Por: Juliana Fregoso
Por sus condiciones geográficas, México se consolidará este año como el séptimo productor de sal en el mundo (con cerca de 10 millones de toneladas) y el más importante de América Latina, gracias a la capacidad que tiene para aumentar su producción del grano sobre todo en lo que se le llama sal marina.
"La organización entre los productores y la industria ha sido lo que nos ha permitido crecer y hoy, la sal mexicana es una de las más reconocidas en el mundo, no sólo se usa para el consumo humano y animal, sino también para la fabricación de tuberías en paises como Japón", señala Javier Vega Ávalos, integrante de la Asociación Mexicana de Productores de Sal (AMISAC).
De 2004 a la fecha, según cifras de la Secretaría de Economía, la producción del mineral en México pasó de 8.6 millones de tonelas a 10 millones, en gran parte por la demanda que existe en el mercado internacional y a las inversiones que se han realiza en plantas como las ubicadas en Baja California Sur.
El consumo individual de sal fluctúa alrededor de 4 kilogramos per cápita al año, de los cuales de 1 a 3 son consumidos a partir de la sal que se agrega al preparar los alimentos y 1 kilogramo es consumido vía alimentos industrializados. De los diferentes tipos de consumo el realizado directamente en los hogares es el más estable de todos con un crecimiento anual en 2.56%.
Actualmente la región productora de sal más importante es Guerrero Negro, en Baja California Sur, donde se genera el 80% de la producción nacional la cual casi en su totalidad se dirige al mercado externo. En esta zona se ubica Exportadora de Sal, la mayor planta productora a nivel mundial y el principal exportador a Japón. En esta compañía, la Federación es propietario del 51% con capital complementario de la japonesa Mitsubishi Corporation.
El otro 20% se destina al mercado nacional y está concentrado en un 90% en los Estados de Veracruz (donde está ubicada la empresa líder), le siguen Yucatán, Nuevo León y Coahuila.
El consumo nacional aparente se ubica en 1.3 millones de toneladas y está orientado a cubrir tres grandes grupos: sector industrial, consumo humano y pecuario.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo.
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