martes, 28 de octubre de 2008

QUE CELEBRAMOS LOS MEXICANOS?

Carlos Beas Torres


Así como llegaron, raudas se fueron las fiestas septembrinas. Ya fueron guardadas las banderas nacionales y las trompetas tricolores que acompañaron ceremonias cívicas, noches mexicanas y desfiles; por cierto, banderas y trompetas muchas de ellas hechas en China. Durante todo el mes las televisoras, restaurantes y grandes empresas comerciales día a día difundieron machaconamente que había que aprovechar las ofertas patrias, y que no había mejor manera de sentirse mexicano que dar el grito acompañado con tequila, guisos nacionales y música de mariachi. Septiembre es el mes dedicado para celebrar a México, eso dicen eso venden.

Miles y miles de nuestros compatriotas atiborraron las plazas públicas de todo el país la noche del 15 de Septiembre, lo hicieron con el fin de divertirse gratuitamente y de disfrutar de espectáculos tan mexicanos como pueden ser: el show de Maribel Guardia o el de los Kumbia Kings, ya es parte de un ritual patrio el entusiasmarse con los fuegos artificiales y lanzar indiscriminadamente huevos y espuma, ritual que este año fue ensangrentado en Morelia por los condenables hechos ya de todos conocidos..

En México desde hace muchos años se han banalizado los festejos independentistas, los mismos gobernantes les han desprovisto de su sentido profundo y los han convertido en un mero espectáculo donde son vitoreados los héroes que nos dieron patria ante una multitud que repite de manera irreflexiva vivas, pero son pocos de entre los miles de compatriotas ahí reunidos los que saben realmente quiénes fueron y que hicieron la Corregidora, Pedro Moreno o Narciso Mendoza. Pero para el caso da lo mismo, lo importante como dicen muchos jóvenes es echar desmadre y así se repiten vivas a Hidalgo y a Allende como podría ser también a Chabacano y a Portales como si los héroes fueran no más que meras estaciones de tren subterráneo, del popular metro.

Esta banalización no es nueva. Hace exactamente 100 años el cabecilla de los funcionarios porfiristas José Ives Limantour organizaba de manera febril las Fiestas del Centenario. El dictador Porfirio Díaz en plena orgía de despotismo y de entrega de nuestros recursos naturales a empresarios extranjeros, invirtió grandes cantidades de dinero con el fin de celebrar los primeros cien años de México como "nación independiente". Ahora bajo la divisa de "Pan y circo" el gobierno de Felipe Calderón al igual que en su tiempo el de Don Porfirio, organiza grandes festejos para celebrar en el 2010 el segundo centenario de la "Independencia Nacional", mientras tanto a diario se entregan nuestros recursos naturales y sectores estratégicos a las trasnacionales extranjeras y en particular a las españolas. Nuestros gobernantes muestran un doble rostro que raya en el cinismo extremo, pues mientras se llenan la boca de loas a Hidalgo, Guerrero o Morelos, se han convertidos en meros guías de turistas de noblezas españolas y de empresarios trasnacionales. Gobernantes que se rasgan las vestiduras nacionales mientras rematan al país en una gigantesca subasta.

Sin embargo ¿realmente que celebramos los mexicanos en estas septembrinas fechas? ¿A que Independencia se refieren nuestros gobernantes cuando por todo el país crecen las protestas en contra de los abusos que cometen a diario empresas de capital español? ¿Quiénes son realmente los dueños de México? cuando los habitantes de Saltillo en el norte, se quejan constantemente de los atropellos, de los abusivos cobros y el mal servicio que brinda la empresa Aguas de Barcelona; cuando en el centro del país, amplios sectores del pueblo de Zimapán en Hidalgo – que sarcasmo- se han movilizado y por ello han sido reprimidos, su delito ha sido el protestar en contra de la creación de un basurero tóxico por parte de la empresa BEFESA también de capital español; y cuando por su parte, indígenas zapotecas del Istmo de Tehuantepec han venido denunciando de manera insistente los despojos de tierra que cometen empresas como Iberdrola, Unión Fenosa o Eurus, todas españolas y relacionadas con la familia Mouriño en la construcción del megaproyecto eólico y en la ilegal privatización del sector eléctrico.

¿Quienes ganan ya a costa o con el pretexto de los festejos del Bicentenario? En Querétaro por ejemplo desde hace meses se vienen denunciando los negocios sucios que hacen empresarios panistas en la construcción de un llamado parque Bicentenario mismo que se construye en Santa Rosa Jáuregui y que es financiado con fondos municipales y donde el ayuntamiento por cierto se ha negado de manera reiterada a brindar información sobre las obras. Apenas en abril pasado a la empresa española OHL le fue concesionado por 30 años el Viaducto Elevado Bicentenario, un segundo piso que con una inversión inicial de 680 millones de euros se construirá en la zona norte de la ciudad de México. Y esto apenas comienza.

La proximidad del 2010, puede ser propicia para que los mexicanos nos preguntemos si somos realmente una nación independiente y soberana y si nuestros gobernantes son más que meros virreyzuelos o gerentes coloniales de las grandes empresas del Imperio. Puede ser ésta una efemérides que nos sirva para reorientar el sentido de nuestra Nación en medio de una crisis global o corremos el peligro de que ésta fecha histórica sólo quede reducida a una megapachanga donde los realistas de hoy vitoreen boca para afuera a los héroes que lucharon por la independencia, añorando en lo más profundo de su corazón por el regreso de Agustín de Iturbide, Maximiliano o de Juan Carlos de Borbón y haciendo pingues negocios en nombre de una Independencia que vendieron sin ningún pudor al mejor postor.

Y hablando de héroes patrios, no debe de quedar impune el reciente asesinato de 6 indígenas de Miguel Hidalgo, Chiapas ejecutados por policías estatales a cargo del gobernador Juan Sabines. No debe de quedar impune.


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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.


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