Los universitarios se vistieron de muerte y de lamento, reclamando a
los culpables la muerte de 49 niños y niñas de la Guardería ABC. Nadie
faltó a la cita, Bours, Calderón la bodega, el IMSS y sobre todo la
representación de Dios en la tierra (El Papa), fueron cuestionados un
día antes de celebrar el día de Muertos.
La Muerte Zanquera pedía su pan de muerto y la justicia pero no la
encontró; preguntó y preguntó, nadie respondió. Se topó con un
elemento de la Policía Estatal Investigadora que cuidaba el elefante
blanco que lleva por nombre: Procuraduría del Estado. No hubo
respuesta, un silencio sepulcral marcaria la frase dirigida a los que
por obligación nos cuidan, ¡donde está la justicia pendejo! Jamás hubo
respuesta… La marcha así respondió: ¡porque son unos pendejos, por eso
no encuentran la justicia! Lo que encontró la Muerte Zanquera en su
trayecto fue un pan del Oxxo.
El Papa fiel a su dogma prohibió votar a favor de propuestas que
apoyen el aborto, la eutanasia, manipulación y destrucción del genoma
humano.
Prudencia Sonora, fue la cereza del pastel, "no vemos", "no
escuchamos", "no hablamos", cuestionaban los universitarios, en Sonora
todo está prohibido decían, menos los negocios que hacen ricos a unos
cuantos, la justicia ciega y golpeada, no se podía liberal, tres
madres de blanco la rodean y dándole vuelta exigen: quiero justicia no
quiero lástima.
49 carriolas, 49 nombres, un sólo reclamo: Justicia. Un bello canto
arrulla las carriolas, los universitarios, dan un poco de sí a la
tragedia más grande de Sonora a los que los poderosos no dan nada.
Los teporochos reclaman que el alcoholismo, es un problema grave, pero
nadie hace nada, las mujeres cuestionan los delitos contra las mujeres
pero nadie hace nada y en esta sociedad todo está prohibido,
abstinencia reclama la iglesia, pero los negocios turbios que no se
paren.
"Ei-bi-sí, guan-tu-tri" coreaban los universitarios: se sancionará a
quien no pinte frecuentemente la fachada de su vivienda, arroje basura
desde un su vehículo particular o de transporte público. También se
sancionara a dueños que ofrezcan servicios de internet y permitan a
sus usuarios ver pornografía, insistían.
Las bellas muertes, los zanqueros, el Papa, los teporochos, la
justicia golpeada y ensangrentada, todos universitarios nos hacían
recordar esa noche que en Sonora no hay justicia para los que menos
tienen, solo para los pudientes.
Y en el museo de la Universidad se erige un altar de muerto hecho de
dolor y de amor de padres de niños y niñas sonrientes, que penetran
nuestra conciencia y nos invitan a quererlos.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo
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