benítez Carreón, mujer integrante del Consejo Estatal Electoral en nuestro estado, quien no es hoy su presidenta, porque pudo más la misoginia de los hombres consejeros y/o  de quien tal vez les dio línea, que el elemental respeto a la equidad entre los géneros existente ya en la letra y el espíritu de la normatividad de ese órgano. Mujer que vota y es votada como yo, pero que por ser mujer y resultar incomoda al gobernador no se me permite ser coordinadora del grupo parlamentario al que pertenezco.
Mujer que vota y participa en política y que no padece pobreza pero que no puede ocupar un cargo de primer nivel en el Gobierno del Estado, porque el propio Gobernador José Eduardo Robinson Bours Castelo ha expresado que las mujeres no estamos preparadas para representar a los sonorenses en el poder y  quien con esa visión pretendió, al inicio de su gestión, vetar las reformas constitucionales que establecían la equidad de genero, la paridad y la alternancia para ocupar cualquier empleo o comisión en organismos de gobierno.
Pobreza que lacera hasta la degradación  a nuestras hermanas y hermanos indígenas, pero que por su nombre de mujer las vulnera más a ellas: A las de la selva lacandona, a las del sureste, a las del sur, a las del centro y a las de la tarahumara; a nuestras yaquis, mayos, guarijíos, seris, pimas y O'Tham.  
 Pero también mujer que vota y es votada y se rebela ante el fraude electoral y resiste combatiendo la imposición. Y también pobreza que no es suficiente para doblegar el orgullo de la mujer que tiene esperanza en un México y un mundo mejor y cuestiona y enfrenta con valentía el autoritarismo y los poderes fácticos y se afana por construir un mejor futuro.  
Mujer que vota pero también lucha y se enfrenta con la pobreza, y no sólo con ella, también con la ingratitud en las empresas y en las instituciones públicas, como en los casos de GAMESA, ACOSA o el Instituto Tecnológico de Sonora, sólo por mencionar ejemplos, que por no garantizarnos nuestros derechos plenos a la seguridad social, nos contratan por mes o por materia por un semestre, pero la más grave es que nos nieguen el trabajo por no ser esbeltas ni bonitas o por estar embarazadas.  
Así es compañeras y compañeros, la mujer puede votar, pero además de enfrentar la pobreza y la discriminación, enfrenta también cotidianamente la violencia. Es por ello que esta soberanía acaba de aprobar la Ley de Acceso a una vida Libre de Violencia,  una ley de avanzada con nuevos elementos que fortalecen las políticas de Estado en el combate a la violencia contra las mujeres en todas sus expresiones, tanto la violencia privada como la institucional y en la cual también establecimos criterios presupuestales que garanticen que los recursos destinados al combate de las inequidades  derivadas del género y que generan violencia hacia las mujeres, sean mayores cada año y bajo ninguna circunstancia se desvíen a otros partidas.  
 
 Mujer que no se conforma con el derecho al voto o ser votada, como las que nos reunimos ayer en Cajeme y junto con hombres comprometidos creamos el Observatorio ciudadano de la Equidad de Género y la Paridad en Sonora, que por cierto su Consejo quedó integrado paritariamente, mismo que cada seis meses rendirá informe a la sociedad y a los poderes del Estado sobre la aplicación de las normas y las políticas orientadas a garantizar la igualdad de oportunidades la equidad de género, la paridad y la alternancia.  
Saludo y me uno a esa iniciativa; es de primer orden contar con un centinela ciudadano que vigile nuestro quehacer, que obligue a dirigir nuestras fuerzas a lo que más vale la pena, hacia el verdadero progreso y mayor calidad de vida para la sociedad sonorense, para acabar con la discriminación y las desigualdades y también con las divisiones de clase persistentes en nuestro estado. En este sentido, compañeras y compañeros, afanémonos un poco más aprobando mejores leyes y reformando lo que haya que transformar de fondo en Sonora, para ver crecer la democracia paritaria, la democracia igualitaria,  la democracia sin pobreza, la democracia equitativa y digna que merece el pueblo de Sonora. En honor a las sufragistas de ayer, las de ahora seguiremos en pie de lucha, en guardia, alertas, en lucha.  
 

¡Muchas Gracias! 

Hermosillo, Son., 18 de octubre de 2007.

DIP. PETRA SANTOS ORTIZ



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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

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