sábado, 25 de septiembre de 2010

LOS IRREGULARES

Alberto Híjar Serrano

De los combatientes irregulares nadie se acuerda y si lo hace es para compararlos con los bien peinados y rasurados militares uniformados y entorchados. Por ejemplo, en el desfile del 16 de septiembre se les represento enhuarachados, con sombreros impropios para la guerra, las mujeres con incomodas faldas y mal tapadas con rebozos y chales tejidos a mano por supuesto. Sin embargo, hasta en la televisión televisual hubo que decir que sin ellos la guerra patria hubiera sucumbido con el triunfo del bien equipado ejercito realista. Iturbide no ceso de negarse a ocultar en una cueva sus ambiciones de emperador ni a permanecer en la selva durante años como Guadalupe Victoria. Con este seudónimo nadie iba a ser bien visto por quienes ostentan apellidos rimbombantes y títulos nobiliarios.
En cambio, otra es la vida para quienes fuimos irregulares y clandestinos mientras simulábamos normalidad productiva tal como hizo el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez desde antes de 1810 como denunciante de la ilegalidad de tributos y deudas virreinales contra los pobres para ir a dar a prisión por dos años, salir y ser restituido en el cargo para conspirar y reunir en su casa a oficiales del ejercito con alta graduación y prestigio, comerciantes tan respetados como Emeterio y Epigmenio González y hasta a su esposa y a sus amigas mas intimas. Con la apariencia de saraos y puestas en escena, el Cura de Dolores bien que aparentaba vida licenciosa pese a su dominio de lenguas indígenas además del latín exigido cuando fue rector del famoso Colegio de San Nicolás donde brillo como adelantado discípulo de los jesuitas expulsados por la Corona Española por alternar la investigación teológica con la astronomía, la historia, geografía y botánica de las tierras por donde andaban sus misiones promotoras de relaciones comunitarias. Traduciendo del francés, Hidalgo dio a conocer los textos de la Ilustración. Cuando se supo el fondo independentista de todo esto, la articulación entre intelectuales, militares libertarios y colaboradores logísticos, la proclama económico-política fue entendida hasta dar lugar a la irregularidad guerrillera como línea estratégica al encuentro del proyecto de ejercito popular. Hasta las señoronas como Leona Vicario organizaron subversiones como las de Los Guadalupe para transportar lo mismo una imprenta entera en elegantes carrozas que armas y pertrechos pasados en las narices de los retenes incapaces de sospechar de los lujos y blasones.
De aquí que las Fuerzas de Liberación Nacional de donde se desprendió el EZLN, tuvieran como lema el de Guerrero: Vivir por la Patria o morir por la libertad que todavía figura en el pedestal de la bella estatua en el Jardín de San Fernando al lado del cementerio civil donde Juárez y otros liberales distinguidos recibieron sepultura ante la negativa eclesiástica de cristiano reposo. Hace mas de cuarenta años pregunte al primer responsable Raúl que todos sabíamos hermano del Comandante asesinado con sus compañeros y compañeras en la selva de Chiapas en 1974, cual era el sentido de la críptica frase. Me dio la tarea de explicarla por escrito y hube de argumentar la Patria como único proyecto de vida para los revolucionarios que como Guerrero pueden sufrir las inclemencias del mando de una tropa tan irregular que puede disminuir hasta la decena de combatientes con la seguridad de que los triunfos gracias a la irregularidad guerrillera pueden hacerla crecer hasta las centenas. Recuerdo el AntiDûring de Engels donde hace cuentas de la guerra entre un ejercito disciplinado y bien armado contra los bravos mamelucos desordenados y mal pertrechados. La cantidad de estos resulta determinante contra la calidad de aquellos, pero en la medida de la tendencia al equilibrio cuantitativo, los mamelucos perdían la ventaja estratégica. Sin embargo, cuando Engels explica el invento de los rifles de repetición como superación de los de tiro a tiro con fastidiosa y lenta carga de pólvora, tiene que reconocer a los ingleses bien uniformados y desplegados en línea que no lograron acompasar los disparos y las cargas al desordenado ataque de los guerrilleros de las Trece Colonias que acabaron por triunfar para fundar los Estados Unidos. Con Morelos que supo alternar los cuerpos regulares e irregulares, crecieron jefes como Pedro Ascencio Alquiciras, el famoso Amo Torres, Encarnación Ortiz "El Pachon" y claro, Vicente Guerrero, Victoria y Nicolás Bravo que no lograron llegar a Francisco Javier Mina, combatiente contra la Corona Española en su País Vasco para continuar su lucha internacionalista fortificando cerros como el del Sombrero donde al fin fue derrotado ante el aislamiento de los grupos irregulares. En todo caso había que alternar la guerra de posiciones con la de movimientos como aconsejan los clásicos.
La Patria es el constructo de los conspiradores en lucha pese a todas las adversidades y errores y sus pobres apariencias están en razón inversamente proporcional a los uniformes elegantes, las armas que atemorizan solo de verlas y la disciplina formal todo a sueldo de los tiranos. Tras la irregularidad, en cambio, esta el apoyo de los campesinos capaces de dar casa, vestido y sustento a los combatientes. Las legiones de pardos y pintos por el vitíligo guiadas por los mulatos Morelos y Guerrero calificados de zambos por Iturbide capaz de llevar su desprecio a la chusma hasta el incendio y aniquilamiento de pueblos enteros, los mismos que a la postre garantizaron la fundación de la República. Propio de los constructores organizados de la Patria es el proyecto de largo plazo, a sabiendas de que es probable no ver el triunfo por lo que hay que producir los relevos. De aquí que el nivel más alto de los combatientes de las FLN se llamen insurgentes.
La vanguardia cuenta con una retaguardia amorosa que es la Patria como solidaridad entre quienes oponen a los tiranos explotadores sus propias fuerzas de liberación nacional. Esta es la vida y si no es posible, habría que prever la muerte por la libertad inalcanzada, en prisión infame, con la tortura y la traición como la organizada contra Guerrero pero también contra Zapata y Lucio, combatientes patrióticos muertos sin alcanzar la libertad. La disciplina construida por la Patria resulta así la única vida y lo demás son diversiones superables e inclaudicables.
Larga vida a los insurgentes, a Raúl-Germán el arquitecto en sentido amplísimo y con el a quienes construyen la independencia en autonomías acosadas por los tiranos de Chiapas y Oaxaca donde en las Juntas de Buen Gobierno y los Municipios Autónomos, San Juan Copala incluido, se construye la Patria pese al mal gobierno opresor.


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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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