jueves, 19 de febrero de 2009

Colombia: Gloria Cuartas entre sangre y mentiras militaristas

 
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Dick Emanuelsson (especial para ARGENPRESS.info)

GLORIA CUARTAS, ex alcaldesa, luchadora y líder de "Colombianos(as) por las Paz" habla en la tercera y última parte de la entrevista sobre el caso de Chiquita Brands Co y como las transnacionales llegaron a un acuerdo con el para-militarismo que en 1997 contaba con un factor fundamental para el éxito del Plan Retorno en Urabá; los desmovilizados guerrilleros de EPL.

Sin ellos no habría sido posible la "Pacificación de Urabá" que en realidad no es otra cosa que la guerra contra la población organizada, masacres, matanzas y asesinatos selectivos para aniquilar al movimiento sindical y popular en la entonces combativa región bananera dominada por la izquierda revolucionaría de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, PCC.

Los "Esperanzados" (partido Esperanza Paz y Libertad) sabían en que finca bananera donde se encontraban a los dirigentes sindicales que defendía su clase trabajadora y que no hacia el juego al enemigo de clase como los nuevos aliados del para-militarismo y la oligarquía.

– La guerrilla de EPL (tendencia maoísta) a través de sus desmovili
zados eran necesarios en la estructura que se estaban configurando en la zona. Por eso el para-militarismo tuvo un giro más fuerte porque contaban con hombres (Esperanzados) expertos en la guerra. Conocían la zona, las familias y los sindicalistas. Sabia todo que pasaba en el pueblo, dice Gloria en la entrevista.

Extraditar la gerencia de Chiquita a Colombia

Esa Triple Alianza, Ejercito-Paramilitares-Esperanzados, reordenó Urabá. El Sindicalismo se convirtió a un aliado al enemigo de clase, es decir a los dueños de las fincas bananeras en donde empresas conocidas mundialmente como DelMonte y Chiquita Brands Co mandaban. Lo
s máximos jefes paramilitares como 'HH', El Alemán, Salvatore Mancuso confesaron y relataron a la fiscalía como los dueños de TODAS las empresas bananeras pagaron su "cuota" a través de una empresa de vigilancia de fachada paramilitar liderada por Juan Diego Moreno, asesor político del gobernador entonces que es el actual presidente de la republica; Álvaro Uribe Vélez. Con el tiempo Moreno quedó mal ante Uribe y "falleció" en un accidente de su avioneta hace más de un año.

Gloria Cuartas esta en este momento en un proceso judicial contra Chiquita Brands Co en donde el prestigioso Colectivo de Abogados Alvear Restrepo, representando centenares de familiares de las víctimas por los escuadrones de muerte en Urabá que Chiquita&Cia financiaban, ha demandado a la empresa y exige que Estados Unidos extraditen la directiva de la empresa, unas diez personas, a Colombia para que sean juzgados por haber financiado a los paramilitares de las AUC que asesinaron miles de obreros y campesinos en Urabá.

"El Plan Retorno" neoliberal

– El acuerdo de reordenar el territorio (Urabá) y las fuerzas políticas lo que se llama "el Plan Retorno", era como sacar
el sindicalismo de la región de Urabá, como transformar la seguridad social de la zona. Para eso se necesitaba una experiencia que mostraba otra forma de contratación laboral, otra forma de atención médica, otra forma de la redistribución de los ingresos en la zona que quedaba en las manos de las llamadas "Fundaciones". Pero en el centro de todo estaba ¿cómo eliminar a Sintrainagro que era absolutamente fuerte?

– Entonces decían que había que asesinar a los miembros de la Unión Patriótica porque tenían influencia en las FARC. Y levantaron un mapa donde decían cuales fincas se suponía tenían presencia de las FARC y empezaron a asesinar trabajadores, sindicalistas, hasta que las estructuras organizativas sindicales como la Junta Directiva del sindicato de Sintrainagro quedó en manos totalmente de los Esperanzados. Hubo muertes también de esperanzados por acciones de la insurgencia complejas en la zona.

"Paz Social del Cementerio"

Ahí quedó abierto el camino para armar la estructura militarista y una "Paz Social del Cementerio" que permitió que el modelo neoliberal en Urabá entrara en función. Pero necesitaban como en Chile, un verdadero régimen de terror para erradicar físicamente la oposición política y sindical en Urabá, hecho que había sido imposible hasta que el movimiento popular se dividió por la traición de los Esperanzados.

– Lo que quiero firmar es que el gremio bananero (las empresas) no entregó dinero a las FARC. Chiquita Brands cumplió un papel pensado sistemático en el nuevo modelo en la apertura económica (por el ex presidente liberal Cesar Gaviria en el 1990), como colocaron un modelo de prosperidad de mayor ganancia, de mayor exención de impuestos, de mayor rentabilidad para el capital transnacional, mayor control del territorio, para eso habría que criminalizar al Sindicato. Porque el sindicato jugaba un papel permanente de exigibilidad de los derechos de la salud, educación, la vivienda, el cuidado ambiental.

El sindicato bananero clasista desapareció, subraya Gloria Cuartas, no físicamente porque el sindicato de Sintrainagro todavía existe pero esta en la manos de unos personajes "Esperanzados" que trabajan bajo el mando de un estado donde la fuerza para-militar mafiosa es la ley.

"Modelo para Colombia"

– Ese modelo ha sido dizque "Modelo para Colombia" de un sindicato que no confronta, que tiene una nueva relación con el patrón, en donde hay acuerdos con el patrón de rentabilidad y cogen a unos sectores especiales porque coparon al sindicalismo con una cúpula al servicio a los intereses de las multinacionales. Los Esperanzados crearon ese nuevo modelo de acuerdos entre obreros y empresarios para armonizar el nuevo modelo de desarrollo, resume Gloria.

En ese nuevo modelo las empresas no pagan seguro social porque crea una seguridad paralela que manejan los paramilitares a través lo que eran los EPS. Y crean una seguridad privada a través de la contratación. Con los Esperanzados en el frente fueron rotos toda la seguridad laboral, jurídica, la estabilidad laboral y el sindicalismo verdadero fue derrotado y reemplazado "por un sindicalismo del gran capital", sostiene Gloria.

 
Colombia: Entre sangre y mentiras militaristas (Parte I)

Foto 1: Colombia - Gloria Cuartas lidera un proceso judicial contra la empresa Chiquita Brands Co cuyos gerentes tienen que ser extraditados a Colombia y juzgados por haber financiados escuadrones de la muerte en la región de Urabá y Cienaga. / Autor: Dick Emanuelsson.
Foto 2: Colombia - Albeiro Bustamante, dirigente del Partido Comunista Colombiano en Apartadó y presidente del Consejo del Apartadó en donde Gloria Cuartas era alcaldesa. Bustamante fue apresado por la fiscalía pero liberado un año después. Tres semanas después de salir de la carcel fue asesinado por la Triple Alianza Ejercito-Paras-Esperanzados. / Autor: Dick Emanuelsson.
Foto 3: Colombia - Gloria Cuartas, ex alcaldesa de Apartadó, habla en las afueras de la embajada estadounidense en Bogota en contra el Plan Colombia. En este momento lidera un proceso judicial contra la empresa Chiquita Brands Co cuyos gerentes tienen que ser extraditados a Colombia y juzgados por haber financiados escuadrones de la muerte en la región de Urabá y Cienaga. / Autor: Dick Emanuelsson.
Foto 4: Colombia – Carlos Franco, asesor de derechos humanos en la vicepresidenca del gobierno de Álvaro uriba, pero también lider del Partido Esperanza, Paz y Libertad, aliado con los paramilitares de las AUC y la 17a Brigada del Ejército en la región de Urabá, una triple alianza que erradicó fisicamente a la izquierda consecuente en Urabá. / Autor: Dick Emanuelsson.
Foto 5: Colombia - José Guette, presidente seccional de los trabajadores bananeros en la región de Cienaga, fue asesinado justo en el momento cuando Sintrainagro estaba negociando el convenio colectivo con la transnacional Chiquita. / Autor: Dick Emanuelsson.
Foto 6: Colombia - Obreros bananeros en la finca bananera Honduras, victimas de una masacre del ejercito. / Autor: VOZ
 

ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo

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