por Eduardo García
Sentido Común
14 de noviembre – Teléfonos de México, la empresa dominante de telefonía fija en México, anunció que planea escindir sus activos latinoamericanos a fin de distinguir mejor las operaciones nacionales e internacionales. La escisión podría también proteger la valuación de sus activos de posibles cambios en las estructuras o reglas de los mercado en los que opera la compañía, principalmente en México.
Con la escisión, Telmex hará que su división Telmex Internacional se convierta en una nueva empresa, que será dueña de todas las compañías latinoamericanas de que es dueña la empresa mexicana, incluyendo empresas de televisión por cable y de transimisión de datos. Telmex cuenta actualmente con operaciones en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay.
Así, daremos "a cada empresa una operación mas eficiente y una dimensión más adecuada", dijo Telmex en un comunicado de prensa. "De manera que cada una de ellas opere de forma autónoma, en sus ámbitos administrativo, comercial y financiero".
La decisión de separar los activos de Telmex se asemeja a la que la empresa tomó en 2001 cuando creo una nueva compañía que agrupó, en ese entonces, sus operaciones de telefonía celular.
Con esa escisión, Telmex reveló con más claridad el potencial de crecimiento de sus activos móviles agrupados en América Móvil (hoy la empresa más grande de la Bolsa Mexicana de Valores con un valor de capitalización de 105,200 millones de dólares), al tiempo que ofrecía a sus inversionistas la solidez de sus operaciones de telefonía fija en México.
Hoy, después de haber incursionado en diversos países de América Latina en los últimos años con múltiples adquisiciones, Telmex, que tiene un valor de capitalización de 32,220 millones de dólares, parece querer seguir una estrategia similar. Al escindir en dos sus actividades, la empresa, con sede en la Ciudad de México, ofrecerá la posibilidad de invertir o en una empresa de telefonía fija latinoamericana, con su dinamismo propio, o en la compañía mexicana, con un track record ya conocido y ampliamente difundido.
En los primeros nueve meses de este año, las operaciones internacionales de Telmex generaron ventas por 4,100 millones de dólares y flujo de efectivo por 1,040 millones. En cambio, las operaciones mexicanas reportaron ingresos por 9,090 millones de dólares y ganancias de flujo de efectivo de 4,500 millones.
En esta ocasión la escisión, sin embargo, se da en un momento en el que Telmex es también objeto de un mayor escrutinio público por controlar casi 90% de las líneas de telefonía fija de México. Aún cuando se ha comenzado a observar una incipiente competencia en el mercado de la telefonía fija en México, algunas autoridades y algunos analistas están solicitando, como nunca antes, regular las operaciones de Telmex y las de América Móvil.
Muchos en México sospechan que Telmex ha podido conservar una participación de mercado tan alta por incurrir en prácticas monopólicas, que han ahuyentado a posibles competidores.
Recientemente, por ejemplo, Telmex se ha enfrascado en una disputa con la empresa española Telefónica por negar la conexión de sus líneas de teléfono a la red Telmex. La empresa mexicana ha argumentado que no ha conectado las operaciones de Telefónica por estar ésta violando la Ley de Inversión Extranjera al intentar ofrecer servicios de telefonía fija en México, algo que actualmente prohíben las leyes mexicanas a compañías extranjeras.
Telefónica ha negado la acusación al decir que los servicios los busca ofrecer una empresa mexicana controlada por mexicanos y en la que ella participa sólo como socio minoritario.
Independientemente de esa disputa, el hecho de que hoy Telmex aún tenga el control de cerca de 90% de las líneas telefónicas fijas después de una década de que se abrió la competencia en los mercados de larga distancia nacional e internacional hacen para algunos evidente la necesidad de regular mejor a la empresa mexicana.
A finales de octubre, Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia, el organismo encargado de combatir las prácticas monopólicas en México, dijo que planeaba abrir un investigación para determinar si Telmex y América Móvil tienen poder dominante en diferentes mercados.
El hecho de que Carlos Slim, el propietario de control de Telmex y América Móvil, se convirtiera este año en el hombre de negocios más acaudalado del planeta con una fortuna de alrededor de 67,000 millones de dólares, superando ya a Bill Gates, co-fundador de la empresa de software Microsoft, ha también reabierto la discusión en el país sobre la necesidad de regular mejor las operaciones de las dos compañías de telefonía del empresario y que han sido la base de su ascenso a la cúspide de la lista de los hombres más ricos del planeta.
Con la división en dos de las operaciones de Telmex, Slim podría estar protegiendo la valuación de sus activos latinoamericanos de posibles repercusiones negativas en caso de que las autoridades mexicanas impusieran una mayor regulación en México. Así, la escisión protegería parcialmente a los propietarios de Telmex de las posibles medidas anti-monopolio que tomen las autoridades para intentar frenar el poder dominante de la compañía en territorio mexicano.
Sin embargo, frente a ese riesgo, Telmex también anunció diversas medidas para intentar contrarrestar las posibles acciones en su contra que tomen las autoridades mexicanas.
La empresa dijo en un comunicado de prensa que separará internamente su operación en dos grandes divisiones: una, que supervisará el negocio rentable, pero donde la empresa hoy ya enfrenta competencia; y otra, que tendrá a su cargo la operación del servicio telefónico en áreas rurales donde hay poca competencia y donde además la compañía pierde dinero.
Con ello, Telmex podrá tal vez defenderse mejor de posibles acusaciones de ser un cuasi-monopólio al demostrar que esa califiación es relativa ya que sí enfrenta competencia en los mercados más rentables. En aquellos en los que no tiene competidores, la empresa además demostrará que eso es así no por que ella se oponga a la competencia, sino porque esos mercados no son rentables y las otras empresas no quieren participar en ellos.
Estos son argumentos que Telmex ha empleado por años, pero que ahora con su nueva estructura espera poder ejemplificar mejor para convencer a sus críticos.
"El número de líneas en servicio en México alcanzó 18.2 millones, ubicadas en más de 22,880 localidades. De estas líneas, aproximadamente 9.8 millones están en localidades con competencia, donde numerosas compañías competidoras ofrecen sus servicios de telecomunicaciones desde hace 11 años. Así también, 8.3 millones de líneas ubicadas en cerca de 20,930 localidades se encuentran en segmentos sin competencia y en áreas rurales; estos clientes generaron ingresos por aproximadamente 17,500 millones de pesos, un EBITDA (o ganancia antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de 3,000 millones de pesos y una pérdida operativa de 1,980 millones de pesos", dijo por ejemplo Telmex al anunciar su reestructuración corporativa.
Telmex espera poder también atender mejor las necesidades de sus distintos mercados con la creación de esas dos grande divisiones.
La separación se da "con el propósito de atender sus necesidades específicas y darle seguimiento a su desarrollo y al efecto, ha creado una dirección enfocada en su atención y operación", dijo la empresa.
Derechos reservados © Cartera, S.A. de C.V. 2007 Fecha de publicación: 14/11/2007
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Fernando V. Ochoa
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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