Isabel Dorado Auz.
De verdad que no encuentran la salida quienes asesoran al gobernador del Estado. Pensaron, en un principio, que su idea maestra de esperar hasta los últimos dos años para darle un gran empuje a la construcción de varias obras abriría el camino a una reelección del grupo gobernante. Desafortunadamente, confiaron ciegamente en políticos pragmáticos, igual que ellos, y el resultado está siendo totalmente adverso.
De pronto, los grandes aliados, panistas Calderonistas, le están volteando la tortilla y están por asestarle un golpe donde más le duele, su orgullo empresarial. Primero, con la controversia constitucional al Plan Sonora Proyecta, obligaron a Eduardo Bours a conseguir un préstamo alterno, que se dijo primero que era a tasa fija y hoy resulta que cambió a tasa variable. Esta situación puede traer graves consecuencias al contribuyente estatal, ya que se corre el riesgo de que la deuda actual aumente de forma exponencial.
Desde hace tiempo, hemos dejado constancia de la soberbia del actual mandatario y de la facilidad que tiene para encontrar adversarios donde no los hay. Esta actitud, lo ha llevado a sacar adelante sus ocurrencias tope con lo que tope, y estos caprichos tienen en un predicamento a su grupo de asesores, que no son sus funcionarios de gobierno, sino consultores privados, con cargo al erario estatal. La sub 17 solo ha servido para operar, a pie juntillas, los dictados del señor.
En este juego maquiavélico, de la derecha sonorense, nos están llevando entre las patas a todos los que habitamos en la entidad. Un juego, donde lo único que importa es ganar elecciones, aunque una vez en el puesto no tengan ni la remota idea de cómo realmente gobernar al estado. Un poder que se conserva a base de la utilización de los medios de comunicación para denostar permanentemente a ciudadanos libres que se atreven a criticar los fallos constantes de tales gobernantes.
Podría decirse que es entendible que un empresario arriesgue capital para llevar a cabo grandes inversiones, el problema surge cuando el capital no le pertenece y pone en riesgos las finanzas que pertenecen a todos los contribuyentes del Estado. No es entendible, claro está, que tal gobernante quiera imponer a como de lugar un negocio particular, Proyecto Galerías, a costa de la destrucción de un parque, Villa de Seris; como tampoco es entendible que se busquen salidas alternas de financiamiento cuando se carece de la capacidad de diálogo que permitiría tomar acciones conjuntas y cogobernar el estado con el resto de las fuerzas políticas.
Estamos llegando al final del gobernante omnipresente, pero al mismo tiempo empiezan a darse los primeros signos del fracaso sexenal. A partir del proceso electoral se hará más evidente, lo que traerá muy contentos a muchos, sobre todo los que tienen más posibilidad de conseguir el cambio de estafeta, pero desafortunadamente los grandes perdedores seguiremos siendo los mismos de siempre. Los ciudadanos que si cumplimos puntualmente con el pago de nuestros impuestos. Una vez más, la derecha se da el lujo de seguir cometiendo errores, al fin y al cabo no son ellos los que sufren las consecuencias. Siempre habrá la posibilidad de un rescate gubernamental y no importa si el número de pobres sigue creciendo.
Solo me pregunto, hasta cuándo vamos a seguir padeciendo a estos políticos mediáticos que solo sirven para hacer comerciales de televisión y muy buena propaganda.
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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