martes, 14 de julio de 2009

REVISTA FUEGOCELESTE

fuegoceleste
construyendo suramérica
Año 1              Nº 10
Suramérica, 2009, julio 12.
 
ESTADOS UNIDOS Y HONDURAS EN 1963 Y 2009
 
Por: Arturo Muñoz
 
Toda similitud entre los partidos Nacionalista y Liberal hondureños y la APRA del Perú, entre el coronel López y el general Vásquez, entre las fuerzas armadas hondureñas y las fuerzas armadas peruanas, entre el presidente Lyndon Johnson y el presidente Barack Obama, entre Judas y Oscar Arias, entre el fascismo de 1963 y el fascismo del 2009, entre los congresistas estadounidenses de 1963 y los congresistas del 2009; etc. Es pura coincidencia (adecuar las coincidencias a cada país latinoamericano).
 
Golpe de Estados el 3 de octubre de 1963 dado por el coronel de la fuerza aérea Oswaldo López, a las 3 de la mañana, en contra del presidente Ramón Villeda Morales del Partido Liberal, quien fue exiliado a Costa Rica en un avión de la fuerza aérea hondureña.
 
Golpe de Estado el 28 de junio del 2009 dado por el ejército comandado por el general Ramón Vásquez, a las 5 de la mañana, en contra del presidente Manuel Zelaya del Partido Liberal, quien fue trasladado a Costa Rica en el avión presidencial.
 
Como justificación del golpe de Estado en 1963 se dijo que las patrióticas fuerzas armadas habían intervenido para acabar con las flagrantes violaciones de la Constitución (por parte del presidente Villeda) y la evidente infiltración comunista. Y para impedir un supuesto fraude en las elecciones próximas.
 
En el caso del golpe de Estado del 2009 los militares y los congresistas esgrimieron el argumento que el presidente Zelaya habría caído en actos de violación constitucional al promover una Encuesta en la población (entre otros puntos), al margen del Tribunal Electoral, y establecida relación con los países del ALBA, proclive al socialismo.
 
El golpe de Estado de 1963 se produce a sólo diez días de las elecciones generales, que debían realizarse el 13 de octubre.
 
El golpe de Estado del 2009 ocurre a sólo 6 meses de las elecciones generales para elegir un nuevo presidente en noviembre.
 
Oswaldo López se autoproclama presidente provisional de Honduras.
 
Roberto Micheletti es nombrado por el Congreso inconstitucionalmente como presidente hasta la transmisión de mando en enero del 2010.
 
Un análisis de las causas del golpe de Estado de 1963 indica que fue dado para favorecer al Partido Nacional y a los militares que Villeda había confrontado, en especial al coronel López que no fue electo candidato por el Partido Liberal.
 
También las razones del golpe de Estado del 2009 han sido contradichas por especialistas constitucionalistas, demostrando que el presidente Zelaya en ningún momento violó la Constitución. En tal sentido el golpe de Estado favorece a los candidatos ultraderechistas que son seguros perdedores ante un candidato seguidor de Zelaya.
 
Honduras en 1963 era una sociedad en que los terratenientes y los militares habían formado una mafia que controlaba el país tradicionalmente. A tal punto que los investigadores sociales la catalogaron de República Bananera.
 
Para el 2009 la sociedad hondureña conserva las mismas clases sociales, incluso el presidente Zelaya proviene de la clase terrateniente; y el comportamiento de los capitalistas hondureños es similar al de una República Bananera.
 
Villeda Morales en 1963 impulsó un conjunto de reformas sociales, políticas y económicas, que cuestionaban el papel dirigente de la mafia terrateniente – militares.
 
Manuel Zelaya estaba comprometido en una modernización de Honduras y por ello necesitaba realizar cambios sustanciales que afectan a esta élite.
 
Mientras el millón y medio de campesinos en 1963 eran analfabetos, pobres y sin oportunidades, los militares disfrutaban la cuarta parte del presupuesto nacional sin necesidad de rendir cuentas de cómo era gastado.
 
Casi 7 millones de hondureños en 2009 carecen de los medios de vida esenciales, sin embargo, los militares gozan de un tercio del presupuesto nacional, y permitieron que Honduras sea la base de los contras que desarrollaron una guerra de 5 años en contra del Gobierno Sandinista de Nicaragua, lo cual les reportó pingues beneficios pagados por el propio pueblo hondureño y respaldados por Estados Unidos.
 
Como en todos los países latinoamericanos el ejército es el principal partido político de estas sociedades. En Honduras de 1963 surgió como organización autónoma a los militares el Partido Liberal, cosa que no fue aceptada por los militares.
 
En 2009 el presidente Zelaya en uso de su función de Jefe Supremo de las fuerzas armadas destituyó al jefe de las fuerzas armadas por desobedecer al presidente, cayendo el militar en acto de insubordinación y como respuesta se prestó a dar el golpe de Estado contra el presidente Zelaya.
 
Por otro lado, el Partido Nacionalista en 1963 al tener segura la pérdida de las elecciones el 13 de octubre, iba camino a su desaparición pues no podía beneficiarse de los favores oficiales y del peculado. Por sobrevivencia incitó el golpe de Estado del coronel López.
 
Igualmente el 2009 los políticos del Partido Liberal y del Partido Nacionalista sintieron que en las elecciones de noviembre perderían, lo cual significaba que en el próximo gobierno estarían presentes representantes legítimos del pueblo hondureño. Invadidos por el miedo no les quedó otro camino que el golpe militar.
 
Promovieron el golpe de Estado de 1963 los terratenientes y el Partido Nacionalista, quienes después de producido lo justificaron y lo sostuvieron.
 
También en el 2009 el Partido Nacionalista y el Partido Liberal, como los capitalistas terratenientes y en general el empresariado hondureño, fueron actores activos del golpe de Estado militar en contra del presidente Zelaya.
 
Ni dos meses duró la condena al golpe de Estado y ruptura de relaciones por parte de Estados Unidos en 1963, a fines de ese mismo año el Imperio que había estado detrás del golpe reconocía al dictador el coronel Oswaldo López y a la dictadura cívico militar instaurada.
 
Hillary Clinton cuando los asientos de los representantes de 33 países en la OEA y de 192 en la ONU están aún calientes, rompe con los acuerdos tomados en estas dos organizaciones de no negociar con los golpistas y pone de mediador entre los golpistas y el presidente Zelaya a un servidor del Imperio. No le importó a la Clinton la firma de Estados Unidos en las resoluciones de la OEA y la ONU. Lo cual es una prueba más de que Estados Unidos sigue promoviendo golpes de Estado en América Latina, yugo del cual Latinoamérica deberá librarse como hace 200 años lo hizo de la corona española.


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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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