jueves, 26 de noviembre de 2009

EL ZANCUDO..TANDEO Y MEMORIA

El Zancudo

(No mata, pero hace roncha)

 

 

Arturo Soto Munguía

 

 

Tandeo y memoria

 

 

Hace un poco más de tres años, el 9 de junio de 2006, el presidente Vicente Fox inauguró Los Bagotes, una obra debidamente calculada para durar tres años, o sea, como para acabarse en el 2009.

 

Era una opción de abastecimiento de agua para un sector de la ciudad de Hermosillo. Ya pasaron los tres años, y el agua de Los Bagotes se acabó.

 

Hace tres años, al lado del guanajuatense más buscado por los caricaturistas estaban, conmovidos y aplaudidores, la señora María Dolores del Río Sánchez y el señor Enrique Martínez Preciado, a la sazón presidenta municipal y director del organismo operador del agua potable en Hermosillo, respectivamente.

 

Ambos, preocupadísimos por el tema del agua en la capital sonorense, como lo están ahora que son, en ese mismo orden, diputada federal y director estatal del organismo operador. Una mancuerna maravillosa.

 

La primera hasta lloró cuando los agrotitanes de La Costa decidieron, después de mucho rogarles y mejor pagarles, a venderle un poco de agua al Ayuntamiento, en el entendido de que lo hacían sacrificando su intensa productividad y su histórica contribución al progreso y la democracia.

 

El segundo es más recordado por su condición de ganador indiscutible en el prestigiado concurso convocado por él mismo, intitulado: "Cuéntame un cuento sobre el agua".

 

Mal pinta la cosa, si los que hoy tienen 'mano' en el diseño y operación de las políticas públicas, son los mismos que ayer renegaron de la tesis de que "hay que ganar el partido, aunque perdamos el gobierno", lanzándose con la espada desenvainada, como mexicanos al grito de guerra: "hay que ganar el gobierno, y desde ahí, como quiera nos chingamos en el partido".

 

Lo siento, pero son los funcionarios de la alternancia, entre los cuales hay de todo, hasta uno tan pintoresco que un día dijo: "La alternancia soy yo".

 

Ellos han contribuido significativamente al desencanto ciudadano, a la apatía que se registra en una afluencia de votantes que no llega a la mitad del padrón, y que probablemente no rebasaría el 20 por ciento si no fuera por las modernas y costosas operaciones para acarrear pobres, viejitos, discapacitados, burócratas, sindicalizados y adherentes que anden en busca de chamba.

 

Son reciclables, como decían los panistas de los priistas, antes de que los primeros fueran gobierno y los segundos oposición.

 

Para no ir muy lejos, dos viejos conocidos de esta columna, parece que harán otra maravillosa mancuerna en el ejercicio de las políticas públicas relativas a la seguridad sobre la vida y el patrimonio de los sonorenses.

 

Ni más ni menos que Juan Manuel Portillo Guevara y Sergio Encinas Meléndrez, se volverán a encontrar, para recordar los viejos tiempos en la comandancia Centro de Hermosillo, durante una de las etapas más negras de la corporación policiaca capitalina.

 

Ahora estarán bajo el mando de Ernesto Munró Palacios, un veterano de aquella militancia en el PAN que aún no sustituía la 'n' por la 'ñ' en el lema: "Por una patria ordenada y generosa".

 

De hecho, si Encinas Meléndrez o Portillo Guevara hubieran conocido a Ernesto Munró en la década de los 80, todavía lo traerían a punta de chingadazos desde Puerto Peñasco hasta Agua Prieta.

 

Habrían estado del otro lado: del lado de una sospechosísima policía utilizada como instrumento del gobierno para reprimir las luchas por la democracia.

 

Pero bueno, la transición sonorense es peculiar, sin duda. Genera sus propios personajes y éstos van escribiendo las historias, que para eso están ahí, para contarnos algo.

 

Por ejemplo, que el 'tandeo' es recordado como una de las peores etapas en la vida cotidiana del ciudadano hermosillense. Eso de que el gobierno le imponga a la gente horarios dentro de su casa, es el camino más corto a la rechifla.

 

El gobierno ya impone demasiadas cosas en la calle, en el trabajo, en la empresa, en la escuela… y si ahora también va a imponer un horario para zurrar, pues como que ya es mucho.

 

La memoria es flaca, pero no tanto. Mucho menos en un pueblo chico donde suelen hacerse mitotes grandes, como reza la conseja popular, a la que bien se pudiera hacer un agregado en el sentido de que ente más recientes los mitotes, menos votos caen en las urnas.

 

¿Qué tan reciente es el 9 de junio de 2006? ¿Qué estaba pasando por esas fechas?

 

Entre otras cosas, competían por un escaño en el Senado, Guillermo Padrés Elías y su 'primito', Alfonso Elías Serrano.

 

En Hermosillo, el termómetro marcó 47.5 grados a la sombra, y no había agua en las llaves de las casas, y la presidenta municipal se fue de vacaciones a España, dejando a cargo de un asunto tan espinoso como ese, al precitado señor Enrique Martínez Preciado.

 

Una ojeada a la portada de El Imparcial de un nueve de junio, pero de hace tres años, nos refuerza la idea de que ese periódico es 'un mal necesario', como diría El Fausto, de El Sheick.

 

La nota de ocho columnas de ese día en que se inauguraban Los Bagotes, recoge las consideraciones de la iniciativa privada local, acerca del conflicto minero que repuntaba en Nacozari.

 

En sus páginas editoriales, Mirón y Cía fustiga acremente la ineptitud de los gobiernos estatal y federal, para ejecutar 22 órdenes de aprehensión contra sindicalistas mineros.

 

Justifica la decisión de Jorge Larrea, de cerrar operaciones en Nacozari y Agua Prieta, y amenazar con cerrar también la mina de Cananea, debido a la falta de garantías.

 

Lamentaba también que la oferta sonorense para la atracción de capital, estuviera tan deteriorada en la comunidad empresarial internacional, por culpa de gobiernos que no garantizan sus inversiones, como el de Eduardo Bours -indica-, que sólo le "ha tirado la bolita al gobierno federal".

 

Por último, nos informa de los manteles largos entre los herederos de don José Ramón Fernández, pues ha sido seleccionado (post mortem), para integrar el Salón del Empresario 2006 "que es como una especie del Salón de la Fama, pero aplicado a los hombres de negocios en México", explica, afortunadamente, para los que no le entendemos bien a los negocios, pero sí al deporte (je).

 

Si la memoria no falla, el redactor de esa columna hoy firma como flamante director de Comunicación Social del gobierno del estado. Ahí usted saque sus cuentas.

 

También hay una nota que nos reporta la desaparición de Enrique Montoya Unger, ex director operativo de seguridad pública en Cajeme, ligado a aquel famoso asalto a una empresa de seguridad y traslado de valores, familiarmente conocida como SEPSA, donde se robaron algo así como 144 millones de pesos, en octubre del 2004. También participó en un aparatoso enfrentamiento con presuntos narcotraficantes a los que no pudieron detener porque el armamento de los policías estatales, municipales y hasta de los militares, era poca cosa comparada con el poder de fuego de los presuntos.

 

Hace tres años pues, en Cajeme no pasaban cosas distintas a las que pasan ahora.

 

Veamos: En la primera de El Imparcial de apenas hace tres años, en azulado recuadro, aparece el rostro de Enrique Flores Hurtado, el candidato del PAN a la alcaldía de Hermosillo, que estaba 10 puntos abajo en las encuestas, respecto a Ernesto Gándara Camou.

 

Su posición sobre el tema del agua es impecable: "…el abasto de agua es uno de los problemas a los que se les debe entrar de frente, con propuestas, no declarando de manera irresponsable al decir que la actuación del Organismo de Agua de Hermosillo ha sido inoperante en los últimos nueve años".

 

O sea, el señor Flores defendiendo a su madrina política. Entre otras cosas, por eso perdió, pero esa también es otra historia.



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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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