NI DEMOCRACIA NI CRISTIANA
Alberto Híjar.
"Librarse de los estorbos sociales que impiden o dificultan el desarrollo, razas inferiores como los negroides y los indígenas, seres pervertidos como los afeminados y drogadictos, errores de la naturaleza con los discapacitados y gente con síndrome de Down. Pero sobretodo la escoria comunista de López Obrador, que por suerte ya no tiene cabida ni en el PRD. Aún así seamos cautelosos, la crisis nacional les hará fortificar sus filas, debemos aplastarlos antes de que se vuelvan a levantarse". Firma Edgar Döring (con diéresis afrancesada) del Comité Azul de la Organización Demócrata Cristiana de América presidida por Manuel Espino exdirigente del PAN. Antes de la firma la consigna ¡¡¡Patria, religión y sangre!!!. A la incorrección gramatical se suma la confusión sobre el firmante porque al principio se anuncian "unas palabras de uno de nuestros más grandes héroes", José Pedro Toledano al inaugurar el Programa de Jóvenes Líderes Católicos de la ODCA.
"El nuevo reino de Cristo en la tierra esta aquí en nuestra Patria", patria celestial como dicen los himnos cristeros, esos que sin reflexión son cantados en las peregrinaciones y las reuniones de formación de cuadros de odio fundamentalista. Sólo hay que ver y oír diario en los noticieros de televisión, a Germán Martínez del PAN luciendo su rostro convulso y su voz amenazante que reparte culpas y acusa cual profeta apocalíptico de pacotilla. Hay quien recomienda no hacer caso para evitar dar atención a quienes no la merecen, pero se trata del partido político en el poder con ramificaciones americanas y españolas en acción.
Todos los sábados en el Distrito Federal, los jardines públicos se llenas de adolescentes corriendo, jugando, palmeando, mientras gritan consignas dirigidas por instructores con el ridículo disfraz de los boy scouts. Al final de la mañana, los grupos reunidos celebran en la iglesia más cercana la fuerza de la unidad acrecentada por rezos y cantos religiosos. Una tradición cristera probada en la guerra de los años veinte y treinta negociada por el mediador Dwight Morrow embajador yanqui, mantiene intacto el artículo 130 constitucional sobre los límites del culto público con la condición de no cumplirlo. No conforme con el acuerdo histórico de contentillo, la jerarquía católica arremete cotidianamente contra la ecuación laica, pública y gratuita y viola la ley de manera ostentosa al ofrecer misas y comuniones, rezos, cánticos y ceremonias dentro de sus escuelas reconocidas por el Estado sea como SEP o como UNAM. Las ceremonias no siempre les resultan positivas como recuerdan las exalumnos del Sagrado Corazón, ricas y poderosas, cuando estuvieron a cargo de las monjas donde una de ellas las reunía en el auditorio-templo donde mostraba un corazón de plastilina a donde las pecadoras debían clavar una espina para herir al símbolo divino frente a toda la comunidad. El trauma profundo en muchos casos fue resuelto con la abominación de este y otros fetichismos amparados por una iglesia vengadora hasta la violencia organizada.
La formación de cuadros fanáticos exige una selección para captar a quienes muestren capacidad de mando. Las escuelas de lasallistas y el Instituto de Ciencias y Humanidades (sic) formaron el Movimiento Unido de Renovadora Orientación que en el 68 y los setenta actuaron como falange cristera y sus comandos atacaron escuelas universitarias, actos culturales y hasta una bomba pusieron en el periódico El Día. Luego cambiaron el nombre por el del movimiento José Vasconcelos para rendir homenaje al héroe cultural del Estado mexicano, el de la raza y el espíritu escritos en el escudo de la UNAM que le hubiera encantado a Mussolini con su águila y cóndor rampantes y acordes con "la raza cósmica" que guió la revista Timón financiada por la Embajada de Alemania nazi mientras hubo relaciones diplomáticas con México.
Hay una tradición cristera alebrestada por la crisis tal como asegura la ponencia del psicópata que habla a los jóvenes líderes católicos. Marthita y Fox hicieron lo suyo, Calderón más discreto solapa al fúrico Germán Martínez, el PAN y el Tec de Monterrey traen con frecuencia a Aznar con su prédica empresarial, clasista y excluyente. La desmesurada basílica o lo que sea en Zamora patrocinada por la Sahagún, la espantosa iglesia del perverso obispo delincuente Onésimo Zepeda, las escuelas y universidades carísimas de los desprestigiados Legionarios de Cristo y otras sectas del Opus Dei, la Universidad Autónoma de Guadalajara con la viva presencia de los tecos y la enseñanza de la historia con los textos de Salvador Borrego antisemita y anticomunista a ultranza, la invasión de Opus deistas y yunquistas de Puebla y Morelos en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades donde quedó fuera sin aviso el denunciante Octavio Rodríguez Araujo profesor emérito de la UNAM, la beligerancia de la revista Desde la fe y las homilías dominicales del cardenal Norberto Rivera, el patrocinio del cardenal Sandoval Iñiguez cogobernante en Jalisco con el PAN de las organizaciones abiertas del clandestino Yunque para fabricar absurdas denuncias de hechos contra comunistas ilusorios, son las señales de un fascismo en marcha con un gran poder organizativo y propagandístico sin respuesta de los partidos y las organizaciones centradas en la disputa de las cuotas de poder de un Estado militarizado y benefactor de banqueros. El Estado nada fallido cuenta con el PAN y sus formaciones de fanatismo antidemocrático y anticristiano.
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo
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