Isabel Dorado Auz
Curioso no, tienen todo el poder y lo usan a diestra y siniestra para descalificar a los mismos que se han encargado de corromper. Por lo mismo, no desaprovecharon los medios de comunicación electrónicos mexicanos, la radio y la televisión, para echarle en cara a los diputados la implementación de las nuevas reglas de la Ley Electoral, la osadía de pretender mayor equidad y evitar el despilfarro de nuestros recursos en las campañas electorales.
Claro está, el dinero a manos llenas que recibieron en el pasado, hoy lo ven volar al verse obligados a transmitir en tiempo oficial los mensajes de los partidos políticos. Imaginen nomás lo que eso representa en horarios de triple A como lo son las trasmisiones de los partidos de futbol y la final del supertazon. Carretadas de dinero que no pueden cobrar porque la nueva ley los obliga a darle cobertura gratuita a los planteamientos de los partidos políticos.
Ahora, toda la carga del mal llamado cuarto poder, que en nuestro caso se ha constituido en el poder tras el trono del presidente espurio, será dirigida hacia un mayor desprestigio de la clase política, por lo que no descarte Usted un posible retroceso en plena campaña electoral. Esa relación perversa entre la oportunidad de ponerle un alto al poder de los Medios y la posibilidad de ser vetados por los mismos en franca represalia a tal osadía. Nos esperan tiempos difíciles que difícilmente podremos superar, ya que los medios de comunicación debieran estar cumpliendo una función social, distinta a esa evasión de impuestos que significan los llamados Teletón y Juguetón, de las dos televisoras más importantes del país.
Si realmente queremos cambiar como país, debemos darle voz y representación popular a los que piensan distinto, enriquecer la pluralidad política y no seleccionar a los más afines de cada expresión política, como lo hacen los poderes fácticos de nuestro país. Distinto sería si en el PRD dominaran los verdaderos cuadros de oposición al régimen, si en el PRI el nacionalismos revolucionario fuera real y no un triste recuerdo vigente hasta 1982, o si dentro del PAN aquellos que lucharon por un sistema más democrático pudieran hacer valer sus derechos. Hoy la verdadera oposición, la que propone cambios de fondo no puede competir contra los padrinazgos de los poderes fácticos, mismos que tienen representantes al interior de prácticamente todos los partidos políticos con registro y en una gran diversidad de agrupaciones políticas nacionales.
La competencia no es tal y para las nuevas reglas habrá mil formas de violarlas, máxime que los consejos electorales carecen de la credibilidad necesaria para ser reconocidos como verdaderos árbitros electorales.
Al menos, podemos tener el gusto de un pequeño paso hacia delante en cuanto a reglamentación de gastos en publicidad; ojalá, después, podamos avanzar en crear una sociedad más equilibrada entre los que más roban y los que menos tienen. No solo se roban parques, cerros y otras propiedades de la nación, sino que pretenden robarnos lo más valioso que tenemos, esto es, nuestras conciencias. No lo permitamos y mantengamos nuestros ojos abiertos y rechacemos que sea, precisamente el más descalificado de todos, Ugalde, el alfil que usan los medios para desacreditar este pequeño avance que tiene la nueva legislación electoral.
--
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario