ENTRE NUBES DE TERNURA

María Cristina Garay Andrade (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Sombríos lamentos de agonía soporta el alma mía
caen heridas de muerte las palabras más sentidas
ataúd de cristal sostienen perplejos los suspiros del cortejo
no quiere el amor resucitar quiso perderse a lo lejos

Entregó la piel hecha miel en las manos del destino
huyó en carne viva desprovisto de vestido
dejé que se marche definitivo al monte del olvido
que se lleve con él los recuerdos de lo intensamente vivido

Me contaron que se fue acunando una voz muy suave
el paraje que lo silencia es donde van a morir las aves
va recogiendo el viento los despojos de su sentimiento
rumbo al valle del eco infinito, de la libertad y del grito

Mi piel se va mutando en mármol insensibilizado
sé que jamás volveré ni por un instante a estar a su lado
todo quedó en el ayer empapado de placer
la entrega insaciable despide a los agónicos besos
lloran lacrados y dolientes en estos motivados versos

Corre amor corre a esconderte entre nubes de ternura
gimiendo de dolor por su amor que sin importarte la altura
la libertad de amar es tan infinita y noble batalladora
que inmortalizando su sonrisa diáfana y seductora
el silencio en soledad conmovido te responde
con un eco que reclama angustiado al pronunciar tu nombre.
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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo