lunes, 20 de abril de 2009

NO A LA RESTAURACION. JOEL ORTEGA JUAREZ


RECHAZO A LA RESTAURACION

JOEL ORTEGA JUAREZ

Casi la única arma civil y social para obligar a la clase política a abrir las puertas a los ciudadanos; será acudir a las urnas y expresar con claridad un NO A LA PARTIDOCRACIA.

Ya hubo una situación similar cuando López Portillo no tuvo contendiente formal en las presidenciales de 1976. Ese vacío resonó como alarma y junto a otros factores como el creciente movimiento social, especialmente la insurgencia sindical y la exclusión de la vida electoral de las izquierdas y el riesgo de ser rebasadas por los grupos armados; contribuyeron a la reforma política.

Las taras de origen de las izquierdas que las tenían y las tienen al margen del movimiento social y la ruta parcial por el camino electoral dejaron al proceso de cambio político o de transición democrática (como guste llamársele) sin piernas sociales.

Esa característica determinaría el secuestro del proceso político por parte de las élites políticas, económicas, mediáticas, culturales e intelectuales.

Cabezas gigantescas con pies de barro.

La ausencia de articulación orgánica de los partidos y la práctica inexistencia de organizaciones sociales y civiles favoreció el rumbo del monopolio político.

Terrible paradoja: la apetencia de cambio democrático de la sociedad fue sustituida por la permanencia eterna de la clase política en todos los niveles de gobierno y en los tres poderes del Estado.

Esa es la verdadera causa de la vulgar actitud de los trapecistas que van de un hueso a otro, una vez por medio de una franquicia y otra por la de aparente carácter antagónico.

Para confirmar lo anterior basta con ver las listas de las candidaturas, no hace falta mencionar los nombres y apellidos de los que pronto serán diputados o delegados panistas aún cuando apenas ayer fuesen miembros del PRD o los casos de priistas conversos a esas izquierdas de Estado que se agrupan en el PRD y los partiditos del llamado Frente Amplio. O cualquiera de las combinaciones que sufrimos día con día.

Si se consigue un amplio rechazo de millones a la partidocracia, podría iniciarse o reiniciarse un camino de reformas políticas para retomar el rumbo del cambio democrático.

De lo contrario seguirán ocurriendo todo tipo de agravios y hasta de crímenes políticos sin que se produzcan mayores tensiones políticas, debido a las complicidades de las burocracias partidarias con las conductas autoritarias y represivas a niveles locales y federales.

Como ocurrió en este reciente decenio con todo y alternancia.


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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo

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