Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
21 de marzo de 2007
El padrino, la madrina y la boda
Una maniobra del PRI, de última hora, hizo que se pasara para mañana jueves la aprobación de la iniciativa de reformas a la Ley del ISSSTE. La prisa del PAN para acelerarla y concretar ayer mismo el fast track legislativo se topó con el colmillo priísta que, como novia que se da a desear hasta el último momento, puso condiciones antes de entregarse. "Aprueben primero la ley Beltrones", fue el pedido de la bancada priísta en San Lázaro, en voz de Emilio Gamboa.
Desesperados por consumar el matrimonio, los panistas aceptaron la condición y se pusieron a trabajar anoche mismo quedó aprobada la Ley para la Reforma del Estado. Y es que Manlio Fabio Beltrones dio ayer una muestra más del inmenso poder que tiene en estos momentos en el priísmo y de que es el auténtico padrino de la iniciativa para reformar el sistema de pensiones del ISSSTE.
Contra las versiones que bautizan esa iniciativa como "ley Gordillo", el verdadero operador del texto legal y de la alianza PRI-PAN es Beltrones.
A principios de año, Manlio Fabio entró en escena y tomó en sus manos la reforma del ISSSTE. El gobierno de Felipe Calderón empezó a negociar a partir de la iniciativa original elaborada en el sexenio de Vicente Fox, y que databa del año 2003, cuando por primera vez el entonces director del instituto, Benjamín González Roaro, presentó una propuesta para atacar el grave problema de la enorme carga financiera de las pensiones, que el propio González Roaro había detectado en el 2001. La iniciativa estaba lista a mediados del 2003, pero a González Roaro le pidieron detener la propuesta "hasta que pase la reforma fiscal". Nunca hubo tal reforma fiscal y para 2005, cuando el director del instituto insistió a Fox en la urgencia del tema, la respuesta fue que esperara a que se resolviera el desafuero de Andrés Manuel López Obrador. Para diciembre de aquel año, en la antesala ya de la elección presidencial, hubo un intento por sacar la iniciativa. Para entonces Joel Ayala había aceptado la propuesta a cambio de algunas concesiones que le había dado el gobierno, y fue el mismo líder de la FSTSE quien presentó el proyecto de ley ante el Senado. Los ánimos de los partidos ya estaban en la disputa del 2006 y el texto fue enviado a la "congeladora". Ahí estuvo enfriada la iniciativa hasta que este año Manlio Fabio Beltrones atendió una petición del gobierno de Felipe Calderón para revivir el tema. La ascendencia del sonorense sobre el líder de la FSTSE, Joel Ayala, aunada a su cercanía con la dirigente Beatriz Paredes y con Emilio Gamboa, hizo que el tema permeara rápido en el viejo partido.
Jorge Estefan Chidiac, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, fue pieza clave en la bancada del PRI y González Roaro operó en la bancada panista y fue el vínculo con otro personaje clave: Elba Esther Gordillo.
Para febrero de este año, Manlio ya había trazado toda la estrategia: había negociado con Jorge Emilio González para el apoyo del PVEM y con el gobierno calderonista, que envió dos operadores a negociar el asunto: Juan Camilo Mouriño y Miguel Ángel Yunes. Pero faltaba le "bendición" de la madrina de la Ley del ISSSTE. Elba Esther Gordillo no había dado su visto bueno y mantenía cierto recelo hacia la propuesta que atribuía a la dupla Beltrones-Ayala. Sus diferencias con el líder de la FSTSE hacían que la maestra no estuviera del todo convencida de la propuesta. Hubo una intensa negociación que se dio en las últimas dos semanas entre la dirigencia nacional del SNTE y el gobierno panista. Además de algunos cambios a la propuesta, Elba Esther consiguió que el presidente Calderón, vía la Secretaría de Hacienda, comprometiera la transferencia de 10 mil millones de pesos al sindicato magisterial, por concepto de créditos para vivienda y otras prestaciones.
Hasta que no le dieron lo que pedía, Elba Esther aceptó comprometer el voto de Nueva Alianza. El apoyo de la maestra fue oficial hasta la madrugada del jueves 15 de marzo, cuando se presentó la iniciativa en San Lázaro. Ya con la bendición de "el padrino", "la madrina" y los felices padres, el matrimonio estaba listo para consumarse.
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ser como el clavo, que que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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