viernes, 17 de septiembre de 2010

PADRECISMO, FORMA ACTUAL DEL BOURSISMO

La herencia boursista

Isabel Dorado Auz

 

Se cumple un año de gobierno panista y nada ha cambiado en el estado de Sonora, más bien, estamos presenciando la continuación del gobierno de Eduardo Bours en la administración de Guillermo Padrés Elías.

Una de las características del boursismo fue la opacidad en el manejo de los programas públicos y esta situación se mantiene en el actual gobierno. El Nuevo Sonora prometido por Padrés no termina por hacer acto de presencia, lo cual explica la falta de transparencia en los dos programas de gobierno que se implementaron este año en el estado: la entrega de uniformes escolares gratuitos y el examen único de ingreso a la preparatoria.

En el primer caso, una primera reacción de la sociedad fue el cuestionamiento a la calidad y tipo de tela con que se confeccionaron los uniformes, además de la falta de entrega oportuna e incompleta de un gran número de los mismos. No sabemos, además, porque solo se benefició a tres empresas y cuales fueron las razones que motivaron otorgar a estas empresas precisamente el gran negocio de los uniformes escolares. En el segundo caso, no se publicaron los resultados académicos totales del examen único de ingreso a la preparatoria, con lo cual se podrían hacer comparaciones y determinar si el proceso representa un avance o un retroceso respecto al método anterior. Podríamos saber, también, que tipo de escuelas aportaron a los mejores alumnos y, en consecuencia, planear un mejoramiento en el nivel educativo de las secundarias, tomando como ejemplo, los métodos de enseñanza implementados en las mismas.

¿Que se busca con tanta opacidad? Acaso ocultar las deficiencias en la implementación de ambos programas; o bien, ocultar el tráfico de influencias para favorecer a personas allegadas a los funcionarios en turno; o continuar por el resto del sexenio con las mismas prácticas de Eduardo Bours, asumiendo que la sociedad sonorense grita pero no ajusta cuentas con la clase política.

Se pensó, al inicio de esta administración, que muchos exfuncionarios tendrían serios problemas legales, ya que se presentaron una serie de denuncias públicas en torno al cobro de varios cheques con cantidades millonarias que se habían ejercido sin tener un respaldo en alguna acción de gobierno. Sin embargo, se apuntaba en su momento, como podría hacerse justicia y proceder penalmente si el encargado de abrir los procesos es el que fuera el funcionario consentido de Eduardo Bours, Abel Murrieta. Mismo personaje, que se mantuvo quieto en su principal encomienda, la represión de movimientos sociales, pero que salió a la luz pública nuevamente a raíz del enfrentamiento entre mineros y trabajadores de compañías terceras en la mina de Cananea. O sea, hasta en eso se parece el gobierno de Padrés al Boursismo, esto es, la criminalización de la protesta social y la implementación de un gobierno que favorece los intereses de la clase empresarial. La justicia a favor de quienes obedecen los dictados del Grupo México y en contra de quienes osan oponerse a las arbitrariedades de este poderoso grupo empresarial.

No resulta extraño, pues, que solo hubiera detenidos que pertenecen al sindicato minero, en un claro ejemplo de "administración" de la justicia para favorecer intereses particulares por encima de los intereses de la sociedad en su conjunto. Hoy es cuando Abel Murrieta justifica su chamba, ya que en el combate al narcotráfico a lo más que llega es a describir como se llevan a cabo las matanzas entre narcos, pero de detenidos mejor ni hablamos, no vaya  a repercutir en su seguridad personal.

Finalmente, les comento que me quedó grabado un episodio que viví este fin de semana pasado en Cananea cuando una niña llegó apresurada en su bicicleta para anunciarle a un minero que seguramente iban por él un convoy de patrullas de la Policía Estatal Investigadora, evento en el que pude presenciar el nivel de involucramiento de la sociedad cananense en torno al conflicto laboral. Comentar también, que me tocó observar como varios vehículos de la seguridad pública de Hermosillo están protegiendo los intereses de Germán Larrea en Cananea, como si  nuestra ciudad no estuviera padeciendo graves problemas de inseguridad.



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soy como el clavo, que aun viejo y oxidado, sigue siendo clavo

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