jueves, 27 de marzo de 2008

MURMULLOS GUERRILLEROS

TOMADO DEL BLOG DE DIEGO OSORNO EN MILENIO
 

Bogotá, Colombia.- El Café Leyenda está a tope. Decenas de parroquianos elevan el murmullo. Afuera del lugar, no dejan de caminar y caminar los peatones de una de las avenidas más bulliciosas de toda la ciudad. Dos soldados con uniformes impecables y cargando sus fusiles resguardan los alrededores. La pared frente a ellos dice: "A acabar, acabar, con el gobierno paramilitar".
La bienvenida a este Café Leyenda ubicado a unas calles del Palacio de Nariño donde despacha el Presidente Álvaro Uribe, tiene una pinta más escueta con graffiti negro, que solamente dice: "FARC-EP". En el negocio de al lado en cambio, hay loas en color rojo al jefe guerrillero asesinado apenas el pasado 1 de marzo. "¡Raúl Reyes vive!".
Hace unos días pasó por aquí una marcha en contra del gobierno colombiano. En muros y ventanas de lugares públicos y privados quedaron ecos del malestar de algunos sectores en contra del actual gobierno de derecha y también de las simpatías de estos sectores de izquierda hacia la guerrilla colombiana.
Los ecos siguen ahí días después, conviviendo entre los consumidores de la zona comercial, y los militares vigilantes que juntan los brazos ante el leve frío de la tarde. Ecos de la guerrilla y soldados parece que ya están habituados a ser parte del paisaje de esta ciudad capital.
Por la radio local, al mediodía, algunos programas transmiten reportes de sus periodistas enviados a zonas rurales indígenas donde se libran enfrentamientos entre milicias farianas y miembros del Ejército. Algunos bogotanos escuchan el transmisor como si oyeran un partido de fútbol, nada más que en lugar de goles, travesaños y árbitros, los locutores hablan de rifles, balas y muertos.
En el Café Leyenda, el funcionario de la policía nacional colombiana con el que he quedado, me da una larga entrevista sobre el caso de los fallecidos Juan González del Castillo, Sorem Ulises Avilés, Natalia Velásquez, Fernando Franco y la sobreviviente Lucía Moret, los mexicanos que estaban en el campamento guerrillero atacado por el ejército de este país.
"Aquí hemos tenido padeciendo desde hace mucho tiempo a los turistas de la guerrilla", dice con voz de lamento. De acuerdo con sus cálculos, en los últimos 8 años, por lo menos 500 extranjeros han visitado campamentos guerrilleros como muestra de solidaridad a las FARC. Y según estas mismas estimaciones, 150 extranjeros han decidido de plano cargar un fusil al lado de las FARC o del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero en importancia del país, el cual ya sostiene negociaciones de paz con la administración actual.
La manera en que las fuerzas armadas colombianas dicen contar con esta información es a través de registros de migración, operativos militares, portales de internet y confesiones de guerrilleros desertores. O bien cuando recogen cadáveres en campos de enfrentamiento como en el caso del argentino Federico José Bruno, quien el 4 de septiembre de 1998 murió a manos del Ejército colombiano, cuando se encontraba haciendo fotografías al lado de guerrilleros del ELN.
El joven argentino de 27 años pretendía hacer un documental sobre la guerrilla. Era un cineasta que pasó casi un año viviendo en las periferias de Bogotá, antes de que su proyecto fuera aceptado por el grupo insurgente. Ya estando metido en la selva, escribió a quien sería su camarógrafo: "Pronto vendrás para acá, este país es un infierno pero me siento como en el cielo… estoy trabajando mucho, no sólo en fotografía, sino en computación y cartografía".
Precisamente son los argentinos, quienes en mayor medida se incorporan a la guerrilla de este país, que tiene más de 40 años de existencia y una presencia importante en diversas regiones. De acuerdo con el gobierno colombiano, el jefe de la columna Teófilo Forero, la más importante de las FARC, es de origen argentino.
De guerrilleros de México en cambio, casi no hay reportes. "Venezuela, Cuba, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay, son los países de donde vienen la mayoría", dice el funcionario, quien agrega que también de Holanda, Dinamarca, Irlanda, Suecia, República Escandinava y hasta algunos de China.
Apenas el año pasado, después de una operación militar contra las FARC, el Ejército colombiano encontró los diarios de Tanja Nijmeijer, una joven nacida en Holanda que se incorporó a la guerrilla desde 2002 y que ahí se encuentra hasta la fecha.
"Muchos son ingenuos, aventureros, les han metido en la cabeza por internet que la Colombia de hoy es similar a la Nicaragua de Somoza, a El Salvador de la junta siniestra, al Haití de los Duvalier, al Paraguay del monarca de los brutos, a la Argentina de los asesinos gobiernos militares. ¡Nada más falso!", exclama.
La tarde sigue en el Café Leyenda. En las mesas de al lado, la gente ya está hablando sobre viajar a la costa de Cali para los días de vacaciones por la semana santa o de ir a acudir por la noche a alguna de las funciones que hay en la cartelera de Bogotá debido a la Muestra Iberoamericana de Teatro.
La leyenda "FARC- EP" sigue dándole la bienvenida a los parroquianos que van ingresando.

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Tania Nijmeijer dejó en 2002 el estudio de las lenguas romances en su país natal, Holanda, y se incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Es una de los 150 extranjeros que forman parte de las guerrillas colombianas, según estadísticas del gobierno del país sudamericano.
El 18 de junio del año pasado, después de un enfrentamiento con una columna de las FARC, el ejército colombiano encontró el diario de la guerrillera holandesa, tirado en un campamento atacado en medio de la selva.
Bajo el alias de Ellien, la joven de 29 años de edad se había incorporado en 2002 a una unidad de la guerrilla más antigua del continente. En las páginas de su libreta, Tania cuenta detalladamente las dificultades de la vida guerrillera y cuestiona algunos sucesos que ocurren dentro de la organización armada.
Una vez que el gobierno de Colombia divulgó parte de ese diario consultado por MILENIO y lo aprovechó para lanzar una nueva andanada contra "la degradada vida dentro de las FARC", la guerrillera comenzó a preparar en la clandestinidad la grabación de un documental sobre los aspectos positivos de su vida en las armas.
En el manuscrito, Tania realiza diversos cuestionamientos sobre el desarollo interno de la guerrilla, pero en los últimos apuntes, antes de que su diario fuera interceptado por soldados colombianos, dice: "Aquí me muevo como pez en el agua, la selva es mi hogar. Las FARC son mi vida, mi familia".

21 de julio de 2006
Querida Jans, tengo algún tipo de obsesión con estaciones de tren. Con frecuencia tengo fantasías de que estoy en una estación en Groningen, Ámsterdam o Utrecht, comprando un café o una orden de fritura y luego abordo el tren. Casi olvido la gran noticia. Aquí hay dos compañeros con sida, y quizá haya más. Aquí nadie usa preservativo. Hasta donde yo entiendo, la chica no sabe lo que esto significa: me contó la noticia toda sonriente y su amigo, al parecer, no está muy preocupado por el asunto.

23 de agosto de 2006
Jans, ¡llamé a mi casa sin permiso! Y ahora Frits está enojado conmigo, pero no me importa. Fue maravilloso escuchar sus voces. Mamá lloró y también papá. Ahora sólo puedo esperar mi castigo, a todos se les permite llamar, menos a mí. ¿No es ridículo? Quizá me dejen en la jungla por siempre, o quizá no me permitan salir a misiones afuera luego de este pecado venial. En verdad no quiero hacerlo, no me importa. Parece que quizá tenga un nuevo amigo, un comandante. Tiene 30 años y es muy especial. Veremos si esto se convierte en algo.

24 de noviembre de 2006
Yo, quién sabe si nunca saldré de esta jungla. Porque, en el nombre de Dios, nunca me envían a ningún lado. Ya no sé qué decir. Quiero irme de aquí, al menos de esta unidad. Pero para mientras, uno sabe que uno es más o menos como un prisionero. ¿Qué puede uno hacer? Ya no quiero más bla-bla-bla sobre ser comunista, honesto, no desperdiciar, obediente. Luego ver cuán hipócritas son los comandantes, habladores y traicioneros. Y sin misericordia si alguien se atreve a criticarlos.
Yo preferiría estar en una unidad de combate. Por cuatro años he estado aquí en la misma situación. Haciendo guardia, gimnasia, hablar, problemas interpersonales, causando problemas, comandantes podridos, etc. Además, me siento inútil. Aquí no tengo futuro. No tengo adónde ir. Pero no me quiero ir, sólo quiero caminar, reír, combatir, cocinar, sin complicaciones.

9 de junio 2007
Aburrida y con hambre. No se puede encontrar al enemigo y por eso me toca estudiar documentos de la FARC por milésima vez. Repetir lo que se ha dicho ya 30 veces. ¿Qué es una formación?, ¿por qué la disciplina?, ¿por qué no se debe dormir durante una guardia? Hay que aceptar las consecuencias por mi decisión de estar aquí. Desde un principio sabía que no iba a ser un reto intelectual, pero si soy honesta diría que es mejor de lo que yo esperaba. Pero en mi comisión hay como cuatro fanfarrones y no mucha gente intelectual.

12 de junio de 2007
Me he vuelto muy desconfiada de los hombres, quiero fumar, pero serán dos semanas más antes de que nos den cigarrillos. Veré si puedo mendigar o conseguir un paquete. ¿Qué más vendrá?

13 de junio de 2007
A veces sueño con mamá y Ellen, y luego despierto llorando. Siempre la misma pregunta: ¿Hice lo correcto?, ¿hubiera sido feliz si me quedo en Holanda?, ¿qué estaría haciendo? Dando clases, traduciendo, trabajando en la universidad, ¿en una empresa?, ¿casada, con hijos? Estoy lista para un cambio después de este periodo. Este periodo es como un punto de terminación para mi vida guerrillera, la cual ya no me trae sorpresas. Ninguna en términos de personas, el enemigo o la tarea diaria. Lo he visto todo. Aquí me muevo como pez en el agua, la jungla es mi hogar. Las FARC es mi vida, mi familia.


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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.

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