A manera de réplica
Isabel Dorado Auz
A propósito del proceso de cambio de rector, por designación directa, de un grupo de "notables", llegó a mis manos una joya de documento escrito por Samuel Galaviz Moreno, uno de los beneficiarios de la implantación de la Ley 4 Universitaria, por lo que me voy a permitir hacer uso de la réplica, como universitario que soy, para externar mi muy particular punto de vista.
El autor señala en el siguiente párrafo: "La historia nos revela y nos desnuda, la universidad exitosa no es la que elige a sus autoridades mediante métodos democráticos, sino la que cumple con la sociedad esforzándose cada día más en formar profesionistas capaces, comprometidos y solidarios. Construyamos juntos esa universidad".
Mi primera pregunta, sabrá Samuel cuál es el verdadero significado del término democracia? Si nos vamos a la raíz etimológica encontraremos que es el poder del pueblo; aplicable a la universidad, sería el poder de la comunidad universitaria. En tal sentido, para construir juntos esa Universidad, se antoja que la comunidad en su conjunto debiera decidir democráticamente al representante de la misma ante la sociedad. O acaso, esa junta de "notables", muchos externos a la Universidad, conocen mejor el quehacer universitario que los mismos universitarios.
Segunda pregunta, si "México es un país de grandes desigualdades sociales. Más del 50% de la población vive en condiciones de pobreza y se calcula que más del 20% de los habitantes vive en pobreza extrema", qué se ha hecho desde la universidad con profesionistas capaces, comprometidos y solidarios para darle solución a este problema que nos aqueja. Cabe aquí una tercera pregunta, porqué la Universidad, o más bien los universitarios, no levantan la voz, como institución, ante las evidentes fallas de las políticas económicas que se han venido implementando desde principios de los 80s. Porqué seguirle el juego al gobierno cuando vemos que la desigualdad social crece día a día? Qué sentido tiene aceptar como triunfos los reconocimientos "patitos" que últimamente les han otorgados las cúpulas económicas de nuestro país.
Por otro lado, te recuerdo Samuel que los estudiantes que formamos parte del último Consejo Universitario no recibíamos línea de maestros que solo buscaban sacar adelante sus intereses políticos, por eso nos opusimos, en bloque, a la intención del sindicato de regularizar a un gran número de maestros que entraron de forma irregular a trabajar en la Universidad. En ese tiempo se podía frenar ese tipo de arbitrariedades, gracias a la representación democrática que nos otorgaban nuestros representados. La ley 4 vino a oficializar las irregularidades, y de la noche a la mañana fue muy común llenar las aulas universitarias con los recomendados de arriba y con las propuestas personales de los directores de División. Recuerdas Samuel, cuantos años suspendieron la emisión de Convocatorias para contratar personal en el Departamento de Ciencias Químico-Biológicas.
Si crees que la "formación integral de los futuros profesionistas" no pasa por vivir en carne propia la experiencia democrática, entonces estás discriminando el poder de decisión de la comunidad universitaria. Te puedo asegurar, que a pesar de la pérdida de autonomía, un gran porcentaje de los que están adentro y otra parte muy importante de los que estamos afuera seguimos sintiendo el orgullo de ser búhos, pero no les perdonamos a Ustedes que hayan claudicado por la comodidad de recibir las migajas que les tiran los poderes económicos del estado.
La "vinculación social" debiera ser la carta de presentación permanente de la Universidad de Sonora. Te recuerdo que en los 80s en Químico-Biológicas contábamos con un Directorio Sanguíneo Universitario, que los estudiantes de la escuela de Derecho, a través del Bufete Jurídico, dieron asesoría al pueblo de Mazocahui en relación a un problema de contaminación producido por una granja porcícola. Que la escuela de ingeniería civil contaba con una especie de constructora, que la escuela de Agronomía ofertaba con éxito los productos obtenidos en su campus. Acciones verdaderas de vinculación social con la gente más necesitada.
Por eso, cuando leí tu escrito creí que hablarías de todos los logros de estos ocho años de administración de tu grupo político de interés. Pero no, el discurso es muy semejante al de los políticos que padecemos. A falta de hechos concretos, hay que seguir ofertando promesas, hay que seguirle apostando al futuro cuando no podemos refrendar con el pasado reciente y el presente la importancia de seguirle apostando a la ley 4 que nos robó la autonomía universitaria.
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo
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