miércoles, 16 de julio de 2008

el divan de maac en el pregon

 

                                               Miguel Ángel Avilés

                                               avilesdivan@hotmail.com

 

 

 

HÁGASE LA LUZ…

 

Corría un 14 de Julio de 2008, la tarde incitaba al tecleo, yo escogía la música que me acompañaría en estos momentos de escribano cuando de pronto, como una condena de los dioses, que llega el apagón.

Según su pagina, la CFE "es una empresa de clase mundial, se reconoce como una  empresa que genera, transmite, distribuye y comercializa energía eléctrica para 25.8 millones de clientes, lo que representa casi 80 millones de mexicanos."

"Un compromiso de la empresa es ofrecer servicios de excelencia, garantizando altos índices de calidad en todos sus procesos, al nivel de las mejores empresas eléctricas del mundo" 

Eso creí yo también y con tal certeza marqué el 071 para que me explicaran la razón de la interrupción y de paso me dijeran a que horas volvería la luz.

A las primeras de cambio me contestó una grabadora-será la moderusanza pero me sulfura su utilización- y con melosa paciencia me fue informando a que correspondía cada número. Piqué el tres o el cuatro-ya no se-y  me contestó otra grabación que me advirtió, palabras mas palabras menos, que en ese momento todos los operadores estaban ocupados. Ya para entonces sudoroso, aguardé y enseguida, una gallarda voz se presentó y me preguntó en que podía servirme. Le conté lo del apagón y las cosas que suceden y él, quizás para apaciguarme, me informó que acababan de recibir el reporte, pero que todavía no sabían cual era la falla; habló mas y mas y luego que me dijo, supongo que para que me animara (ya no se) que el promedio de arreglo iba de una hora a cuatro horas ¡¡ a cuatro horas!!

 Gruñí  para mis adentros, todavía le di las gracias y colgué. Mis vecinos me secundaron con más llamadas y les dijeron lo mismo. También gruñeron.

 Y nos dieron las seis, las siete y…. 

Sin la compu,  sin la tele, sin la lavadora, ya sin inspiración, casi  a obscuras y sobre todo, sin los mini split a toda marcha, volví a marcar y volví a andar el mismo camino. Repiqueteo, detalle sobre los números, otra voz en of y al final, allá al final una voz en vivo: Comisión Federal de Electricidad,  buenas tardes (para él, supongo), lo atiende Sergio ¿en que podemos servirle?    

Que le cuento…que me asegura "que ya fue asignada la unidad, nomás es cuestión de que atiendan el reporte" (sic)…me da, como quitapesares, el número de reporte: 62638… pronuncio algo, ahorita a estas horas, impronunciable…contesta ídem…que le pregunto ¿que fue lo que pasó?….que me dice que tronó un transformador…que me recita de nuevo el tiempo promedio de una a cuatro horas(dependiendo la carga de trabajo)….que me repite su nombre: Sergio Ramírez… que le digo, ah ok, pero que aquí "en su humilde casa" la cosa esta que arde (y no es metáfora)…. Que me entiende, dice, pero me argumenta irrebatiblemente: "le repito señor: son fallas no programadas…" (Sic y más sic).

Cuelgo y me salgo a la terraza para que me pegue el vientecito. Suspiro. Pongo un café (que maravilla: la estufa no es eléctrica). Me dispongo a ver un altero de álbumes de familia.

Por inercia enciendo un foco ¡y prendió!, que maravilla, prendió! Palabra cumplida: de una a cuatro horas. Ni un minuto mas ni un minuto menos: hizose la luz…  

Lo dicho: la Comisión Federal de Electricidad es una empresa de clase mundial. Y estas- como la de hoy tarde- son simples fallas, carísimas como sus recibos, pero simples, bizantinas fallas  no programadas…



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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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