martes, 4 de agosto de 2009

EL CORAZON, A LA IZQUIERDA

DEUTSCHE WELLE

Dos biólogos alemanes han realizado una investigación sobre por qué el corazón de los vertebrados está normalmente situado en el lado izquierdo del cuerpo, y si la asimetría en los humanos es lo normal, o una excepción.

"Nuestro corazón es un órgano asombroso. Aunque tan sólo tiene el tamaño de un puño, bombea cada minuto el volumen de sangre que nuestro cuerpo entero necesita. En una vida de 70 años, el corazón late alrededor de 3 billones de veces, y bombea unos 180 millones de litros de sangre en nuestro sistema. Debido a su vital función, el corazón lleva muchos años encabezando la investigación médica".

Así comienza el informe "Análisis molecular del desarrollo del corazón", del profesor Dr. Thomas Brand, biólogo molecular de la Universidad de Würzburg. En cooperación con su colega científico, Dr. Jan Schlüter, ha realizado un estudio que ofrece cierta luz sobre una cuestión que hasta ahora no se había investigado con profundidad: ¿Por qué nuestro corazón late en el lado izquierdo de nuestro cuerpo?

La formación del corazón

En todos los vertebrados, y por tanto, también en los humanos, el corazón late normalmente en el lado izquierdo del cuerpo. Hasta ahora no se sabe porqué.

Cuando un óvulo fertilizado pasa a convertirse en un organismo con vida durante su desarrollo embrionario, una de las cosas que las células necesitan saber es dónde se encuentran la izquierda y la derecha, para que de ese modo los órganos se coloquen en el lugar adecuado con la forma correcta.

Así, el corazón de todos los vertebrados, por ejemplo, se desarrolla inicialmente en una forma tubular que ya muestra una flexión hacia la parte derecha del cuerpo poco tiempo después de su formación. Esta asimetría inicial es la razón por la cual la punta del corazón –tras un buen número de rotaciones- acaba apuntando hacia el lado izquierdo del cuerpo.

Cómo el cuerpo distingue derecha e izquierda

¿Cómo se las arregla el organismo para distinguir derecha e izquierda? ¿Y qué procesos son responsables, por ejemplo, del hecho de que el corazón lata normalmente en el lado izquierdo? Para investigar esta cuestión, el biólogo Dr. Brand y su colega Dr. Schüter realizaron investigaciones en embriones de polluelos, donde consiguieron caracterizar una serie de señales que juega un papel primordial en el desarrollo asimétrico del corazón.

"Hasta ahora, la opinión que dominaba era que una cierta serie de señales es responsable del desarrollo en el lado izquierdo de órganos que necesitan ser inhibidos en el lado derecho para que se dé la asimetría", dice Thomas Brand. Ambos biólogos han demostrado ahora con su estudio que este concepto no es del todo exacto: "Con el embrión del polluelo hemos podido comprobar que también existe una serie de señales autónomas en el lado derecho", afirma Brand.

La asimetría es la regla, no la excepción

¿Es la asimetría de órganos como el corazón, el hígado o el bazo una gran excepción a la regla que siguen todos los demás? ¿Es lo normal tener el lado derecho del cuerpo y el izquierdo en perfecta simetría, como si de una imagen en el espejo se tratara?

El biólogo Dr. Brand descarta esta posibilidad rotundamente. En principio, explica, el cuerpo entero está construido asimétricamente. No obstante, para hacerlo parecer simétrico durante el estado embrionario se activan cascadas de señales.

En su trabajo, Brand y Schlützer examinaron intensivamente los mecanismos que intervienen en las características derecha e izquierda. Una de ellas es la producción asimétrica de bombas iónicas. "Esto conduce a una distribución irregular de carga eléctrica en los lados derecho e izquierdo del cuerpo que parece mostrar el camino a las células", explica Brand.

En los experimentos de desarrollo los biólogos bloquearon estas bombas iónicas. Como consecuencia se daba una distribución imprevisible de las células en el corazón, que es el estado preliminar de los vasos sanguíneos coronarios: algunas veces se localizaban en el lado derecho, como es lo normal, pero otras veces acababan en el lado izquierdo. En otros casos, se instalaban en ambos lados, e incluso en ocasiones desaparecían completamente.

Esta es la novedosa explicación que Brand y Schlützer han descubierto para responder a la pregunta de por qué el corazón acaba formándose en el lado izquierdo del cuerpo, a diferencia de órganos simétricos como los pulmones o riñones. Una asimetría intencional e inteligente para el órgano vital más básico del cuerpo humano.

Editor: Claudia Herrera


Un artículo de DW-World, la página web de la Deutsche Welle.


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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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