En México quienes pueden quieren ser dueños de un banco. Son negocios muy rentables. Sin embargo, muy pocos mexicanos quieren saber de sus servicios. La paradoja bancaria se explica por una gran concentración del negocio, altos márgenes y un servicio poco eficiente
Mientras en EU y Europa los grandes bancos se debaten entre fusionarse o desaparecer, en México la banca se ha convertido en un verdadero tesoro.
En estos días aciagos para los grandes bancos que sufren los estragos de la crisis hipotecaria en EU, empresarios mexicanos y extranjeros de todos los sectores quieren convertirse en banqueros.
Armadoras de autos buscan un sitio en el mercado nacional, multinacionales como Wal-Mart y hasta "organizaciones no lucrativas" en algún momento de su historia, sucumben al aumento de temperatura en el sector bancario e ingresan por primera vez en su historia al negocio del crédito y lo hacen justo aquí. ¿Qué tiene el mercado mexicano que le permite avanzar a contracorriente?
Escasa regulación y poca competencia, dice la analista Anna Gelpern de la Universidad de Rutgers. "Wal-Mart recibió la autorización en México de abrir un banco (Adelante) a pesar de que en EU se lo han negado. Entró al mercado mexicano con la promesa de competir en un mercado altamente concentrado y sub bancarizado."
Aunque por primera vez, al cierre del cuarto trimestre de 2007, la razones de la rentabilidad en la banca que opera en México mostraron una reducción en comparación con lo observado en trimestres anteriores al ubicar el Rendimiento sobre los Activos (ROA) en 2.75%, el Rendimiento Sobre Capital (ROE) se mantuvo con crecimientos de dos dígitos en 19.93%.
En el gobierno de Felipe Calderón prácticamente se ha autorizado un banco por cada mes de su administración. Ahora, al menos 16 nuevas instituciones operan en el mercado y otra decena de solicitudes se encuentran en espera del visto bueno de las autoridades. Incluso, algunos bancos como Ixe desarrollan dos licencias en diferentes segmentos para aprovechar la segmentación de mercados.
Como en la fiebre del oro en el siglo XIX, la banca en México se ha convertido en un panal de miel que atrae sin tregua a capitales de todos los sectores.
En las utilidades de la banca los dos grandes componentes que determinan las ganancias son el margen financiero que obtienen estos intermediarios y que el año pasado creció 17.28% así como las comisiones netas que aumentaron 14.74%. De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) esta dinámica en las ganancias bancarias está justificada por el incremento en la cartera crediticia, sobre todo la de consumo con tasas superiores al 20%. Pero el único problema, confirma Victor Galliano de HSBC en Nueva York, es que el índice de créditos con problemas de pagos está aumentando, tendencia que podría agudizarse durante la segunda mitad del año.
Por ahora, sin embargo, en el sector bancario sólo observan las buenas noticias y el potencial.
La adquisición del 20% del capital de Inbursa por parte de la Caixa, el tercer jugador del mercado español, le puso más números a la fiebre de los bancos. Por el 20% de su capital el grupo español pagó más de 2,300 mdd. Entonces, ¿cuánto valen las grandes franquicias del mercado mexicano como Banamex y Bancomer que se han convertido en fuente de utilidades para sus accionistas extranjeros? Incluso, como lo confirmó el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, en los momentos más críticos de la crisis de liquidez generada por la debacle hipotecaria fueron las subsidiaras mexicanas de algunos bancos las que proveyeron de recursos para pasar el trago amargo.
Ni Citibank ni BBVA ofrece información pública sobre el valor de sus franquicias en México, lo que sí es público es el beneficio que obtienen por su operación.
Desde el 2001, cuando Citibank adquirió Banamex en 12,500 mdd, una de las dos principales franquicias del sistema nacional de pagos, México se ha convertido en algo más que una buena inversión. De hecho, el banco estadounidense obtiene poco más del 40% de sus utilidades de su subsidiaria mexicana. Bancomer representa al menos para BBVA el 30% de sus utilidades
BUENA COSECHA
México forma parte del grupo de mercados emergentes en donde, contrario a lo que sucede en plazas desarrolladas de EU y Europa, abrir un banco, capitalizarlo para asegurar su crecimiento y, eventualmente, convertirlo en una compañía pública –como sucedió recientemente con el banco Compartamos— se ha convertido en un gran negocio para muchos.
En abril de 2007, cuando se estrenó como una emisora del mercado de valores, el portafolios de créditos de Compartamos creció más de 35% para ubicarse en 383 mdd. Pero lo más sorprendente es que Compartamos logrará obtener más de 450 mdd en su oferta pública, más de 12 veces su valor en libros en ese momento.
De hecho, dicen los analistas de la publicación europea The Banker, que el momento nunca había sido mejor para abrir un banco en México. Compartamos forma parte de un grupo de 12 bancos que The Banker estudió en igual número de países emergentes para demostrar que la supuesta crisis bancaria no alcanza a algunos bancos con modelos de negocios a prueba de crisis, baja competencia y escasa penetración del crédito respecto del Producto Interno Bruto (PIB).
Pero además de los grandes atractivos que exhiben el negocio bancario local, México se ha convertido en un puente para llegar al mercado estadounidense.
"México es un país muy importante en donde Citibank, BBVA y Santader están generando una gran parte de sus utilidades, dijo Francisco Reynés, director general de Criteria CaixaCorp, durante una conferencia telefónica con analistas el pasado 27 de mayo para dar a conocer los detalles de la compra del 20% de Inbursa.
Para Criteria, el mercado bancario mexicano resulta sumamente atractivo dado el potencial de crecimiento y la baja penetración lo que ofrece grandes oportunidades para crecer: la relación del total de activos bancarios respecto del PIB que en México es del 30% mientras que en otros países de Europa es de entre 350 y 400 %.
Con un valor de capitalización de mercado de 6,400 millones de euros, Criteria pagó un premio de 8% sobre el valor de los títulos de Inbursa, de acuerdo con el precio al que cotizaban sus acciones el 23 de mayo. Criteria comparó los múltiplos básicos de Inbursa al cerrar la operación con los de Banorte y con los del nuevo banco Compartamos.
Sin embargo, el mercado bancario enfrenta una paradoja: el 72% de los mexicanos con acceso a servicios bancarios no tomaría el financiamiento disponible en este sector. Para ellos, según revela una encuesta sobre la percepción de los usuarios de los servicios bancarios, realizada por el Grupo de Economistas Asociados (GEA), la banca no es un paraíso.
Un estudio del Banco Mundial reveló recientemente que en México sólo el 2.6% de las compañías recibieron crédito de la banca para impulsar sus operaciones y crecimiento, lo que ubicó a México en el lugar 90 de una relación de 95 países de menor y medio desarrollo. México fue el último sitio de 18 países de América Latina.
En los últimos lugares de esta relación de países que aún penan por el financiamiento se encuentran Guinea Bissau en África y Azerbaiyán. En los primeros lugares, en contraste, se encuentran Tailandia (74.7 de sus empresas contrataron un crédito bancario) y Venezuela con 35.7%
Con niveles de 15%, la penetración del crédito en la economía sigue siendo una de las más bajas de América Latina mientras permanece la sospecha de que estos elevados márgenes provienen de una escasa competencia. La Comisión Federal de Competencia (CFC) no abandona los estudios económicos y de mercado dirigidos a demostrar que el sector crediticio adolece de una escasa rivalidad entre sus jugadores que beneficie a los usuarios.
No sucede lo mismo en los países de origen de la banca extranjera que controla más del 90% de los activos bancarios. Mientras que en el mercado mexicano el Costo Anual Total (CAT) de las tarjetas de crédito de algunos bancos se ubica en 50%, en los países de sus controladoras el mismo indicador no llega a 30%. El CAT en México refleja mayores costos financieros y riesgos locales, justifica la banca. Además, algunos bancos impugnan ante el Banco de México la metodología utilizada para medir el CAT.
Existe poca evidencia para asegurar que la participación de la banca extranjera hubiera incrementado la eficiencia del sector bancario gracias a la transferencia de tecnología y aplicación de know-how. La principal razón de este limitado impacto de la IED en la banca es el bajo nivel de competitividad, asegura Heiner Schulz, analista de la Universidad de Pensilvania.
La inversión y gastos en tecnología, de hecho, ahora no forma parte de las prioridades del sector. Es la promoción y la publicidad junto con el pago de remuneraciones para su personal y consejeros los que ocupan los principales rubros de sus gastos. En tecnología sólo se invierte el 1.69% a pesar de que el año pasado su presupuesto creció 17.04%.
Pero el crecimiento de la banca no se detiene a pesar de que no logra o no quiere, penetrar entre el sector productivo. Los activos totales del sistema bancario por más de 3,157,822 mdp crecieron más de 8% respecto de los 2,954,451 mdp.
¿CORRECCIÓN EN LA RUTA?
México, ha desafiado hasta ahora los pronósticos que señalaban una corrección natural de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el mercado crediticio. Analistas como Adrian E.Tschoegl, investigador en The Wharton School, vislumbraba que la presencia de la banca extranjera en el mercado mexicano sería temporal. Difícilmente, estimaba el analista, se mantendrían las condiciones de crisis bajo las cuales ingresaron, lo que haría poco atractiva su presencia en el largo plazo. Ahora, luego de la crisis de las hipotecas subprime, algunos de los bancos extranjeros que operan en México enfrentan una de las condiciones que analistas han mencionado cuando un conglomerado bancario decide salir de un mercado: dificultades en su país sede que los obligan a vender operaciones en el exterior para obtener liquidez.
Y el experto de The Wharton ofrece algunos ejemplos: entre 1952 y 1978 ocho subsidiarias de bancos japoneses se establecieron en California vía adquisiciones, sólo tres permanecieron; en 2003, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria vendió la participación que mantenía en Bradesco; también en ese año Lloyds TSB vendió sus operaciones en Brasil a HSBC; a mediados de la década de los 90, la banca extranjera llegó a controlar en Argentina más del 50% del sistema de pagos, sin embargo, la situación financiera y la crisis de pagos de ese país los obligó a salir. Pero Tschoegl también acepta que el problema de los bancos extranjeros que piensen desinvertir en México es que ante la rentabilidad del mercado difícilmente encontraría un comprador. Además, las restricciones antimonopolios no se harían esperar.
Hay analistas que hoy apuestan por una nueva consolidación bancaria ante la debilidad en el flujo de efectivos que exhiben algunas grandes instituciones como Citigroup que aquí en México controla los activos de Banamex y que en estos días analiza la posible desinversión de su participación en Alemania para atemperar las pérdidas registradas en el derrumbe crediticio de las hipotecas. México, por su rentabilidad para Citigroup, no está ni estará por ahora en la lista de activos en venta.
Lo que sí podría cambiar son las reglas del juego. Precisamente por las nuevas condiciones que marcó la crisis de las hipotecas subprime, se espera que en el mercado mexicano se presente una nueva manifestación de competencia.
En Nueva York, el analista Victor Galliano, responsable en HSBC de la cobertura de las acciones de Banorte, estima que durante los próximos meses se presentaría un fenómeno en la competencia bancaria: la de los depósitos.
Al complicarse las condiciones para fondearse en los mercados financieros, explica Galliano, es natural que las instituciones de crédito busquen competir por los depósitos de sus clientes.
Hasta ahora, sin embargo, los productos para captar recursos no han formado parte de la oferta generalizada de la banca. Al ingresar al mercado mexicano, BBVA importó de España productos para impulsar la captación de cuentas ahorro como El Libretón. Ahora, Banorte, controlado por el capital mexicano, es una de las pocas instituciones que mantiene campañas de publicidad dirigidas a incrementar los depósitos, una de las fuentes de fondeo más atractivas para la banca ante las bajas tasas que se pagan a los ahorradores.
Por ello, la estrategia de Banorte y de otros bancos como Ixe, que ven en el incremento de su cobertura de sucursales, parece ser la correcta.
De hecho, para Ixe Banco la única opción para mantenerse compitiendo es apostarle a la expansión dentro de sus segmentos de negocios, dando servicios poco rentables en cuestión financiera pero que crean lealtad del cliente y distinción de otros competidores.
Ixe se encuentra en una fase de expansión donde en enero de este año inició con 100 sucursales y espera terminar el 2008 con 142 oficinas en las principales ciudades del país, dijo Antonio Junco, director general de banca comercial de Ixe banco que entre sus planes se encuentra contar con 300 sucursales en los próximos 4 años.
La presencia de los bancos más grandes obligó al banco a relanzar su marca e innovar con servicios de mayor valor agregado, los cuales en el segmento social de nivel medio alto y alto, es muy apreciado.
"Si nosotros no tuviéramos calidad, seríamos como estos bancos grandototes pero con menos sucursales", asegura el directivo.
"Nuestro modelo de atención es más costoso que el de los bancos tradicionales, una sucursal nuestra cuesta más operarla que una de HSBC o de Bancomer, la ventaja que tenemos es que podemos ofrecer esta calidad porque somos un banco enfocado a un segmento de nivel medio alto y alto", asegura Junco. "La rentabilidad de este segmento de mercado da para sufragar más gente en el call center, en Ixenet, sucursales o para servir café", agrega.
Los pequeños competidores parecen darle la razón a los analistas que observan una escasa atención de la banca para los usuarios y posibles sujetos de crédito.
Mientras en Chile, los bancos ofrecen créditos que representan más del 60% del PIB y en las economías de Asia la relación supera el 100%, México mantiene niveles mínimos de penetración en la economía mientras sus tasas activas se mantienen muy altas a pesar de que la inflación no ha rebasado desde hace varios años el nivel de un dígito, dice la analista Anna Gelpern. Y concluye: "En los últimos años, las altas comisiones y márgenes han hecho que los bancos extranjeros y nacionales en México obtengan grandes ganancias.
"El ingreso de los bancos extranjeros ayudó, sin duda, a recapitalizar a la banca después de la devaluación pero no alteró la extrema concentración de activos entre los grandes bancos para sólo financiar a los grandes y rentables clientes. La reciente expansión del crédito al consumo podría ser un prometedor avance, una peligrosa burbuja o una combinación de ambos", dice la analista del Centro para Leyes y Justicia de la Universidad de Rutgers, Anna Gelpern, que estudia la presencia de Wal-Mart en el mercado mexicano, la gran promesa para desatar la competencia bancaria.
Por Claudia Villegas
con información de Edgar O. Huérfano
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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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