lunes, 2 de febrero de 2009

EL ZANCUDO DEL CHAPO SOTO

El Zancudo

(No mata, pero hace roncha)

Arturo Soto Munguía

El PRI Sonora y Benjamín Button

Al parecer, Beatriz Paredes con su retorcidísimo colmillo, advirtió el peligro de que el llamado PRI-Sonora estuviera desarrollando el síndrome de Benjamín Button, el bebé que nació con todos los achaques de un viejo de 70 años.

Ese y no otro, fue el motivo de que la dirigente nacional del PRI, advirtiera que el candidato al gobierno de Sonora debe surgir de una contienda limpia, equitativa, sin dados cargados, y que para ello mantendrían una vigilancia especial sobre este proceso.

Es obvio que la dirigencia nacional tiene elementos suficientes para concluir que desde el gobierno del estado, se favorece desde hace tiempo al aspirante Alfonso Elías con toda suerte de apoyos que, sin embargo, no han logrado que su candidatura permee en el ánimo de los electores.

A estas alturas, para nadie es un secreto que el gobernador Eduardo Bours se ha empeñado en sacar a como dé lugar la candidatura de Alfonso Elías, y que para ello está moviendo todas sus piezas y ejerciendo todo el poder que le da su condición de jefe regional de su partido.

Lo hace al mejor estilo de aquel 'viejo PRI', que un día le echó encima todo el aparato gubernamental, y que sin embargo, no pudo evitar que se convirtiera en el candidato, y luego en gobernador del estado.

Desde su autoimpuesto voto de silencio, el gobernador está convertido en el principal operador y activista de la pre-pre campaña de Alfonso Elías, a quien más que ayudarle, los apoyos oficiales le han generado una buena dosis de carga negativa entre los electores.

El hecho de que Alfonso Elías no logre despegarse unos cuantos puntos en las encuestas, o que en otras aparezca debajo de alguno de sus contrincantes después de que el aparato estatal lo carga en brazos desde hace por lo menos un año, indica que su candidatura no prendió.

Y si a eso se agrega que los bizarros métodos con que pretende apuntalarse, han dejado saldos negros en el ánimo de los potenciales electores, es natural suponer que el PRI nacional encienda focos ámbar en Sonora.

Por otro lado, ha surgido una sólida corriente que de manera abierta consideran que una candidatura surgida del dedazo, perfilaría al PRI a una derrota, especialmente si el abanderado del PAN fuera Guillermo Padrés Elías, el mismo que hace tres años arrolló con más de 50 mil votos a su primo, el senador Alfonso Elías Serrano.

El hecho de que hayan adoptado identificarse bajo el sugerente nombre de Todos Unidos Contra la Imposición, indica cuál es la premisa básica del grupo que conforman Ernesto Gándara, Carlos Zataráin, Guillermo Hopkins y Julio César Córdova.

Y aunque han sido satanizados y vituperados de diversas formas, los cuatro aspirantes a la candidatura no son, ni con mucho, cuadros a los que se pueda ignorar, ya que cada uno de ellos, con sus naturales limitaciones y desaciertos, tiene un currículum más abultado que el precandidato oficial.

Alfonso Elías está lejísimos de acercarse a la experiencia legislativa de Guillermo Hopkins, a sus años de militancia, a su destreza administrativa.

Alfonso Elías no tiene el liderazgo, el arrojo y la experiencia que a Carlos Zataráin le han dado su paso por las cámaras local y federal de diputados, o su experiencia en la alcaldía de Guaymas.

Alfonso Elías no tiene la preparación académica y la experiencia como presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología en la Cámara federal, que tuvo Julio César Córdova.

Y Alfonso Elías no tiene, pero ni yendo a bailar a Chalma, la capacidad política, la experiencia ejecutiva, la formación académica y cultural, la trayectoria partidista, ni el liderazgo de Ernesto Gándara.

Como lo está haciendo el PAN y el PRD, el PRI también tiene en perspectiva la elección presidencial del 2012, y cada elección que enfrentan es para reagruparse y fortalecerse como partidos políticos.

Sin embargo, la diferencia es, a la luz de los números, notable.

Después de la elección de 2000 el PRI recuperó la gubernatura de Nuevo León y después ganó las de Chihuahua, Sinaloa, Puebla, Tamaulipas, Oaxaca, Veracruz,  Durango, Yucatán, Guerrero.

Recuperó capitales estatales importantes que tenían varios trienios en manos de otros partidos, como Mexicali, Chihuahua, Hermosillo y Jalapa.

Una de las más recientes elecciones, la de Coahuila, registró lo que hace muchísimos años no se veía, el carro completo: el PRI ganó los 20 distritos en disputa.

Beatriz Paredes es, sin duda, la más interesada en que su partido continúe esa tendencia, y sabe que un proceso desaseado impacta no sólo el ámbito regional, sino que al desenterrar la tentación autoritaria, contribuye a la confrontación y al desencanto.

Por eso, le preocupa que el PRI-Sonora siga desarrollando el síndrome de Benjamín Button, el bebé que nació con todos los achaques de un viejo de 70 años.

 

PD.- El Zancudo vuela por el campo



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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo

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