AMLO y el canto de la chachalaca
Isabel Dorado Auz / auz3@correom.uson.mx
Sigue, sigue y no se cansa. Todos los medios oficiales lo dan por muerto, se habla de que es un cadáver político y que no tiene futuro en nuestro país. Ayer le pidió a Vicente Fox que se callara con una expresión muy coloquial, hoy le está pidiendo que cante, tal y como colo-quialmente se le pide a un criminal que denuncie a todos sus compinches. Así, Andrés Manuel sigue presionando para mantener vigente su lucha poselectoral.
No la tiene fácil, la lucha del presidente legítimo se ve cada vez más Quijotesca, ya que además de luchar contra la derecha más retrógrada, le toca también enfrentar, al interior del PRD, a una Nueva Izquierda, y su obsesión por reconocer al presidente espurio. ¿Hasta qué punto puede revertir López Obrador esta pesada carga? No lo sé. Quizás requiera seguir dejándose llevar por la inercia y, en su momento, dar la puntilla final. Él sabe que mientras se mantenga vigente, tarde que temprano se van a ir generando las condiciones y seguramente, cuando lo considere apropiado habrá de emerger con toda la fuerza que le permitirá ganar sin problemas la próxima contienda presidencial.
Por lo pronto, son los mismos panistas quienes están ayudando a crear las condiciones que está esperando AMLO. Vicente Fox, acorralado por la serie de señalamientos de corrupción que está recibiendo, está amenazando a Felipe Calderón de dar a conocer lo que realmente sucedió en Julio de 2006. Ante ello, el presidente legítimo asegura «lo tienen bien agarrado del pescuezo, bien apergollado y le dijeron al pelele que si a los Fox y a los hijos de Marta les pasa algo van a decir cómo trampearon las elecciones. Por eso yo le digo a Fox ahora : ¡canta chachalaca! ¡canta! Además, también se están generando condiciones de inestabilidad debido a la lucha feroz entre las empresas: TV Azteca vs ING; TV Azteca y Televisa vs grupo SABA y General Electric. La adquisición de Aeroméxico también enfrentó al grupo SABA contra los protegidos de Felipe Calderón.
Es posible que este desencuentro entre dos empleados «eficientes» de la derecha y las luchas entre empresarios pueda terminar en el fin del reinado que iniciaron las grandes transnacionales en nuestro país a partir de 1982. Pudiera ser que a López Obrador le tocará terminar con las simulaciones y encabezar otra gran movilización social que logrará mejorar las condiciones de vida para los mexicanos. Este periodo de aparente resquebrajamiento de la izquierda puede servir para que se den definiciones claras y se establezcan nuevas estrategias. El mismo AMLO deberá replantear estrategias y confiar más en quienes no pertenecen a su círculo cercano. Sólo así, el pueblo mexicano acompañará, una vez más, al presidente legitimo para que en el 2012, pueda reconocérsele lo que se le escamoteó en julio de 2006.
Dado que Andrés Manuel es y seguirá siendo, el político más incómodo para quienes, por gusto o por obligación, se han convertido en adoradores de este sistema neoliberal que hace crecer cada día más la brecha entre los que menos tienen y los privilegiados por los gobiernos de derecha, es necesario seguir impulsando su lucha a pesar de que, en ocasiones, los poderosos medios electrónicos tratan de convencernos un día sí y otro también de que debemos perder la esperanza.
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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