Isabel Dorado Auz
"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos"
Indira Gandhi
En los últimos días, los defensores del parque de Villa de Seris hemos sido objeto de un sinnúmero de descalificaciones tanto de los columnistas oficiosos como de quien dice gobernar el estado de Sonora. Paradójicamente, estos mismos personajes nos tachan de radicales y de no querer llegar a ningún acuerdo con las autoridades. O sea, primero te golpeo y luego te cuestiono el que no te sientes a conversar.
Así, difícilmente se logran entendimientos y es que la agresión gubernamental inicia verbalmente y luego se transforma en una agresión física. Decía alguien por ahí, que las malas palabras no existen lo que existen son las malas intenciones. En este caso particular, las malas palabras siempre han ido acompañadas de malas intenciones y han representado, en los últimos años, más un signo de debilidad que de fortaleza.
Que otra cosa puede uno pensar de un gobernante quien en un acto de desesperación decide mentarle la madre, en un 15 de mayo, a un humilde profesor de educación primaria, reprimiéndole la audacia de manifestarse precisamente en ese día tan sagrado. Cómo explicar esa obsesión del gobernante por partidizar una gran cantidad de programas sociales como: la cabalgata, pasos, suba, patrullas de la policía estatal, etc y luego reclamar el "cristal partidista" de las protestas sociales, donde curiosamente los partidos políticos no han querido estar presentes. Es cosa de preguntarles a los de la UTH cuantos partidos se han acercado a conocer y respaldar la huelga legal que lleva más de ocho meses; o bién, cuántos partidos están apoyando realmente el conflicto de los trabajadores de Navojoa; qué partido político se preocupó por la desaparición del contracto colectivo de trabajo de los mineros de Nacozari; Cuántos partidos están presionando para que gente inocente con Alfonso Chaparro no siga pagando delitos que no cometió; y, finalmente, cuántos partidos han expresado con claridad una posición política respecto al Parque Villa de Seris.
Como se puede apreciar, es la sociedad civil, ya sea a través de los sindicatos o de grupos organizados, quien está resistiendo las medidas arbitrarias del gobierno en turno. A esa sociedad, es a la que no se quiere invitar a conversar, ya que el diálogo tendría que ser franco, abierto y lejos de las componendas de intereses creados. Esa sociedad no pondría a negociación, por ejemplo, la destrucción de un parque para edificar un proyecto cultural que carezca, a su vez, de cultura ecológica. Por eso, cuando el gobierno recurre a la fuerza, está demostrando su mayor debilidad; esto es, su incapacidad para convencer con argumentos la factibilidad de los proyectos que enarbola. Es entonces cuando lo que reina es el Maquiavelismo y se deja de lado el Contrato Social. Por ello, la fortaleza se pierde al final del sexenio y es muy difícil recuperar credibilidad después de tantas oportunidades perdidas y, curiosamente, los mismos aduladores del presente serán los más feroces críticos del futuro.
Como reflexión final, cabría decir que no vale la pena tanto pleito y que es hora de abrir el puño para poder intercambiar un apretón de manos honesto y transparente. Démosle en conjunto, a este Hermosillo que tanto queremos la oportunidad de conservar ese maravilloso Parque, hay que no desperdiciar el tiempo y darle, de una vez por todas, un rostro humano a la forma de hacer gobierno.
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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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