lunes, 22 de marzo de 2010

PARECE QUE FUE AYER, EL ZANCUDO DEL CHAPO SOTO

El Zancudo

(No mata, pero hace roncha)

 

Arturo Soto Munguía

 

Parece que fue ayer

 

 

Parece que fue ayer cuando Eduardo Bours 'echa'o pa'delante' como era, blandía el dedo índice por el aire mientras arengaba sobre los 'valores' de un nuevo gobierno, a un auditorio cautivado y aplaudidor.

Era un nuevo gobierno que llegaba para ser el parteaguas histórico entre un pasado de corrupción  y tráfico de influencias, y un presente de transparencia, honestidad, eficiencia y todas esas cosas que se dicen a sabiendas de que se está ante cámaras y micrófonos.

"Robar un solo peso del presupuesto público, es un crimen", enfatizaba el gobernador ante el estruendo casi rabioso de un auditorio que ya se moría de ganas por aplaudir, como si el aplauso fuera un exorcismo para ahuyentar los fantasmas de un pasado despreciable.

Uuuuhhhhhhhhhhhhh, qué tiempos aquellos.

Fue cuando Eduardo Bours presentó en sociedad a sus contralores ciudadanos, una maravillosa aportación a los modelos de participación ciudadana en la vigilancia del buen uso de los recursos públicos, que tan buenos resultados dio (je).

Es tan lejana esta estampa, que quizá por eso muchos no la recuerdan. A pesar, incluso, de que aparecía día y noche en la televisión y en la radio; en las columnas políticas que en aquel entonces parecían columnas de Sociales, melosas, frívolas y de chismarajos.

'Al que agarre robando, lo corro', solía advertir Eduardo Bours, al referirse a los funcionarios de su gabinete, en el tema de la honestidad, la transparencia, la…

 

II

 

De aquel brioso corcel que arrancó a galope tendido hace seis años, sólo queda el cansino paso de un burro. Aquellas algaradas y bravatas, terminaron en mentadas de madre coreadas a su paso, en la vía pública. Una escena dantesca para cualquier político profesional.

Por eso, no sé a ustedes, pero a mi, se me enchinó el cuero ahora que escuché al gobernador Guillermo Padrés advertir, con la solemnidad y firmeza que requiere la credibilidad del 'close up' multiplicado por millones, que el funcionario que sea sorprendido con las manos en la masa de las "viejas prácticas", con la pena pero no tiene cabida en su gobierno.

"Quiero decirles que el que siga actuando con prepotencia no representa al Nuevo Sonora; el que siga con viejas prácticas no merece seguir trabajando de la mano de todos nosotros", advirtió Padrés Elías, ante un auditorio compuesto de manera muy singular:

a).- Militantes del PAN que han copado la estructura gubernamental en sus tres niveles, algunos sin más currículum que su cercanía con el gobernador, su familia y sus amigocos.

b).- Militantes del PAN que han recibido premios de consolación, algunos de los cuales, no con el mayor de los agrados.

c).- Militantes del PAN que ya habían ocupado cargos públicos y/o que los siguen ocupando ya como diputados, alcaldes, senadores, regidores, cónsules, delegados, secretarios o subsecretarios.

d).- Militantes del PAN a los que no les tocó nada y fueron a ver si alguien se acordaba de ellos.

e)- Militantes del PAN que están comenzando a levantar las cejas ante tanta coincidencia entre lo viejo y lo nuevo y:

f).- Aspirantes a militantes del PAN a quienes no les importaría mucho su pasado militante, mucho menos en estos tiempos en que algunas cosas se deciden, como diría el célebre filósofo de la ex Colonia Irrigación, Manlio Fabio Beltrones, en 'acostaditas… sin compromiso'.

Ante un auditorio así, Guillermo Padrés dijo, con otras palabras, lo mismo que Eduardo Bours hace seis años: al que agarre robando, lo corro.

Eso, a cualquiera que tenga acceso a más de un medio de comunicación (que somos un chingo, por cierto), por lo menos le hace arquear las cejas.

 

III

 

Parece un lugar común citar que aquello que al PRI le costó 70 años construir y/o destruir como gobierno federal, al PAN no le costará más de 12.

En el caso de Sonora parece estar sucediendo lo mismo, pero más barato. Con mucho mayores eficacia y eficiencia.

Lo que a Eduardo Bours le costó seis años, los panistas en el gobierno lo están alcanzando en apenas seis meses.

Los paralelismos son más que discursivos. Las similitudes son muchas, y demasiado memorables.

Para no ir muy lejos. La confirmación de que toda la parafernalia construida en torno al tema del agua esconde nombres, apellidos e intereses que nada tienen que ver con la idea de un ejercicio democrático y transparente de las políticas públicas, dará mucho de qué hablar en la semana que inicia.

El juicio civil que enfrentan los hermanos Ortiz Cisscomani sobre la posesión de los derechos de explotación de tres pozos en la Costa de Hermosillo, adquirió una vertiente distinta, a partir de la denuncia de que en la Costa de Hermosillo se extraen volúmenes de agua muy por encima de los permitidos, haciendo un uso irracional del recurso.

El tema es de por sí delicado en un contexto en el que todos los esfuerzos del gobierno estatal, se encuentran concentrados en el convencimiento a punta de spot y desplegados, de que los sonorenses le den el SI a su programa sexenal.

Pero se torna aún más grave, si entre los involucrados en este asunto se encuentra su secretario de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos (¡recursos hidráulicos!) Pesca y Acuacultura, Héctor Ortiz Cisscomani.

En el sur del estado, este asunto va a levantar todas las antenas de un movimiento que ya ha tomado las calles de Ciudad Obregón, en manifestaciones que congregan a miles de ciudadanos y que no han podido ser contrarrestadas a pesar de que le han echado todo el aparato de Estado encima.

Igualito como en su momento lo hiciera Eduardo Bours para imponer a punta de spot y lealtades pagadas en mítines de acarreados, sus proyectos de gobierno.

¿Alguien se acuerda de aquel mitin de la tercera edad, nutrido por beneficiarios de programas sociales y de combate a la pobreza, que acudieron irrestricta, incondicional y acarreadamente, para cerrar filas en torno a su gobernador frente a los ataques de sus enemigos?

La historia parece repetirse. Demasiado pronto, diríase.

 

IV

 

 

Diríase también, citando a la señora Patricia Duarte, madre de Andrés Alonso, uno de los 49 niños muertos en la Guardería ABC de triste memoria:

"Que se acuerde Guillermo Padrés que él es gobernador, por la muerte de nuestros hijos".

Eso lo dijo hace muy poco la señora, durante una entrevista televisada en cadena nacional por TV Azteca, realizada por Katia D' Artigues y Sabina Berman, en su programa semanal.

Pero la señora Patricia Duarte se equivoca, como nos equivocamos miles, quizá millones de sonorenses que esperábamos cualquier cosa, menos que se repitiera esa historia que de tan reciente, muchos sabemos su desenlace.

Al gobernador Padrés le han convencido de que su legitimidad está basada en el consenso que sólo puede generar una estrategia de publicidad, que va de las 'geniales' memobardas, hasta la capitalización política de una tragedia donde hay 49 niños muertos, con todo y Unión de Usuarios de Hermosillo aceptando su vocación de acarreo, que tan buenos dividendos le ha aportado.

Igualito como pasa ahora.



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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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