viernes, 13 de junio de 2008

LA APUESTA. por Isabel Dorado auz


Te he visto triste y desolado. Sabes que estamos haciendo muchos esfuerzos por ganar la batalla, pero nuestros oponentes están llenos de soberbia y difícilmente van a reconocer su error, a menos que nosotros logremos presionar tanto a nivel nacional como internacional. Te cuento que, al menos, ya hubo un primer acercamiento con ellos. Claro, tuvimos que recurrir a otra manifestación de protesta, esta vez a propósito de una subasta silenciosa, donde no sé si subliminalmente nos quisieron mandar algún tipo de mensaje, ya que estaba lleno de velitas y pensamos que quizás ya nos estaban anunciando que habías muerto.

Sé que hoy prácticamente estás en estado de coma, y que aún así le das abrigo a quienes fungen como guardianes de tus propios verdugos. Los he visto como aprovechan los pocos árboles que aún te quedan para protegerse de las altas temperaturas que se han presentado en los últimos días. Como podrías negar tu naturaleza, como podrías luchar por tu sobrevivencia si no fueses capaz de brindar ese gran apoyo cuando más se te necesita.

Cuentan tus verdugos, que necesitan destruirte por que quieren más progreso. Yo solo sé que pretenden construir otro elefante blanco similar al Centro de Usos Múltiples (CUM) mismo que en su tiempo fue considerada la obra del futuro y que hoy en día está totalmente abandonado y con muy poca funcionalidad. Afirman tus verdugos que harán resurgir la cultura construyendo lo que han denominado como proyecto MUSAS, claro que no nos explican porque no han aprovechado todos los espacios ya existentes como lo son el auditorio cívico, el teatro y museo de la Universidad de Sonora, la Casa de la Cultura, etc, los cuales no son aprovechados ni en 30% en el transcurso de un año. Si toda la inversión en MUSAS se canalizara a mejorar los espacios ya existentes, la contribución a la difusión de la cultura sería mucho mayor y no necesitaríamos de obras de relumbrón que además requieren de acabar con las muy pocas áreas verdes que tenemos. Te comento, que sólo el Parque Madero se equipara con la extensión de terreno con que cuentas, cual dos pulmones de la ciudad, tus verdugos quieren dejarnos con uno solo, y nadie nos garantiza que no se les antoje, en el futuro inmediato hacer otro megaproyecto en ese lugar.

Acá entre nos, me da coraje que sea una trasnacional la que está impulsando todo esto. Sabías que los terrenos aledaños, donde se pretende establecer el verdadero negocio que acompaña la pretensión de destruirte, pertenecen a una corredora estadounidense y que el proyecto MUSAS contribuirá a aumentar la plusvalía de dichos terrenos, y por lo mismo, con eso se redondea el negocio.

Como vez, no está muy fácil la cosa. En tu estado actual, no son pocos lo que quieren darse por vencidos. Es más, es muy común escuchar en las estaciones de radio una frase lapidaria, Consumatum est, y es la forma como se pretende convencernos que no vale la pena seguir luchando. Pero cuando platicamos, quienes ya tenemos tiempo enfrentando los embates de tus verdugos, siempre terminamos preguntándonos, Vamos a dejar la lucha cuando esta apenas comienza?. Me explico, hay muchos elementos de tipo legal para frenar la arbitrariedad de la dupla gobernante, solo que apenas se acercan con nosotros quienes conocen del tema, porque honestamente, cuando iniciamos la lucha buscábamos evitar tu destrucción e hemos hecho lo que se ha podido. No somos expertos en ecología y medio ambiente, por eso el apoyo que hoy nos están ofreciendo algunas ONGs ambientalistas nos permite ir a la ofensiva, en lo que indudablemente debe ser la fortaleza de nuestro movimiento.

Quiero pues, establecer una apuesta contigo. Quienes seguimos en la lucha estamos convencidos que a la larga saldremos triunfadores, y en caso de ser así, solo te pediríamos que saques fuerzas de tus entrañas para dar lugar a una nueva vida, a que cumplas cabalmente como pulmón de la ciudad y te cubras nuevamente de una gran cantidad de árboles, que regrese la fauna que normalmente te acompañó y que alegremente festejemos la derrota de la soberbia de dos errados gobernantes. 

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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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