miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL DIA QUE FELIPE DIJO ¡EUREKA!

 de las aportaciones mas esperdas, es la del buen amigo Martin Velez

 

EL DIA QUE FELIPE DIJO ¡EUREKA!

 

 

Tuvieron que pasar ocho años para que el gobierno panista anunciara un programa contra la corrupción. El día de ayer, nueve de diciembre de 2008, Felipe Calderón anunció su programa de "cero tolerancia" contra la corrupción. No es que antes no hubieran querido enfrentar a los que no avanzan si no tranzan. Simplemente sucede que hasta antier Felipe encontró la formula infalible para acabar con los corruptos. Tal vez estaba libando en la bañera, como Arquímides, cuando ¡zaz! … ¡EUREKA! La fórmula, no tan mágica, apareció en su mente.

 

El único antecedente de la lucha panista contra la corrupción es aquel anuncio de Francisco "el charalitos" Barrio, cuando se hizo a la mar en el océano de la corrupción gubernamental, avisando que regresaría con los peces gordos tricolores en sus redes. Cuando regresó ya no traía anzuelos, arpones, redes, chinchorros ¡ni barco! Todo se le perdió, todo se lo robaron (todavía se investiga si acaso fue un auto robo).  Regresó flotando en un salvavidas que le arrojó Elba Esther, jalado por una lancha del sindicato petrolero, vestido tan solo con un bikini de Carmen Segura. Vaya pancho.

 

Pero, ahora sí, Calderón encontró la manera. Antier que se cayó el Lear jet, incautado por Hacienda y operado por el gobierno panista de Tlaxcala, un rayo, quizá divino, quizá  etílico, iluminó la mente de Felipe.  La nueva fórmula de lucha contra la corrupción sorprende por su sencillez: consistirá en subir a los corruptos a aviones defectuosos, operados por pilotos "poco diestros y con falta de capacitación".

 

Los corruptos que sean de esta repentina manera separados de sus cargos tendrán una ventaja; penosamente esta ventaja será póstuma. Serán homenajeados y presentados como héroes nacionales, y sus virtudes serán ensalzadas a tal grado, que incluso podrán aspirar a un lugar en el santoral. Como Juan Camilo Mouriño, en vías de canonización,  que será consagrado como San Camilo, el santo patrono de los traficantes de influencias.

 

Si usted conoce a alguien del gabinete felipista a quien le acaban de asignar un avión, o le acaban de cambiar de piloto…¡Aguas!, probablemente el nuevo piloto sea en realidad chofer de microbus. Esta advertencia también opera para cualquier tipo de chucho que ande en malos tratos con el calderonismo.

 

Martín Vélez

 
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

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