miércoles, 12 de diciembre de 2007

Cómo los gigantes de la tecnología obstaculizaron las computadoras para los pobres

por Steve Stecklow y James Bandler
Dow Jones Newswires 

 

Cambridge, Massachusetts. 26 de noviembre – En 2005, Nicholas Negroponte reveló una idea para superar la brecha tecnológica entre las naciones ricas y el mundo en desarrollo. Era fascinante por su simplicidad: diseñar una computadora portátil de 100 dólares y, en cuatro años, ponerla en las manos de hasta 150 millones de los niños en edad escolar más pobres del mundo.

Los líderes mundiales y los benefactores corporativos apoyaron de inmediato este proyecto no lucrativo llamado Una Computadora Portátil Por Niño (OLPC, por sus siglas en inglés). Negroponte era un catedrático con licencia de Massachusetts Institute of Technology (MIT), que recorrió el mundo para obtener promesas de las naciones en desarrollo de comprar las máquinas a granel.

Pero casi tres años después, sólo 2,000 estudiantes de un programa piloto han recibido computadoras del proyecto. Un pedido de Uruguay por 100,000 máquinas parece ser el único acuerdo sólido hasta la fecha con un país, aunque Negroponte dijo estar a punto de cerrar otro pedido con Perú, por 250,000. La primera producción en masa, que empezó este mes en China, es por 300,000 computadoras portátiles, de las cuales decenas de miles están programadas para consumidores de Estados Unidos. El objetivo de Negroponte, de llegar a los 150 millones de usuarios a fines de 2008, parece inalcanzable.

El ambicioso plan de Negroponte se ha visto obstaculizado, en parte, por el poder de su idea. Varias empresas comerciales, que se sintieron amenazadas por el precio proyectado de 100 dólares, se pusieron a desarrollar su propia máquina económica de manera apresurada, lo que puso a Negroponte en una competencia inesperada con marcas bien conocidas, como Intel y el sistema operativo Windows de Microsoft.

Una versión de la visión de Negroponte comienza de hecho a cristalizarse. Los países pobres se arrebatan prácticamente las computadoras portátiles para los niños en edad escolar –aunque en una cantidad ni siquiera cercana a lo que esperaba que ocurrera. Hoy existen varios modelos con precios atractivos de dónde escoger, elevando la posibilidad de que el proyecto de Negroponte termine como participante de un nicho de mercado.

"No soy bueno para vender computadoras portátiles", dijo Negroponte a sus colegas. "Soy bueno para vender ideas".

"Desde mi punto de vista, si en el mundo hubiera 30 millones de computadoras portátiles hechas por los competidores en las manos de los niños, a finales del año próximo, sería un gran éxito", dijo en una entrevista reciente. "Mi objetivo no es vender computadoras; el proyecto no es un negocio de máquinas: está enfocado a la educación".

Desde su inicio, el proyecto fue una amenaza para el predominio en la computación personal del gigante de la programación Microsoft y del fabricante de procesadores Intel. El equipo de Negroponte, que viene de MIT, diseñó una máquina que no usa Windows ni procesadores Intel. Usa el sistema operativo Linux y otros programas de código abierto, que los usuarios pueden modificar.

El año pasado, Intel, que por lo general no vende computadoras, introdujo una pequeña máquina portátil para países en desarrollo denominada Classmate, que hoy en día se vende entre 230 y 300 dólares. Promovió esta computadora de manera muy dinámica, aunque obtendrá pocos ingresos de esa iniciativa.

No obstante, espera impedir que su rival Advanced Micro Devices (AMD), cuyos procesadores están en la computadora competidora de Negroponte, se vuelva el estándar en el mundo en desarrollo.

De acuerdo con la mayoría de los informes, Negroponte y su equipo de 20 miembros han creado una austera e innovadora computadora portátil con un buen programa educativo. El pequeño aparato, de colores verde y blanco, está diseñado para operar con muy poca energía eléctrica: puede mantenerse funcionando con un pequeño panel solar, y resistir la lluvia y el polvo. Su excepcional pantalla de alta resolución permanece brillante aún si le pega directamente la luz del sol.

La máquina portátil tiene una cámara de video integrada y conexión inalámbrica a internet y a otras máquinas de su tipo.

Sin embargo, el proyecto ha encontrado obstáculos. El precio objetivo de 100 dólares es difícil de alcanzar, aunque el equipo de Negroponte ha tenido éxito para crear un dispositivo más económico que otras máquinas. Hoy se vende en 188 dólares, más el costo de envío.

En el mundo en desarrollo, los clientes potenciales han expresado preocupación por la disponibilidad de capacitación para los maestros, y por el servicio técnico postventa. El plan de Negroponte es que las máquinas sean lo bastante sencillas para que los estudiantes se capaciten a sí mismos, y que resuelvan los pequeños problemas técnicos que surjan.

Algunos compradores potenciales dudan del proyecto. Las autoridades de Libia, país que planeaba comprar hasta 1.2 millones de máquinas, se preocuparon porque éstas carecían de Windows y que el servicio, la capacitación de los maestros y las futuras actualizaciones pudieran ser un problema.

"La máquina de Intel es mucho mejor que la de OLPC", dijo Mohamed Bani, presidente del comité de asesoría técnica de Libia, pero quien no tiene la última palabra sobre si se compran o no las máquinas. "No quiero que mi país sea basurero para estas máquinas".

Libia decidió comprar por lo menos 150,000 Intel Classmates. Ahora, el futuro del programa OLPC allí es incierto.

Negroponte, de 63 años, es un experto en ciencias de la computación y veterano inversionista en tecnología. Fue co-fundador y diriector de MIT Media Laboratory y ayudó a fundar la revista Wired. Colabora en el consejo de administración de Motorola. Hace poco, fue seleccionado por News Corp. para colaborar en un comité para proteger la integridad editorial de Dow Jones, firma propietaria de The Wall Street Journal, después del acuerdo para adquirir a esta empresa. Su hermano es John Negroponte, subsecretario de Estado y antiguo embajador en México.

Nicholas Negroponte reveló su plan de la computadora portátil de 100 dólares en enero de 2005, en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, y sugirió que transformaría la educación para los niños marginados en edad escolar del mundo, y que ayudaría a eliminar la pobreza. Ese mismo año, más tarde, pronosticó que en 2008, el proyecto vendería de 100 a 150 millones de máquinas a los países en desarrollo.

Google, AMD y News Corp. estuvieron entre las empresas que financiarion el proyecto, y aportaron cada una dos millones de dólares. En noviembre de 2005, Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, dio su apoyo público al concepto, al demostrar un prototipo primario que funcionaba con una palanca manual. Más tarde se desechó esa característica.

Hace siete meses, en una presentación, Negroponte expresó la confianza de tener compromisos de varios países para comprar 2.5 millones de máquinas en 2007. Pero Quanta Computer, el fabricante con sede en Taiwán, sólo producirá 300,000 unidades este año, dijo en una entrevista reciente. En una conferencia de este mes, dijo que su nuevo objetivo para 2008 es producir un millón de máquinas al mes, pero añadió que no puede decir cuándo alcanzará esa meta.

Debido a que el volumen de producción inicial es menor a lo esperado, el proyecto no se ha beneficiado de las anticipadas economías de escala. Las actualizaciones de diseño: más memoria y un microprocesador más potente, que son parte fundamental de la máquina, también se añadieron al precio, lo que, en apariencia, redujo las ventas proyectadas.

Por ejemplo, Nigeria no ha cumplido la promesa de un expresidente de adquirir un millón de máquinas. Eso se debe en parte a que ya no cuestan 100 dólares, dijo Tomi Davies, empresario en tecnología oriundo de Nigeria, quien ayudó a Negroponte a concertar pláticas con funcionarios nigerianos.

El precio más elevado ha hecho a la máquina vulnerable a la competencia de vendedores de máquinas más tradicionales, basadas en Windows. Para muchos ministros de educación, "es muy fácil optar por Microsoft", dijo Davies.

La iniciativa OLPC también enfrenta la competencia de vendedores de máquinas baratas que usan el sistema operativo Windows, de Taiwán, India e Israel, que consideran que los más de mil millones de potenciales clientes jóvenes del mundo son una gran oportunidad.

Traducido por Luis Cedillo

Editado por Juan Carlos Jolly

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Fecha de publicación: 30/11/2007
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