La opinión del presidente legítimo
Isabel Dorado Auz
En el retroceso que estamos experimentando respecto al comportamiento de los medios comunicación, donde es común encontrar la descalificación permanente a todo lo que se oponga al sistema neoliberal y si se trata de Andrés Manuel López Obrador con más razón, presento un resumen del discurso de AMLO en la concentración del pasado 19 de Octubre en la Ciudad de México.
Empezó recordando el fallecimiento, hace 38 años, del mejor presidente del siglo XX en nuestro país, el general Lázaro Cárdenas del Río y un reconocimiento a Susana Manzanares, una compañera de lucha, fundadora de este movimiento, que falleció hace unos días.
Refirió también que fue de los primeros en advertir, desde hace 14 meses, que se estaba gestando la crisis en Estados Unidos y que debíamos fortalecer nuestra economía y proteger a la gente, para no quedarnos como víctimas pasivas del derrumbe del sistema financiero internacional.
Afirmó que Calderón copió dos de sus propuestas: la de convertir los Pidiregas en deuda pública, para ahorrar gasto de financiamiento, y la construcción de una nueva refinería. Remarca que en los 23 meses que lleva Calderón usurpando el gobierno, el desempleo es el más alto de los últimos 8 años, y mientras el salario mínimo sólo se ha incrementado 8 por ciento, el precio de la tortilla ha aumentado en 42 por ciento; el pan 60 por ciento; la leche 35 por ciento; el huevo 80 por ciento; el frijol 100 por ciento; la lenteja 130 por ciento; el arroz 130 por ciento; el aceite 113 por ciento; la carne de res 60 por ciento; la carne de cerdo 50 por ciento; el pollo 50 por ciento; el café 65 por ciento; el azúcar 40 por ciento; las pastas para sopa 62 por ciento; la gasolina 10 por ciento; el diesel 18 por ciento; el gas 20 por ciento; y la luz, sólo en lo que va del año, 100 por ciento. Por lo que sugirió un pacto en apoyo a la economía popular para garantizar, en una primera etapa, que no sigan aumentando, es decir, que se congelen los precios de los alimentos básicos, productos y servicios, incluyendo predial y peajes de carreteras. Es el momento de destinar el presupuesto y todos los instrumentos con que cuenta el Estado para proteger al pueblo y no seguir utilizando al Estado, que lo han convertido en un comité al servicio de unos cuantos, no seguir utilizando el presupuesto sólo en beneficio de unos cuantos. Si de rescates se trata, primero rescatemos a los pobres y a las clases medias.
En estas circunstancias, su movimiento va a enfrentar el reto, el desafío que significa evitar la privatización de la industria petrolera. Si antes esta lucha era importante, ahora lo es más. Ahora de esto dependerá el que podamos salir de la crisis y sacar a nuestro pueblo de la pobreza y la marginación. Con el fracaso del modelo económico neoliberal, la defensa del petróleo se ha convertido en un asunto decisivo para la supervivencia de nuestro pueblo y la viabilidad de nuestra nación.
En consecuencia, por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia, podemos permitir que un grupo de ambiciosos se apropie de la renta petrolera.
Reitera que, de manera específica, nos oponemos a lo siguiente:
1. No aceptamos la creación de filiales de Pemex, como lo propone la cúpula del PRI. Ello significaría reafirmar la política salinista que, con la idea de privatizarla, en 1992 dividió esta empresa en cuatro empresas, cuando en realidad lo que se necesita es integrar a Pemex, para utilizar toda su cadena de valor y convertirla en palanca del desarrollo nacional.
2. No permitiremos los contratos-riesgo, ni abiertos ni con disfraces. Es decir, los contratos incentivados, como les llaman, propuestos por Calderón, ni los llamados contratos de éxito que pretende el PRI.
3. No estamos de acuerdo en que en el nuevo régimen de excepción administrativo, que proponen el PRI y el PAN, se dé manga ancha para la asignación de obras, adquisiciones y servicios, mediante el procedimiento de invitación restringida o asignación directa de contratos. Sería grotesco que, con toda la corrupción que hay en Pemex, todavía se siguiera fomentando el contratismo en beneficio de empresas y de funcionarios deshonestos.
4. No aceptaremos que se asignen a compañías nacionales o extranjeras, bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y perforación de pozos petroleros.
5. Estamos en contra, como lo proponen el PRI y el PAN, de que Pemex compre fianzas y seguros para darle impunidad a los consejeros y a su director, por los daños que causen a la empresa o al patrimonio de la Nación. Con ello se estaría legalizando descaradamente la corrupción.
6. Rechazamos tajantemente que Pemex se someta a la decisión de tribunales internacionales, porque se estaría perdiendo soberanía nacional.
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ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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