jueves, 24 de abril de 2008

QUIEN RECOGERA LOS RESTOS


LA CRISIS DEL PRD
Quién recogerá sus restos


Uno de los exponentes de la partidocracia está herido de muerte. Así, al margen de una presidencia interina que buscará reoxigenarlo, el caos en el PRD fortalecerá el sistema bipartidista, cuyos reyes serán el PRI y el PAN y, México, al final del día, estará en manos de dos

Con una izquierda fragmentada, el sistema de partidos contará con una geometría rota, sin una de sus partes, pues la toma de decisiones será obra y gracia de la derecha encarnada en el PAN y un centro enquistado del PRI. ¿Y el PRD? Fungirá como un simple espectador.

Éste es el escenario que se prefigura después de la tragedia que azota al PRD –independientemente de la presidencia interina que está en manos de Graco Ramírez y Raymundo Cárdenas–, y cuyos efectos se sentirán en las elecciones intermedias, donde PRI y PAN se repartirán el mayor número de escaños en el Congreso, lo que ubicará al PRD al borde del precipicio y como la tercera fuerza política a nivel nacional.

Reconocidos expertos en fenómenos políticos —como Ciro Murayama y Roger Bartra—  coinciden en que el proceso de autodestrucción que sufre el PRD debilitará la capacidad de negociación de la izquierda con las otras fuerzas políticas y reducirá considerablemente la posibilidad de que incida en las políticas públicas del gobierno federal, situación que abrirá la brecha para fortalecer el bipartidismo en México.

Sin embargo, proyectan que no todo está perdido ya que consideran que, si el perredismo es lo suficientemente inteligente, podría aprovechar esta crisis para refundarse, presentarse como una izquierda con la que se pueden amarrar acuerdos y así aplicar un giro de 180 grados en la actual negociación política, pues el PAN estaría tentado a negociar con éste y abandonar el nexo que lo mantiene atado al PRI, que cada minuto que pasa encarece sus votos.

Ciro Murayama, editor de la revista Nexos y miembro de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios de la Transición Democrática, considera que el conflicto en el PRD no es otra cosa sino el reflejo de la crisis del sistema político. "Hay un deterioro notable en la calidad de los partidos, de sus dirigentes, de sus proyectos ideológicos y es muy difícil que puedan recuperar legitimidad ante la ciudadanía."

De esta manera, lo mejor que le podría pasar al PRD sería romperse en dos, recomponerse para aspirar de nueva cuenta a ocupar un sitio en las grandes ligas del stablishment. Y esta filosofía empieza a ganar terreno en algunos cuadros del PRD, que pedirán la publicación de una convocatoria para una Asamblea Nacional Constituyente que forme un nuevo partido, reivindique los derechos de los militantes y, principalmente, le haga sombra a una avalancha llamada PRI.

¿Hay posibilidades para emprender esta aventura? Los expertos no meten las manos al fuego por esta apuesta, por el contrario, aseguran que a pesar de las diferencias el PRD seguirá alojando a las tribus que hoy se sacan los ojos porque, finalmente, algo las une: el interés político, que tiene que ver con los 865 mdp que recibe el PRD anualmente de financiamiento público.

Al respecto, el sociólogo Roger Bartra proyecta que las patadas que se registran entre las tribus del PRD no responden a una verdadera lucha por transformar a este partido, por lo que anticipa que la corriente de Los Chuchos y los aliados de AMLO terminarán por sellar un pacto para distribuirse el poder, sin embargo, anticipa el futuro descalabro del perredismo en su conjunto en las elecciones federales del próximo año y vaticina que éste no recibirá más de 15% de los votos. "La izquierda se está haciendo el hara-kiri y con ello estrecha el abanico de la oferta político-electoral en México. Se ha autoexcluido y abre, con ello, las puertas al bipartidismo", advierte el investigador emérito de la UNAM.

¿Es, entonces, el fin de la izquierda? No, aunque su horizonte se oscurece, los analistas exponen que la crisis del PRD no es necesariamente la crisis de la izquierda, ya que este partido representa parcialmente esa ideología. En su opinión, la izquierda es un conglomerado mucho más grande, vasto y amplio que las fuerzas del PRD, y su futuro no está ligado al progreso de éste, sino a la inteligencia de otros movimientos que velan por los derechos de las minorías.

Por lo pronto, y como recomendación expresa hacia el PRD, los politólogos exhortan a la tropa perredista a resolver de una vez por todas sus diferencias y a iniciar el plan para elevar su grado de interlocución con el PAN y demostrar que el PRI no es indispensable. Sí, aunque parezca una mala broma, la construcción de acuerdos entre el PRD y el PAN no sería una buena novedad para el tricolor que, en todo caso, podría ser el gran damnificado de la crisis del PRD.

MANOS LIMPIAS, POR FAVOR

Eduardo Huchim fue consejero electoral del IEDF y, de acuerdo con su experiencia, los escándalos partidistas —que evidencian el deterioro en el ejercicio de la política— pegan en la conciencia del electorado y, paralelamente, refuerzan la idea de que los partidos no saben organizar elecciones internas, contar los votos y resolver las eventuales impugnaciones. Por ello, previendo que este tipo de situaciones puedan afectar a otros partidos, sugiere modificar la Constitución para que el IFE y los institutos electorales locales organicen las elecciones internas de dirigentes y candidatos, aunque sólo cuando los propios partidos presenten una solicitud expresa.



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Fernando V. Ochoa
cel 6621 50-83-33
ser como el clavo, que aun oxidado, sigue siendo clavo.
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